Relatos cómicos

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos cómicos. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 23 de julio! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, SOLO SE GANA EL RECONOCIMIENTO, CUANDO ES REAL.

* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.

MARÍA CRUZ ESTEVAN APARICIO

«Reír»
Doctor, Doctor no sé lo que es sexo.
Vamos a ver señora:
-Si un hombre va por la calle caminando y ve una joven en bragas, ¿Qué haría?.-Dijo el Doctor-
-Se pondría a tono -Respondió la mujer-
Pregunto de nuevo:
-Si una mujer va por la calle caminando y ve un hombre en calzoncillos, ¿Qué haría?
A lo que la mujer responde:
-Reírse, jajaja.


CORONADO SMITH

CENICIENTA*
Y en eso aconteció,
que sentose en el avellano,
que había en el retiro,
garrapiñadas en mano.
Y al mirar arriba,
había un cuervo,
ya que estás aquí,
pídeme un deseo.
Quiero ir al baile,
que dan en palacio,
a ver si cazo un príncipe,
que quiera ser casado.
Marramiau miau miau.
Toma este vestido,
y ponte estos zapatos,
pero date prisa,
que solo falta un rato.
Ay cuervo mío,
ojalá pudiera,
presento el telediario,
el de la primera.
Tu no te preocupes,
y ponte zalamera,
que te cambia el turno,
el Pedro Piqueras.
ESTRIBILLO
Y ella al baile fue,
y un zapato perdió,
pero lo encontró el príncipe,
y se lo calzó.
(El zapato ehhh)
Y colorín, colorado,
empezó, su reinado.
*Inspirada en el cuento de los Hermanos Grimm. Por si algún despistado no lo sabe hay dos versiones célebres (hay muchas mas con otros nombres, según el país) la anterior citada y la de Charles Perrault.

BENEDICTO PALACIOS

Querida Edwige:
A lo mejor estás tostándote al sol en una playa o recluida por el rebrote del virus, lo que lamentaría. Te mereces lo mejor, aquello que te deseé en los buenos momentos que pasamos juntos, pese a la disparidad de gustos. Porque a ti te gustaba bailar, a mí no. A ti te gustaba nadar y bañarte, a mí solo el agua de la ducha. Intentaba ser complaciente ¿lo recuerdas? Hace años. Aquel día, fue por estas fechas, te acompañé a la piscina.
—Báñate, por favor y no te quedes mirando como si no hubieras visto a una mujer en bikini.
Y me metí en el agua y casi me ahogo. Me sacaste medio borracho y atontado y tuviste que hacerme el boca a boca. —Me debes la vida—me dijiste. Me gustó.
Fingí estar más mareado de lo que estaba en realidad, porque sabía que me resucitarías a besos. Te lo conté tiempo después: «Me armé de audacia para al sentir tus labios no mover la lengua.»
—Lo sabía, fingías fatal.
—Pues tú te aplicaste bien.
—Qué ingrato, tenía que haberte dejado en manos del socorrista.
Te lo agradecí, pero es que sus besos me sabían a tan poco, eran tan efímeros…
Hoy me hubieras contestado, utilizando la jerga del momento, que yo tenía demasiada carga viral.


LORENA MARTÍ

Va con la motillo pa’ el curro y ya, de lejos, reconoce a la chica que le gusta caminando por la acera de la derecha. Durante los veinte metros que los separan va pensando nervioso «¿Cómo la saludo? ¿Toco el pito o le digo ¡adiós!?». Al cruzarse con ella, confundido y apresurado, le grita:

–¡Meeec, meeec!


CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

LOS CUERDOS DEL FRENOPÁTICO
Había visto anunciado en internet el concierto de «DEAD FROM ASCO». Vamos a ver si me aclaro; si por todas partes se anuncia el fin del mundo para ese mes ¿qué cojones hago yo comprando entradas para el recital? ¡Vale! ¡Lo tengo! Se las vendo a Leo y con lo que saque, me pago una corona de flores. Mejor espero que salgan a la venta entradas para la gloria, el cielo, la eternidad, lo que sea que sea que haya detrás del apocalipsis.
📷La música que llega de repente hasta él, consigue sacarle de sus cavilaciones. No distingue si es un sueño o es él, el soñado de alguien, pero esa música induce a pensar que está dentro de un frenopático cuyos conductores ansían para sus habitantes una la locura irreversible.
«Mucho me temo que este concierto es el principio del fin de un desconcierto. ¡Qué apaguen esa música! ¡Me cagüen en el inventor de un ‘corazónpartío’! la cara es lo que tendría que tener ‘partía’».
—Buenas Gabino. Aquí tienes de parte del jefe. –El celador le entrega un sobre con el impreso de permiso, autorizando la salida de tres días por buen comportamiento.
—¡Gracias hombre! Hasta más ver…
—No te pierdas, chaval…-Dice con sorna el guardián.
Con su petate al hombro agarra el primer bus para Madrid. Siempre que viene le sorprenden los cambios de este pueblo grande que parece no descansar jamás. En esta ocasión el destino burlón le lleva hasta un puente donde ¡Oh no! ¡No puede ser! ¡No puede ser!
«Esto me pasa por ajustarme la medicación como a mí me da la gana. Ya estoy con las ‘visiones’ otra vez».
No, no era uno más de sus delirios. Allí plantado con su voz de rana estaba el autor del «corazónpartío».
No lo pensó, un resorte desconocido -o lo que fuera que fuese- empujó a Gabi como un miura contra el cantante, de tal suerte que este salió despedido por encima de la valla yendo a parar al Manzanares, que por si ustedes no lo saben tiene menos de río que de profeta.
Cuando los de emergencias sacaron de ese barrizal al coplero en los ejercicios de reanimación con cada golpe en el pecho aplicado, salía una rana croando por su boca. Para ser sinceros era lo más parecido a la voz del antes con el después. Una legión de ranas croando y saltando por la tienda de campaña instalada al efecto hacían los coros del «corazónpartío». El juglar se salvó, pero para beneficio de la humanidad cada vez que abría la boca solo podía articular el vocablo: «croac, croac».
—Otro con el síndrome MQETYNLS (miraqueerestontoynolosabes). Cada vez aparecen más, es como una plaga. –Comenta uno de los sanitarios.
Todo tiene remedio. Gracias amigo Franki, así, sí…
Regrets,
I’ve had a few
But then again,
Too few to mention.
I did what I had to do
And saw it through without exemption.
I planned each charted course,
Each careful step
Along the byway.
And more, much more than this,
I did it my way.
(MY WAY
by Frank Sinatra)

SERGIO SANTIAGO MONREAL

Lo malo no es bajar, lo malo es subir.
Yo lo sé, tú lo sabes, él lo sabe, nosotros lo sabemos y vosotros lo sabéis.
Y ahora con el género femenino.
Yo lo sé, tú lo sabes, ella lo sabe, nosotras lo sabemos y vosotras lo sabéis.
«Para el tema de la semana». Debería ir arriba pero ya estoy abajo.
Verás para subir no es para reír, subir es sufrir(risas).


PAPALLONA LILA

‘¿Hay algún doctor en la sala?
-Aquí doctor en literatura.
-Muy bien doctor, mi amigo se muere.
-“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.” (Antonio Machado).


DAVID DURA

Imserso ! . Imserso !.
Paco , acelera , llévame lejos de mi nuera , cantaban las mujeres del parchís de la última fila.
A tomar por culo !.
Soltando el volante del autobús , Paco se dejó llevar en su último día antes de jubilarse.
Todos los caminos llevan a Benidorm, cogiendo los mandos Agustín , ferroviario de herencia .
Para ser conductor de primera, esa mano que se mueva.
Agustín padecía de parkinson pero le daba igual, era un puenting pero sin cuerda, con dos cojones.
A que no hay huevos a quitarnos los dientes y decir todos Pamplona.

Pasaron Benidorm, toda la costa , parando a comprar aceite en un pueblo cerca del Pisuerga.
Era ya de noche , sin el rumor de los pájaros, con una niebla a dos colores y de repente bajó una nave con forma tromboidial.

Dos seres no tan extraños les invitaron a subir y pronunciando la palabra gratis .

Cogieron un agujero negro llegando a un planeta desconocido.
Mearon por turnos y empezaron a crecer una especie de plantas llamadas viejoles.

Consiguieron oxigeno , y hasta que no sacaron un cinco no volvieron a casa.


FELIX LONDOÑO G

Excursión
Por: Félix Londoño G.

Primer acto:
– Oye, Pau. Me están invitando a un plan de pesca muy bueno en Chile. Ya sabes que siempre he querido conocer ese país que físicamente se parece tanto al chili largo de los mexicanos. Si quieres vamos y ya tú te entretienes con tus compras por ahí en los pueblos donde estemos de pesquería. ¡Ah, pero tú te costeas tu viaje, ahora mismo no alcanzo a cubrir los gastos de los dos!
– Mira, Chepe. Ya sabes que a donde siempre vais no hay muchas tiendas. Ni de fundas voy a estar encerrada, a lo viuda o solterona, en cualquier residencia barata de vereda, aguantándome los piropos guaches de los viejos verdes que abundan en los parques de los poblachos latinos. ¡Vete tranquilo que yo me las apaño aquí sola!

Segundo acto:
Un bus de turismo se encuentra estacionado a la entrada de un gran hotel en pleno centro de Buenos Aires. Todas sus sillas están ya ocupadas, excepto dos asientos aún vacíos en la última banca.
– ¿A quién esperamos?
– A una pareja que parece que se quedaron dormidos. Dicen que ya vienen llegando.

Tercer acto:
– Oye, Julia, ¿pero ese no es Chepe el esposo de la Pau?
– ¡Oye, Maru, pero mira! ¡Ahí viene llegando muy cogido de la mano de la Tere, la vecina de ellos que vive ahí muy cerca de su casa!
¡Jajaja, el susto que se van a llevar cuando nos vean acá sentadas! ¡Definitivamente este mundo sí es un pañuelo!


ROCÍO RB

QUIERO SER STRIPPER

Siempre he pensado que si la reencarnación existe quiero reencarnarme en vaca lechera. Se pegan la vida padre. Todo el día tumbadas a la bartola, pastando, con un semental a tu disposición, pariendo y con un buen manoseo de ubres cada dos por tres. Lo dicho, una vidaza. Pero ante la duda de si es posible, y durante el tránsito, ya sé qué quiero hacer con mi futuro: Quiero ser stripper.

Muchos de vosotros os escandalizareis. Los peores soltareis esa pregunta tan odiosa, ¿a tu edad? Y yo os contestaré que sí, que mi edad es estupenda para ser lo que me apetezca. Que mi edad es la perfecta para saber lo que no quiero ser en mi vida y ser stripper me parece una idea genial. Además, reúno muchas cualidades imprescindibles para serlo, véase:
– Soy alta, por lo tanto hay más centímetros de mí para contonear. Y me verían incluso los bajitos de la última fila. Estoy dispuesta a llenar salas.
– Tengo pechos grandes. Lo sé porque cuando me como un bocadillo las migas no caen al suelo. No me rijo por estereotipos de la sociedad, como veis uso mis propios baremos.
– Me encanta quitarme la ropa. Es lo primero que hago al llegar a casa. Vale que inmediatamente me pongo el pijama, pero quizá lance un espectáculo de ese estilo, en plan «La stripper doméstica». Seguro que muchas mujeres se sienten identificadas conmigo.
– No soy delgada, pero es una ventaja una vez que me desnude. Entre mis michelines se podrán seguir metiendo billetes, fajos incluso.
– Sé moverme con gracia. Y lo sé porque cuando bailo en casa mi hijo y mi marido se ríen. Me falta algo de psicomotricidad y tiendo a ser bastante patosa, pero las buenas strippers se agarran a una barra, y yo he practicado bastante con la escoba y la fregona.
– Supliré mi falta de ritmo con coreografías modernas e inusuales. Es más, sólo se me nota cuando bailo en grupo, en plan flashmob. En solitario tengo «mi propio estilo».
– Gracias al punto anterior ninguna de mis actuaciones será igual a otra, seré la más original.

Y como este trabajo suele ser noctuno puedo compatibilizarlo con mi empleo actual, así que voy a ir actualizando mi Curriculum porque mi futuro puede ser mañana mismo. Creo que empezaré enviándolo a residencias geriátricas, para celebración de cumpleaños y eso, que la gente mayor es muy agradecida. Una vez vea cómo se me da, y por no trabajar siempre de noche, que dicen que altera el metabolismo y el mío está ya alterado de por sí, pasaré a centros de animación extraescolar. Me lo estoy imaginando, ricuras pequeñas, querubines todos ellos, metiendo las moneditas de su hucha en mi tanga. A tal fin voy a confeccionarme uno con multibolsillos para monedas.

En fin, me encanta planear mi futuro, es una pena que sea una persona tan inconstante. Quizá mañana me atraiga otra profesión. Ya os contaré.


JUAN JOSÉ SERRANO PICADIZO

Terminada la comunión de Juanito, todos fueron para sus casas.
Juanito, como niño mimado, insistía en ir a dormir con su abuela paterna. Su madre enfadada, negaba rotundamente.

– No, es no, que tienes que ver tus regalos en casa – intentando convencer a Juanito, le repetía su madre.

Cansado de las negaciones, bajó su cabeza. En ese momento, como cualquier niño rebelde, se acordó de la bicicleta que le había regalado su abuelo.

– Pues cuando lleguemos a casa, me quito el traje y me salgo con la bici – Queriendo así quedarse por encima de su madre.

La madre asintió no muy convencida. Juanito, en el trayecto a casa, soñaba con su bicicleta nueva.

– ¿ ¡ Papá, ahora me enseñarás a montar en bici, verdad ! ? – decía entusiasmado.

El padre sonrió por que no tenía idea de cómo montar en bici, el niño feliz, se ponía más nervioso por llegar lo antes posible.

Llegaron a casa, y todos bajaron los regalos de Juanito, que estaban alborotados en el maletero del vehículo. Juanito, agarro la bicicleta acercándose a una acera, para poder subir en ella. En el primer intento, volcó hacia un lado, cayendo al suelo con el traje de comunión puesto.

– ¡ JUANIITOO… ! Cuidado con el nene tonto, ya has roto el traje, si es que no puedes tener nada – Grito la madre, intentando levantar al niño del suelo.

Subieron todo a su piso, ahora el padre se preparó para bajar con el niño para darle unas clases de ciclismo. Juanito, se colocó el casco, las rodilleras, coderas y un chaleco reflectante por cabezonería de la madre.

Ya en la calle, el padre agarró la bicicleta, ayudo a subir al niño, le enseño cómo pedalear, lo cogía del manillar y el sillín, la madre en ese momento, se asomaba a la ventana que apegaba a la calle.

– Mira mamá, mira mamá – repetía Juanito.

En ese momento, más seguro el padre, soltó el manillar, solo agarraba el sillín, pues parecía que ya tenía algo más de manejo.

– ¿ Te dejo solo ? – le preguntó el padre.

– Si, si, sueltame cuesta abajo – aseguró él.

El padre seguro, soltó a Juanito, este parecía que ya podía estar solo, mirando para la ventana donde se encontraba su madre

– Mira mamá, ya puedo solo – decía, mientras pedaleaba más rápido.

Le costaba un poco el giro, su padre corría detrás de él para poder enderezar la rueda al doblar. Ahora se sentía más seguro, subía y bajaba la cuesta una y otra vez. Ya estaba tan convencido de manejar bien, que soltaba sus pies, sus manos y hasta hacía caballitos.

Bajaba la cuesta abajo, mientras la madre no dejaba de observarlo.

-¡ Mira mamá, sin manos:! – gritaba enloquecido.

– ¡ Chiquillo, que te vas a caer ! – gritaba desesperada la madre.

Subía la cuesta y otra vez mirando a la ventana
– ¡ Mira mamá, sin pies ! –

Esta vez bajaba la cuesta abajo, escucho el saludo de un amigo, cuando se disponía a decir…
– ¡ Mira mamá, sin… ! –

El padre corrió detrás de él, la madre se hecho las manos a la cabeza, en poco segundos el golpe fue eminente.
Chocando así, con un contenedor de basura, que había pegado a la acera.

Aún no se sabe cómo terminaba la frase – ¡ Mira mamá, sin … ! Seguro que ustedes lo saben.

A Dental Company le gusta este relato.


NEUS SINTES

Sin Combustible.

Antonio era un estudiante ejemplar. Siempre dispuesto a cargar con su mochila a cuestas. Y eso era en realidad lo que hacía. Un día decidió sacarse el carnet de conducir. Había cambiado de instituto y por ello necesitaba de los servicios públicos para desplazarse o irse a caminando desde que su despertador, aunque funcionara correctamente, dejó de hacerlo a la hora de despertarlo.

De todas las asignaturas había una en especial que le era superior: La educación física. No había practicado ninguno, por no decir nada. Su cuerpo, mal cuidado por dentro; se dedicaba a centrar su atención únicamente en los estudios y en pasarse las noche comiendo sin tener apetito. Comer por comer. Para luego por la mañana ir caminando con toda su mochila llena de libros hasta llegar al colegio.

Durante un meses estuvo estudiando para el carnet de conducir y haciendo las practicas necesarias. Llegó el día en que el examen tanto teórico como práctico se acercaba y los nervios iban por dentro. Aprobó el teórico con facilidad: Aprobado.

El práctico le costó un poco más, después de dos intentos fallidos. Después de casí dos atropellos, un desliz mirando las musarañas por la ventana y desviando la vista de izquierda a derecha, sin mirar hacía adelante. Mientras esperaba la aprobación del profesor.

El profesor estaba mudo de impacto. Tenía a uno de sus peores alumnos conduciendo. El sudor se le reflejaba en la frente. Llegó la hora de frenar y de frenar tan repentinamente casi le da un patatús. Finalmente aparcar. Antonio iba confiado en que sería lo más fácil del mundo…cuando lo fácil era darle al coche de atrás o al de delante.

El profesor le dió su carnet de Aprobado mientras le entregaba su carnet, con la mirada llena de pavor, pero mientras no volviera a tener de alumno. Su carrera de profesor de conductor le habia paso malas pasados pero no tantas como con Antonio.

Toda su trayectoria de vida cambió. Desde la comodidad de llevar las cosas detrás del maletero del coche y evitarse contracturas en la espalda a sentirse libre como el viento, delante del volante.

Pero en la teórica lo que no había aprendido ni le habían enseñado era qué hacer cuando uno se quedaba en la carretera sin combustible. En esos momentos, en el andén, deseó coger un martillo y darse con el.


RAQUEL LÓPEZ

Mi vida seria casi perfecta si…
Mi nombre es Kate, no he sido una chica guapa pero si resultó a, mis curvitas turgentes, mi cinturita… Así, terminé enamorando al que es mi marido, John.
Hemos tenido tres hijos que son nuestra alegría pero que no dejan de ser fieros cachorros. Suelo recordarles mucho, cuando al pasar por un espejo, veo mi reflejo.. soy capaz de lanzar un alarido de terror;en lo que a mi respecta tampoco es que haya cambiado mucho.. Dejemos las cosas claras, con una talla 44,1,67 de estatura, pelo rubio, ojos.. ¡un momento! me presento como si fuese sexy, lo cual no es cierto.. O sea que tengo un marido, una casa, los hijos.. ¿porque no celebrarlo con un trozo de pastel?
Son ta las cinco de la tarde y se casa mi prima preferida, lo cual, es un acontecimiento importante para mi, a pesar que seguro gasta la talla 38..la muy.. ¡a lo que iba! Tengo que vestirme para la boda y esto es un caos, los niños correteando por todo el salón intentando asesinarse mutuamente y encima tengo que embutir e en un vestido rojo de hace tiempo, pero elástico, solo queda depilarme las piernas y lo haré de rodilla para abajo haciendo juego con mi signo zodiacal(centauro) pero da igual nadie se fijará. Para maquillarme tuve que chantajear a los niños ofreciéndoles galletas de chocolate, lo malo que todo el suelo estaba lleno de trocitos de galleta, pero he conseguido un maquillaje estupendo, al tenerles entretenidos.
John, esta hecho un pincel a lo Gar Gable, me mira de arriba a abajo y me salta:-¡estas muy sexy! ¡que depresion me entró! nunca me dijo que estaba sexy, claro que normalmente una va siempre con chándal.. comodidad por encima de todo.
Toda mi familia va de punta en blanco, con ropa de modistos conocidos y yo con un vestido de hace… ni se sabe.
Pero lo más importante es que estamos aquí, todos reunidos y que nos queremos y a pesar de que mi vida no es perfecta, ¡tengo una familia adorable!


RAQUEL SÁNCHEZ

UNA AUTÉNTICA RESURRECCIÓN

Siempre había conseguido dejarme en evidencia. Con su morboso y satírico humor hacía que cualquier situación cotidiana fuese un auténtico bochorno.

En estos momentos, a orillas de la playa, me encuentro en una tesitura que supera los límites de nuestra relación. Él, postrado en su toalla, boca arriba. A su lado, un par de socorristas del puesto adyacente al paseo marítimo. Y yo, frente a él, estupefacta.

¿Cómo podría demostrar sin perder el oremus que seguía vivo? ¿Cómo saber que miente, si sus ojos no han cambiado de expresión? Ni corta ni perezosa, agarro un pequeño cangrejo y lo coloco en el lugar donde nacen sus instintos viriles. Cuando la socorrista le practica el boca a boca, el crustáceo lo devuelve a la vida hincando sus tenazas en la carne, haciéndolo gritar de dolor.

Su decencia arrastrada por las olas del mar. Una auténtica resurrección.


LOLY MORENO BARNES

Sólo los que tenemos hijos, sabemos que nunca nos importó hacer el ridículo cuando ellos eran pequeños .
Cuando ellos comienzan a balbucear sus primeras palabras hacemos miles de carotas expresivas y payasadas .
Nos reímos de todas las tonterías que hacen los demás padres , y cuando nos toca el turno , los superamos con creses .
Es un a mezcla de divertirnos y disfrutarlos con la respetable misión de educarlos y transmitirles valores.-
Cuando llega su adolescencia , todo cambia. Ya poca gracia hacen sus gamberradas en muchos casos.
Los mayores sabemos que es una edad muy difícil, que la mayoría de las veces trae más lagrimas que sonrisas.
Pero existen esas excepciones que se desmarcan de la regla.
Recuerdo una ocasión cuando fui a buscar a mi hijo mayor , a vaya a saber dónde que estaba , después de buscarlo por la casa de todos sus conocidos.
Entonces sin edad aun de tener carné de coche y sin moto , tenia que llevarlo y traerlo haciendo de chofer todo el tiempo.
La verdad , no me molestaba hacerlo, pues así sabia más o menos donde y con quien andaba.
Seguro que, estudiando , poco o nada, aunque debiera.
Un día , cerca de medianoche , di con el después de mucho pelegrinar, para recogerlo en una fiesta clandestina.
En esa época aún no existían los móviles para ellos y apenas para los mayores.
Lo encontré con un tufo a tabaco y quizás algo más que había fumado o bebido.
Yo estaba desesperada. Pero más tranquila porque ya lo tenia a tiro para recitarle la reprimenda de turno.
El escuchaba callado en el asiento del acompañante del coche. Intentó subir el volumen de la radio para no escuchar mis gritos, pero la apagué al momento para que se centrara en mi voz.
En poco tiempo le solté tantos rapapolvos que comprendió que no estaba el horno para bollos , como se suele decir.
A mitad de camino a casa, entre toda mi ira , comencé a sentir un olor fétido que invadía todo el habitáculo del coche.
No recuerdo en mi vida, haber sentido algo tan nauseabundo ni parecido.
Nos miramos los dos y comprendí el origen de tal asqueroso olor.
Al parecer se habían relajado sus tripas , dando paso al exterior a una combustión de gases.
Solo atiné a preguntar:
_ ¿ Hijo, que has comido?
Al momento bajé la ventanilla, pero no era suficiente…
Detuve el coche en el arcén, puse los cuatro intermitentes y gritamos al unísono:
_¡ Salgamos de aquí!
En la media hora siguiente solo se sentían nuestras risas y carcajadas olvidando todo el motivo del enfado.


SERVANDO CLEMENS

EL amor en tiempos de Covid

—Papá, déjame ver a mi novio. Sólo serán quince minutos.

—Entiende que no, hija. Estamos en cuarentena. No podemos ver a nadie.

—Él siempre se cuida, no sale de casa y no está enfermo.

—Yo creo que tiene calentura… tiene todos los síntomas.

—¿A qué te refieres, papá?

—Tu novio andaba en un table dance clandestino, hija. No lo quiero aquí.

—¿Qué?, ¿y tú cómo sabes?

—Ehhh…

—Papá, ¿fuiste a un…?

—Que sean sólo quince minutos. ¡Fin de la conversación!


GABRIELA MOTTA

El ladrón de milanesas

Mi vecino cocinaba todas las madrugadas antes de irse al trabajo, era un hombre soltero y acostumbrado a laburar en el campo, se levantaba a las cinco de la mañana preparaba su almuerzo siempre acompañado por unos mates calentitos. Esa madrugada hacía milanesas en su precario rancho donde tenía tan solo una mesa, la cocina a leña, su cama y un ropero. Las fritaba y las dejaba en la ventana que se encontraba justo detrás de él para que se fueran enfriando. Cuando estuvo pronta la primera la colocó en su sitio y se dio vuelta para freír la segunda, cuando terminó con la segunda la fue a colocar junto con la otra, pero para su sorpresa la milanesa había desaparecido, no podía ser, tomó el cuchillo y recorrió cada centímetro de su patio en busca del vivo que se había atrevido a comer la milanesa, pero no encontró a nadie, le pareció raro. Cuando volvió a entrar en el rancho se dio cuenta que la segunda milanesa también había desaparecido y esta vez se habían llevado hasta el repasador. Comenzó a ponerse impaciente él era hombre «guapo», pero en el campo todos conocemos historias de almas en pena que andan por las madrugadas en busca de alguna víctima distraída y con esa idea dándole vueltas por la cabeza se dispuso a fritar su tercera y última milanesa, volviéndola a colocar en el plato sobre la ventana, no sin antes observar bien a su alrededor, la dejó y volvió a colocarse en el rincón esta vez ya más asustado, porque al parecer el ladrón no pertenecía al mundo de los vivos. Fue entonces cuando vio salir de atrás del ropero una especie de mujer rubia en cuatro patas con un trapo blanco en la cabeza, el pánico lo enviado por completo, era una cosa extraña que caminaba derecho a la milanesa, la mujer lo miró en medio de la oscuridad del rancho y sus ojos brillaron, no tuvo el valor de detenerla, cuando llegó a la venta y se irguió para robar la milanesa el trapo se le cayó y fue recién entonces que se dio cuenta que la extraña rubia peluda era el Angueto y salió corriendo detrás de él, aunque fue inútil porque terminó cayéndose sobre el tejido y yéndose a trabajar sin el almuerzo.

Angueto era mi perro «cusco» sin raza, pero puro de corazón. En mi cuadra nadie lo entendía, era algo así como el «Chucky» de los perros y esa madrugada se sintió atraído por el olor de las milanesas y se hizo la panzada, ganándose la enemistad del vecino del fondo también. A la noche el vecino vino a mi casa furioso a contarle el episodio a mi padre quien tuvo que poner la cara y las milanesas, ¡claro!


EMILIANO HEREDIA JURADO

LAS EDADES DEL HOMBRE….Y LA MUJER.
Buenas, y calurosas tardes.
Hoy, quisiera hablaros de un tema poco o nada estudiado científicamente, pero conocido por todos.
Esto es, las edades del hombre, y de la mujer.
De la infancia, poco que decir, de pequeños teniamos las canicas, comba, pico pala puño, peonza….y si queréis saber más, iros a mirar la wikipedia, o hablar con esas personas mayores que se llaman padres o abuelos.
Los niños y niñas de ahora tienen….esto….a ver….whatsapp, instagram…tik tok…..que no, que no, que lo sé porque me lo ha contado un amigo de un amigo, ¿eh?, que yo soy muy mayor para esas chorradas (no olvidéis de darle al like en mi cuenta de instagramer, ¿eh?)
De adolescentes, botellón, discotecas,….ahora…botellón, discotecas…parece lo mismo, ¿no?,
¡ni hablar!, ¡yo he llegado a bailar con lo del toro enamorado de la luna!, y ahora, perreo, perreo….aun sigo pensando que la música de ahora está patrocinada por un fabricante de comida canina….
Otra cosa que teníamos en común los de antes (cuando te dejaban) era el fornique…pero ahora, tienen el fornique…y el fornite…..
Señor, no llore, ya sé que aquellos eran buenos tiempos….¡ah!, que llora porque hoy toca….le acompaño en el sentimiento…lo siento, señora…..
Y llegamos al momento cumbre…en las que, alteradas las hormonas, y revolucionadas las neuronas, nos echamos novia (¡ay!, cuantas velas se gastó mi madre en santa Rita…¡qué tiempos aquellos….)
Es la llamada: LA ERA CUCHI.
Es una era llena de dudas:
-¿cuchilindrin?, ¿Qué sabor de helado quieres? (poniendo cara de oveja lánguida).
.Cuchichita mía, el que tu elijas, mi melocotoncito….
Porque esa es otra, nos convertimos en hijos de uni kitty y hello kitty, si fuera posible, nos ponemos tan azucarados que una pastelería a nuestro lado, parecería una tienda de bacalao seco.
Los móviles se llenan de emoticonos de corazoncitos, de caritas con corazoncitos, con tequieros en cascada, en tontería en cantidades desmesuradas…
En mi época, cinco duros en la cabina, y te daban como mucho para terminar con unos dos o tres cuelgatu no cuelgoyo.
Ahora no, cien mensajes de adiósacabatu y de adiosacaboyo.
Y llega el gran día….ese en que, a las chicas de repente, se les despierta el gen IKEA, y te empujan a la mesa de un notario al lado de tu suegro, firmando las escrituras y las letras de un puto piso…con cara de estar en la peli de encuentros en la tercera fase…
Y llega el siguiente gran día…¡la decoración….! ,
-cuchilindrin….¿te gusta esta lamparita tannn cuqui? (la cara, ya no es de oveja lánguida…es como la vieja de la bella durmiente ofreciéndola la manzana,,,)
Y te acojonas…, te entra un sudor frío, diarrea, la boca seca….fiebre…no, no es el covid 19, no….es mucho peor….
¡la boda!. Te encuentras tan desconcertado como un militante de VOX, en medio del desfile del orgullo, gay, sin saber cómo has llegado hasta ahí.
Toda tu vida pasa por delante de tus ojos, las birras con tus colegas, las escapadas de los fines de semana…., los putis…eh, eh, no me miréis, que yo no soy de esos que van con ….(¡Ay Maripili….!)
Quieres huir….pero te corta el paso a tu derecha, tu suegro, y a la izquierda tu madre, los dos, con la misma misión:
Dejar tu casa, para hacer reformas, y tu padre, con cara de angustia, aferrando con fuerza la cartera, y tu suegra, mirando de tapadillo páginas web de reformas de casa, el catalogo de IKEA, y unas vacaciones en Benidorm….
Al fondo, las tías solteronas, el tío vividor (llévame contigo, adóptame, ¡te quiero tiooo!….y el del banco, con un contrato de ampliación de la hipoteca para comprarte el coche, para amueblar la casa, la luna de miel…
Ahí es cuando sientes la misma sensación que siente el que va ha ser ejecutado en el corredor de la muerte….
Cuando sales, te dan ganas de coger todo el arroz que te tiran, porque será lo único que comerás en todos los años siguientes, porque el sueldo se lo llevará el banco…..
¡y los niños!
Un día llegas del trabajo, y te entra el terror… el mismo terror que Sigourney Wiber (creo que se dice así), siente al ver al alien.
Tu suegra, la vecina morbosa buenorra monitora de gim con mallas, tu suegra, tu cuñada, están ojeando un ejemplar de la revista de “Ser Padres”.
Tu suegra de da la enhorabuena, susurrándote al ido a la vez “tu ya no te escapas”
Tu mujer te suelta “aayy amor…(¿amor, donde se ha quedado lo cuchilindrin..?) ¡vamos a ser padres……
El pelo, se cae (literalmente), la barriga te aumenta un agujero, y sacas el móvil para anular las compras de Amazon, ¡hala!, a tomar por culo la caña de pescar, el traje de neopreno, las raquetas de pádel….
Y es cuando pasamos al tema de los ay.
Porque los ay son muy importantes, a la hora de tener relaciones con tu mujer…
De novios: ¡aaay!, ¡aaaaay!, ¡aaaaaaaaay!
De casados, y con bombo: ¡ay!, ¡ay!, ¡uf!, ¡joder!, ¡ay!
De muy casados, mucho: ¿ya toca? ¡ay!
De ancianos:¿hay?, no no hay.
Sin saber cómo, 20 años o 25 años de tu vida, pasan tan rápido como el Pedroñeras futbol club en la Champios leage..
Entre grupos de Whatsapp de padres, horas extras para pagar los libros, actividades extraescolares (mi trastero parece el almacén de Decatlon, ¿Qué el niño quiere futbol?, futbol…¿Qué ahora Kárate?, Kárate, ¿Qué la nena danza?, danza…,
y compruebas, como con el paso del tiempo, tu mujer, se va mutando en un espécimen entre su madre y tu tía Enriqueta…ya no tiene el culito como dos melocotoncitos…ahora lo tiene como dos coles…pero no de bruselas.
A ti, una montaña peluda te oculta el miembro, y te lo tienes que buscar con radar, tienes el pelo como Torrente, y el día que tu cabeza vuelva a ver un peine, tendrías que ir a Cuarto Milenio para que lo investiguen….
Ya no existe el “amor, ¿Qué hacemos hoy?”, por poner un ejemplo…ahora, son ordenes como la peli del sargento de hierro (al Klint eastwood me gustaría traerle una temporadita por casa)
Tú, vamos al mercadillo….
Y ahora, lo que antes era taaan mono, tu mujer, escanea.
Sí, como el terminator cuando escanea al enemigo….:
-Objetivo: Gitano.
Producto: “bragauneuroseñora, bragauneuroseñora, bragauneuroseñora….”
Con su equipo de análisis químico-biológico incorporado, como Kit, el coche fantástico, detecta que las bragas no son de algodón cien por cien, ni de lagartera, son de poliéster, hechas en China, y encima, por la operaria Xin ming, el 24 de Agosto del 2019.
Y sin saber cómo, le ha sacado una docena de bragas al gitano por cinco euros.
Y miras alrededor, a un montón de hombres, hablando a sus mujeres como el gran Gila…
“si cariño, si amor….”.
Y te das cuenta que estás en esa época en la que, todas aquellas acampadas de tu juventud, tus salidas con los colegas, se han quedado reducidas al trayecto de tu casa al estanco, y al bar.
Y es ahí, cuando, sacas el poder oculto de todos los hombres españoles:
Todos los españoles varones, son los mejores entrenadores y los mejores políticos…
Y el mejor de todos, tu cuñado.
Porque los cuñados, tienen que tener el prefijo de “mas”.
Es como los documentales.
Si a un volcán lo describes como un volcán de la región del okiwango, pues lo describes como si fuera un humilde fumarola, pero si le pones “el más mortífero del planeta..”, pues ya es otra cosa…
Pues con tu cuñado, pasa lo mismo, usa el “mas” para todo…:
…El lo sabe de buena tinta porque conoce al primo del ministro más influyente del gobierno de España…”, “…al Real Madrid le amañan partidos porque se lo ha contado el hermano del periodista deportivo mas informado del mundo mundial…”
Este es otro caso para Cuarto Milenio, creía que los fantasmas no salían por el día.
Y llega un día, en que, te vés, con tu hija, o tu hjio, tu consuegra y consuegro, mirando una revista….de “Ser Padres…”

ROBERTO MORENO CALVO

– ¿Pero qué chiste le contaron?

– Tardó en pillarlo. Y de haber sabido sus consecuencias, habría preferido no pillarlo. Pero sí, poco a poco empezóa sonreir, de ahí pasó a la carcajada y después… ¡Plof! reventó.

Ahora, su padre se enfrenta a una posible condena por homicidio involuntario. Pero no de uno, no se vaya usted a creer. Pues resulta que en el velatorio la gente, que es muy morbosa, dale que te pego a preguntar que como fue y el padre, en vez de tener la boquita cerrada, pues ala, tú me preguntas pues yo te cuento el chiste y así iban cayendo todos: primos, tíos y amigos. En total 7 víctimas más.


ALBERTINA GALIANO

Caminaba a buen paso, rodeada de todos ellos. Como hablaban a la vez le costaba seguir el hilo. Ella se empeñaba en intervenir elevando cada vez más la voz, porque nadie escuchaba mucho.
La llevaban aturdida.

El mayor insistía en darle con el codo en cada bocacalle para dirigirla en la dirección por él deseada.

La del pelo ensortijado, muy pasado de moda por cierto, le contaba una historia que ya conocía, y de la cual no conseguía librarse, porque aquella señora acaparadora se la comía con los ojos y la invadía sin miramientos.

De vez en cuando, como en un aparte, la del pañuelo en la cabeza le decía:

-No la hagas caso. Como la des cuartelillo te va a fastidiar el viaje. Además, no te trata bien, ¿es que no lo ves?. A ti no te ha hecho ningún regalo. Sin embargo a mí, este pañuelo que llevo me lo ha dado ella…

¡Ufff!, una malmete de narices, desde luego.

Había un tío en el que no se había fijado antes, que estaba divino…
Eso le pareció al principio.
En mitad del viaje se empezó a hacer evidente su barriguita y las pronunciadas entradas que antes le habían pasado desapercibidas.
Además, era un grosero porque aunque se veía claro que la hacía ojitos, se le retorcía el cuello cada vez que se cruzaban con una chica mona. Que por cierto, cada vez le parecían más jóvenes según avanzaba el camino.

De pronto apareció un niño, zarrapastroso, que empezó a limpiarse los mocos en ella. ¿Pero quién le habría traído???

Además, por dios, ¡por qué tenía que llevar aquella maleta tan pesada, de cosas que no se iba a poner, de seguro!!!

Tropezó con un bordillo ¡Lo que faltaba!!!

Y de pronto al reincorporarse todos se habían ido, estaba sola y un señor muy mayor, parado frente a ella le decía algo que no entendía:

-¿Que si quiere plaza de pueblo o ciudad?

-Pues no sé, de ciudad mejor..

-Mire que va a ser para tiempo. ¿Prefiere gente conocida? ¿Tiene alguna preferencia de zona? Edificios emblemáticos en este momento no queda ninguno. Le puedo ofrecer barrio de periferia, por ejemplo bloque de entre 6 y 10 alturas. Los poblados chabolistas decidimos descatalogarlos, en vista de que allí no se asusta nadie ya… Las viviendas individuales llevan reserva, y veo que no ha tenido ninguna actividad paranormal previa.

-Pero ¿de qué me está hablando? Si yo iba de vacaciones, ¿ya ha terminado el viaje?

-Señora, ¡no me vengas con esas! ¡Ha tenido tiempo y señales suficientes… ! No me creo que no se haya enterado…¡Pues sí, acabó el viaje! Le habrá pasado como a la mayoría, tan atenta a sus fantasmas que se le ha pasado gozarla… ¡Ay, señor, no aprenden! ¡Me gasto el dinero en médiums y cacofonías para nada! ¡Ale, ale! no es tiempo de lamentarse… busque a quien fastidiarle el trayecto en vida, que también es divertido, y por cierto lo único que le queda. Y quítese de en medio, que no es la única, ¡carajo!


ARIEL PACTON

Humorada cuarenténica

Barbijos, entre mal puestos y mal cosidos. Moda 2020.

Amuleto para alejar toda influencia maléfica. Análisis conceptual.

Estudio obsevacional en población de la ciudad de Buenos Aires cuarenténica.

Barbijos pañuelo. Fashion y casual. No sirve para el rostro triángulo.

El del osito panda. Tierno recuerdo de una especie que vive en China y está en extinción. No usar en rostros redondos.

Plisaditos. Ideales para usarlos bajo pera y ocultar la papada. Se adapta bien a las caras triángulo y corazón.

Negros. No se nota la mugre y se adaptan a cualquier rostro y vestuario.

Diversidad cultural. Alegres. Combinan con cualquier prenda.

El del guasón, lo desterraría por el mal gusto de pintarse de rojo los labios en exceso.

Barbijo recto, resalta las pestañas y los ojos rasgados.

Para una cara regordeta es conveniente el barbijo puntudo para afinar las faccciones.

Camuflados. Acorde a las antiguas guerras cuerpo a cuerpo en el monte.

De seda con o sin filtro y de tul con filigranado, ideal para fiestas. No sirve para rostros rectángulares y diamante.

De neoprene con o sin puntera para nariz. Mimetizas con las fuerzas policiales.

Lenguita rolinga siempre vigente. Futboleros. No se adaptan a los rostros triángulo y cuadrados.

Con alas de mariposa, ideal para suavizar pómulos pronunciados.

Entre los caribeños, los de la calavera de la muerte mexicana, acordes con el momento top.

Y por supuesto, tenemos los nueva era, con los triángulos, el ying yang, la estrella de seis puntas y la copa de Hermes Trimegisto.

Los activistas de color verde con la estampa: “No me callo una mierda.” se adaptan a cualquier rostro y cualquier protesta.

Y finalmente el doble función: con estampados tan pequeños que la gente se acerca para verlos y dan la alerta de que no están manteniendo la distancia.

Conclusiones:

Indispensable contar con varios modelos en el guardarropa que se ajusten al vestuario del día. Además, es de vital importancia tener en cuenta el tipo de rostros: ovalado, redondo, cuadrado, triángulo, corazón, diamante, rectángular. No se comprende a los grupos comando vestidos con barbijos, cofias, máscaras y camisolines sobre los ambos, que andan por la calle. Van de a dos, van en grupo, ¿y qué hacen después? Se los ha visto entrar a los hospitales, a las clínicas, a los carritos donde te testean. ¿No nos contaminan? ¿No se contaminan?


FERNANDO CALLEGARI

Conversando con el psicoanalista
—¿Usted me entiende, doctor?, ¿no es cierto? ¡No soy una persona violenta! Entiendo que los hechos recientes hayan afectado directamente su juicio de valor, pero le aseguro que mis actos solo obedecen a la reacción de una persona que se siente superada por las circunstancias.
»No es la primera vez que recibo una acusación de este tipo, pero puedo garantizarle que todas y cada una de ellas han carecido de fundamento. Sin ir más lejos, la última vez que me vi sometida a este tipo de injurias, ni siquiera había participado del hecho en cuestión. ¿Tengo yo, acaso, que hacerme cargo de la estupidez y negligencia de algunos maestros? ¡Mis hijos siempre han sido excelentes alumnos! El más chico, incluso, a punto estuvo de llevar la bandera en séptimo grado; y de seguro lo hubiera hecho si no fuera porque la madre de ese chico, González, se acostaba con el director del colegio. Pero bueno, lo que quiero contarle tiene que ver con el mayor, «el» Carlitos: resulta que la de biología les pidió animalitos para diseccionar: sapos, ratas o algún bicho de esos. ¿Cómo se supone que iba a saber mi hijo que las vísceras, que con tanto empeño extrajo, pertenecían al gato del director? ¿Acaso eso lo hacía merecedor de un aplazo? Lo que siguió después, y de lo que se me acusa, realmente no pasó. Yo solo puedo decirle que tuve una charla con él y sus amigos, y en ningún momento mencioné nada de quemarle el auto a la profesora. Ni siquiera pudieron demostrar si fue él.
»Distinto fue lo de mi vecino, el del chalet de la esquina; ese hecho, hasta usted seguramente lo calificaría como un accidente. De todas maneras, y que quede claro que no estoy tratando de justificarme, seguramente se lo tenía bien merecido. ¿Cuántas veces iba a decirle que no me dejara estacionado su coche importado delante de mi garaje? Le juro que yo solo intenté correrlo con el mío para poder entrar, y que si pisé el acelerador de más fue porque se me resbaló el zapato. Cada vez los zapatos vienen de peor calidad, ¿vio? De igual modo… que el seguro haya declarado destrucción total del vehículo… para mí que es todo un negociado. Mi vecino no es trigo limpio.
»Y, hablando de gente turbia, quisiera hacer un párrafo aparte con el tema de mi exmarido. Sé que el infeliz vino a verlo hace un tiempo con el único propósito de contarle una sarta de mentiras sobre mí. Ya habíamos dejado claro, en sesiones anteriores, que lo responsabilizo enteramente a él del fracaso de nuestro matrimonio. ¿Sabe usted cómo hace el dinero? Mejor ni le cuento. La cuestión de que nuestros dos hijos hayan preferido irse a vivir con él obedece solo al hecho de que los colma de cosas materiales y superfluas. ¿Y la espiritualidad?, ¿dónde queda?
»En fin, doctor, por todo lo expuesto creo que queda más que claro que no soy una persona agresiva. Solo vine a esta sesión para develar la verdad y, en todo caso, escuchar algún consejo que pudiera aportar una cuota extra de equilibrio a mi ya de por sí relajada vida.
»Claro que todo esto solo habría sido posible si a usted no se le hubiera ocurrido morirse a la primera puñalada.

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17 comentarios en «Relatos cómicos»

  1. Para que un escrito sea bueno debe tocar las fibras sensibles , estes de acuerdo o no .
    En esta semana debía hacernos al menos sonreír. Conmigo lo logro!
    Mi voto es para :
    Emiliano Heredia

    Responder
  2. Mi voto es compartido entre Rocío R B por superar su timidez, Emiliano Heredia Jurado por su humildad y saber reconocer, Loly por la matricula de se pintura y Servando Clemens.
    Muy buenos relatos pese a ser un tema complicado
    ya que lo cómico es muy subjetivo.

    Responder

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