Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos cargados de localismos. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 10 de octubre! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
*Todos los relatos son originales y no han pasado procesos de corrección.
MARÍA ROSA ROLANDO
Mala Leche
Después de una noche de gira, el chabón, se metió al sobre, Estaba fusilado.
Pero la imágen de la minita, que conoció en el boliche, no lo dejaba torrar tranquilo.
Lo había flasheado. Es, que estaba más buena que comer pollo con la mano!!
Ni bien la marcó, fué y le tiró los galgos, la encaró de una, era un sarpado. Pero, a pesar de estar afilado en el chamuyo, ni bola le dió, la muy ortiva. Justo a él!!! que era el banana del grupo, el que la rompía cada finde. Estaba para atrás.
No quería darse manija, Pero hasta el más Gil, esa noche había levantado.
Él, que siempre jugaba en primera, sintió que le habían cortaron las piernas como al Diego.
PATRICIA NÚÑEZ CANO
Hoy las casas están cerradas y los vecinos ya se han ido, pero el olor del Segura baña toda la orilla y me hace recordar mi niñez.
JK Rolling dijo, que nadie se va si alguien le recuerda y al menos yo llevaré a los vecinos y a Blanca siempre conmigo.
Es extraño como el pasar del tiempo me ha cambiado. He crecido, he madurado y sobre todo he envejecido desde que me fui lejos de la tierra que me vio nacer. Pero hay cosas que no se olvidan, aunque llevemos tiempo desacostumbrados a ellas.
Acho, recuerdo a la Amparico, la dueña de la panadería de al lao’ de la Iglesia. Era una sopera de manual, manejaba todoh loh cotilleoh del pueblo sin dehpeinarse, y cuánto me guhtaban suh chicleh que cambiaban de color la garlopa. Allí, pasábamoh horah todoh loh zagalicoh del pueblo, gahtándonoh loh pocoh duroh que caían en nuehtrah manoh.
Eran díah de sol y calorcico, o al menoh así lo quiere recordáh mi mente, que trae todoh esoh recuerdoh con una pátina de color sepia, como si de una fotografía se tratara.
Ehtaba también Antoñico, quién regentaba una tienda de todo a cien. Cuando entrabah, teníah la ilusión de que todo fuera a veinte duroh, pero aquella era solo una ilusión de niño. Allí me compré mi primer tamagochi con forma de huevo dorao’, pero no uno falso, sino uno de verdad pijo. Vaya, ¡quinientah pesetah me cohtó la broma!
La casa de mi abuela ehtaba en la calle de la Madalena -lo sé porque aún ehtando mocica, me guhtaba paseáh por la calle Carabel-, allí jugaba mientrah olíamoh loh paneh recién hechoh de la Amaparico. Me quiere parecéh que loh oliera ahora mihmo.
Lah tardeh dehpuéh del colegio, íbamoh a la plaza de lah tinajah todoh loh zanguangoh sin na’ que hacer. Allí peleabamoh jugando al ehcondite durante horah. Yo siempre hacía trampah, he de reconocéh. Cuando gritaba ‘¡por mí y por todoh mih compañeroh!’, todoh salían y noh pegábamosh una panzá’ a reír.
Cuando llovía noh guhtaba saltáh en loh charcoh, dehtrozando loh bamboh en el proceso. Noh caían unah guantáh de nuestrah madreh, y arreando.
No éramoh conhcienteh de la suerte que teníamoh de vivir en un lugar tan bonico y tranquilo.
El verano era lo mejor. El río bajaba lleno y frío como suh muertoh. Había que séh un valiente o un inconhciente pa’ capuzarse de golpe. Luego, ehmalláo a nadáh, te acercabah al chiringuito a tomáh algo frehco, aunque si ese día servía el desaborío de Damián, te tocaba regogéh lah mesah obligáo y lah pataticah reveníah.
Lah verbenah eran el momento de reunión, todoh emperifollaicoh y bailando lah cancioneh de lah orquehtah. Pero lo que a mí me guhtaba, era montarme a cohcoletah de mi hermano y ver cómo a mi madre le entraba la pesaombre. Ni qué decir tiene, el fuhte de gahtarte unas perrah en el kiosko de la Mari.
Desde luego que la memoria hace maravillas al recordar. Tanto, que mi voz mental tiene el acento blanqueño que creía haber perdido durante estos años. Aunque reconozco que prefiero saber que sigue ahí, dejando ver mis orígenes.
Ahora Blanca es un esqueleto de lo que fue, lamento tanto en lo que se ha convertido que ahora cualquier fotografía hace que me emocione. Pero siempre tendré mi acento acompañándome de dónde soy, de donde fui, con orgullo.
Posdata: de paso, os dejo unas fotos del lugar, mi residencia de siempre y de ahora, haciendo campaña turística de Blanca.
No tengo ningún inconveniente en responder cualquier duda sobre los localismos o sobre el acento usado.
MÓNICA MÉNDEZ PAZ
Recuerdo cuando aún vivía en mi finca, me encantaba el amplio rellano y la claraboya con medio ajardinao donde los xiquets jubaban en esos días plujosos, huyendo de terminar chopaos.
Me gustaba subir al terrao con el balde, en pantaloneta y cholas, para tender las sábanas, se secaban en cinco minutos ni chica fogalera, tenía que poner bien de trabas en la liña para que no se volaran y no permanecer mucho tiempo y terminar torrá.
Para el almuerzo quedé con una moza muy majica, para la picaeta, unas olivas, un bikini de jamón y queso, unas birras, vamos un piskolabis de lo más ameno. Me dio un poco de latxa cuando pedí un trozo de sacher, soy muy laminera y acabé entriparrá tras darle un buche a un vaso con agua natural.
Después de potear en el bochinche me despedí de mi amiga para ir a comprar al super, unas batxoquetas, bubangos, carlota, pebrera, chirivia, pencas, entre otras que me faltaban para hacer un puchero, que tenía txirrinta, menudo chadrío de no haber tenido los ingredientes, ayer se me fue el baifo y me dio un coraje!! …Mañana se avecinaban tormentas y qué mejor plato para calentar el buche y de paso que coma el gachón de mi hijo, algo con fundamento que está escuchimizao. Que bien se conserva el joío y yo engordo del aire y sin ponerme como el quico que es lo que a mí me gusta. Y mañana por cuatro ingredientes, no quiero salir que ha dicho el noticiero que va a jarrear de lo lindo con cierzo y todo, aún no saqué el tabardo, ni las catiuscas, del baúl de la ropa.
….Y es que hay quién no se ha movido de su lugar de nacimiento, pero yo, así de una caja de los tesoros se tratase, he ido recogiendo, a lo largo de mi vida, distintos localismos o expresiones de distintos lugares de nuestra rica España, en los que por suerte me ha tocado vivir…Mi texto quizá no parezca tener ni pies, ni cabeza, pero la intención fue dar protagonismos a algunos de ellos que se quedaron en mi, a lo largo de mi vida…
ELENA GUTIÉRREZ
El día apuntaba terral, porque eran las 11 p.m y hacía una calina que no se podía aguantar.
Los dos amigos salieron escopeteados hacía el centro comercial, se habían hecho una piarda para ir a jugar a las maquinitas.
– Muerde el rollo, esto está petado y es martes, dijo Iván
_ Mira el merdellón del Adonai, dijo el amigo señalando a un lado del recreativo.
_ Aliquindoi, que cómo nos vea, se nos encaloma fijo, y es un fanguta que te cagas, é o noé?, apuntó Iván
Pero Adonai, alobao y enviciao, no lo vió.
Así que después de hartarse de jugar y pasárselo perita, hicieron el changuai de salir por otra puerta para que no se les acoplara.
MARI CRUZ ESTEVAN APARICIO
Las clochina estaban al fuego en un perol de barro.
Mi madre estaba a la espera se abriese, para de seguido verter las en la fuente de porcelana.
Encima de la mesa está el porron lleno de vino.
Debajo de la mesa, el botijo lleno de agua, así cada cual podrá beber lo que le venga en gana.
Mi padre con cariño llama a mamá «Galána»
¡Galána!
«Galána» es una palabra que se dice mucho en mi pueblo-. Si tienes la suerte que te la dicen a ti, estas de suerte, ya que son tantas las cosas bonitas que con ella te pueden piropear.
-Voy a poner unos enemplos:
Estas guapísima Galána.
-Acércate a casa Galána tengo que parlotear contigo.
-Tu cintura de avispa «Galána» me tiene vesanico…
SAMARA JAPÓN
El prinsipe de Beler
(En recuerdo a aquellos días en que aceleraba el paso de camino a casa desde el colegio para no perderme la serie de moda y comerme un plato de la mejor cocinera, mi abuela)
Erase que se era en un humilde barrio sevillano que entre quillos y miarmas las tardes pasamos;
– Agüela ¿ Qué hay de comer?
– Leshe frita.
– Anda agüela déjate de cashondéo que quiero ver “ El prínsipe de Beler”
– Pos comida hija… ¿Si no qué va a haber?
-AY agüelita dime que hay lentejitas, o papas con carne o puchero, que güeno agüela, con el hambre que da el cole voy a mojar un bollo entero.
– Anda miarma pues mientra caliento la olla bébete un gazpachito que está en la nevera, pa mi niña, recién hecho y fresquito.
– Ay ágüela que rico, me voy corriendo que estoy escuchando, que mi serie está empezando.
– Si miarma, ve hija ve, que te da un jamacuco si te lo llegas a perder.
CORONADO SMITH
AMALIA MARTÍN GONZÁLEZ
Localismos
_Échate pallá ,arrejuntaos a ver si cabemos tós en este cuchitril,dijo Manuel al cobijo de la lumbre.
_Tais tós arrecios, respondió Andrés que llegó a tó meté más colorao que un bejino hecho un adefesio, con la chambra chamuscá y un viejo chapero.
El frío del invierno empezaba a calar los huesos en la vieja aldea hurdana. Las primeras nieves teñían de blanco la serranía cacereña.
_Esta noche ni echándome un cobertó en la cama he entrao en caló y mi Antonio se ha pasado to er tiempo de la ceca a la meca y al cañaveral.
_Y al final se cayó de bruces en la cama como un ceporro, murmuró la señora Leo con toa la cachaza del mundo.
_¿Y porqué lo sabes tú, vieja carracuca?
_Estas paredes son de chichinabo. Ya sabes el refrán: una vieja araña,cien moscas apaña.
Vamos ,coge las viandas del colgaero que entremos en caló pa templar los nervios,se dijo el pobre Manuel que conocía el percal. Repartió el condumio como buen aldeano entre las miradas de los allegaos.
_Vamos, come y calla que son trincayas, dijo Andrés.
Se aviaron con lo dispuesto en la mesa para después repanchingarse agazapaos en el mismo habitáculo cochambroso toa la tarde hasta que la noche arremetiera contra el día.
Ya no pudo aguantar más. Se levantó la mujer de Antonio y un sopapo la metió a la señora Leo que la quedó aviá pa to el día.Puso en entredicho la dignidad de su hombre.
_Toma, por arcagüeta ,vieja carracuca.
Un portazo dio la Mari y se fue toa acalorá a echar una cabezá.Eres más mala que un doló ,susurró con sonrisa maliciosa_!!.De ese bicharraco qué puedes esperar!!!
(En memoria de nuestros ancestros ,sus vidas y sus dialectos…)
MARÍA RUBIO OCHOA
Yo diría que lo que voy a escribir es una forma de hablar ya en desuso y no sé si es para este tema.
Deja de rezungar, que eres la rision, tranca la puerta, pero atropa antes los achiperres y coge el serillo. Si nos arrecimos o nos entafurriamos con las moñicas que hay en el corral por andar de cazoleros y diciendo refilachos. No asosañes a los rapaces para no armar estaramao que tú eres muy rabilera y enganida………
PEDRO PARRINA
OMAR ALBOR
Nube
Humo
Sudor
Que miras
La nave
encierra
cuánta
Locura
solo acá
Podrás
Ejercer
Toda tu fuerza
En la tierra
nace el hombre
que también
destruye
Todo
Sin parar
No importa
Que
Solo
Estás
Nadando
Entre la sangre
Que sale
Cómo un río
Entre ideas
Que vienen y Van.
JULIA HERNÁNDEZ
Se asomó María por su ventana y gritó a su hija que estaba jugando en el patio:
– ¡Carmen! ¡Súbete parriba!-
-¡Carmen María, que te suba pa la casa ya de ya!
Y allá que se subió la Carmen con toda la poca gana del mundo. Ella lo que quería era seguir jugando con sus amigos y tirándose por la chorraera de plástico que habían puesto nueva en el patio.
-Carmen, tiene que acercarte ancá lagüela- dijo su madre.
-¿Y yo por qué? ¡Ojú siempre iguah, que coraje! ¿Por qué no puede acercarte tu?- dijo la niña con cara de haberse chupao un limón.
– A una madre no se le habla así, ¿me ha oío?, y ahora vete ancá lagüela que te está esperando, y cucha estate alikindoi, que hay mucho merdellón suerto.- le dijo agarrándola del brazo.
Y allá que fue Carmen, con toda la calima que puede hacer en Málaga en septiembre. El camino no era muy largo, solo tenía que cruzar el Puente de los Alemanes y en nada llegaba.
Nada más llegar a la puerta gritó:
-¡Agüela, abre que soy yo, la Carmen!
Lentamente, Doña Lola se acercó a la puerta para abrir a su nieta.
-¡Ay mi niña qu’alegría! ¿Qu’a venio a por las armóndigas?
– Po digo yo que sí, la verdad que no lo sé porque mi madre me ha disho solo que me viniese pa cá.- respondió Carmen.
-Entonse tiene que se eso, entra padentro que te va a da argo, que no sé puede pará de la caló que hase- le dijo Doña Lola.
-¿Agüela, que hase er guarrito este en la mesa?- preguntó Carmen.
-Na hija, tu agüelo que iba a pone una arcayata para corga una foto y lo ha dejao ahí- respondió Doña Lola.
A Carmen se le descompuso la cara y el alma, su abuelo, Don Juan, había fallecido hacía 2 años…
LUISA ROJAS
Desde niña siempre fui diferente, con blusón, pantalones altos y botas de chico. Y cargaba un genio de los mil demonios, pero mera vacaneria de persona. Salir a jugar fútbol mera chimba parce, sisas que si. Pues mis padres jum, no que chicharron en esa casa todos los dias.
Ha por cierto que mal educada, Hai mucho gusto geisel greys. Para serbirle mijo, la neta les estoy contando un fragmento el cual considero una elegancia para compartir con ustedes.
Pues la neta es que mi vida ha sido una locura.
Bueno sin tantos rodeos, me imagino que pensarán esta china ya va a empezar con su palabrería, mera parlera y sabe que mijo suerte y muerte, y hay fue como quieran.
Eso le decía a los chamos mama huevo que se metían conmigo, abrite pues pichurria o queres que te chuse, jum mera violencia esos tiempos. Sisas que yo si estaba loca.
El tema en mi casa era que mis cuchos uno queria una niña y el otro un niño, y yo era hija única que rollo no. Hay si que podia hacer yo, pues la neta trate de hacer los dos papeles. Pero nooo mis cuchos no valoraron eso, siempre de pelotudos cagando mi pinche vida. Hasta que un dia los mande a chingar su madre y me fui de la casa con 14años. Disque a mochiliar, según los cabrones yo iva a pelar el bollo en un par de dias. Pero que va mi pololo me respaldo, se la jugo por mi y la despegamos del parche.
Al mes sas que me preña el hijo de ptas, y yo como que es neta? Osea equis no vales tres tiritas. Y ahora que pedo wey. A esta wuawua yo no la puedo tener, nada no fui capaz de botar a mi bebé.
Que de malas mi chino, por la mamá que le toco. Aunque gracias a el cambié mucho, pues aja de que sirve la vida si se está vacío por dentro, y no lo digo por la falta de comida si no por el AMOR. Ese ser ya es un hombre y el cabrón,es hasta buen hijo mera calidad de ser humano.
Nose que chingada anécdota dejo mi vida, pero que mas da no fue perfecta, pero tuve la opción de decidir que vida llevar y gracias a Díos para mi fue la de estar con mi hijo y el muergano de su padre.
Posdata: mi consejo es nunca ser lo que sus padres o los demas quieran que se han . Pues es su vida y que mejor que ser ustedes mismos. LOCOS, IMPREDECIBLES, RIDÍCULOS, DIFERENTES.
A HUEVO
QUE CUSCA PARCE.
TALI ROSU
—Eeeeee —saludé al Toñet cuando lo vi escobando la escalera, lo hice como siempre, solo moviendo la cabeza y dejando escapar el aire por la boca.
—Eeeeee —contestó con el mismo gesto— ¡Jodó! ¿qué fue? —me preguntó cuando me vio la mano vendada.
—Bua, vengo de estar con la enfermera ¡Menuda garrampa me di con el pastor!
—¿Y eso pues?
—Le iba a curar una pata a una oveja, fui de propio porque por la mañana no llevaba el cayado y, ¡mira que es difícil cogerlas si no! La cosa es que oí un ruido muy fuerte y el grito de la Puri. Ni me lo pensé, me la imaginé estozolada por un litarrazo y corrí a ver que le había pasado.
—¡Hala! —exclamó.
—La historia es que iba escurriendo porque había un chirimiri de esos que te dejan to chipiado casi sin darte cuenta —continué— y al salir, con la prisa, cogí el pastor sin apagarlo primero.
—¿Quieres decir? —dijo el Toñet muy atento.
—Si en seco ya duele, en mojado ya ves tú, ¡menudo quemazo! —respondí.
—¿Y la Puri?
—Hosti la Puri —grité antes de salir corriendo a ver si mi mujer estaba bien. No lo estaba.
EMILIANO HEREDIA JURADO
DAVID DURA MARÍN
Supermercadisticocomesconlosojos.
No te entiendo, nos falta comunicación.
Eresunfantasmaniñocaprichoso.
Púes mi madre!.
Sabesqueteodiolodicenmisojostontolospiojos.
Estás loca!.
Estos son localismos y como juego en casa,
Pirate pimpinela!..
GABRIELA MOTTA
Hacía un calor que derretía la tierra o al menos esa era su sensación cuando bajó del ómnibus y se chocó con aquella humedad seca, aunque suene contradictorio. Traía consigo una maleta pequeña y una dirección anotada en el celular. Al bajar notó la mirada curiosa de las personas, su traje impoluto en medio de aquel calor lo delataba era evidente que él no era de ahí, pero cómo iba a saber que en pleno agosto habrían más de 36 grados en ese lugar. No sabía hacía donde tenía que ir y con la intención de pedir ayuda se acercó a un señor que estaba próximo.
—Buenas tardes, sería usted tan amable de informarme ¿Dónde se encuentra el hotel de Villa Formosa?
—Mansa cumpa —le dijo el hombre— baita calor hay hoy no? El hotel queda al lado de la casa de Don Manuel el carpintero.
—Creo que no me entendió bien —lo interrumpió en seco sin dejarlo continuar— yo no vivo en el pueblo y no sé quién es don Manuel.
—Que no vive en el pueblo ya me di cuenti cumpita, pero es que está muy apurado y no me dejo terminar de hablar. Mire uste sigue reto por esta calle más o menos tres cuadras, cuando llega a la esquina va a ver un cartel que dice lavadero, ahí dobla a mano izquierda camina unas tres cuadra más y la tercera casa es la de Don Manuel y ahí al lado está el hotel.
—Gracias por su ayuda —le dijo y se fue sin haberlo entendido mucho. Le había quedado claro que debía seguir recto tres cuadras y después vería que podía hacer.
Al llegar a la esquina busco por todos lados, pero el dichoso cartel no estaba. Así que no le quedó otra opción que volver a preguntar, esta vez a una pareja que pasaba por el lugar.
—¿Buenas tardes, como están? podrían informarme ¿dónde queda el Hotel de Villa Formosa?
—Ta mansa la nutria —le contestó amablemente el muchacho— gran flauta pero bien poco no suda amigo ¿quiere un poco de agua?
—No gracias, solo quiero que me digan dónde queda el hotel.
—Cholo —lo interrumpió ella— no ves que el hombre está cansado, mire señor, el hotel queda al lado de la casa de don Manuel el carpintero, que vive de acá unas tres cuadras para abajo. Pero mire que no es changa llegar hasta ahí, porque están arreglando la calle y esta todito tapado de barro. Si uste quiere le puedo decir otro camino.
—Gracias —le contestó el extraño— pero tengo para cambiarme en la maleta así que no importa el barro.
—Ta pelau entonces, siga reto no ma y va a llegar.
Les agradeció y siguió caminando.
—Cumpita —le grito otra vez el muchacho— capaz que ahora está cerrado porque en el pueblo se sestea sabe.
—Cholo no seas abombau, el hotel no cierra, baita mentira le estás diciendo al hombre.
—Discúlpeme, tiene razón acá la patrona, vaya noma que según ella está todo macanudo.
El forastero les volvió a agradecer y siguió. Al bajar dos cuadras comenzó a sentir en sus pies la advertencia que le había hecho la muchacha sobre el barro, para llegar hasta el hotel que tenía un cartel de lavadero —no sé por qué— había que enterrarse en el barro literalmente, sin embargo, estaba demasiado cansado para preguntar nuevamente por otro camino, así que se tiró sin pensarlo.
Cuando por fin llegó a destino con el barro hasta las rodillas leyó un letrero colgado en la puerta que decía: en un rato vuelvo. No podía creer. Se sentó resignado a esperar en la vereda y vio que de al lado salía un señor «seguro ese es don Manuel» —pensó— de tanto escucharlo nombrar ya lo sentía como de la familia.
—Usted debe ser Don Manuel —le dijo amablemente.
—El mismo para servirle, déjeme decirle que anda volando cumpita ¿cómo sabe mi nombre? Ah seguro alguien le dijo, son duro de lengua acá en el pueblo. Quiere pasar a mi casa mientras espera a que abran el hotel, seguro están sesteando. Acá en Villa Formosa siempre nos hacemos un tiempito para descansar porque con estas baitas calores es bravo, vio. Pero la llevamos bien, como decimos acá en el pueblo: todo chiche dijo la Pocha… y no sigo el refrán para que no se me ofenda —y sonrió con picardía.
—Le agradezco la consideración don Manuel, estoy exhausto.
—Pase no tenga vergüenza, como si estuviera en su casa que acá en la sombra está fresquito.
El extraño sonrió, pero estaba convencido de que no encontraría un lugar fresquito por más que lo deseara.
Don Manuel ordenó que le trajeran un vaso lleno con agua helada y le ofreció pasar al baño para que el invitado se pudiera cambiar la ropa embarrada y ponerse cómodo. Él le agradeció y acepto la ayuda, ya estaba resignado a esperar a que el dueño del hotel se levantará de la siesta y le abriera. Moviendo la cabeza entró para el baño mientras no podía dejar de pensar que si contaba la odisea que había vivido para encontrar un hotel en Villa Formosa nadie le creería o lo tildarían de exagerado porque esas situaciones eran inimaginables de donde él venía.
Mi voto es para Pedro Parrina.
La verdad es que está muy reñido, gran tema, grandes textos.
Mi voto para Elena Gutiérrez
Mi voto va para Samara Japón.
Mi voto para Pedro Parrina
Amalía Martín
Amalia
Mi voto es para: PEDRO PARRINA.
Gabriela Motta
Tali Rosu
Coincido que ha sido dificil
elegir .
Mi voto es para Amalia Martín
Mi voto es para Mala Leche de María Rosa Rolando.
Amalia Martin González.
Mi voto es para ella
Mi voto es Pedro Parrina
Gabriela
Amalia
María Rosa
Mónica Méndez