Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir sobre el tema “muñecas”. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 18 de junio! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, NO SE GANA NADA.
* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.
CORONADO SMITH
Iván se consideraba a sí mismo, un artista. Había estudiado a los mejores, y cogido de cada uno, una parte de su arte y las había sincretizado todas en una perfección sin parangón, nunca se había visto nada igual. Miro a su alrededor y se sintió totalmente satisfecho. Había usado la técnica Bandhi para atraerla, era infalible, nunca fallaba. Una vez en su poder la había aterrorizado con la técnica Bathory, para que su rostro reflejase el miedo perenne que quería darle a su obra. No la había hecho sufrir físicamente, porque lo consideraba de mentes mediocres y el era una mente superior. Una vez que la había aterrorizado, le había puesto una inyección paralizante para que conservase sus facciones intactas, para acto seguido drenar su cuerpo de sangre y extraer vísceras y demás órganos necesarios para la embalsamación, oficio que había aprendido de sus padres y que era la tradición familiar por incontables generaciones. Pero al contrario que sus padres, el había perfeccionado la técnica, con los adelantos que le ofrece la ciencia moderna y había rellenado los huecos con materiales imperecederos, que mantenían el aspecto que la persona había tenido justamente antes de morir. El siguiente paso, una vez que estuvo cosida, con la precisión de un cirujano plástico, fue maquillarla, no un maquillaje cualquiera de quita y pon, si no un maquillaje eterno. Había conseguido elaborar un maquillaje que una vez que penetraba en la piel, ya no se iba, era como una especie de tinte de tatuaje, pero solo había que aplicarla con pincel. Se puso manos a la obra, la cara era de un blanco roto, con los labios totalmente rojos carmesí, y los ojos verdes, naturales, con su rictus de terror, de los que brotaban unas lágrimas negras con ribetes rojos. ¡Sí! ¡Por fin! – exclamó-, he conseguido la muñeca perfecta, y no será la última…CONTINUARÁ
MARI CRUZ ESTEVAN APARICIO
Muñeca de trapo que llegaste a mí en forma de regalo en mis primeras horas de vida.
Muñeca de trapo sabedora de mis primeros llantos y, consuelo con tu encanto de calmar mis rabietas de niña sin sentido. Muñeca de trapo guapa como el sol que alumbra. Vestida de mil maneras, pues tu baúl está lleno de diseños creados por mi y en exclusiva pera ti.
Tu cabello de lana natural me permite hacerte cien peinados diferentes.
Tus ojos de filtro negro y tu boca apenas dibujada con aquel lápiz de rojo fuego que atrapa a todo aquel que te mira.
Tus mejillas sonrosadas provocan en la gente palabra a decir-cuál de las dos muñecas es más bonita.
Tus manitas amorosas al acaricierme, me hacen sentir que no estoy sola.
Tus orejas sobre todo la de la izquierda con esas dos pecas que te hacen única. Y si bajamos por esas piernas largas nos encontramos con esas botas que guardan los dedos de tus pies y no se sabe cuantas más casas.
-¡Ay! Mi muñeca del alma.
Nunca olvidaré aquel día yo cumplía ocho años y mi casa llena de gente por la gran fiesta que había en ella. Así pues subí a dormir a mi lujoso cuarto.
Más el malvado y amigo de mi padre conocedor de la casa a igual que el lobo buscaba saciar su apetito conmigo.
Pero ahí estabas tu mi muñeca de trapo. Primero le hiciste caer el suelo entremetiendote en sus pies.
Aquel ruido atroz hizo que los de abajo subiese corriendo a mi habitacion.
Por último te cogiste a su cuello mordiendo le con esos dientes de dracula los crueles nunca los vi en ti haciéndole salir de la casa a toda prisa..
Papas:nunca dejéis fuera de vuestros ojos a vuestras hijitas.
No todas las niñas del mundo tienen la suerte de tener una muñeca de trapo.
LORENA MARTÍ
Mi abuela tuvo una tienda de juguetes cuando era joven. Cuando cerró, se llevó todo el producto que no había vendido a su casa. Recuerdo especialmente unas muñecas de porcelana, con vestidos muy elegantes, sentadas en el sofá del salón. Mi abuela nos decía que las muñecas nos miraban, que movían los ojos cuando no nos dábamos cuenta.
Recuerdo también que, tiempo después, su mente empezó a degenerar acabando en demencia senil. Siempre me he preguntado si lo de las muñecas ya era el inicio de esta degradación mental o si ocurría realmente.
BENEDICTO PALACIOS
MUÑECAS Y ANTEBRAZOS
Tengo un sobrina de nueve años rubita, simpática, graciosa, un encanto, pero a la que no le gustan nada, nada las muñecas. Como no lo sabía, a punto estuve de regalarle una las navidades pasadas. Sus padres le pusieron el nombre de Nancy, y cuando me dijo que aborrecía las muñecas, imaginé que ya tenía bastante con llevar el nombre de una.
—Pero mi niña, tú eres más bonita que todas las nancys.
Poco la convencí. He podido verla después del confinamiento y no se ha reprimido de darme un abrazo. Los dos estamos contentos de volver a vernos.
Nancy vive con su madre divorciada y con el nuevo novio, Matías. Un señor muy atento que quiere mucho a la niña. Y para contentarla le regaló una muñeca.
Y este regalo fue lo primero que me enseñó: una muñeca despeluchada, con los vestidos rasgados y colgada cabeza abajo de la cuerda de la ropa.
—¿Cómo tratas así a la muñeca?
—Porque no me gustan los regalos de Matías. Yo quiero a mi padre.
—Lo entiendo y lo siento. ¿Podía regalarte una cadenita?
—Gracias. Eso sí me gusta.
Pero Nancy se quedó pensativa. Luego me preguntó si la cadena era para el cuello.
—Claro ¿por qué lo preguntas?
—Porque detesto una cadena en mi muñeca.
—Son cosas distintas. Tu muñeca forma parte del brazo.
—Lo sé, lo sé, pero es tienen el mismo nombre. Y es un fastidio.
—Podemos hacer un arreglo. Pediré una cadena para el antebrazo.
SERGIO SANTIAGO MONREAL
Dos. Una en cada mano.
Fin delfin Serafin.
Si las ejercitas bien se fortalece…
Aquel muñeco diabólico llamado Pastis había sumergido hace un par de días.
Pero faltaban muchos.
Corría el año 8765 D.C.
Aquellos muñecos se habían adueñado del mundo con sus dispositivos lunáticos.
Agrasajado XXI más conocido como el cuervo genocida esparcia las mismas tácticas que antaño…
Los vende humos se habían apoderado hasta del ganado.
Los maquillados escondianse en las montañas innertes.
Eran tiempos de algaradas, sonaban tambores y sus ecos se escuchaban a diestro y siniestro.
Mientras torres rompían por ese atroz sismo replicado una y otra vez…
Estar centrado era importante para poder cambiar de parecer si los argumentos eran cotejados coherentemente.
Sergio Santiago Monreal.
Derechos reservados.
LUNA MALULA
VALERIA MICHOU
Zapatos taco blanco y negro, prendidos con hebilla de hierro, en su caminar denotan cierta inseguridad de quien los lleva puestos.
La mirada asciende desde ellos, se desliza por las largas y sensuales piernas, rodea las caderas anchas, recorre la estrecha cintura, deambula por los pechos al descubierto, se deleita con la curvatura de su espalda, y se desilusiona al ver su cabeza partida en dos, sus sesos revueltos, su cara desfigurada, la mirada se transforma y se repugna ante aquel cuerpo desnudo, sin vida, colgado con cuerdas traslucidas, como un títere, un macabro juguete que baila, haciendo chocar sus zapatos taco contra el piso.
Apoya la cabeza en la almohada y mantiene sus ojos fijos al techo.
Acaricia su bello rostro con la yema de sus dedos, besa sus labios y arregla sus dorados cabellos.
Limpia con la camisa sucia la sangre que baña las sabanas y la alfombra junto a la cama.
Abre el cajón de su mesa de luz guardando el arma con el que acaba de aniquilar a su victima, toma la cabeza con los ojos aun fijos al techo y la coloca en el cuerpo que entre tantos otros ha elegido para ella.
Como si fuera otro de sus cuadros observa su obra manteniéndose expectante.
Toma un vestido de fiesta, vistiendo su cuerpo hasta entonces desnudo y luego con suavidad toma las manos de su mujer perfecta con las suyas y comienza a danzar.
Desde sus ojos, la mirada observa la fiesta de su amo, recorre en silencio la habitación de las partes, la sangre que llega hasta el techo del matadero, los cientos de cordones traslucidos, las manos pegadas en las paredes, los brazos y las piernas tirados en un rincón junto a la desordenada ropa, los torsos vigilantes desde debajo de la cama, los corazones en los frascos de la alacena y luego regresa para mirar el espectáculo que protagoniza desde el espejo.
JESÚS ARENAS
Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años, vivía en los mágicos bosques de Ordesa una anciana solitaria con fama de loca y de practicar la brujería.
Esta anciana era Manuela, conocida por los mayores habitantes de Torla como Manuela la del Saco.
Manuela, cuando era joven y hermosa se desposó con un soldado destinado en Jaca con el que tuvo seis hijas, todas ellas hembras. Al iniciarse la guerra, Antonio, que así se llamaba él, fuè enviado al frente a luchar contra las tropas enemigas del reino y Manuela estuvo esperando su regreso día tras día y noche tras noche durante años. A veces parecía ver su silueta entre las nieblas vespertinas, pero no, nunca lo volvió a tener entre sus brazos. Tal era su angustia y su dolor que cuentan que se volvió loca, loca de amargura.
Una mañana de abril, con la sartén en el fuego, creyó escuchar la voz de su marido. Salió corriendo a su encuentro pero tampoco lo vió, ni lo escuchó, solo eran los árboles movidos por el viento los que susurraban su nombre. Mientras tanto, el fuego se hizo con todo, con la sartén, con la casa y con sus hijas, avivando aún más su locura.
Desde entonces se dice que vaga por los bosques buscándolas, tejiendo muñecas malditas con trapos, ramas trenzadas de haya y pelo de corzo. Al caer la noche baja hasta los pueblos cercanos buscando niñas, embrujándolas con sus muñecas y haciéndolas desaparecer para siempre.
No se me olvidará jamás mi última vez en Torla, cuando al ocaso vi alejarse entre el hayedo a una anciana con un saco a la espalda.
Ese día fuè el último que vi a mi hija.
PAPALLONA LILA
Todas las mujeres nacemos con un número determinado de óvulos, es decir, cuando fuimos un feto ya teníamos todos los óvulos de nuestra vida fértil. Esto quiere decir que el óvulo del cuál me he formado estuvo en el útero de mi abuela materna.
Ante esto, no puedo dejar de imaginarnos cómo las muñecas matrioskas. Yo dentro de mi madre y ella dentro de mi abuela materna.
Finalizo mi reflexión con las sabias palabras de Carl Jung: “Cada hija contiene su madre en sí misma y cada hija a su madre, y cada mujer se extiende hacia atrás en su madre y hacia delante en su hija.”
DÉBORA FLOR
LA TESTIGO
La niña con el rostro empapado de lágrimas se aferraba a su único recuerdo.
El dia parecia que transcurrirá con la típica normalidad. A las 6 de la mañana Lucía ya se levantaba poniendo la pava al fuego. Entre sus manos el celular que revisaba recostada a la heladera, sonreía y se mordía los labios. Sintió que Miguel se levantó así que dejo el celular y continuó preparando las cosas para el mate y el desayuno de Olivia.
De viaje al jardín de Olivia, quien siempre estaba acompañada por su juguete favorito, una muñeca de trapo que su padre le regaló cuando dio sus primeros pasos, Miguel supo que ese dia no iba ser nada tipico.
Dejando la niña en el jardín,a
regañadientes porque no se quería despegar de su muñeca, volvió a la casa.
Recogió algunas herramientas que se olvido, nada muy singular y dejando la muñeca en la cocina se fue apresuradamente.
El incendio se produjo a las 11 y 30 de la mañana. Los vecinos del barrio estaban estupefactos ante semejante escena de destrucción.
La casa de los Fernández quedó envuelta en hollín y cenizas.
Solo unos pocos objetos quedaron a salvo, entre ello la muñeca de Olivia que su tía salvo y le entregó a la niña para darle la noticia.
Un poco deshilachada pero en manos de la niña, la muñeca resultó ser la única testigo de la desgracia de la familia fernadez. Mientras Olivia la sostenía con fuerzas sintió que algo extraño había en ella, del interior sacó un camara de filmacion diminuta que alguien había colocado ahí, se lo entregó a su tía quien revisando, encontró la verdad.
Durante la mañana de ese día Lucía recibió la visita de quien sería su amante. A las 11 se pudo grabar la voz de Miguel que entró a los gritos e insultos. Para las 11:15 ya no se escucho nada
Yo Elijo mi propio poema parte de la novela que estoy escribiendo
Muñeca hecha mujer.
Mi voto para: JESÚS ARENAS
voto por
Fresa Bosque
Voto por Alicia Gómez Menendez
Mi voto: Gastón Momeño
Mi voto es para Loly Moreno Barnes, por La muñeca rota.
Voto por Sa Jassó
Gracias!
Voto por Sa Jasso
Mi voto: SERGIO SANTIAGO MONREAL
Voto por Gastón Momeño
Voto por Sa Jasso
Mi voto va para SOLEDAD ROSA
Loly Moreno
Esta semana me han gustado muchos:
Félix Londoño
Albertina Galiano
Gabriela Motta
Papallona Illa
Felix
Mi voto para Luna Malula
Mi voto es para Albertina Galiano
Esta semana no voto.
Me han llegado muchos relatos al alma, pero, como la tengo vacía.
Voto a loly moreno
Jesús Arenas
Papallona Lila