Límites

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos el tema «Límites». Este ha sido el relato ganador:

Ofelia y yo eramos amantes, lo que provocaba en mí una incertidumbre de espinas negras en la parte izquierda del pecho.
No comprendía dicho puesto, nunca me gustó el número dos, sin embargo en ese momento de mi vida no era una cifra, mas bien una posición penosa.
Movido por la pintura de algún celo artista seguí a mi mal llamado rival, día y noche, cielo y tierra. Descubrí que el maldito era escritor (a mi parecer uno de los mejores). Me había convertido en una sombra peregrina tras sus pasos, el espía de una situación de amor incomoda. La calma jugaba en mi equipo.
El 14 de Febrero del año 1994 me hice pasar por un fanatico de sus cuentos, lo cité en un café porteño con la excusa de una entrevista para la facultad de artes, aceptó de inmediato.
Para hacer la pantomima más creible compré los libros que dio a luz y los tiré sobre la mesa. El miraba fijo, sin inhalar una gota de aire. Estaba ahí, yo podía matarlo o peor aún, decirle la verdad y hacer que Ofelia pierda el matriminio. Mi mente transiparaba escenas reflejadas en sus anteojos, muecas de placer de la feliz pareja iban y volvían sobre los cristales. Comprendí entonces que ella disfrutaba con el su plenitud, yo era apenas un hombro de lágrimas alumbrado por algunos minutos de lujuria pasajera. La cama representaba un lugar muy pequeño para la inmensidad de aquella mujer.
El odio comió mi lengua, las palabras en latín seguían brotando de sus labios húmedos y gruesos. Poseido por el placer de sentir en mi saliva el aliento de Ofelia lo besé muy despacio, el correspondió mi gesto. Minutos después estabamos en un hotel de citas, desvestidos e inundados en sudor de rosa mosqueta. Destrozó mi cuerpo, los espamos se apoderaron de las fibras menos conocidas con cada abrazo, las sabanas temblaban de miedo, dos hombres solos perfumados por la oscuridad de un cuarto infame..
Despues del acto nos juntamos los tres para contar a Ofelia lo sucedido, yo la.felicité por tener un homre tan viril a su lado. Bajo una débil llovizna prometimos romance eterno, sin prejuicios ni desvelos indevidos, solo tratando de complacer al hombre que amamos.

ALEJANDRO CAMACHO

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Era el día de la fiesta de San Jorge. Yo estaba con mis amigos en la hoguera de la playa cuando apareció Paula. La conocía del instituto. Ella iba a la clase de mi amigo Juan, pero nunca me había fijado en ella hasta este momento.
La miré fijamente y me pareció muy guapa.
Mi amigo Juan propuso irnos a bañar a la playa, pero Paula no quería y yo me quedé con ella. Estuvimos hablando durante mucho rato. Su voz era muy dulce. Me gustaba.
De repente, en un momento de la conversación, ella mencionó que tenía que volver a casa a las 4.
¿Cómo???
Miré el móvil. Eran las 2:45.
¡Tenía que conseguir enrollarme con ella antes de que se fuera!
Hasta ahora solo habíamos mantenido una conversación trivial sobre las asignaturas que compartimos y sus profesores, pero necesitaba conseguir su teléfono y hacer que ella quisiera algo conmigo antes de que acabara el tiempo.
¡Qué estrés! El amor no puede ir contrarreloj. De hecho, no lo conseguí.
Llegaron las 4 de la mañana, la hora límite, y se fue.
Y ahora estoy aquí, con el teléfono en la mano. Juan me ha dado su número y dudo si mandarle un mensaje.
¿Lo hago?

CIRCONIO JAVIER MUNIR


Limítese a mantenerse al otro lado de la frontera.
Así pues, nosotros extraeremos el cobre, el diamante, el oro, el hidrocarburo, el coltán y otras maravillas de su casa, para llevarlas a la nuestra.
Usted, por favor, no cruce.

PEPINO MARINO ERRANTE


Aquella noche ella se encontró parada frente a la inhóspita frontera por la que había intentado cruzar algunas veces, pero que el miedo a lo desconocido le había impedido hacerlo, de modo que se devolvía a su zona de confort nuevamente a sabiendas que ese era un lugar de batallas interminables donde no habían ninguna posibilidad de lograr ninguna tregua.
Había anhelado tantas veces amaneceres llenos de victorias al otro lado de aquella zona limítrofe tan codiciada, tan ajena a ella que sólo conocía las cuatro paredes de su territorio, pero a pesar de todo el deseo que le carcomía por dentro, no había tenido el valor de cruzarla.
La frontera estaba siempre muy bien custodiada por imponentes soldados con sus armaduras listas para ser utilizadas en el momento requerido, sólo su presencia intimidaban al más valiente y precisamente ella no se consideraba tener mucho valor debido que por muchos años en el huerto árido y vacío en el que habitaba existía una carencia absoluta de incentivos emocionales que le permitieran forjar un carácter sólido y determinante.
Cuenta la leyenda que muchos años atrás una linda doncella fue obligada a casarse con un terrateniente de la época mucho mayor que ella y que la niña estaba profundamente enamorada de su capataz. El terrateniente trató de conquistar a la niña con halagos palabras dulces y mil obsequios sin lograr ningún resultado. Fue precisamente la noche de invierno antes de su boda, cuando todos dormían plácidamente, la niña huyó con el capataz a tierras lejanas y nunca nadie más supo de aquellos enamorados. Cuando el terrateniente se enteró se enfureció en gran medida e hizo un juramento: en adelante, ni él ni su descendencia se ocuparían de mostrar sentimientos hacia una dama, las relaciones amorosas se iban a concebir como un asunto de negocios solamente y así fue.
Se buscó a una dama entrada en años pero que gozaba de una excelente salud para que pudiera ejecutar las labores domésticas con pulcritud y pudiera cumplir con sus “deberes sexuales” cuando él lo requería. Inspeccionó la mercancía que iba a adquirir y convencido de que era un negocio razonable, le dio un buen dote al padre de la muchacha y se la llevó para su hacienda. De esa relación de pareja o más bien de esa “propiedad adquirida” nacieron hijos que a su vez tuvieron hijos y a todos se les fue criando bajo la misma premisa en lo referente a las relaciones amorosas.
Esta era la tercera generación de la descendencia de aquel terrateniente y se podía decir que se les había adoctrinado muy bien en las filosofías radicales del abuelo, porque a pesar de que los tiempos habían cambiado y los pueblos habían evolucionado en cuanto a la equidad de género y demás, las nuevas generaciones de “máquinas” casi que venían con la filosofía del abuelo inmersa en su disco duro.
En el nuevo orden mundial esta nueva generación de “máquinas” se enfrentaban a un gran problema: ya las damiselas habían evolucionado y no permitían ser mercancía de nadie, sim embargo, una de ellas tomaba muy en serio las relaciones matrimoniales, de manera que había soportado por mucho tiempo la frialdad y el menosprecio de una de estas “ máquinas” con la errónea esperanza de que aquel ser sin sentimientos algún día sucumbaria ante el amor que ella le mostraba y no era tanto que él no quería cambiar, porque sí reconocía que tenía enormes conflictos internos, pero no podía cambiar su naturaleza.
Aquella noche fue crucial para la damisela del siglo XXI, pareciera ser que la “maquina” había sufrido un corto circuito o algún virus cibernético lo había invadido, de modo que, sin razón justificable manifestó un arrebato de ira y descontrol sin precedentes, de manera que a la dama se le encendió una brillante y liberadora luz y en ese momento tomó la determinante decisión de cruzar en forma definitiva aquella frontera. Caminó con paso firme, sin mirar atrás, llegó al limite de su territorio, buscó los soldados con sus armas y no los halló, se percató que sólo estaban en su mente, que eran ilusiones de su imaginación y temor, pero ahora no tenía miedo, cuzó la zona limítrofe que la conducía hacia la libertad y hacia nuevos comienzos, le puso un límite a su “maquina” construyó con gallardía un enorme muro donde la computadora humana no tendría jamás acceso a ella y se sintió feliz en su nuevo mundo, sólo le apenó haber esperado tanto para establecer aquel límite.

YAMILETH NÚÑEZ DELGADO


Según vienes o vas, cada indicación que anuncia el final del mundo, lleva escrito por detrás un hartazgo. Cada señal que anuncia el hartazgo, muestra un límite a la vuelta.

JEZABEL MONTENEGRO


¿Dónde está el límite? ¿El último límite?¿El límite de los límites? El del relato de esta semana acaba hoy, esta medianoche. Tendré que apurar, seguramente, como pasa en el trabajo de muchos de ustedes.
No llegaré a entender nunca que un expediente se pase tres días en la mesa de un director, y al cuarto día, veinte minutos antes de terminar la jornada, te lo pase para que le hagas un informe negativo, bien argumentando, por supuesto, legislación y demás que sostenga la resolución, y te diga, tranquilidad, no es para hoy, pero es urgente para mañana, tenemos de fecha límite este viernes. Y tan pancho, se va a casita a pasear al perro, o a la conchinchina. Y hoy es jueves. Que bien, ¿no?
Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda. Respondo a las preguntas que formulo al principio del relato, porque si me empiezo a perder tan pronto, no llego ni a la hora de Cenicienta.
Que sí, que el límite puede estar muy lejos, pero, que hay veces, que se alcanza.
Me atrevo a decir que el summum de los límites es alcanzar el cielo, con mucho empeño y tesón, esperando que el bueno de Pedro nos haga las tres preguntas de rigor, retóricas, nos salude efusivamente, y abra las puertas de par en par a un lugar donde todo es blanco inmaculado, superemos las últimas pruebas al traspasar el umbral, y nos den las codiciadas alas de ángel. Uffffff, ni un punto y seguido. ¡Cómo estoy hoy de acelerada!!!!
¿Qué bonito, verdad?¿I qué fácil, no? ¡Pues ni bonito, ni fácil, más duro que los muros de hormigón!!! ¡Que lo sé, que me lo han contado!
O también puedes bajar hasta los infiernos. Para gustos los colores, o los calores. Todo depende.
Porque allí si que hay departamentos. El infierno no sólo és rojo, también es negro, éste, dedicado a los peores especímenes que pueden haberse cruzado en tu vida o en la de otros. El negro está reservado para los más odiados.
Y no hay más.
Punto y final, para un creyente, eso sí.
Porque para los no creyentes todo es mucho más simple. Te vas, y te reúnes únicamente con tus seres queridos que ya marcharon con anterioridad, y ya está. Continuas tu vida allí, feliz del reencuentro, aunque no puedes hacer nada por los que aún se han quedado porque no les ha llegado su hora. Y, bueno, allí estás, dónde sea que sea.
Aunque haya varios infiernos, cada cuál de nosotros está ya predestinado a uno. No os creáis. O sea, que ya podéis dormir tranquilos, ya tenéis vuestro boleto ganador y no lo podréis cambiar.
Porque no es lo mismo bajar al infierno de los estafadores, que al de los que provocan mobbing a sus compañeros de trabajo (dudo mucho que sean compañeros, los ve como escoria, rivales aunque no trabajen en los mismos tipos de expedientes o en la misma cadena de producción, o incluso, ni en la misma posición del acosador, o son piedras insalvables en el camino del acosador). Tampoco es lo mismo bajar al infierno de los que cometen abusos, tanto de poder, como de estupidez, como sexuales. No es lo mismo.
Hay muchos infiernos más a los que acudir: al de los prevaricadores, al de los asesinos, al de los golfos en mayúsculas, que engañan a cualquiera con su carita de buenos y dulces como la miel, pero te apuñalan siempre, donde quiera que estés. El infierno también existe para los ignorantes, sí, sí, yo los llamo así a los indeseables que producen daño, infligido a posta, con el placer que les motiva el producir ese dolor y hundimiento humano. La ignorancia, realmente, no es la que he descrito antes. La ignorancia puede ser por razones económicas, de cultura, o falta de interés…Pero he querido darles un «nombre» a los especímenes que producen daño intencionadamente y sin motivo, que no he sabido definir. Mea culpa.
Hay muchos más infiernos, desde luego. Con un poco más de tiempo y gracia, podría tener hasta material para un libro. Al menos con todas las clasificaciones de infierno que tengo, y algunas, muchas menos, de cielo.
Pero por hoy es suficiente, ¿no?. Tendré que remover mi baúl de notas (las que escribo en un papel cualquiera, a la hora que sea, servilletas, bonobus, para no olvidarlas, pero luego no tengo la iniciativa nunca de poner orden al caos que reina en mi baúl). Buscaré mis apuntes e intentaré recopilar y agrupar temáticas. No puedo prometer más, porque no sé cuáles son mis límites.
La vida es dura para el que va al infierno, pero mucho más para el que pretende ir al cielo, porque aunque no lo creáis, los que van al cielo, se van antes, y dejan demasiada huella.

LA XICUELA DE CORRIOL BENLLOCH


FOREVER YOUNG
Let’s dance in style, let’s dance for a while, ( Bailemos con estilo, bailemos por un rato). Hace mucho, mucho tiempo, que crucé el límite del sentido del ridiculo….
Heaven can wait we’re only watching the skies.( el Cielo puede esperar que estamos viendo los cielos), y sólo mi cuerpo solo, se bambolea embotado de alcohol, y las únicas estrellas que se ven más allá del límite de mis sentidos son las luminarias que están encendidas por las cerillas de unas cuantas copas.
Hoping for the best, but expecting the worst,( esperando lo mejor, y en espera de lo peor)esperando una copa más, en en el limite de la barra de este antro sucio, descontando los segundos en que mi cuerpo, superado por el alcohol, vomite en cualquier rincón apestoso y pegaoso, vómito sobre vómito.
Are you gonna drop the bomb or not ?( vas a tirar la bomba o no?).Camarero cabrón, sirveme un tequila, tú no eres quien para decirme que nó debo beber más, hijo de puta, tengo aquí, tu sucio dinero.
Let us die young or let us live forever(muramos jovenes o vivamos para siempre).!yó,!Yó!, soy eterno, soy joven, nó soy un puto viejo, traspasé el limite del espacio tiempo, ¡no me moriré nunca.
We don’t have the power, but we never say never (nosotros no tenemos el poder pero nunca digas nunca, ). Sí, soy la escoria, el rastro de mierda en el váter podrido, pero un día, ¡un día!, todos sabrán, quien soy.
Sitting in the sandpit, life is a short trip (sentados en el foso de arena, la vida es un corto viaje). Caeré, como cada noche, en cualquier parte del camino polvoriento, y habré quemado otra vela más de mi asquerosa y nauseabunda vida.
The music’s for the sad man.( la musica es para el hombre triste).¡quitar de una puta vez esta canción, el borracho, solo entiende de música bulliciosa, que oculte con su algarabía los compases tristes que golpean en su corazón.
Can you imagine when this race is won ?( Imaginas cuando esta carrera se gana?). Siempre, el último en salir, dando tumbos, zozobrando en el río de la vida. Siempre el último, y el primero….no hay diosss que me gane a beber, aún no ha nacido hijo de hombre que me tumbe.
Turn our golden faces into the sun,( giran nuestra cara contra el sol). Soy vagabundo, sin límite que me atrape, voy por donde me sale de los cojones, nadie me dice lo que tengo, o debo de hacer.
Praising our leaders, we’re getting in tune (alabando a nuestros líderes , poniendo en sintonía la música). Nó, nó tengo amo, yó y el viento, somos colegas, nos saltamos cualquier limite que cualquiera nos quiera poner, y voy al son que marco,
The music’s played by the madman.( tocada por el loco). Sí, soy un loco desgraciado, que cortó con una botella rota de whiskey, la alambrada de espino que separa el límite entre razón y locura.
Forever young,( joven por siempre). ¿Nó me véis?, nó soy un viejo baboso…
I want to be forever young. (quiero ser joven por siempre). Quiero traspasar el límite de la edad del hombre para convertirme en dios.
Do you really want to live forever ?( de veras quieres vivir por siempre?).Compañero, amigo, tú que me miras con asco, únete a mí, seamos compadres de destino y camino.
Forever, and ever(por siempre, y para siempre).Seremos eternos, nadie nos podrá poner límite, ni frontera.
Forever young,( quiero ser por siempre joven).Soy la eterna primavera, brillando dentro de mí, un sol, color de ron.
I want to be forever Young(quiero ser por siempre joven.)Quiero que nunca se borre mi sonrisa infantil, burlona, para conquistar a cualq uier fulana de esquina.
Do you really want to live forever ? (de veras quieres vivir por siempre).Sé siempre joven, aunque el tiempo te vista de puto y patético viejo.
Forever young.( joven por siempre). Con mis pantalones mugrosos de pinzas, mis zapatos castellanos agujereados, y mi camisa cochambrosa, apestando a alcohol.
Some are like water, some are like the heat(Algunos son como agua, algunos son como el calor,). Llevaré al límite mis dotes de persuasión, para conseguir copa y charla gratis, la mayoría, se escurrirán como el agua por el desague del fregadero, otros, se unirán a mí, como el fuego al ascua.
Some are a melody and some are the beat(algunos son una melodia y algunos son el ritmo, ) . Algunos, contados, sobrepasarán su límite de paciencia, e intentarán ayudarte, guiarte por su buen camino. Otros, serán bufones de ocasión, que servirán a su rey por una noche.
Sooner or later they all will be gone((tarde o temprano todos se iran).Y dejarán al pobre borracho tirado en cualquier sitio, junto a los cubos de la basura.
Why don’t they stay young ? (por que no permanecen jovenes?). ¿porqué, traspasan el límite del tiempo de la diversión?.
It’s so hard to get old without a cause.(Es tan dificil mantenerse sin una causa).Es tan duro, nó saber tener fín, nó saber poner fondo a la copa de alcohol…
I don’t want to perish like a fading horse(no quiero perecer como un caballo ).Me dá miedo, ser una mula inservible, arrinconada, golpeada y maltratada.
Youth’s like a diamonds in the sun,( la juventud es como un diamante en el sol).Cuando eres joven, eres radiante, hermoso, y el tiempo, te convierte en carbón.
And diamonds are forever (y los diamantes son para siempre).¡Pero yó no soy carbón!, mi juventud, no tiene fín, es para siempre.
So many adventures given up today,( Tantas aventuras que se entregan hoy).Esa chica, que se ha dejado meter la mano por debajo de la falda…ese cabròn que se ha ganado una buena hostia…
So many songs we forgot to play.( tantas canciones olvidamos que suenen).Una canción de amor, para llevarme a alguna putita a la cama, una canción de rock duro para mostrarle al mundo quien es el puto amo…
So many dreams swinging out of the blue(tantos sueños balanceandose lejos de la realidad).En el límite de mi borrachera, conviven en tierra de nadie, el recuerdo de aquella chica que me abandonó, mi familia, que me arrancó como mala hierba, el trabajo perdido…
Oh, let it come true.( oh, Ojala se hagan realidad).Y ésta vida de borracho, sea solo un sueño, que sí tenga fin, y final.
Forever young,( joven por siempre ). ¿A quién quiero engañar?, soy un viejo y sucio trapo, enredado entre las espinosas ramas de la zarza de la bebida.
I want to be forever young.( quiero ser joven por siempre).Beberme la vida a bocanadas de ansia.
Do you really want to live forever,( por siempre y para siempre?).Quiero ser como la rosa esa encerrada en la copa de cristal, de la historia esa, del monstruo y la chica, y nó marchitarme nunca.

EMILIANO HEREDIA JURADO


Nunca conocí los límites.
No puedo decir que nos llevásemos mal
porque no contemplaba la idea
de su existencia.
Desde pequeño fui un ser ilimitado.
Mi cuerpo se expandía
más allá de la tierra,
mi forma de amar
se extendía más allá del universo.
Nunca dudé en dar a las personas todo aquello que había en mi
sin reservas
ni tampoco negué todo lo que me ofrecieron.
Siempre corría
desnudo
por el campo,
ya que en la ciudad estaba prohibido,
y volvía a casa recitando algún verso de la Celestina,
de una tal Melibea.
A veces soñaba tan grande
que me perdía en los sueños.
Otras veces
tenía tanto miedo
que me atrapaba lo pequeño.
No supe jamás calcular
cuánto amor podría darle,
ni el nivel de dependencia
hacia él.
Jamás hice cálculos para ir al teatro
al cine
o a conciertos.
En ningún momento de mi vida
he limitado las zonas que existen entre
lo que puedo alcanzar
y lo que quiero alcanzar.
Ni he dudado en atravesar océanos si lo deseaba
aunque fuese quedándome dormido en el sofá.
Nunca escribí en la línea
ni tuve la caligrafía perfecta,
pero no dejé de escribir
aunque a veces no sabía qué quería decir.
Tampoco me limité al decirte que te quería a los dos días
ni te limité para marcharte si así lo deseabas.
No he escuchado jamás a quienes me decían que era un extremista
ni a quienes intentaban hacer de mi
figuras geométricas.
Me perdía por el bosque
porque me importaba un carajo
dónde estaba la salida
o si me quedaría para siempre allí.
Nunca, nunca, nunca
he limitado nada en mi vida.
Y la primera vez que esto sucedió
fue cuando tuve tú me prohibiste
volver a despertar a tu lado.
Ahí no tuve más opción
que limitar la zona de acceso
el corazón ansioso
y los versos que jamás te leí.
Y ahora por favor
nunca rompas el límite.

CARLOS COSTA


Quien pone límites a la ignorancia
En un mundo dominante, en un mundo sin apenas control…
Quien pone límites ante lo que se pasa de límites?
Lo que en su dia resultaba éticamente correcto ya no lo es.
Lo que decían que perjudicaba te lo venden en farmacias.
Cuando te pasas tu vida dando lecciones de ética a los tuyos y va un insensible y daña, perjudica tu enseñanza, tu vida…
¿Quién pone límites a los que entran de puntillas y se sientan en tu sofá con antifaz y se maquillan? Te dañan!!!
Se vende alcohol y no es bueno, se vende tabaco y te ponen fotografías que dañan la retina…pero los beneficios son para y por…el gobierno.
Te suben los impuestos sin poder decir un taco porque la religión está de moda y la ética ya paso a segunda fila.
Quien pone ¿¿??
Los límites están en mi cocina.

MARIAN MOYA VALERO


Micro relato de la semana «Límites»

Celia y yo nacimos para estar juntos, pero no revueltos.
Amigos inseparables en el colegio, perfectos compañeros en dobles, “best friends” en las clases de inglés. Nuestras respectivas familias daban ya por hecho que acabaríamos revueltos, bendita inocencia, ¿o era ignorancia? Al llegar a la universidad y evitar así no volver a caer en aquellos absurdos malentendidos, Celia y yo decidimos hacernos pasar por hermanos. La idea cuajó y dio sus frutos; salimos de allí con una carrera bajo el brazo y una pareja colgada del otro.
Pasaron los años. Celia y yo seguíamos juntos y no revueltos.
En los dedos, los anillos de oro perdían su brillo. Y su brío.
Nuestros barcos, pese a llevar rumbos equidistantes, zozobraban cada uno por su lado. Pero seguíamos juntos. Nacimos para ello.
Nuestras parejas, en cambio, no nacieron para estar juntas, pero si revueltas, desenmascarados, intentando, según ellos, mantenernos a flote. Pronto entendieron que su problema era cosa de dos. Y comenzaron a hacer matemáticas.
«Necesitamos un impulso en las velas” me decía ella, mientras me guiaba hacia la tempestad.
«Un giro de timón” le explicaba él, mientras de la mano le acercaba hacia el follón.
La venda en el corazón nos impidió ver dónde yacía el limite y tan ocupados como estábamos achicando el agua, acabamos encontrándonos el uno frente al otro, mojados y extrañados. Juntos y revueltos sintiendo, sabiendo, que no eran solo los barcos lo que se estaba hundiendo.

KARLOS WAYNE

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18 comentarios en «Límites»

  1. hoy quiero votar por circonio y Alejandro.
    jeza aunque siempre me.gusta me ha mareado , o sea q no hay voto.
    y Karlos cómo ya no muere nadie pues tampoco 😉

    Responder
  2. Para mí, efectivamente, con según que relato, me he mareado o incluso perdido completamente.
    El que me ha tocado un poco es el de La Xicuela y el de Carlos Costa. Pero finalmente me decanto por Carlos Costa

    Responder

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