Mayo

Esta semana en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos hablar sobre el mes de mayo. Este ha sido el relato ganador:

A Cualquier Noche de Mayo…
Tengo un paladar endemico.
Una frase en las retinas.
Unos cuantos crisantemos,
Decorando las esquinas.
Debo un verso casi a ciegas
A cualquier noche de Mayo
Debo una cancion entera
A los labios olvidados
Vengo de cualquier acera
Se me enredan los zapatos
En los pasos de cualquiera
Traigo humo en la chistera
De jugarme los veranos
Regalando primaveras.

SUSO GATERA

Primavera_dorada_(5694124381)

 

Estamos a mediados de mayo, mes de transición entre dos estaciones extremas, por mucho que nos quieran advertir los hombres o mujeres del tiempo de los cambios por haber siempre nos llevamos sorpresas.
Cómo organizar nuestros armarios? O nuestras camas? La manta de mi cama no sabe donde terminará cada día. Si paso calor la manta aparece en el suelo hecha un moñigo, y me digo… Por fin la puedo guardar! La doblo y guardo en un armario. Pues esa noche, justo esa noche caen las temperaturas. Esa noche me hielo, en principio me niego a levantarme hasta que las tiritonas me obligan a volver al maldito armario y coger la maldita manta… Al estar muerta de sueño no me preocupo de estirarla y aguanto la molestia del pié enredado entre esa manta m…..
Con la ropa pasa la misma historia. Terminará de una p… vez este mes de mierda? Necesito saber lo que me pondré al día siguiente y no tener que levantarme una hora antes para quedarme mirando el armario con cara de haba preguntándome ¿que me pongo hoy si el tiempo es tan distinto al de ayer?
En mayo no hay quien se aburra

CARMEN PASCA ÁLVAREZ


Mayo debería mostrarme la primavera en su máximo esplendor, sin embargo desde este pequeñito rincón del mundo donde escribo veo días entrar y días salir que me miran con restos de invierno en sus ojos. Tal vez sea por eso que a primeros de mes hice mi primera visita del año al invernadero. Compré flores; rosas y hortensias, decoré un poco la terraza, sentí una ilusión florecer mientras lo hacía, me dije que era una caricia de Mayo y me di cuenta de lo triste y frío que había estado el exterior de la casa, y yo con tanta prisa siempre ni lo había notado.
Mayo me ha traído un sueño por correo, sucedió hace unos días, su remitente puede que lo lea y sonría como lo hago yo ahora.
Mayo me ha hecho reducir el número de yogures para que pueda entrar la sandía en la nevera.
Mayo no trae comuniones para mi este año pero sí la boda de una de mis mejores amigas.
Mayo me susurra que irán sucediendo pequeñas sorpresas todos los días y yo aprendí a escuchar a Mayo de una forma distinta a como antes lo hacía.
Mayo es bonito.

LIDIA FUENTES


 

Mayo siempre me recordó a las flores a Maria, seguramente porque tuve una infancia religiosa, en donde el 13 de Mayo ofrecíamos a la Virgen, en el patio de recreo, flores, para agradecer todo lo que teníamos, que era bien poco…sin contar la vida claro!

Con los años todo se torna distinto, y te das cuenta que Mayo es algo mas. Afortunadamente puedo contar muchos Mayos en mi haber.
El día que falleció mi hermana, era Mayo, el día que me casé era Mayo, el día que encontraron un nombre a mi enfermedad, era Mayo, el día que nació mi segunda hija… era Mayo!!
Así que en realidad para mi Mayo no es nada sino un nombre inventado por los romanos en honor a la diosa Maia que parece ser la diosa de la fertilidad, la castidad y la salud.
Yo pues bien, fértil fértil, lo que se dice fértil si lo fuí en Mayo, lo de la castidad pues no estoy segura, pero lo de la salud!!! Eso si que es un puntazo para la diosa Maia… pero quizá fue porque no le dedique un solo rezo, porque los míos iban a la Virgen claro!!!

ISABEL MAGDALENA


En las profundidades de mi mente mayo significa nunca gracias a una absurda asociación. El mes de mayo en francés se escribe Mai que en catalán significa nunca.
Ya se sabe que la mente es poderosa y esta estupidez podría arruinar todo mi trabajo y esfuerzo realizado en busca de un objetivo así que ¡dejemos lo que significa mayo para mi en las profundidades de mi mente!

SUSANA AZABAL


—¿Ma, yo cuándo sea «manor» puedo ser mozo?
—Mayor Dani, se dice mayor. Y sí, cuando seas mayor vas a poder hacer lo que quieras —dice la madre mientras acomoda unos cubiertos de plata.
—¿Mayor? —mira un segundo a su pelota— ¡Ufa! Falta mucho para eso… ¿Y vos ma haces lo que queres?
—Mayormente sí, no siempre. Viste cómo es tu papá…
—Mayordomo! —dice contento Dani sosteniendo su pelota como una fuente.
—¡Mayonesa! ¡Falta mayonesa! —se escucha desde la cocina, y Dani sin dejar caer su pelota sale corriendo a buscarla.

DAMI MADRINO


Mayo sin mamá…
Contarme, cómo te ha ido sin mamá?
Cómo se sobrevive sin ella? Que yo, aun la extraño!. Vamos a donde dejó su aroma, quizá ahí la encontremos, su última fragancia no me ha gustado, es de ausencia!!.
Las noches ya no les temo, quisiera me devoren, pues a mamá la durmió para siempre.
Como ignorarlo, por doquier está su felicidad, mientras este Mayo no sabe a ella, no suena a ella, no estaré con ella.
Un amor que nunca se supera, un amor que lo sabe todo, un amor que solo mamá conoce.

JOSUÉ GONZÁLEZ


¿Será que también decidiste ser feliz en mayo?
Decidiste ser feliz en febrero
y para empatar me robaste marzo.
Enredas las horas de unos días que parecen no tener fin…
Guardas mis ausencias en las arrugas de tus sábanas y para sernos sinceros preferimos vernos con la luz encendida, prendiendo la llama de algo que no sabemos si ya era luz o ahora brilla para ahuyentar al miedo…
Cuidas que la distancia de tus ojos a mi boca la acorte un beso, y que la inercia de mis manos haga el resto.
Y pensar que casi me lo pierdo…que casi te pierdo.
Menos mal que cerré los ojos y escuché al viento, porque quizá tu voz sea el viento, y solo tenía que dejarme llevar tirando mis argumentos al suelo.
Abril está por despedirse y yo te veo sonreír… ¿Será que también decidiste ser feliz en mayo?

ELIZABETH LUNA LÓPEZ CABALLERO


Mayo sin duda
Hay días que levanto ochenta años de la cama.
Los arrastro forzosamente hacia un trayecto en el que las horas no cambian .Ni las almas que lo rondan.La Luna se ha extinguido por el mismo borde lateral del cielo y los vientos han succionado su fuerza eólica del mismo océano que de no verse limitado por los continentes sería libre. Aquejo artrosis sentimental , colesterol intelectual y glicemia social. Pienso en emosucciones masivas que dejen mis lados blandos desprovistos de cargas entorpecedoras , en tratamiento existencialista rejuvenecedor, en Platón y en Krishna. Lo mismo me da ya que surtirán el mismo efecto nulo dentro de mis ondas cerebrales sin eco neuronal.
Sé entonces que va a nevar. El mundo entero se vera atrapado por un nuevo estado glacial nacido dentro de sus innumerables pantallas de última edición y alta tecnología. Habrá algún que otro apocalipsis por culpa de un ego demasiado privatizado y algún descubrimiento de sufrimiento ajeno que no acabará de conmover más allá de su diaria y limitada tirada. Habrá hambre de todo y sed de nada.Yo falleceré a petición razonable sostenible de forma repetida y ni así anularé el bucle que me devuelve a un estado humano deplorable. Será un día de diciembre cruel hasta para el ultimo cromosoma valido, naufrago de una cadena darwinista con aura de leyendas paradisíacas.
Hay años que acaban. Y días que no.
Hay noches que acuesto esperanzas de veinte años dentro de un cuerpo helado de ochenta y la media biológica me sorprende.
La Luna susurra sus experiencias milenarias a través de una ventana de doble cristal reforzado que me separa cómodamente de una renegada fuente de origen. Acaba atrapándome en esa gravedad universal que nos invoca abajo para protegernos de alcanzar agujeros de gusano sin punto de destino reconocidos . Ahogo mi egoísmo individualista entre mareas de reflejo creciente y me permito el lujo de onirizar plásticamente el entorno, creando una alternativa cuya finalidad es mantener un mínimo de cordura. Perdono, alegando debilidades genéticas, conductas arraigadas, códigos arcaicos implementados en cortezas superficiales, perdono después de todo y a pesar. Le hago caso a la Luna cuan Tales observando su roca de magnetita, pero de forma milagrosa los copos de nieve se convierten en flores de cerezo y los lirios pesadumbrosos mueren. Nace la musicalidad perfecta de unos átomos que por mucho que sublimen seguirán componiendo almas.
Sé entonces que quiero creer y creo saber por qué las renegadas potencias divinas me quieren después de todo y a pesar. Aparco la gnóstica, abrazo la esperanza y sonrío.
Decido que va a ser mayo sin duda.

DILDA  RAH


¿Y qué le importa al odio que sea Mayo?
(Un mes de silencio por las víctimas de homofobia en Siria)
Hay una puesta de sol
después de cada choque.
Hay tres cadáveres esparcidos contra
el suelo
como si fuesen cucarachas
cortadas a la mitad.
Mayo.
¿Qué importa que sea mayo?
Aquí sale el sol,
allí se inunda de sangre.
Rabia,
rabia,
rabia y odio.
Y luego está el miedo.
Huesos chocando contra el suelo,
cerebros estrujados contra el asfalto.
Vértigo,
millonadas de aire
que chocan contra su frente
en el último momento.
Se oyen voces.
Abucheos,
plácidos ecos
de funestas satisfacciones.
«Maricones»
Y «Alá es grande»
Como si Alá creciese
cada vez
que se mata en su nombre.
Ellos no gritan,
ni siquiera emiten más sonido
que el silencio del pánico.
Ese entrecortado susurro
que a nadie encoje el corazón.
Mujeres que tienen tapada
hasta la compasión,
hombres que no tienen tapado
el ansia de matar.
Se oyen huesos
partiéndose en mil astillas
sin que a nadie se les clave en el alma.
¡Oh, señor!
y ten piedad del mundo…
Otro maricón al aire,
otro hombre matado en nombre de otro hombre
que se retuerce desde los cielos.
Ojos que se abren para fotografiar el momento,
concentraciones de morbo
frente a la barbarie.
Otro color de la bandera
que se muere
otro homosexual que grita
desde España
«Que alguien pare
esta masacre»,
y Abdesamán
o Mohamed,
o tú y yo,
o cualquiera
lanzado de espaldas
hacia el fin,
sin poder ver su propia muerte
ni rebelarse a favor del amor.
¡Que alguien llore
por su madre,
que siente vergüenza
de su hijo!
Maricones,
maricones,
Alá es grande.
Y los móviles
se elevan hacia el cielo,
para fotografiar a la parca
vestida de hombre.
¿No sentís un
rayo en el pecho de la conciencia
cada vez que presionáis
dos clavículas
para hacerlas desaparecer
bajo vuestros pies?
Me dan miedo las alturas,
pero más miedo me dan los ojos que miran
desde el infierno.
Mayo…llena el mundo de primavera,
Mayo… destapa los ojos a las víctimas,
Mayo… petrifica al odio,
Mayo… da fuerza al verdugo para curar su rabia,
Mayo… da valentía a quiénes van a desaparecer,
Mayo… ¿por qué Mayo no alcanza a todos?
Mayo…y yo en la playa con mi bañador nuevo,
mientras a mis espaldas,
lanzan de espaldas
a otros que jamás pisarán de nuevo la arena,
ni se bañarán de nuevo en el mar.
Mayo…sigue siendo el mes negro,
como todos,
desde que el mundo ha dejado de ser mundo.
¿Qué le importa al odio que sea mayo?

CARLOS COSTA


-Lo mismo me muero antes y mira, un invitado menos a la boda.
Se escuchan risas nerviosas en el salón.
Un año antes, habíamos encontrado su moto tirada cerca de casa, sin ninguna pista sobre él. Llamamos a hospitales, amigos y conocidos y al llamar a comisaría, allí estaba, en los calabozos, con la camisa de tirantes de debajo de la camisa, sin la chaqueta, ni la camisa ni la corbata, y los pantalones cagados hasta las trancas.
Todo un señor director de una importante empresa borracho, otra vez.
No llegaba nunca a tocar fondo ni a darse cuenta de que estaba enfermo.
Ni por ella, a la que amaba con locura, ni por sus hijos.
Fue su cuerpo, su cuerpo le tuvo que decir hasta aquí hemos llegado.
Un día, después de tomarse un gin tonic a las once de la mañana, empezó a encontrarse mal. Llevaba un tiempo que, ya con un primer trago, tenía que salir corriendo a vomitar, pero esta vez se asustó de verdad.
El diagnóstico estaba claro: cirrosis hepática. O dejas de beber o te mueres. Y necesitas un hígado nuevo.
Aquí empezó su nueva vida de, como él decía, hombre de setenta años encerrado en uno de cuarenta y tantos: nada de sal, mil pastillas al día, revisiones médicas cada quince días…
Ella feliz de tenerlo en casa, feliz de que por fin, hubiera tomado las riendas de su vida.
Ella feliz, haciéndole comidas sin sal, no dejándole cargar peso, acompañándole al médico, sin poder viajar siquiera a la casa de la playa a hora y media por si surgía una donación, feliz de no poder hacer el amor con él, feliz de tenerlo a su lado..
Él cada vez más delgado, más consumido, más amarillo, con un hedor característico, más callado, más esquelético, más amarillo, más callado, más, más, más…
-Ya está en la lista preferente de trasplantes.
Mostraba ella orgullosa el papel, como si de las maravillosas notas de sus hijos se tratara.
Esa tarde tomábamos café en su casa mientras les mostrábamos los preparativos de la boda. Quizás era la crónica de una muerte anunciada. Si fue así, nunca fuimos conscientes de ello, eso o que ella nos contagió de su optimismo eterno y nos reclutó como rehenes para su cuento de hadas, el sueño de una noche de verano.
Todo fue muy rápido.
Una tarde se sintió mal y tuvo ganas de vomitar. Se acordó de sus noches de borracheras, era la misma puta situación que hacía vivido tiempo atrás. Se levantó y fue al baño. Y la vida se le iba por la boca en forma de coágulos de sangre.
Ella estaba en la cocina preparándole su plato preferido, celebraban aniversario de boda sin sal.
Con el delantal puesto se fueron a urgencias. Fue la última vez que estuvo consciente.
Ahora sí, era el momento de trasplantar.
Uy, ahora ya no, no se le puede meter en un quirófano así.
Hay que joderse, para trasplantarte un órgano tienes que estar lo suficientemente mal para que lo necesites pero no tan jodido como para no poder hacerlo. Es lo que hay.
Coma inducido. Pasaron ¿quince años?¿cinco años?¿tres años?
No, fueron quince días. Solo quince. Los más largos de nuestras vidas.
Ella paseaba por la uci contenta, se arreglaba para él, lo veía cada día más «repuestito». En su ensoñación diaria, a pie de su cama, nadie éramos capaz de decirle que cada minuto estaba más amarillo, más maloliente, más hinchado, menos vivo…
Era el amor de su vida. Lo conoció con diecisiete años sentada en la terraza de la cafetería de barcas cuando él hacía la mili allí, siendo de Barcelona. Fue amor a primera vista. Se enamoraron como los dos chiquillos que eran y en menos de un año, estaban casados y viviendo en Barcelona. Ella estaba allí sola como una perra, con una familia política que no la quería, pero todo le sobraba si estaba al lado de él. Sobrevivieron a eso y al atentado del hipercor de eta.
Cuando iban a dormir, ella le decía «si alguna vez consigues que tu empresa se expanda y podemos vivir en mi tierra, quiero que aparezcas por la puerta con un sombrero cordobés».
Una tarde de octubre de 1992, aparecía por el piso del barrio de San Andreu con su sombrero.
Y el 22 de mayo de 2009 moría en la ciudad de su amor, de su poderosa empresa, de la cuidad que lo vio beberse hasta las estrellas.
Quizás todo el puzzle estaba estratégicamente diseñado para que ella no pasara ese dolor sola en la otra punta del país. Quizás si no se hubiera extendido su empresa, ahora estarían viajando a Marrakech, como cada primavera. Quizás, quizás, quizás…
Nunca vi unos ojos tan tristes en mi vida.
….matómelo una cirrosis…
Dele Dios mal galardón…

MISS SUNSHINE


Las flores sólo huelen en mayo

Siempre que oigo la palabra mayo, pienso en mi niñez, en la escuela de monjas a la que iba.
Donde nos enseñaban que mayo era el mes de María, el mes de las flores, y sobretodo el mes del día de la madre.
Recuerdo con cariño las manualidades que hacíamos para nuestras madres. Detalles que únicamente por ser hechos por nosotros, ya era suficiente para ellas. Y el infinito cariño que por su parte recibíamos cuando se lo dábamos. Alegría la nuestra al entregárselos.
Hoy, a la vez que pienso en mi madre, también recuerdo a mi padre, que ya no está. Él también tenía su día. Y su mes. Pero me lo arrebataron, y esto me reconcome por dentro, aunque para mí siempre estará presente.
Mayo ahora es el precedente al verano, més de incertidumbre a la hora de vestir. Empezamos a quitarnos ropa, cambiamos de armario. Me hace siempre mucha gracia esta expresión, porque yo solo tengo dos armarios en mi habitación: uno para invierno y otro para verano. No hay espacio para las medias tintas.
Volviendo a…..los padres y su día, o mes.
Cualquier día del año es bueno para abrazar a una madre o un padre. Nunca sabes cuando los vas a perder.
Mayo refuerza los días con luz y fuego. Más horas de sol, más horas de alegría, pero más horas de dolor también. Aunque por otra parte, y hay que ser positivos, más horas de vida. Vida que vale la pena vivir.

LA XICUELA DE CORRIOL BENLLOCH


Allá por los años noventa, quedé con Sonia para ver el concierto de Miguel Bosé en Las Ventas. Había comprado las entradas y le hacía mucho ilusión ver nuestro primer espectáculo juntos. Por supuesto, le había mentido sobre mis preferencias musicales. Un mes atrás, había visto el espectacular concierto de Metallica. Lo importante, era estar con ella.
Me pasé por la tienda de turno y cogí el último cd de Bosé, llamado Bajo el signo de Caín, con el riesgo de que ella lo tuviera, que era lo más probable. Pero no quería ir con las manos vacías. Antes de que la chica lo envolviera para regalo, me atreví con una cita inesperada en su interior. Miré los títulos de las canciones y encontré que había una canción llamada Mayo, y como era mayo, pues me encajó, así de simple…Se me ocurrió un refrán que mi madre grabó siempre en mi memoria: «Aparte de otras cosas, en abril lilas y en mayo rosas». Al fin y al cabo, era lo que esperaba, otras cosas…
Años después, recuerdo que fue uno de los mejores mayos de mi vida, que lo mejor del concierto fue ella, y que, por supuesto, me comí el cd…

CARLOS TABOADA


AYUDAME
-¡Noelia!, ¡date prisa y cierra de una vez la maleta!, ¡venga cariño, que siempre estás igual!
-¡ya voy!, ¡ya estoy acabando!, dame un momento, que termine de maquillarme, cierro el neceser, lo meto en la maleta, y nos vamos…
-¡jolín, cariño!, que nos vamos de viaje, no al teatro.
Noelia, termina, introduce el neceser en la maleta, y la lleva a la puerta.
-¡ves!, tampoco era para tanto, pesado, – me dijo, dándome un beso-.
-Yá, pero sabes que no me gusta pillar atasco-la respondí, dándole un beso-, además, quiero llegar cuanto antes, la casa del pueblo, está cerrada hace años, y habrá que darla un buen repaso en cuanto lleguemos-le dije-
-¡va a ser un puente de Mayo estupendo, cinco días, para nosotros solos!, ¡que ganas tenia de que llegara el Viernes! –Recuerdo que me decía, con un gesto de ilusión en el rostro, y los ojos iluminados-
Nos montamos en el coche, una vez lo hube terminado de cargar, y cogimos la carretera en dirección al pueblo, no era un viaje muy largo, hora y poco, si parábamos a mitad de camino, para tomar algo, y si el tráfico nos respetaba.
-Hacía años que no íbamos al pueblo… seis, quizá ocho, a ver que recuerde cuando murió el abuelo…-pensaba en voz alta, mientras, a lo lejos, se divisiva, aún lejana, la imagen del pueblo, escoltado por enormes farallones, y abrigado por frondosos bosques de roble centenario-
-Ocho, cariño, ocho años, hace ya que tu abuelo falleció, ¿no te acuerdas?,- recuerdo que me dijo, Noelia, dando respuesta a mis pensamientos-, mira, ya estamos casi llegando, Valdecabras, a ocho kilómetros.
Valdecabras, era el típico pueblo chico, de montaña, antaño, formado por cuatro refugios de cabreros, haya por el siglo xv, y que poco a poco, fue creciendo, cuando construyeron un caserón para el marques que gobernaba la zona, en el que pasaba largas temporadas estivales, ya bien por la bonicidad del clima, ya por la abundancia de la caza. La ermita, ampliada con el paso de los años en iglesia, con una extraña mezcla de barroco tardío y escaso en adornos, de neoclasicismo por allá, y hasta de estilo modernista de principios del siglo xx, todo ello, gracias a las aportaciones poco afortunadas de los diferentes marqueses que pasaban por el pueblo, que querían granjearse la gracia de Dios, y del cura que hubiera en el momento, creando un
edificio, extraño por fuera, que no había por dónde cogerlo, y frio y austero por dentro.
La casa del abuelo, era la típica casona centenaria, que construyo el abuelo del abuelo, que iba aumentando de tamaño, según iban aumentando los dineros, y los hijos, ya que, el abuelo de mi abuelo, era un indiano, que hizo fortuna con una mina de plata en el Potosí, que volvió para pasar sus últimos años, en el lugar que le vio nacer.
Ahora, la casona, permanecía solitaria, con las ventanas dormidas, solitaria, como un monumento pétreo, con el maquillaje de la fachada corrido, con tantas malas hierbas que habían tomado el lugar, como años tenía.
El coche, lo deje enfrente de la puerta, y una mezcla de olores de campo, y de tiempo acumulado, vinieron a recibirnos, en cuanto bajamos, y abrimos el maletero para sacar las maletas.
Me detuve un momento, ante la puerta, antes de abrirla, tome aire, y cerré los ojos, pues estaba a punto de abrir la puerta de un pasado no tan lejano, que me hacía ilusión recordar, y a la vez me dolía, por la familia que ya no estaba.
-¿Cómo crees que estará? –Me dijo Noelia, antes de introducir la llave en la cerradura-
-Hombre, antes de ayer, llame a Isidra, la amiga de mi madre para que, por lo menos, ventilara la casa, y quitara las telarañas, por el asco que sé que te dan-le respondí-
-Gracias, cariño.
En cuanto abrí la puerta, una bocana de aire fresco, salió a recibirnos, las ventanas de la parte de atrás, estaban abiertas, y la casa, limpia y resplandeciente. La amiga de mi madre, era más que evidente, se había excedido en el encargo, y segurísimo, que con la ayuda de sus cinco chicas, habían dejado la casa impecable.
-¡cariño!, ¡mira la casa!, ¡es increíble!, la amiga de tu madre, se ha excedido –me dijo Noelia, con cara de asombro, observando el resultado de tamaña limpieza- y mira, -dijo, señalando una nota encima de la mesa-
En la nota, que cogí inmediatamente, me decía, que en la nevera, habían metido comida, y que nos pasáramos en cuanto nos instalásemos en la casa.
-Bueno, subamos las maletas, y relajémonos, ¿no crees, cariño?- le dije a Noelia, dándole un abrazo y un beso-
– sí, cariño, pero si no te importa, déjame estar un poco aquí afuera, ¡se esta tan a gusto con este sol de Mayo!
-bueeno, mientras descansas, subo las maletas, y me doy una ducha.
Subí las escaleras, que me recibieron quejumbrosas, y deje las maletas encima de la cama de matrimonio, donde íbamos a dormir, saque la ropa, y con cuidado, la introduje en el armario, que olía a naftalina que tiraba hacia atrás. Cogí una toalla, y me fui derecho al baño, abrí el agua caliente, y baje a la cocina, corriendo, para ver si la caldera funcionaba bien, después de tantos años, y todo iba perfectamente, subí corriendo otra vez, me desnudé, y recibí con agrado el agua tibia que recorría mi cuerpo. De repente, noté en el agua, un cierto olor acre, de hojas en descomposición, y a tierra mojada, cenagosa, y algo que raspaba mi piel, me aclaré los ojos, y vi con espanto, que el agua, caía marrón oscuro, estaba terrosa, y de la alcachofa de la ducha, caían minúsculas partículas oscuras, y por el desagüe, corrían abundantes hilillos de algo que parecía sangre, por el color, y porque eran como viscosos. ¡Dios mío!-pensé-, he olvidado dejar correr más el agua, claro, después de tantos años…
Afortunadamente, el agua volvió a clarecerse, y pude de nuevo, volver a ducharme.
Mientras me secaba, me mire en el espejo…y una cara triste, de una mujer joven, en descomposición, con las mejillas hundidas y escarlatas, el pelo negro, lacio y sucio, y los ojos, hundidos en sombra, me observaba desde el otro lado, el espejo se empaño, y poco a poco, como si lo escribiera con el dedo, iba apareciendo la palabra….!!ayúdame!!
Aterrorizado, me frote los ojos, mire hacia atrás…!nadie, no había nadie!, baje corriendo las escaleras, con la toalla enrollada, y gritando como un poseso, llame a Noelia:
¡Noelia!,!Noelia!.
Noelia, al verme en tal estado, se sobresaltó, y me abrazó, preguntándome nerviosamente que es lo que me estaba pasando, y alterado, como pude, le conte lo que me había pasado:
-¡el baño!, ¡me estaba duchando!, ¡la sangre!, ¡ la mujer!
Como Noelia, no acertaba a entenderme, subió conmigo, al servicio…!y nada!, no había nada, un servicio vacío, donde solo se notaba que me había duchado, nada más.
-¡te lo juro por Dios!, ¡Noelia!, estaba ahí, detrás en el espejo, y ha escrito no sé qué de ayúdame, o algo así.
-Anda, no seas tonto…¿no será un truco para, aprovechar que estas desnudito, y limpito para… -se puso melosa con migo, y besándome sensualmente, hizo olvidarme por el momento, el mal trago pasado, tal vez, tuviera razón, y hubiera sido una mala pasada por el cansancio acumulado-, anda, ven, tonto, vamos a la habitación…
Ella, se quitó la ropa y me dijo,…:
-Anda, vuelve al servicio, en el neceser tengo unos globitos especiales para jugar..-me dijo, mirándome pícaramente-
Al salir de la habitación, no pude que menos que dar un alarido contenido, a lo largo del pasillo, unas huellas desnudas, mojadas, dejando un rastro de barro ensangrentado, se iban a perder al fondo, junto a una ventana. Noelia, vino hacia mí, y me preguntó qué es lo que me pasaba.
-¡¿no lo estás viendo’?!, ¡las huellas del pasillo!
-¿qué huellas?, solo veo tus huellas, de haber salido del baño, nada más.
_!¿pero no ves el barro, la sangre?, -le respondí, alterado, casi enfadado-
-Anda, cariño. –Respondió Noelia, enfadada-, vistámonos, y vamos a comer.
La verdad, estaba aturdido, confundido, y no sabía que pensar, ni hacer. Baje al comedor, y me senté, para comer. Tenía delante, un plato humeante de sopa de letras, y avergonzado, le dije a Noelia:
-perdóname, cariño, no sé qué me pasa, será el estrés, el cansancio,..
-anda, tonto, -me respondió ella-, no tiene importancia, come, y después no echamos la siesta, -me dijo, guiñándome un ojo-
Cuando metí la cuchara en el plato, descubro, con pánico, como las letras de la sopa, se van juntado por si solas, formando una sola palabra, repetida muchas veces en el plato: ayúdame, ayúdame, ayúdame, ayúdame.
Aterrado, reculo con un ruido estridente al arrastrar la silla, y miro el plato, Noelia, alarmada, me dice:
-¡cariño!,¿ qué te pasa ahora?
-¡¿no lo ves?!!La sopa!, por todo el plato, ¡la misma palabra!, ¡ayúdame! ¡Ayúdame!
-¡yo no veo nada!- dice Noelia, verdaderamente enfadada,-.
Se levanta de la mesa, y me dice muy seria:
-mira, yo no sé si esto será una broma o nó, pero, si esto va a seguir así, mejor nos vamos de vuelta a casa..
-lo, lo siento, cariño, perdona –La abracé, y parece que la cosa se quedó ahí-
Después de comer, me senté en el sofá, junto a Noelia para ver la tele, y relajarme, para ver si era capaz de olvidarme de los últimos acontecimientos. Empezaba a quedarme dormido, cuando, el tañido de la campana de la iglesia, tocaba lastimeramente a muerto…
-Noelia, ¿no lo oyes?, habrá muerto alguien del pueblo,
-¿de qué me estás hablando?, toca a gloria, hay que ir a la misa de las cinco, hoy es el día de la Virgen, ¡así, que levanta el culo!, y vamos a misa, así, te despejaras un poco.
-Sí, sí, claro, yo nunca he sabido diferenciar esto de las campanas –le respondí, para que no se diera cuenta de lo que realmente escuchaba, era a muerto, no a gloria-
Camino de la iglesia, nos fuimos cruzando con la gente del pueblo, que también acudía a la misa, un abrazo por aquí, un beso por allá, nada del otro mundo. Ya dentro de la iglesia, intenté abstraerme de todo lo que me estaba pasando desde que llegamos por la mañana, y me dediqué a observar la talla de la virgen, era hermosa, su cara, límpida, lisa, de porcelana, me miraba con una tristeza inmensurable, y sus facciones, se iban trastocando más obscuras, y su rostro se iba hundiendo, creando un rostro más demacrado. Me miraba fijamente, y yo no podía quitar la mirada, pues me hablaba, casi en susurro, y me decía:
-ayúdame, ayúdame
Nervioso, le dije a Noelia:
-cariño, me tengo que ir a casa, me encuentro mal
Ella, me puso la mano en la frente, y me dijo:
-Sí, cariño, estás muy pálido, y creo que tienes fiebre, anda, vete a casa, y vete a la cama.
Al salir de la iglesia, en mitad de la misa, noté como toda la gente me miraba, con gesto de desaprobación, pero a mí, todo eso, me daba igual, quería salir de allí, a toda costa, a ver si dando una vuelta por el pueblo, me despejaba, y ordenaba u poco las ideas. Menudo comienzo de puente de Mayo.
No sé el tiempo que estuve dando vueltas, pero al llegar a casa, subí a la habitación, para echarme un rato en la cama, cuando, advertí, que Noelia, había regresado, y la encontré, sentada en la ventana del fondo del pasillo, con las piernas hacia afuera. Aterrorizado, corrí hacia ella, y la grité:-¡Noelia!, ¡nó!,
Giró la cabeza, y el mismo rostro cadavérico que había visto antes, me dijo:
-¡ayúdame!
El resto, es historia, no me dio tiempo a pararme, caí por la ventana, y fui a parar a una pequeña verja con pinchos de forja en cada una de las barras que la formaban.
Por lo que pude escuchar a los guardias civiles que fueron a levantar mi cadáver, mi muerte, fue igual que una hermana de mi abuelo, esquizofrénica, de la que nunca tuve noticias, la pobre, se creía que la casa, se incendiaba cada dos por tres, y como siempre está encerrada, pedía ayuda a gritos.
Un mal día, se escapó de la habitación, y se lanzó por la ventana, muriendo en la misma verja en la que yo me he muerto.
Ahora, soy yo el que mira por el otro lado del espejo, observando a mi compungida y dolorida esposa, intentando que me escuche, para que me saque de donde estoy, en un sitio frio, lleno de sombras, y le escribo, inútilmente en el espejo:
AYUDAME.
FIN

LARGA NOCHE


Bofetadas de mayo
El día que os pillé juntos, cualquiera pudiera haberme dado una bofetada y no sentir nada. Incluso ni moverme un sólo milímetro. Quedé petrificada porque tus acciones cotidianas no me demostraban nada extraño. Al menos, yo nunca lo detecté.
Tu beso antes de salir de casa, diciendo te quiero. Tus detalles cada día señalado para nosotros: San Valentín, San Jorge, el día que nos conocimos, el primer día que nos acostamos por primera vez. Por supuesto, el día que nos casamos, a escondidas, porque nuestras familias no se soportaban ( ni se soportan ahora ) aunque conseguimos unirlas después. El nacimiento de nuestros mellizos….Bien, siempre tenías un detalle preparado, aunque sólo fuera una tarjeta con unas pocas palabras.
Me quedé noqueada, con la boca abierta, y sin poder cerrarla. Con los ojos más abiertos que en toda mi vida. Ése día, 1 de mayo de 2009, os pillé en la cama. En mí cama. Y no fuiste capaz de articular palabra. Sólo me miraste con tus ojos de cachorro abandonado, que sabías podían siempre conmigo, y me deshacías por dentro.
Esta vez no lo conseguiste. Me deshiciste por dentro, y en sólo un par de minutos, destrozaste lo construido entre los dos, durante mucho tiempo. Tus hijos aún tienen esa imagen grabada, y tú caiste de ese pedestal. Mayo no existe ya en calendario de nuestras vidas. Tus hijos nunca te perdonarán por las formas. Que dejaras de quererme lo han entendido, pero que te burlaras de nosotros tres en nuestra propia casa nunca lo entenderán.
Mi vida continuó sin tí. Mis hijos me animaron a sobrevivir, porque vivía en un engaño, que me creía.
Y sí, sobreviví, pero nunca nadie más se ha quedado a dormir conmigo toda la noche. Podrán tener mi cuerpo, pero nunca tendrán mi alma, porque tú la destruiste.

NURIA BERGUEN


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8 comentarios en «Mayo»

  1. Felicitar felicito a tod@s, particularmente Dami Madrino por su juego de palabras llenas de humor : ) Miss Sunshine por retratar un personaje tan genuino ( imagino la típica señora de pueblo sentada delante de su casa : – ¡Ay hija! Si yo te contara) , Larga Noche por traer un argumento interesante . Pero Carlos Costa es fantástico y Suso casi perfecto . Esta vez el punto va a Carlos y una chistera de aplausos a Suso .

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