La inspiración

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir sobre «la inspiración». Este ha sido el relato ganador:

DANI GALLEGO ALEMÁN

La inspiración, mi inspiración es como un bicho peludo y patudo, invertebrado, generador de lágrimas, ducho en noches, cansado, feo, muy feo pero de alma pura, brillante e inquieta.
LLena de luz, amarilla de lamparitas de mesillas de noche,rodeada de edredones, mi inspiración, de mantas de cuadros y chimeneas crepitantes, de Doneval y Favila,…
Mi inspiración,hasta arriba de tristeza, llenita la tengo y de oferta…la tristeza digo, la inspiración no se porque viene y luego... va, no te prometo nada.
Y luego a lo mejor viene el lobo y sopla, y se la lleva, y el cerdito no sabe que es inspiración y abre la ventana y escapa, con la inspiración, la mía, y el lobo sigue soplando en casa vacía y soplará hasta morir, por molestar, por tradición.
Y la inspiración, a soplo de lobo y revoltosa, me vuelve, me mezcla el refresco con vino, lucha entre el hielo y se convierte en trago.
Y entonces es cuando la inspiración me hace cantar, y subo y trago y subo y me pierdo y bailo y vuelo, en su lodo , en su,oro y trago y grito y lloro , en su modo,en su todo y es cuando no soy nada, solo su lava y arraso e invado…
Y luego, al día siguiente me lavo la cara y borro, trabajo y borro, la inspiración, mi inspiración, borro.

*Todos los relatos son originales y no han pasado procesos de corrección.

JEZABEL MONTENEGRO

Musas

La política me está jodiendo el jardín de musas. Y el crujido de quijadas rígidas elevándose al cielo con resignación, buscando el paraguas de la lluvia, no ayuda a escuchar las voces debilitadas. Por una vez que es el dedo quien allana el terreno al desierto, y tan fácil de ver la excepción en el contraste. Me sobran pozos para resistir aunque el mundo se pare, ese no es el problema, he buscado unas Martens con flores rojas bordadas y puedo cruzar veinte mares de virutas con ellas, pero cuando el acero cubra todas las rendijas, no quedarán caminos por los que regresar siquiera. Se habrán asfixiado y dará igual hacia dónde mirar. La política me está jodiendo el jardín de musas, no te importan mis mierdas y a mi tampoco me importan las tuyas.


LA XICUELA DE CORRIOL

Le vuelvo a ver por el retrovisor mientras espero en el aparcamiento del supermercado. Parece desorientado y desvalido. Hace amagos de entrar a comprar pero vuelve hacia el coche varias veces. No sé si el coche al que se acerca es el suyo o no. Se mira en el retrovisor y en el cristal del copiloto. Se aplasta sus rizados cabellos. Ahora no sé si busca la cartera, el móvil, o si realmente está desubicado. Se apoya en otro coche.

Me inspira su persona, su forma de moverse, sus intenciones, o quizás únicamente la curiosidad de saber de dónde viene o hacia dónde va. Pero me siento muy intrigada.
¿Dormirá en el mismo aparcamiento, a la serena o bajo los improvisados techos para los coches?
Me intriga. Y cada vez que voy al supermercado, lo busco por mi retrovisor hasta que lo localizo y vuelvo a preguntarme cosas sobre él y su vida…..su tez siempre morena, su edad….su vida.


JUSTO FERNÁNDEZ

¡ MALDITO DUENDE !

Hace unos cuantos años, bastantes menos de la mitad de los que tengo de vida, un domingo de enero sobre las diez de la noche, detuve un taxi en La Castellana a la altura de Plaza de Castilla y le dije al conductor: “al viaducto de Segovia”.
Desde el viernes anterior andaba yo desquiciado transitando por mi particular aquelarre, fielmente acompañado por mi inseparable maldito duende. Y cuando él me abandonó, como siempre hacía cuando las damas blancas dejaban de cantar, me quedé a solas conmigo.
Y me vi y me dije: ¡Otra vez igual, no, por favor!
Pero había sido otra vez igual, sí.
Y me grité en silencio: ¡Nunca más, nunca más …!
Y entonces tuve una inspiración. Por eso levanté la mano a la primera luz verde que venía.
No tengo ni idea si el taxista intuyó lo que para mí había planeado mi inspirada cabeza en ese conocido, por tétrico, lugar de la ciudad. Es verdad que desde que la municipalidad había colocado las enormes mamparas de metacrilato a ambos lados del puente, las mentes desquiciadas ya no planeaban (por puro sentido común) utilizar ese lugar para materializar inspiraciones como la mía. Pero tan maltrechas estaban mis neuronas a esas alturas que ni siquiera recordaban que el viaducto no me serviría.
Y llegué a mi destino. Seguía inspirado, pero no había prisa. Vi un bar abierto y pedí otra copa. Miré a la calle y reparé en las barreras disuasorias. Volvió el duende y se fue la inspiración. O quizás fue al revés. Nunca lo sabré.
Lo cierto es que uno de los dos me salvó la vida.


MARÍA JT

Volver al origen. Pasar el puente. Varias docenas de personas se fotografían sobre el río. A un lado, Sevilla, al otro El Barrio de Triana. La foto: en la acera de la izquierda, viniendo de Sevilla, con la torre del oro de fondo. Mirar orgullosa la escena, como la que siente un padre al ver a su hijo en la función de la escuela.
Pasar la capillita del Carmen, silencio, santiguarse, un paso y estás en territorio 41010.
Calle San Jacinto, gente de barrio en las cafeterías, algarabía de barrio, escenas puramente costumbristas a lo Estébanez Calderón, olor a castañas asadas, las campanas de La Estrella son el reloj que anuncian lo que pronto llegará, porque como las navidades, llegará y se volverá a marchar, y todo es cíclico y pasa, como en un carrusel…

“Pegasos, lindos Pegasos,
Caballitos de madera,
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
en un corcel colorado
en una noche de estrellas..”

Como diría Machado.


DAVID DURA

Voy vestido como dice la ocasión ,
soy el gris desilusión .
Ando a pasos largos para acortar el día , de nada vale , falsa teoría..
Cruzo de acera al menor contratiempo , esperando que el viento , me lleve lejos a otro momento.
Comer , como poco , por si el ayuno seca mis lágrimas . Ya no son saladas , poco transparentes , y al tocar el suelo forman charcos de lo que pudo ser y no fue .
Comienza a refrescar un día cualquiera , perdí la noción del frío , aún estoy a tiempo de abrigar una sonrisa .
Miro la hora de reojo , llego a tiempo a mi despedida , desprovisto de manecillas que marquen mis días , sólo queda decir adiós..Pero antes gastaré mis últimos kopeks en un zarajo envuelto en palo , nací en un pueblo de feriantes y no es bueno morir con dolor de tripa , en ésta noria que tocó vivir..Con el vértigo que tengo ..


LOLY BÁRCENA HUMANES

¡¡¡¡¡No me da la vida¡¡¡¡¡¡, eso es lo que me pasa , no es que la inspiración se fuera de vacaciones , que también , esta disfrutando de unos meses de desahogo, alejada de mi , soy dueña pesada , exigente y nada permisiva . No es que los duendes se fueran a sus jardines soñados, aunque yo preferiría un bar, tomando unas copas con amigos, que tengo olvidados , abandonados ,peor imposible. Simplemente no me da la vida, por lo que no tengo inspiración , solo la suficiente para leeros , deleitarme con vuestros duendes, musas,sueños ,pesadillas,algunos maravillosas ,otros tristes , lloros o lagrimas me hacéis sentir. Por eso mi inspiración sois todos, tenéis el poder de hacer crecer las musas y los duendes los míos y la de los demás , como no puedo escribiros , os doy los minutos que tengo y toda la inspiración que me queda .


FLAVIO MURACA

Prisionero

Siento que estoy encerrado en un mundo de quimeras
Donde nada es real y lo verdadero no existe
Siento que mi mente vaga perdida en un laberinto sin salida
Huye despavorida, herida y dolida
Gira todo en circulo, un bucle infinito del cual no puedo escapar
Es tu fantasma una errante compañia que no quiere descansar
Vibra el sonido como un eterno resplandor y mi mente se cierne sobre recuerdos plagiados de otras vidas
Ya no se como me siento, más me encuentro perdido en una prisión sin sentido, mi vida es una entelequia, lo intagible se presta funesta ante mis ojos
Y el tiempo se vuelve una paradoja constante allí donde te pienso
Y asi vivo, día tras día en una prisión mental, recordandote, atrapandote, no dejandote escapar…
Tu presencia son espasmos, se traslucen en orbes en cada espacio, en cada huella y olor que dejastes al pasar
Siento con culpa esta tulpa, quizas maldita que te arrastra ante mi
Y sera tal vez mi karma el que auyenta mi calma cuando me pierdo en esta prisión
No hay manto, ni santos, no hay bendita, ni dicha, no hay a quien rezar para que te devuelva sin pensar
Todo se termina y vuelve a empezar, y aquí estoy en esta prisión mental del cual no puedo escapar…


ENRIQUE OSORIO

MAREA Y TIEMPO

La palabra y la imaginación;
la voluntad y el conocimiento;
la conciencia y el desdoblamiento;
paz, olivo, surcos en la tierra
del espíritu; canciones eternas
que muy pocos escuchan o entienden..

Más allá de todo lo conocido,
aún queda algo más qué conocer.
Más allá de este cuerpo,
aún nos quedan otros cuerpos.
Más allá de esta vida,
todavía tenemos otras vidas.
La marea no habrá de aquietarse
hasta el final de los tiempos.


PEPINO MARINO ERRANTE

Había una vez, en un antiguo y remoto lugar muy muy lejano, un grupo de personas que se disponía a pasar fin de año. Casi todas ellas, llegadas de diversos y variopintos lugares, eran desconocidas entre sí.

Encontrábanse en la montaña, alejadas de cualquier ciudad, ubicadas en un pequeño y extraño municipio de no más de 900 habitantes. La pareja anfitriona del evento había invitado al maestro de ceremonias -a partir de ahora llamado MC*- quien a su vez invitó a más personas.

Súbita y cronológicamente, devenires del tiempo y paradojas imperceptibles del reloj, a mitad de la tarde, MC y Asistente de MC se vieron jugando un Scrabble -juego de mesa- con Pareja Recién Llegada, compuesta de Chica con Nombre de Pila Exótico a la par que Impronunciable -a partir de ahora llamada CNPEI- y Chico Presuntamente Novio de CNPEI referido por Anfitrión y Cía. como Ornitólogo, ya que al parecer amaba incondicionalmente a las aves -a partir de ahora llamado Ornitorrinco-.

Antes de jugar, ambas parejas delimitaron las normas en el marco legal del tablero y sus legitimaciones referentes en materia de tahurismo, vilipendieces y prestidigitación. Entre otras cosas, se determinó que los nombres propios no valieran para formar palabra.

Comenzó el juego. Todo normal. Armonía y saber estar se conjugaban junto con verbos infinitivos; pues no estaban permitidos otros modos, tiempos ni malas artes.

MC y Asistente de MC obtuvieron malas letras en varias tiradas consecutivas. Consonantes. Nada más que consonantes. Cada vez era más jodido buscar una puntuación alta. Hasta buscar palabra resultaba difícil.

-Hay que jugársela -exhortó Asistente de MC a MC-. Pongamos estas 5 letras en ese hueco y rematemos con una jugada mágica.

-Pero ¿Cómo? -replicó inquietamente MC-.

-Mi querido amigo, los hobbits son criaturas extrordinarias, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, nunca dejan de sorprenderte.

Asistente de MC procedió. Puso en la vertical TACHA (sustantivo) y empalmó la ultíma A con la horizontal RES en el tablero, formando así la palabra ARES.

-Puntazo… -proclamó Asistente de MC con un placer en los labios solamente comparable a una buena venganza-.

-No, no, no, no, no. No se pueden nombres propios -interrumpió CNPEI como una auténtica suegra ejecutando un coitus interruptus.

-Pero ¿cómo es tan HI-JA-DE-PU-TA? -pensó de inmediato Asistente antes de hablar-.

-¡Hombre, pero si es un dios…! -intervino MC, defendiendo el interés de su equipo-.

-¡No es un nombre propio como tal! ¡Es el dios griego de la guerra que los romanos copiaron luego en Marte! -matizó perplejo Asistente .

-¡Hay personas que se llaman Ares! -insistió CNPEI-.

-Claro, y ¿a cuántas personas conoces tú que se llamen Hefesto, Vulcano o Júpiter? -volvió a contrargumentar MC-.

-¡NO… PUEDES… EXIGIR… QUE NO VALGA! ¡Tu juego oscuro es en vano! ¡Regresa a las sombras! ¡Llama de Údun! -Asistente comenzaba a padecer neuropatía periférica incontrolable-.

¿Qué pasó después? ¿Alguien lo sabe? ¿Alguien lo cree saber? Este suceso verídico, ocurrido el 31 de diciembre del año pasado, se transformó en fuente de inspiración para escribir hasta aquí. Y así se va a quedar, con final abierto. Pudiendo ser continuado y completado voluntariamente por quien lo desee. Pudo pasar de todo, o de nada. O gracias. Las que tú tienes. Igualmente.

*Ya que ha salido el término, aclararé unos conceptos. Sabed que las siglas DJ & MC han intercambiado su significado a lo largo del tiempo: pues DJ (Cabalga Discos) originariamente es quien canta con micro encima cuando el MC (Maestro de Ceremonias) pone el disco que le piden a modo de base para que el DJ cante. El origen de dicha actividad y términos es Jamaica.


ROCÍO ROMERO GARCÍA

INSPIRACIÓN (Si hay algo que me inspira son las estrellas)

Solos en la oscuridad.

Éramos estrellas que flotaban en medio de la nada.
Brillando con luz propia, destinadas a iluminar aquellos rincones del Universo que nada más podía iluminar.
Éramos eternas y hermosas, lo efímero no existía para nosotras.
Pero la llamada de lo mundano era más tentadora que la belleza de cualquier galaxia.
Nacimos en un traje de carne y hueso, entre sollozos y berrinches, deseando respirar.
Nuestros pulmones ardían al inhalar el oxígeno por primera vez.
Crecimos en un mundo de claroscuros, de blancos y negros y colores chillones.
De fuertes contrastes y oscuras sombras.
Nos caímos rasgando nuestra piel y nos enamoramos errando al corazón, brillamos de nuevo con luces fugaces que iban apagándose poco a poco.
Sentimos como el miedo se mimetizaba con la sangre de nuestras venas y aún así seguíamos viviendo, luna tras luna; sol tras sol.
El tiempo pasaba demasiado deprisa e hacía estragos en nosotras, ahogando finalmente nuestra luz bajo la tierra mojada sin dejar escapar ni un rayo de esperanza.
Entonces la vida nos pareció cruel y egoísta.
Nos hizo amar.
Nos hizo disfrutar.
Nos hizo reír y llorar.
Nos hizo gozar del sentimiento de estar vivos para arrebatarnos nuestro fulgor.
Y volvimos a casa, volvimos a ser estrellas que flotaban en la nada.
Pero no éramos tan brillantes ni tan eternas como antes.
Simplemente éramos dos puntos luminosos en el manto del cosmos que estaban solos en la oscuridad.


LUISA VÁZQUEZ

El pintor caminaba por las calles combatiendo el aire helado con sus manos en los bolsillos y una bufanda atada al cuello.
Su pensamiento bullía de indignación. “Le falta alma” le había dicho el último marchante que había pasado por el estudio. A sus cuadros les faltaba alma…
“La ejecución es perfecta. El equilibrio del color esta muy conseguido pero son aburridos. No dicen nada, no transmiten nada”.
Pero era difícil pintar con el corazón cuando ella lo mató cuando se fue.
La había conocido una noche en una taberna, uno de esos locales habitados por fantasmas que ocupan siempre la misma mesa. Solitarios, sin futuro, sin razón para vivir. Sentados con un vaso permanente en la mano, su única meta era que la parca pasase a recogerlos. Yo era joven e impaciente y la falta de éxito me tenía sumido en una depresión que me hizo buscar un sitio acorde con mi estado de ánimo, para intentar ahogar mi ansiedad.
Ella ocupaba una mesa en el fondo. Pero, aún absorbida por la oscuridad, a mi me deslumbró su brillo. Su pelo rubio ajado, sucio y despeinado evocaba, todavía, el esplendor de otros tiempos. Sus ojos acuosos, de un azul casi transparente, estaban rodeados de unas profundas y negras ojeras. Su mirada, marcada por una honda tristeza, se perdía en lo profundo de su pensamiento. Pero, si observabas bien, veías, relucir aún, la llama de la pasión. Su boca despintada, marcada por un rictus de eterno hastío, de amargura, estaba señalada por el rastro de antiguos besos apasionados, aquellos que hacen deslizar el suelo bajo los pies.
Me acerque despacio, como lo haces con un gorrión herido por miedo de que, al revolotear, se dañe más todavía.
Con voz suave le dije:
– Señorita, ¿me permite que la acompañe?.
Me miró con cansancio infinito pero contesto con su voz enronquecida por el alcohol :
– Si me invitas puedes quedarte ahí sentado el tiempo que quieras.
Pedí una botella de vodka. El camarero, un anciano castigado por la artritis, nos sirvió arrastrando los pies y le habló a ella con la ternura de un padre:
– Señorita, ¿no cree que sería mejor que volviera a casa?
– Viejo y querido Pierre, sabes que no tengo donde volver. Deja la botella y no te preocupes por mi. Este caballero me cuidará, ¿verdad amigo?.
Yo asentí. Pasé el resto de la noche viéndola consumir un vaso tras otro mientras me desgranaba las decepciones que habían marcado su vida.
Cuando la mañana empezaba a clarear, ella, derrotada, se había dormido con la cabeza apoyada en la mesa. La cogí en mis brazos, su cuerpo era pequeño y liviano. Se agarró a mi cuello como una niña pequeña.
La llevé a mi estudio. La cuide durante días y noches enteras, mientras ella expulsaba el alcohol de su cuerpo, se reparaba, se reconstruía y renacía.
Y volvió a ser la chica que yo había podido distinguir dentro de la cubierta de mujer desencantada que había conocido por primera vez. A partir de aquí empecé a vivir dentro del sueño que sólo había tenido el valor de imaginar. Mi obra se depuró y se llenó de sentimiento. Pintaba mientras ella me observaba y yo dejaba traspasar al lienzo toda la felicidad, el amor, la pasión que inundaban mi corazón. Luego paseábamos, reíamos, comíamos y hacíamos el amor como si fuera la última vez, como si fuera el último día de nuestras vidas.
Yo conseguí algo de notoriedad en este difícil mundo del arte. Realicé algunas exposiciones y vendí unos cuantos cuadros. Era feliz. No le pedía más a la vida.
Una mañana salí del estudio mientras ella dormía todavía. Había decidido pedirle matrimonio. Quería vivir el resto de mi vida como hasta ahora, con ella a mi lado. Si la perdía nada tendría sentido para mi. Le compré un modesto pero bonito anillo de compromiso y un enorme ramo de rosas rojas. Subí las escaleras, entre en el estudio como una tromba llamándola a gritos. Nadie contestó.
Se había ido y nada quedaba de ella. Ni rastro de su presencia, como si nunca hubiera estado allí.
La busqué durante días sin resultado. Había desaparecido.
Mis cuadros se quedaron sin esencia, sin sentimiento y empezaron a dejar de venderse.
Ahora ocupo la mesa que ella dejó vacía. He dejado de pintar porque me planto delante del lienzo en blanco y no hayo nada en mi interior que poder plasmar. Espero que vuelva para recuperar la inspiración y la pasión que perdí.
Le pregunto al viejo Pierre:
– Dime donde está, se que tu lo sabes.
El me mira con compasión y me contesta:
– Ella es inconstante, señor. Nunca ama por mucho tiempo.


GABRIELA MOTTA

Llega no sé de dónde, viaja por la vida despreocupada, es dueña de su destino y no puede ser por nadie interpelada. Vive libre en los intelectos, encendiéndose por las madrugadas elocuente y persuasiva cuál musa poco compasiva.
Iluminando con su luz a muchas pequeñas almas que repletas de jolgorio y poseídas por sus palabras se dejan embriagar por su aliento que convierte su fervor en hermosas, suaves y creativas palabras.
Almas que no serían las mismas sin su presencia cercana.
Almas que de júbilo gozarían si te quedarás por siempre en sus pensamientos listas para inmortalizarte en cada uno de sus versos. Resonante te aproximas y con un soplo las fascinas para luego volar muy alto dejándolas desposeídas.
Es por eso inspiración que mi único anhelo es que vengas junto a mí con cada luna llena, yo en cambio te prometo estar con mi pluma afilada para dejarte entrar en mi ser que brillará con tu llegada.


EMILIANO HEREDIA

Att. Ilustrísimo SR……juez de la muy noble villa de Madrid:

Estimado Sr……que Dios Guarde durante muchos años.

El motivo de la presente, es narrarle, la consecución de infortunados sucesos que, han finalizado en un fatal desenlace si usted, está leyendo ésta misiva..
Mi nombre es ………..natural de la villa de Alcalá de ´Henares, de ….años de edad, aprendiz de escritor en un periódico local llamado…..,
Sí, ilustrísimo señor, el comienzo de mis desdichas, comenzó hace cosa de un mes, más o menos, cuando el señor….., director del periódico local que le he mencionado antes, mantuvo conmigo, un intenso debate en su despacho, sobre la escasez de calidad de mis últimos escritos, poesías de mala calidad, ramplonas y faltas de sentimientos, que nó gustaban siquiera, a viejas o adolescentes enamoradizas.
Justificaba dichas críticas hacia mi obra literaria, la falta de frescura e inspiración.
Inspiración, ilustrísimo señor, ¿sabría usted decirme cual sería la mejor definición para algo tan abstracto, tan etéreo, tan sutil y volátil como la inspiración?.
La inspiración, nó es algo que se compre, tangible, como un lápiz, como un papel en blanco….nó, éstos son meros artículos materiales, en los que grabar esa chispa, que tan solo unos pocos afortunados seres humanos poseemos, en mayor o menor fortuna,.
Maldigo mil veces, ilustrísimo señor, éste don que poseo, por llamarle de alguna forma, si es que se puede usar tal definición, al sufrimiento, a la impotencia de hablar y no hallar las palabras, a escribir lo que lucha furiosamente por salir de tu mente, y nó encontrar la llave para excarcelarlas.
Ilustrísimo señor, para nó entretenerle más en cosas banales, fútiles, me propongo ir directamente a narrarle la desdichada historia que ha desembocado en tan funesto final.

Iba, en busca de inspiración, de calma, paseando por un bosquecillo de chopos, cercano a la localidad donde resido. Un bosque otoñal rivereño, tapizado de hojas que una fresca y suave brisa, se entretenía barriéndolas.
Imbuido en mis pensamientos, una figura, nó demasiado lejana, de una hermosa mujer, enlutada, con la tez pálida como un rayo de luna, delgada como un suspiro, frágil como un pensamiento, se clavó en mi mirada.
He izo Dios la luz, ilustrísimo señor, dentro de mi oscuridad. Un hermoso sentimiento hizo zozobrar mi alma, y desbocó mi corazón como un potrillo galopando en una verde pradera.
Mas, cuando quise ir a su encuentro, ésta, desapareció entre un retazo de bruma que, al alcanzarla….!nada hallé!. Corrí sin rumbo, entre los árboles, grité, lloré, arrodillado, presa de la desesperación, tirándome de los pelos de la sien, ….pero todo esfuerzo…fue en vano…ilustrísimo señor…nó volví a verla….
Nó pasó ni un solo día, en que volviera a aquel bosquecillo, mil horas, sembré…sin fruto. El manto gris caía sobre mí, y llegaba la noche, aterido, vacío, con una pena que me devoraba, lentamente, llegaba a mis aposentos.
Febril, enfermo, delirante, consumía el resto del día hasta que volvía al mismo lugar. Era como buscar un naufrago en medio del inmenso océano. Mis allegados, dieronme por imposible, perdí, salud, razón de ser, el exiguo empleo que a duras penas me daba para subsistir, todo.
Todo precio, me parecía insuficiente, para poder volverla a ver…!tan solo un segundo!.
Ella, era la inspiración que buscaba, era el sueño que quería soñar, los labios que quisiera besar, el cabello que quisiera acariciar, las manos que asir, dulcemente…pero, todo sacrificio, toda búsqueda, todo, ¡todo era en vano!.
Hoy, moribundo, con la mirada perdida, vagué como tantos días, sin rumbo, sin esperanza de encontrarla…asomado a un cortado bastante profundo, contemplaba cómo el sol se escondía entre los montes que se recortaban oscuros sobre un horizonte violáceo…
¡y la he vuelto a ver!, ¡allí, el fondo del cortado!, me mira, con unos hermosos y basálticos ojos, me mira ¡Dios, la felicidad existe!.
Saqué un papel de mi portafolio y me dispuse a escribir ésta que usted está leyendo ahora mismo…la doblé con cuidado, y la introduje, dentro de mi gabán, habiendo predispuesto previamente que fuera para usted…
Ilustrísimo señor, voy al encuentro de ella….

Atte:………


 

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8 comentarios en «La inspiración»

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