Libros, ferias y Sanjorges

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos el tema «San Jorge». Este ha sido el relato ganador:

El sonido de las páginas al pasarlas,
el rasgueo del boli contra el papel,
el tacto del folio bajo mis dedos.
Un movimiento descuidado que deja un borrón.
Una brisa de aire que levanta el polvo acumulado entre las páginas, el olor a humedad, a viejo… a libro, un olor que trae tantos recuerdos.
Un golpe, una herida, una marca, una cicatriz que estará para siempre en el lomo. Una esquina doblada. Una marca de taza hecha con café.
Una arruga en el papel marca el lugar exacto donde cayeron las lágrimas que derramé por la historia que me contaron o que conté.
Hojas que ocultan sentimientos vomitados sobre el papel, que me pertenecen cuando soy la autora, que comparto cuando hago de lectora.
Un libro, una libreta… un amigo al fin y al acabo.

PAULA SERRANO

San Jorge estaba tirado en el jardín.
Sin ganas de nada por la astenia primaveral.
Estaba pensando en la última vez que vio a la princesa, esa niña malcriada llena de problemas sin resolver.
A él quien le ponía de verdad era su vecina de enfrente…
La observaba cada noche mientras se desvestía haciendo como si no se diera cuenta de que San Jorge la estaba acechando cómo un lobo hambriento.
– San Jorge, ja!
No me llamarían así si supieran que bicho que vuela, a la cazuela! No soy yo nadie poniendo mi pose y desabrochando corsés en los establos.
Lo de la semana pasada sí que fue gore, tuve que cargarme a un dragón para hacerme el valiente con la dichosa princesa que me había vuelto a liar diciéndome que nos íbamos a un after.
Y ahí estaba yo, muerto de miedo matando a esa bestia ya sólo por salirme con la mía.
Lo que nos quedará por ver.
Continuará……

MILHOJAS MONTAÑA LO


Si Dios tuviera nombre, seguro se llamaría Leo Messi. Ya lo hemos leído mil veces. Y mil veces más, seguro, lo volveremos a leer. En fin, no nos pongamos a hablar de fútbol, que luego no querreis votar por mi relato, y no quiero que sea así. Jijiji
Aunque yo me conformaría con que también Sant Jordi se llamara Leo, pero Leo de leer, no sólo de comprar libros para la pareja o para uno mismo, y que luego se queden en la estantería, bien bonitos, sin una mota de polvo, colocados por alturas, y anotando siempre en la primera página en blanco, Sant Jordi, 23 de abril de….. después en segunda línea el precio, y finalmente, en tercera línea, mi apellido subrayado.
Eso sí, todo a lápiz, ¡por favor!. Es una aberración para mí ver un escrito a bolígrafo en un libro, a no ser que se trate de la dedicatoria del escritor.
¿A quién se le ocurriría semejante barbaridad?
Para quien no le guste, lo siento mucho, pero Leo fue ayer mi último regalo de Sant Jordi , además de dos rosas de mis dos amores, y un par de libros que en este caso sí me compré yo (a mi gusto). Mejor dicho, el título del libro y la portada «casi» siempre me han dado la razón al arriesgarme al comprarlos. Y digo «casi» porque alguna vez he metido la pata totalmente. Pero pocas veces. Mi intuición es buena.

NÚRIA BERGEN


La global incomprensión que recibía a diario, con los años, se tornó en una suma tristeza. «La soledad es buena» decían. Pero solo a veces. A ratos. En momentos que tú decides por propia voluntad para evadirte del resto. Puede ser por necesidad, inconformismo, o por el simple hecho de necesitar pasar tiempo con tu alma perdida, olvidada ante el ajetreo que conlleva la rutina diaria. La subsistencia ocupaba mucho tiempo en su caso. Y actualmente, la soledad reinaba en sus entrañas.
Dejar volar su imaginación con un millón de posibilidades a su alcance, era lo que le mantenía despierto, alerta, cabal. Pues no debía sumirse en la oscuridad. No quería. Repudiaba la debilidad. Pero la desesperación quería cobrar fuerza en su fuero interno, realzándose en sus pesadillas. Y ante la visión lamentable de su destino, finalmente decidió realizar un último acto de rebeldía, a ojos ajenos. Aunque para él, era un último acto de supervivencia, y de luchar por hacerse respetar, acabando al fin con su desdichada y falsa reputación. Prefería tener un final digno, aunque fuera su último aliento.
Deshizo el remolino de caracol que su cola mantenía en su estado de reposo, y se levantó con toda la entereza y valentía que consiguió reunir. Con sus pasos elegantes y firmes, salió de su cueva preferida donde se resguardaba del frío y los pueblerinos más cercanos, pero al salir, se topó con un sol llameante que le dejó ciego por unos segundos hasta que, al enfocar de nuevo sus ojos azules -no amarillos como relataban en la mayoría de las historias- vio a una chiquilla joven que lo contemplaba sin miedo ni estupor.

– Por fin te decidiste – le dijo aquella joven con alas celestiales tras su espalda – Espero que estés preparado para mostrarte ante ellos… es hora de que sepan la verdad y dejen de estar sumidos en su propio letargo pensando que son los únicos en este infinito Universo.

SARAH BLUMP


ABRIENDO ARMARIOS

Era un día soleado, bastante caluroso.
Paseábamos entre las casetas de libros abarrotadas de gente.
A veces me cogías de la mano, pero enseguida nos soltábamos. Yo quería montar en barca, pasear como dos novios por el estanque, pero tú no decías nada y yo no me atreví a proponerlo.
Aquel día sería la última vez que nos besáramos, la última vez que haríamos el amor, y la última vez de todo.

Lo pasamos bien esa tarde. Entre tanta multitud nos despistamos el uno del otro. Te confieso que durante un rato pensé que lo habías hecho a drede, pero aproveche ese momento para comprarte un libro, «El extranjero». Fue gracioso. Tú me regalaste el mismo a mi, ¿recuerdas? Fue una casualidad que nos hizo mucha gracia. Era nuestro libro preferido. Qué cosas … ¿Sería una señal del destino? Me lo he preguntado mil veces. Nunca habíamos hablado de libros y resulta que teníamos uno en común.
Lo guardé en mi bolso en la misma bolsa de plástico en la que venía envuelto y no lo abrí nunca.
Al día siguiente, ya en casa, lo guardé en mi caja de cosas importantes custodiado como un tesoro. Era lo único que me habías regalado en todo el tiempo que duró mi amor por ti.

No te he olvidado nunca. Aún recuerdo tu olor, el sabor de tu piel, el tacto de tus manos, tus ojos, tu cara . Dicen que cuando pasa mucho tiempo y no tienes fotos, se terminan por olvidar las caras, yo la tuya no la he olvidado nunca. Sería capaz de dibujarla perfectamente. Recuerdo hasta el nombre de tu perfume, ese que te mandaba tu madre por navidad.
Mi memoria es muy selectiva. Sólo se acuerda de lo que quiere y de ti recuerdo hasta el último detalle.
Después de aquel día con su noche incluida ya no te volví a ver. Regresaste a tu país y yo te dejé escapar haciéndote creer que me era indiferente… Qué estúpida, pero así lo decidí.
Estuve mucho tiempo viviendo a oscuras, pero lo superé . Soy fuerte y lo supero todo pero nunca pude reahacer mi vida.

Alguna vez tuve alguna ilusion, pero nada más. Lo único que me ha consolado todo este tiempo es mi hijo. Sí, tengo un hijo maravilloso. Es médico como tú, que casualidad .
Ayer, empaquetando cosas porque me mudo de casa, encontré el libro que me regalaste aquella tarde. Abrí el libro por primera vez después tanto tiempo, lo acaricié, respiré su olor. Y entonces comencé a llorar, lloré y lloré como no lo había hecho antes. No te había olvidado y ese libro me hizo revivir lo maravilloso que fue para mi haberte conocido.Tanto,que si volviera a nacer te buscaría como el pintor busca su musa o el poeta la palabra exacta, y tal vez, solo tal vez, esta vez… Quién sabe que pasaría.

Debajo de la solapa había algo escrito:
«Quiero abrir el armario y que estés tú. Quiero meterme en la cama y arroparme a tu lado. Quiero, pero no puedo obligarte. Te quiero . Ojalá tú también me quieras. Te espero.»

Siempre creí que yo solo había sido juguete temporal y ahora, tantos años después estoy aquí sentada, ecribiendote sin saber por qué.
No sé que hubiera pasado si hubiera leído la nota del libro en su momento, pero no fue así.
Quizás te envié esta carta o quizá no. Me gusta imaginar que tú sigues pensando en mí y no me gustaría descubrir que me has olvidado .Te quiero.

CARMEN LÓPEZ


San Jorge
Un murmullo…. un susurro al oido…letanias del tiempo… clavos martillandonse en manos sagradas y espinas por coronas… el viento trae imagenes que no comprendo. Soy joven aun y no tengo designios en la vida.
Suspiros… susurros y murmullos… voces que no comprendo revolotean en mis oidos, abro los ojos como un gato salvaje y sigo sin comprender, entre tanto continuo con mis labores…
Aveto, laurel, mirra,incienso y olivo, veo palomas volar y susurran en mi mente… soy yo tu señor jesucristo y tu jorge seras mi edecan quien luchara con el dragon…

FLAVIO MURACA


Nota importante: léase como una jota.
No me tires de la lengua
que me obligas a hablar mal
el maño de pura cepa
es muy poquico formal.
Anda para aquella esquina
verás en la plaza un bar
está el Jorge allí metido
desde la hora de almorzar.
Ha dejado atado a un árbol
del pipí-can al dragón
se ha soltao con los petardos
que lo busque el ababol.
No me tires de la lengua
que me obligas a hablar mal
el maño de pura cepa
es muy poquico formal.

JEZABEL MONTENEGRO


Un tonto mosquito me tenía

en duerme vela
Así pasando la noche
Él , vuela que vuela..

Le daría mi sangre
Le daría una tunda
Él , zumba que zumba..

Le contaría dos cuentos
Cosquillitas en la tripa
Él , pica que pica..

Tapado a lo Tutankamón
Será mamón , erre que erre
Sonó el despertador
Él , duerme que duerme..

Ésta noche tengo un plan
Dormiré junto a mi dragón
Es de tripa llena
Yo , sueña que sueña…

Como no venga ésta noche
Tendré lío de faldas
Quién sabe si en un tiempo
Un chiquillo de lengua larga..

Todo es culpa de un mosquito
O son mis ganas , dragoncito
Si me molestas , de enmedio te quito..

No oseis despertarme
Despierto con hambre
Que será de aquel mosquito
Estoy loco o me picó en el pito..

DAVID DURA MARÍN


Cuando buscaba un nombre para mi hijo, al principio pensábamos en uno de origen vasco (descubrimos en Donosti que él ya llevaba un par de meses en la tripa de mamá), y entre otros nos gustaba Unai, pero como me repetían todo el rato que significaba «Pastor de vacas», se me quitaron las ganas (aunque me sigue pareciendo un nombre precioso). Luego me puse a pensar que Jorge lo ve todo el mundo como un nombre muy bonito y al final significa «agricultor, el que trabaja la tierra».
En mi familia no hay Jorges. Yo creo que en parte es por mi abuela que a los Jorges los llamaba «Gorges», a los Sergios «Serguios» y al metacrilato «meta..», «meratri..», «sus muelas toas!».

MARÍA JT


«La inspiración del romance»
Segundo Cáceres leía sin parar el vientre de Amalia; pasaba horas recostado sobre aquel ombligo de poesías.
Cuando por fin terminó la lectura Segundo se sintió inspirado, tan inspirado estaba que uso el amor como pluma y, creyéndose poeta, escribió en la barriga de Amalia su mayor obra: «El Milagro de la Creación».
Nueve meses después, una pequeña prosa nació en la sala de parto. Esa noche muchas margaritas florecieron.

ALEJANDRO CAMACHO


FLORES Y LIBROS
Lo de San Jorge no es sólo literatura como la literatura no son sólo libros, historias o cuentos.
Palabras y más palabras… Palabras que te hacen viajar, sentir, pasar el rato, aprender… aunque si hay que darle gracias a la escritura, sobretodo, es por decir por nosotros lo que gritamos en silencio. Cosas que por miedo a su eco no nos atrevemos a pronunciar.
Cuantas despedidas se han perpetuado en hojas, cuantos te quiero han declarado los bolígrafos con su lengua de tinta… Piensa en cualquier cosa y encontrarás literatura. La verás como un inmenso jardín lleno de flores de todos los estilos, colores, tamaños y olores. Un lugar donde pasear en busca de nuestra rosa, que a pesar de sus espinas no podremos evitar acariciar con las llemas de nuestros dedos.

ROBERTO MORENO CALVO


San Jorge.
Ese día no era San. Sólo Jorge.
Ese día se despertó y no tenía que pasar ningún presupuesto a ningún cliente, que le hubiera llamado por teléfono la tarde anterior, mientras estaba con su hija.
Ese día se levantó raro, aunque no tenía ningún estrés para que su hija desayunase para ir al cole.
Ese día, no tenía nada previsto y no tenía que pensar en pagar la factura de la caldera rota.
Ese día salió de casa a buscar flores, porque no había quedado con ningún amigo para presentarle la última tecnología de presentación para salas de reuniones.
Ese día simplemente se encontró con un dragón.

ADRIÁN GONZÁLEZ


Sant Jordi……. parece que estoy en clase, cuando era pequeña, y nos mandaban hacer una redacción sobre Sant Jordi y el drac (el dragón) porque era la semana que coincidía con ese día, esa fecha.
Sant Jordi es el 113.º (centésimo decimotercer) día del año en el calendario gregoriano y el 114.º en los años bisiestos. Quedan 252 días para finalizar el año.
Promulgado como el Día Internacional del Libro por la Unesco, en conmemoración de tres grandes escritores: el entierro de Miguel de Cervantes Saavedra (según el calendario gregoriano), la muerte (y probablemente también el nacimiento) de William Shakespeare (según el calendario juliano) y la muerte de Inca Garcilaso de la Vega.
Lo dicho en los dos últimos párrafos coincide exactamente con lo primero que te encuentras al consultar cualquier cosa sobre 23 de abril en google, pero no por ello es menos interesante. Que nacimientos y decesos de personas tan ilustres coincidan en esta fecha, no sé si sabré nunca si es pura casualidad o nos inventamos Sant Jordi precisamente por ésto.
Lo que sí sé es que, tanto Cataluña, como España, como el mundo entero, conoce ya la tradición de éste señalado día. Argumentos: seguramente serán más económicos que históricos, pero en mi humilde opinión, si sirve, aunque sólo sea un poco, para culturizarnos un poquito más de cualquier cosa, aunque sea de bricolaje, y nos haga leer, tener el hábito de leer o transmitirlo a nuestros jóvenes y no tan jóvenes, ya habrá valido la pena.

LA XICUELA DE CORRIOL


ABRAXAS
Escribo en una humeante habitación, olor amargo, sabor a whisky. Noche de San Jordi, oscura y húmeda. Sonido de sirenas, coches y lluvia taladrando en mi cabeza, intentado escribir en una roñosa y gastada máquina de escribir.
Cuántas obras ha dado a luz, cuantos lugares han visitado y en cuántas manos han estado, en cuantos estantes y almacenes.
Todos dicen lo mismo: los mejores escritores son los que más atormentados están. Experiencias, vivencias dolientes y latentes.
Yo no creo estar atormentada, he vivido mucho y muy poco porque nunca es suficiente. Cada cana de mi cabello de algodón es una leyenda contada en cada línea. Cada arruga es un sentimiento aflorado a tiempo.
No creo estar atormentada, creo haber sentido más de lo permitido. Si me hubiese mantenido al margen de lo prohibido, con cuello alto, pelo recogido en moños hastiados y faldas hasta las rodillas, no habría relatos, historias ni mitos contados porque no habría vivido lo necesario o, simplemente, no habría vivido.
Levanto durante un segundo la mirada y la dirijo a un sillón polvoriento y vetusto.
Ahí está, juzgándome. Un demonio, un demonio menor, como la primera vez que le vi.
«Abraxas…» dice, «soy Abraxas, demonio de las mentiras y el engaño. ¿Qué es lo que te gustaría saber, querida?»
«No quiero saber nada, solo busco inspiración», le dije.
«Todo el mundo quiere saber algo. ¿Sabías que hay mentiras negras, mentiras blancas y mentiras en tonos grises? Las mentiras negras son casi mortales, son las que menos dignidad tienen. La persona que está siendo engañada sabe que lo está siendo y le duele hasta morir, pero en el fondo, lo prefiere a una verdad. Las mentiras blancas son horribles. Intentan conducirte a la verdad a través de un camino de mentiras, una antítesis en sí misma. Y las mentiras grises, mitad negras, mitad blancas. Más mortales que un veneno. Te cuentan una verdad disfrazada de mentira. ¿Una locura, verdad? Todos somos unos mentirosos.»
Me quedé observándole un tiempo, muda e inmóvil.
«No me mires así, querida. Has sido tú quien me ha llamado.»
«Yo no te he llamado, solo busco inspiración.»
«Yo soy tu inspiración. ¿Porqué no elijes una mentira? Ser un ser doliente y cosechar toda la fortuna y fama. Toda la inspiración que ahora das por perdida.»
Se quedó observándome unos minutos, su mirada era incómoda, calculadora y fría.
«Todos tenemos un precio. ¿No me digas que temes por tu alma? Querida, el mundo ya no tiene alma. Todo se ha convertido en un paraíso carnal. El placer, los vicios, los malos pensamientos, la lujuria… Tu alma ya está condenada. ¿No sientes curiosidad por descubrir lo inexistente, por adentrarte en lo prohibido?
¿Sabes cuánto podrías vivir, cuántas experiencia podrías contar? Cada día conocerías a una musa que te daría la inspiración que tanto anhelas. Únete a la locura, diviértete con ella»
Dejo de escribir unos instantes, me sirvo una copa y enciendo un cigarrillo.
«Todos somos unos mentirosos, ¿recuerdas?», dice.
Sonrío pícaramente y dejo empaparme por el amanecer y los cálidos rayos de sol, que después de una noche de tormenta, acechan tras los rascacielos.

ROCÍO ROMERO GARCÍA


Las rosas que pinchan y hacen daño
Habrá quien/es pensarán «¡ohhh qué bien Sant Jordi!»o en su versión castellana «¡ohhh qué bien San Jorge!» y yo solo puedo pensar, «aggg aquí se encuentra otro dragón más al que derrotar, y no al de la leyenda precisamente».
Me cansan las historias de los valientes guerreros para salvar a las inocentes princesas capaces de matar dragones. Me cansa más cuando en pleno S.XXI en gran parte de los colegios les cuentan (con toda la gran voluntad del mundo) dicha historia, pero que lo único que consiguen es perpetuar los roles machistas impuestos en nuestra sociedad, eso sí, siempre cargados de magia, aventura, tradiciones y un sinfín de cosas.
No me gusta la idea de que a mis hijas las vendan la idea de que tengan que esperar a un Sant Jordi, a un Príncipe azul, o besar a mil ranas para que consigan la libertad de salir de los aposentos de los mandatos de un padre para ir directamente, gustosas y con ojos cerrados hacia los de un completo desconocido, por muy príncipe rico y/o apuesto que sea.
Yo siento aquí y ahora romper la magia creada en referencia a esta semana, pero una vez más, el machismo camuflado de tradición, en nuestras conciencias se planta.
Mis hijas querría que pudieran tener la libertad de sentirse princesas si ellas así lo desean, pero me gustaría mucho más, ver que tienen más opciones para las niñas, sean o no mis hijas, ya que seguro que también existen las que se pueden identificar con valientes guerreras.
No todo es rosa o azul, pero la sociedad se empeña en clasificarlo todo de esa forma.
Y por todo esto, a mí las rosas en esta época me pinchan y me sangran, porque la tradición dice «rosas para ellas y libros para ellos» aunque eso en estos tiempos un poco cambia pero…¿sólo a mí me desgasta esta intención de perpetuar esa constante tradición de la historia machista?
*Por una educación libre de prejuicios adjudicados por el género, color, clase social, lugar de origen, y un largo etcétera.

LETTICIA FLORECILLA DEL CAMPO


San Jorge..
Las diez de la mañana,sentada frente al mar en una amaca sobre la calidad arena,respiraba la calma que emitía el sonido de las olas..!..
Ella absorta en sus preocupaciones,más le urgía un hogar en el cual habitar,
.Añoraba poder alcanzar uno de sus sueños,tener su hogar …
Los pensamientos iban y venían a su cabeza,y mientras observaba el mar,con sus pequeñisimas olas,iba fundiendose sin darse cuenta de ello..
Del mar vió salir un hombre,dirigiendose hacia ella,…
No daba crédito a lo que sus ojos alcanzaban ver…
Dios mio.- repetía una y otra vez mientras él se se aproximaba hacia ella..
Se sentó a su lado,y sin mediar palabra, agarró su mano mirándola a sus ojos, diciéndole:
Cálmate bella flor,tus ruegos han sido concebidos,relájate y disfruta,todo está hecho,bendiciones te llegan,superaste la prueba y todo lo bueno te llega.
Se quedó absorta ante todo lo que estaba sucediendo…
El hombre la besó en la frente,y retomó el camino hacia el mar..
Ella lo miraba y lloraba sin cesar… Preguntó su nombre mientras se adentraba en el mar,año que él respondió;
Soy San Jorge..

SONIA JIMÉNEZ


San Jorge ………………………. Retrocedo a mi linda infancia , donde yo era la niña más fantasiosa y soñadora del mundo , pero claro la más solitaria . Vivía en un lugar maravilloso alejado de toda civilización. Por lo cual todos los animales , aves , flores , árboles y ríos tenían un nombre especial. Claro san Jorge tenía que ser el caudaloso río que me encantaba pasa horas y horas con el hablando. Me parecía tan grande en mi pequeño mundo. Por qué san Jorge ? Por qué me parecía el más poderoso . Y ese era mi hermano favorito que siempre cuidaba de mi , quien era como el dragón que vencía a todos en mi mundo de fantasías y a si veía yo a mi único amigo Jorge ; el caudaloso río .

MARTA TORRES

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17 comentarios en «Libros, ferias y Sanjorges»

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