Reencarnación

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «la reencarnación». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 12 de septiembre! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

*Todos los relatos son originales y no han pasado procesos de corrección.

RUMPENSTINSKY RUMPENSTINSKY

Sus ojos fueron el despertar de todo lo que había llevado dentro durante siglos y ello hizo que volviera al violín,que volviera a casa,su rostro era proporcionado,bello y masculino,sus manos al tocar ese «adorato» instrumento ,el que yo en otra vida había tocado,quiso mi memoria clarividente que viera toda mi anterior existencia; Tú cantabas como los ángeles y te había profesado un amor profundo,pero no supe conservarlo,ni cuidarte,hoy al ver esos recuerdos,que no me pertenecen en esta vida,al verlos de nuevo me duelen hasta lo más hondo de mi ser,pues soy el mismo espíritu con otra carne,cuando observo a tu persona y me adentro en esa mirada rezo a Dios para que seas feliz y encuentres a alguien que te ame de verdad. Mi nombre,mi apellido queda impreso entre los pentagramas de la historia como el mayor virtuoso de todos los tiempos.
Niccolò Paganini.
Omega Scribano


JOVÁNGELA RUIZ

Amigo mio, ten un alma noble y llena de amor. un espíritu libre, de buen corazón, la hora te llegara, y no morirás del todo pues tu alma se quedara. si no reencarnas en animales, en una persona lo harás, y sabran que eres tu, pues tu alma bondadosa ha de llevar.


JOSÉ LUIS GARCÍA

¿Que si creo en la reencarnación?

Es una pregunta que ha estado rondando mi cabeza esta semana; y luego de darle vueltas, de acomodarla en la almohada, de analizar a fondo una y otra vez; puedo decir sin temor a dudas que sí creo… pero no de la forma como uno pensara.

Si me hubiesen preguntado hace años, (cuando me consideraba un soñador), que si era un creyente de tales conceptos, sin dudarlo lo hubiera afirmado; y más allá de solo afirmarlo, me hubiera invadido la necesidad de relatar con detalle los múltiples sueños de tiempos y vidas pasadas, en las cuales descubría nuevas culturas, investigaba tecnologías nuevas, defendía coronas y pueblos e incluso escribía como un poeta; todas estas situaciones al lado de históricas figuras y en las diversas épocas que marcaron hitos en el mundo.

Mi personalidad de entonces hubiera asegurado a cualquiera que me oyese, que tenía la plena certeza de haber coincidido en otra vida con tantos héroes que he admirado; e incluso haber llegado a ser uno de ellos.

Pero el tiempo pasa y uno crece; y al crecer cambia su perspectiva, al crecer mira el mundo de forma diferente; algunas cosas permanecen, claro; y otras sencillamente cambian. Hoy he llegado a la conclusión que aun creo en la reencarnación; pero ya no la veo con tales ojos, la veo de una manera más consciente y desgraciadamente más triste y desesperante.

¡Claro que existe la reencarnación! Puedo decirlo con autoridad; con la autoridad que el corazón partido y los ojos llorosos acompañan; reencarnan tiranos, reencarnan ladrones, reencarnan asesinos y violadores; reencarnan los odios y las rencillas; reencarnan las poblaciones oprimidas y los villanos opresores; reencarnan los miedos y los dolores; reencarnan a diario una y otra vez, envolviéndonos en un círculo vicioso sin fin, en una marejada de decepción, dolor y tristeza.

No es una visión pesimista, sino lo contrario; basta mirar a nuestro alrededor y mirar nuestra historia, para darnos cuenta que ella misma reencarna del peor modo.


JEZABEL MONTENEGRO

REENCARNACIÓN

No encontré los NOSÉQUÉ y NOSÉDÓNDE que necesitaba para completar el círculo, y estaba a punto de lanzarme desesperada contra el diván con un pañuelo de encaje en la frente, cuando mi alma errante decidió vaguear por otro lugar, menos mal. ¿Por qué una mosca arriesga su vida durante horas para joderme la mía, pudiendo disfrutar de su efímera existencia en otras localizaciones en las que no deba esquivar manotazos ni atentados contra su integridad física, con el estrés y la fatiga que esas cosas conllevan? ¿Dónde queda su instinto de supervivencia?

Me estaba comiendo la cabeza de mala manera, hasta que aparté el antropocentrismo a un lado porque me daba calor. La mosca no es consciente de la levedad de su vida, ni de las molestias que me causa, ni de la agresividad que me provoca, ni de mis esfuerzos por acabar con ella. Cree que soy una planta sacudida por el viento, y trata de aterrizar en mis ramas una y otra vez. «Puto cierzo» piensa, la muy terca. Eso, o es la reencarnación de Hannibal Lecter. Y ahora que empezaba a encariñarme, ha desaparecido. A lo peor ya ha muerto, pobrecilla.


MARÍA CRUZ ESTEBAN APARICIO

Aceptar el hecho de morir es tan necesario como el comer.
Cuando el doliente entra en la locura de querer que el que se ha ido vuelva a la vida le puede ocurrir algo parecido a lo siguiente.
La pareja del que se ha ido sin vuelta alguna, iba a diario al Campo Santo,
Postrado en el suelo y, en un mar de lágrimas, pedía el retorno de aquel que yace bajo tierra en su descanso eterno.
Así, chaveta de amor en voz alta gritaba una y otra vez.
¡Vuelve a mi mi vida!
¡SAL DE LAS TINIEBLAS Y LLÉVAME CONTIGO!
Mas una tarde noche después de quedarse sin lágrimas en los ojos, decide volver a casa. Pero…, al llegar a la puerta del cementerio notó a su espalda que algo o alguien le detiene…
El miedo se adueña de su ser y, desesperado, comienza a decir.
¡Dejame-retiro lo dicho quiero vivir!
De seguido la palabra «Suelta me» se oía en el Campo Santo repetitiva..
A la mañana siguiente hallaron enganchado el enamorado hombre por la camisa en un clabo de la verja del cementerio muerto.


CORONADO SMITH

¿Realmente existe la reencarnación?
Intentemos discernir,
que sea objetiva la opinión.
Tomemos el ejemplo del político moderno.
¿Acaso fue buitre,
o simplemente serpiente en otro tiempo?
¿Qué decir del “periodista panfletero”?
Hoy siembra discordia,
cucaracha en tiempo perecedero.
Pasemos al enarbolador de bandera.
¿Fue camaleón,
o se quedó en hiena carroñera?
¿Y esos empresarios “de postín”?
¿Dragones de komodo
cruzados con puerco-espín?
Bueno no me quiero alargar,
todos los demás,
seguimos siendo, ovejas de corral.
No es mi objetivo sensibilidades herir,
ustedes perdonen,
al final todos vamos a morir.
¿Nos reencarnaremos?


TALI ROSU

Fobia

Tengo un recuerdo que vuelve a mi cabeza, una y otra vez: el momento en el que yo, siendo a penas una niña de escasos cuatro años, vi morir a mi madre; fue una de esas muertes tontas que nadie puede creer. Ella estaba en la ducha mientras yo jugaba al otro lado del baño lavándole el pelo a mis muñecas en un barreño pequeño, de repente, una araña negra y peluda cayó del techo y fue a parar al hombro de mamá. Ella gritó lo más alto que pudo y salió corriendo, resbalando por las prisas de la huida. Se golpeó la cabeza con el bidé, justo a mi lado. Segundos después llegó mi padre y yo me puse a llorar.

Ahora tengo miedo de entrar en las duchas, siempre vuelve a mi mente la imagen de mi madre, inmóvil sobre un charco de sangre que ensuciaba mi vestido azul, y la araña, que no tenía vida cuando cayó de aquel techo con humedades, yéndose por el desagüe mientras yo miraba todo sin entender lo que pasaba.

Tras ese horrible cáncer que acabó conmigo, desde que volví al mundo en este pequeño cuerpo de ocho patas, no soy capaz de caminar por los techos de las casas; especialmente por aquellos que estén llenos de humedad.


OLGA LUJÁN

REENCARNACIÓN ETERNA.

Cuando él murió, la mujer deseó con tanta fuerza una segunda oportunidad que todos los planetas decidieron alinearse para concederlo.
Pero había alguien que no estaba dispuesto a permitirlo. La luna, celosa de ellos buscó el modo de frustrar la alianza. Y lo consiguió.
Desde entonces, cada noche remueve el agua de los océanos mareando así a la Tierra. Mientras, el resto de planetas continúa esperando en perfecta formación lineal.


GABRIELA MOTTA

—«Odio a los perros» —pensó— mientras esperaba que el semáforo los habilitara a pasar, tomada de la mano de su novio, sin quitarle los ojos al perro que se aproximaba a olisquearles los pies.

—Fuera bicho asqueroso —le dijo— alejándose para no ser olfateada. Invadida por el desprecio saltó de forma instintiva de la vereda a la calle. De inmediato se oyó un golpe seco y los frenos de un auto.

—No, no puede ser, Pamela, Pamela, —gritó el muchacho llevándose las manos a la cabeza, observando como una multitud se aglomeraba en torno de ellos.

—Estoy algo mareada —le dijo Pamela— volviéndole a sostener la mano.

—» Marcos ¿todo este caos por culpa de un perro? —Le preguntó.

Sin embargo, él estaba en shock.

—Marcos mírame soy yo, Pamela —él no la oía. Intentó gritándole más fuerte, pero era inútil. Desesperada se observó y percibió que no tenía cuerpo, solo consciencia de ser Pamela, su cuerpo estaba en medio de la calle y para colmo el perro aún estaba cerca.

—¿Estaré muerta? —se preguntó— ¡maldita perro! —volvió a gritar. Y en ese preciso momento una amplitud de consciencia la abrazó, sintiendo un amor incondicional por su vida y la de todos, inclusive la del perro. Se dejó guiar por el amor y la calidez de aquel instante, permitiéndose ser uno y todos al mismo tiempo. Simplemente se liberó a la energía del amor que la hizo regresar rápidamente a la oscuridad, así sin más. «¡¿Qué me está pasando ahora?!» —pensó otra vez desconcertada, saliendo por un túnel de luz nuevamente.

—Por fin la luz ¿Qué sucede? ¿Por qué vuelvo a tener cuerpo? ¡No, no puede ser soy un cachorro! Y el perro es una perra, no esto no puede ser real, no, no, no.

—La perra que alguien atienda a la perra —gritó una mujer en medio de aquel caos.

Marcos al escuchar su voz salió del estado de shock y observó a un lado.

— La perra está dando a luz —volvió a gritarle la desconocida.

—¡Qué me importa la perra! —le contestó— ese auto acaba de matar a mi novia.


EMILIANO HEREDIA JURADO

¿Que si creo en la reencarnación?.
Nó sabría decir.
Lo que sí sé de seguro es que no me reencarnaria en persona.
Sería viento para sentir
la libertad que no tengo
para ir, para venir.

No quisiera ser nunca más un ser humano,

Reconozco mis temores,
mis más ocultos miedos,
derrotado por tantos derrumbes,
que mis deseos se quedaron muertos.

También, sería luz, para colorear los campos de cereales, y madurar los frutos de los frutales.
Pintar los caminos con tonos otoňales.

Una luz que ya no encuentro,
encerrado en esta noche
tan eterna, de tanto reproche,
con éste corazón huérfano de un te quiero.

Y, ¿Porquè no, agua?.
Agua viajera, susurrante, marinera de tierra buscando mar.

Tengo ganas de llover
y no me vienen las nubes,
tan adentro tengo el ayer,
que resecos están los cristales.

Si pudiera reencarnarme, sería escritor.
Sólo.


DAVID DURA MARÍN

Reencarnación , la sábana santa y demás misterios.

Soy un hombre normal pero con un secreto casi inconfesable.
De hecho acabo de salir de una iglesia , hacía la friolera desde tiempos del colegio, cuando cantaba aquello de en la arena he dejado mi barca y cosas así.
El señor del centro , muy amable a primera vista y no tanto al primer olfato , echaba para atrás todo su ser , como si se hubiera afeitado con unos polvos blancos para no mearse los perros , me ha dicho que las confesiones van con cita previa .
Y aquí estoy , contando esto que tanto oprime mi ser con vosotros , lectores de este grupo tan comprensivo .
Resumiendo , soy el padre de Jesucristo .
Toma ya !.
Alivia pensar que está acostumbrado a malas herencias , son cosas que no imaginaba llegar a pensar .
Pero no porque el fuera carpintero y yo fontanero y los textos tuvieran algún desliz , el caso es que salió su careto de mi semen.
Pongo en antecedentes …
Me gustaba hacer de gigolo’ en una disco de edad avanzada ,
te pagan cubatas , te dicen lo bien que bailas y claro algo tienes que hacer para compensar , pero las corridas fuera .
Tenía costumbre de soltar mi desgana sobre las sábanas .
Soltero que es uno y poco dado a la limpieza la cosa fermentaba .
Tuve la brillante idea de llevar las sábanas a limpiezas el vaticano.
A diez minutos de casa , amiga de mi madre y todo por envío de esos que te lo recogen .

Pero cometen fallos y llegó al mismísimo Vaticano.
El sindone , la cara de nuestro señor decían los arzobispos así con la boca llena..
Y lo que decían los sumo cardenales sin dejar de mirar sus revistas de monaguillos en pelotas.
Bueno , bueno , menudo lío.
El caso es que soy el padre de el hijo de dios , concuñado o lo que sea del todo poderoso .
Vamos a medias.
Ahora que soy padre tomo las cosas de otra manera ,
cuánta descendencia tendré ?.
Será mi familia los de las caras de Belmez ?. A saber , todo es posible.

PD. Si alguien se ha sentido ofendido por sus creencias , de veras que lo siento .
No sabía que podían pasar éstas reencarnaciones , todo un misterio.
Como muchos otros….


 

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9 comentarios en «Reencarnación»

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