Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «mi ciudad». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 31 de octubre! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
*Todos los relatos son originales y no han pasado procesos de corrección.
MARI CRUZ ESTEVAN APARICIO
Mi pueblo, fue la escuela donde aprendí lecciones de primavera, verano, otoño e invierno.
Mi pueblo, y sus pesonas, de siempre les he llevado en mi corazón…, pero como contar al mundo lo que una niña vive en su pueblo hasta que sale de él a la edad de 13 años.
Comenzaré diciendo que mi casa era el centro de mi bien estar.
Nací en la calle de Cerrito n.
300 metros más abajo, en ese punto de la calle, se alzaban las últimas casas, el resto edificado solo eran corrales, de los cuales a primera hora del día, el canto de los gallos se unían al ir y venir de los hombres que junto a su carro y macho se iban al monte a trabajar la tierra.
EN mi pueblo, salir a tomar la frasca, era la masa vecinal que formaba un corro de gente aquí, otro allá y así en todas las calles.
Por lo tanto salir a la fresca, era el motivo de conocer al otro de enfrente a ti y, como no a la inversa también a uno le conocen.
Pues cuando se habla un día y otro, el individuo/a al final se muestra tal es.
Mi pueblo y sus personas, tengo tanto que contar de ellos que podría. escribir un libro.
Libro que ninguna editorial se miraría ya que si no tienes nombre…
Para terminar vuelvo a las noches del verano de mi pueblo.
A mi, me encantaba coger el botijo e ir a la fuente de Reyal a llenarle de agua y, sabéis por qué, pues al pasar por cada corro de gente, me gustaba decir adiós a al oírle que me devolvían el saludo…, me sentía feliz.
Termino como comencé. Mi pueblo fue la escuela donde aprendí lecciones de primavera.
CORONADO SMITH
MARÍA RUBIO OCHOA
Montes llenos de riqueza, esperanza y silencio, entre el murmullo lejano. Sendas llenas de leyendas. Vientos que van hacía el cielo y el recuerdo de sus gentes que bailan en el firmamento y también en nuestro recuerdo. Otoño de melancolía, vientos que traen sinfonía. Praderas que tienen verde, brisas que van sin prisa. Miro al cielo con templanza, bailan las nubes su danza. Sabor a sementera, uvas, membrillo y castañas. En invierno llega la nieve.Primaveras florida y multicolor. Aire puro,arroyos cantarines, murmullo del río. Las vacas el el monte con absoluta tranquilidad. La niebla cuando baja vaporoso y sigilosa, los pájaros, las zarzas con las moras otoñales, avellanas, nueces, mazanos. Alisos, fresnos, chopos, robles,acebos, servales, salgueros…..Un pasado de leyendas, piedras que marcan caminos, calles que tienen sus signos, sitios que guardan silencios.
La bella tierra Omañesa bajo su cielo estrellado. Senra de Omaña León. Donde nací crecí y donde vuelvo cuando puedo.
Eso y mucho más es Omaña la tierra de mis sueños…….
Tierra legendaria desde los Celtas y luego los Romanos que de esta tierra sacaron oro. Y fueron pasando los años y de una economía de subsistencia cuando en mi niñez donde el trabajo y la sabiduría popular resumo en mis dos libros. Ahora los pueblos van quedando para el turismo y alguna ganadería pero siguen siendo una maravilla……
MARÍA ROSA ROLANDO
He vivido en varios lugares. Pero mí pueblo, Darregueira, es dónde vuelvo a cada ratito porque allí todavía me espera mi madre. Mi corazón.
😍Éste molino representó para mis hijos, el regreso a sus raíces.
Cada año verlo asomarse en el horizonte, les anunciaba que ese lugar al que ansiaban llegar para compartir juegos, alegrías y familia, estaba cerca. El auto se llenaba de risas y festejos.
Yo disfrutaba de esos momentos a los que alimenté año tras año para que lo sintieran así y quisieran regresar.
Ahora, que ya pasó el tiempo. Regreso cada tanto. Paso a su lado, lo veo imponente, rodeado de ese cielo azul celeste. Y aunque suene extraño para muchos, escucho que me pregunta por ellos.
Los recuerda, como también el patio de la abuela que se transformaba mágicamente en un circo, con payasos y malabaristas. La choza de cañas, hecha por el abuelo, que representaba el lugar de reunión para organizar aventuras.
Él me trae esos momentos y tantos otros, de nuestras vacaciones en Darregueira.
Mis ojos se llenan de lágrimas. Corro la cortina de la ventanilla del colectivo y lo observo, hasta que desaparece. Tomo mi libreta y las palabras comienzan a bailar…
VERÓNICA FERNÁNDEZ LISI
Lugar de diagonales y arboles de tilo
Epicentro de suspiros y bueyes perdidos
Cada siete cuadras, un parque, tardio
Intenta dar una alegria al gentio.
En su centro hay ferias los fines de semana
Se regatea y vende, sabados a la mañana
A la tarde venden artesanias
Y postres varios junto a baratijas
Como olvidar tu estacion en 71 y 17
Esos adoquines, esa escalera alegre
Que da paso a una estacion ya sin destino
Hoy día centro cultural lleno de brios
Tu Catedral ¡ ay madre, que suspiros!
Le robas a los propios y al gentio
Su majestuosidad me recuerda que soy humana
Una pequeña hormiga ante el vacio
¿Que decir de vos, La Plata?
¿Que ya no hayan dicho?
Ciudad de universidades,
luminarias, diagonales…..y tilos
GABRIELA MOTTA
Bella Unión
Estando aún en tus tierras,
esas que me vieron crecer,
no percibía cuan profundo
habías calado en mi ser.
Pero cuando te supe lejos,
ahí comencé a entender
que siempre estarías presente
en mi sangre,
en mi corazón
y en mi piel.
Tus calles tan llenas de historias,
tus días tan llenos de hiel.
El río de los pájaros pintados
que me hipnotiza con cada atardecer,
el Cuareim con su puente tan nuestro,
Los Pinos con su gente tan fiel.
Tu frontera tan llena de memorias,
que dividen y nos fusionan a la vez
haciéndonos diferentes y hermanos
unidos por un único interés.
En mi tierra
el español no es neutro,
eso no sabemos qué es
porque el Portuñol
es tan nuestro
que nos acostumbramos a él.
Hay quienes ni lo registran,
hay quienes lo niegan también,
y estamos el resto del pueblo
que lo hablamos
sin saber por qué.
Mi bella es muy pequeñita,
un pueblo que atraviesa mi ser,
un pueblo tan lleno de vida,
mi pueblo, el que me vio crecer.
Mi Bella tiene su idiosincrasia,
los de acá la sabemos comprender
aunque alimente nuestro narcisismo,
al ego lo disimulamos bien.
El verde de la caña de azúcar
resplandece haciéndonos entender
que somos gracias a ella,
planta bendita nunca dejes de crecer.
Agradecemos cada ceniza,
festejamos cada corte también.
El azúcar que endulza la vida,
es la que nos da de comer,
es nuestra identidad
es nuestro orgullo
fue nuestro renacer.
Un día tuve que marcharme,
pero de ti no me olvidé,
aún viven en mi memoria
tus olores, tu gente,
y el calor cruel.
Esas tardes de enero
donde la siesta te convierte en rehén,
de la sombra el agua y la calma,
de sentir de pensar y de ver.
Eres un recuerdo tan bello
que me une a mi niñez.
Serás eterna en mi memoria,
mi Bella Unión nunca te olvidaré.
ELSA TORRES
Un pequeño pueblo, lleno de costumbres ,tradiciones.
Dónde la vida se va tan lento , donde su gente están unida , que es como una gran familia.
Todos mis recuerdos de mi niñes ,son maravillosos dónde explora toda la naturaleza a su alrededor, donde los dos arroyos que se juntan al final del pueblo del cual surge su nombre «Dos Aguas»
Dónde al unirse se forma una linda cascada.
Mi lindo pueblo donde solo mirar al cielo y casi poder tocarlo, es maravilloso.
ROCÍO ROMERO GARCÍA
Madrid me mata.
Madrid me mata.
Hace un tiempo
que me veo
y no
me entiendo,
que me escucho
y no
me encuentro.
Me busco en todos
los rincones
donde alguna vez
me escondí,
en todas
las calles
donde alguna vez
fui persona
pero las huellas
se han borrado
y solo quedan
figuras sin rostro.
El cielo parece
mármol,
pero su figura reza
romperse y caer
en forma de hormigón.
Madrid me mata
cuando atardece,
el sol roba
los cuarenta grados
haciendo el odio
en las aceras
y los guarda
caprichosamente
en los whiskies
de medianoche,
cuando soñar dormido
no es una opción
y tumbarse
en el alma de la habitación
hace que el ruido
divague.
Somos coches que conducen
por carreteras que dan vueltas
sobre sí mismas
y no tienen un destino más concreto
que el conocido,
somos tachones
dibujados a contracorriente
sin alma ni propósito.
Somos ruido,
el silencio es sobrecogedor;
somos voces cuyos lemas
pierden significado,
cuerpos que buscan
perderse
en el laberinto.
Somos ingenuos
que pretenden cambiar
las pilas al reloj,
pensando que podremos
recuperar el tiempo
y los momentos
qué una vez perdimos.
Ya no somos
los mismos,
ya no soy
la misma,
no hay otra forma
de vivir.
Nos sumergimos
en duchas frías,
pues el hielo
paralizando nuestras venas
se asemeja a la paz
del mar y
el romper de sus olas,
al único lugar
donde el ruido cesa;
sonreírme,
sonreírle al
estremecimiento
que te hace despertar
de una realidad
de realidades.
Dejaremos que
la marea nos lleve
y nos cante lugares
de infancia,
que retrate sonidos
extraordinarios
y sordos
para aquellos
que son una línea
continua;
solo las nubes
conocen la forma
de mi cabeza.
Hace un tiempo
que miro a los espejos
y se rompen
sin sombras
ni ánimas que enjaular,
Madrid me mata.
Aunque, a veces,
vivir también.
ALBERTINA GALIANO
Mi pueblo huele a mi infancia,
tal como la de cualquiera,
intoxicada de coches
y de inmundas papeleras.
De cagarrutas de perro,
y en el metro mil carreras.
Tocamientos indecentes.
Vagabundos en la acera.
Vomitonas en la noche
y al abrir de la alborada.
Mil miradas a hurtadillas
de niñas enamoradas.
De cretinos de autobús
afanados en lo ajeno,
y pasajeros atentos
que los increpan de lejos.
De veraneos de otros
a pueblos en lontananza,
y novios desconocidos
que se quedan en la playa.
De deambular sin destino
en secas tardes de agosto,
abrasadores caminos,
de El Paseo hasta El Congosto.
De abarrotadas piscinas,
transistores y macarras,
traicioneras ahogadillas,
y eternos juegos de cartas.
De parques enmoquetados
con pipas descascaradas.
De fumetas de billares
que llegarán a drogatas.
De kermeses de verano
y Días de la Tortilla.
De gente desarraigada,
de brasero y de camilla.
Mi pueblo huele a pelea
por salir de la miseria,
a olvido de la nobleza,
a catequesis y ofensa.
A cruda lucha de clases,
a niños que buscan gresca,
como quien busca a una madre,
por las calles de Vallecas.
Discúlpenme los lectores,
hoy no me sale la fiesta,
sólo turbios nubarrones;
será por lo que se acerca.
TALI ROSU
Cuando un lago se pinta de blanco
Después de tres horas de caminata, ella llegó acalorada al lago en el que no podía zambullirse. El agua no tenía hielo pero no hacía falta que lo tuviera, estaba tan congelada como su propio corazón.
Ella había sufrido tantas pérdidas en la vida, que le aterraba la idea de abrirle las puertas de su alma a cualquier persona que pudiera desaparecer en algún momento dado. Estaba tan cansada de despedidas que solo encontraba la paz en la soledad de esas montañas nevadas que se reflejaban en el agua. Agua que pronto se pintaría de blanco y que formaría esa capa de hielo en la que le gustaría saltar, producir una fisura y ser tragada hacia las profundidades hasta la siguiente primavera.
Ahí la encontré yo, pensativa mirando al fondo. Y compartí su dolor a mi manera, después de todo yo también subía tan alto para hablar con mi soledad.
Hacía tiempo que yo tenía miedo, me aterraba la idea de que el calendario siguiera transcurriendo y de que mis padres, viviendo en aquel lugar lejano en el que pasé una buena infancia, tarde o temprano se enfrentaran con el tiempo que iba pasando de forma inexorable. Subía siempre a suplicarle a la tierra que los mantuviera vivos el mayor tiempo posible. Sentía rabia conmigo misma por haberme ido tan lejos, sentía pena por la ausencia de experiencias a su lado desde hacía ya tanto tiempo. Pero no podía volver.
Dicen los del pueblo que yo no soy de aquí, nunca lo seré porque no me vio nacer. Pero no soy de aquel otro al que no sé cómo volver. Ni de todos los lugares a los que, tal vez, iré.
Soy del lugar en el que mi corazón respira paz, en el que hay un magnetismo que me invita a quedarme y a sentirme dichosa por cada amanecer. Por eso, lo siento por contradecir a los lugareños, pero soy de estas montañas aunque sea en este momento.
Ahora subo acompañada a disfrutar de la tierra y sigo suplicándole a la vida que se aferre a quienes quiero. La mujer que me acompaña hace lo mismo porque su corazón se ha ido templando y ha aprendido a volver a amar.
Juntas, solo podemos tumbarnos en la hierba y en silencio dar las gracias, no podemos hacer más.
OMAR ALBOR
En el universo
de papel existe
un lugar donde
es perfecto caer
cómo si la luna
creciera hacia abajo
De autor de mil
historias, cierran los
bares porque el día
nace, y en ellos se esconde
la historia sin fin.
Hoy podría ser la última
Hoy tendría que ser la más bella
En mi ciudad
el mendigo es médico
del alma
Anochece y nace un nuevo estribillo
que sale a rodar
Las luces se prenden y en tus ojos
hay brillos, de un nuevo retrato
que dibuja ese aquel pintor
que pinta la luna y el sol
Que pinta al amor gritar
En mi ciudad todo es perfecto
Hasta la muerte sigue su paso normal
A quien vinieron a buscar hoy quien tiene
que partir mañana
Hoy pensaba en mañana y quizás mañana sea hoy.
Mi voto, Albertina Galiano. Me encantó!!!!
Mi voto es para ROCÍO ROMERO GARCÍA
Tali Rosu y Albertina Galiano
Coronado Smith y Albertina Galiano
Mi voto para: ROCÍO ROMERO GARCÍA. Enhorabuena Rocío. Has retratado Madrid de tal forma que no queda más remedio que el de verse reflejada. Saludos!
Albertina
Omar Albor
Tali Rosu
Verónica Fernández Lisi
Mi voto va para Albertina Galeano y Rocío Romero.
Rocío Romero