Lo normal – Miniconcurso de relatos

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir sobre el tema “lo normal”. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 28 de mayo! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.

CORONADO SMITH

La normalidad de las normas nos vuelven anormales- repetía con frecuencia Donald “El Tramposo”-.

Era una frase que había aprendido de su abuelo y de la que estaba orgulloso, se jactaba de ser de los pocos que la habían descifrado.

Donald se reclinó en su asiento de cuero, mientras observaba la Penthouse de Febrero del 98, pensando en dicha frase. ¿Qué era lo normal? Antes era normal destilar el licor en Alambiques, durante la Ley Seca, ahora tenía su propia destilería. El sonido del teléfono lo saco de su ensimismamiento.

-Sí, diga- dijo al descolgar el teléfono, y una vez más se felicitó a sí mismo, directo, sin ambigüedades, al grano.

Al otro lado miss Raice, le comunicaba, como casi siempre, que habían llegado a su catálogo dos chicas nuevas, de Alabama, oro puro en todo su esplendor.

Una vez más nuestro héroe reflexionó. ¿Qué es lo normal, que me llame miss Raice, cada vez que reciba chicas nuevas, o que las chicas que recibe sean de mi gusto, es como si el destino creara las cosas para mí. Ahora lo normal es que me ponga los slips de Leopardo y vaya de “safari”. Una vez más se felicitó por su profundidad de pensamientos, lo tengo claro, se dijo, algún día llegaré a presidente… pero eso amigos es un misterio que algún día desvelaremos o no.


AMALIA MARTÍN

Dicen los viejos que hubo un país en el que los lugareños se reunían, se abrazaban y besaban con efusividad entre ellos.

Dicen que en ocasiones sostenían sus manos para entonar cantos al unísono mientras movían sus pies con celeridad y ritmo.

Bailaban pegados con los rostros agazapadas bajo luces atenuadas y movimientos lentos.

Dicen los viejos que en este país hubo un tiempo en que las mujeres pintaban sus labios con colores sensuales mostrando sus alineadas piezas dentales.
! Qué burdo!

Se reunían en tropel pandillas de jóvenes al reclamo de una estridente orquesta que reverberaba ruidos entusiasmando las masas.
! populacho!

Playas abarrotadas de personas sin disponer de intimidad ni silencios que invitaran al sosiego.
! Qué despropósito!

Ciudades atestadas por humanos robotizados que caminaban por calles atestadas de vehículos .
¡Cuánta ordinariez!

Dicen también que aquello era lo normal…

Nosotros que habitamos en nuestras burbujas oxigenadas con extractos de ozono ionizado evitando cualquier roce social.
¡ qué adelantos!


MARÍA CRUZ ESTEVAN APARICIO

Lo normal, es que se nace desnudo, pero poco después comienzan a vestirte.
Lo normal, es que si uno tiene una piscina en su casa, se bañe desnudo, pero por si algún mirón te ve, te pones el bañador.
Lo normal, es que el dueño de la casa se mueva en ella, como pez en el agua, pero si se te presenta la enfermedad de Alzheimer, precisas para moverte en su interior de un cuidador.
Lo normal, es que si haces un bizcocho salga del horno alto y apetitoso, pero muchas veces cuando lo acabas de sacar, se baja al fondo si saber el ¿por qué?
Lo normal, es que si los escritores de Cuatro Hojas somos buenos no caigamos en un pozo, pero ahí tenemos a Cris con su saber para sacarnos de él aunque aunque sea mojados.
Lo normal es que si estamos confinados, aceptemos lo mandado, pero como somos humanos nos pasamos el virus, por el abecedario.


MARÍA LARGO

Lo normal era no querer que llegara el lunes y tener sueño a las siete de la mañana. Apagar el despertador de mala gana,levantarse arrastrando los pies y llegar hasta el pasillo aún con los ojos cerrados,maldiciendo al mundo y pidiendo café en vena.Desayunar despacio oyendo la radio y vestirse después con prisas. Dedicarse la mejor de las sonrisas en el ascensor y darse un último retoque en el espejo.

Lo normal era ir a trabajar feliz,comer corriendo y hacer malabares para entrelazar mil planes por la tarde y que todos cuadraran,para llegar por fin a casa y caer agotada en la cama hasta el dia siguiente.

Lo normal era que la semana pasara tan deprisa como el viento,y cuando menos lo esperaras ,era viernes otra vez.

Lo normal era festejar la llegada del fin de semana como si de la boda de tu mejor amiga se tratara,cada viernes,cada semana,cada mes. Ese ritual irrompible de la cervecita fresca con los compañeros del trabajo ,entre risas, abrazos,chascarrillos al oído y más cerveza después.
Pasar el sábado enlazados entre las sábanas,sin relojes en las muñecas,sin ropa y sin vergüenza.
Perderse por Lavapiés,Malasaña o la Gran Vía. Descubrir un nuevo restaurante,compartir vaso,mantel y hasta servilleta con el de la mesa de al lado,mezclar conversaciones, música,espacios y silencios.

Ir al teatro o al cine por la tarde tras un paseo en el multitudinario parque de El Retiro. Dar de comer a los patos. Agarrar bien el bolso mientras disfrutabas de un espectáculo de magia en la Puerta del Sol. Recorrer de la mano las ruidosas calles de Madrid. Ser parte de su bullicio,de su gentío,de su magnitud.

Lo normal era ir hacinados en el metro hasta bajarse en Callao. Perderse al caer el sol por los jardines de Sabatini, contemplando la maravilla del Teatro Real y hacerse con el crepúsculo, una romántica foto en el Templo de Debod.
Lo normal era tomarte una copa,o tres,en una terraza de La Latina con tus amigos. Contarte secretos,planes y despropósitos, y acabar bailando música ochentera en la Antigua, al compás de otros cuantos gin tonics aderezados con muchas risas, besos y abrazos laberinticos que eran como un himno a la amistad.

Lo normal era comer paella en casa de tus padres los domingos. Sentarse en ese viejo sofá al lado de tu madre, y embriagarte de su dulce olor capaz de hacerte retroceder en el tiempo y detenerse en tu infancia,y entonces sentirte segura,dichosa y feliz de estar con ellos un día más.

Eso era lo normal… Hasta que dejó de serlo. Ahora,hoy,casi dos meses y medio después de aquella última copa con los amigos,de ese último abrazo con mi padre,de aquel martes que cerré la puerta de mi clase sin saber que era la última vez también.

Ahora,hoy,todo lo que me parecía LO NORMAL, se me antoja extraordinario,sublime,perfecto, imponente.

Ahora,hoy,daría lo que fuera por poder sentarme en ese pardo sofá al lado de mis padres y poder sentirles ,piel con piel,olor con olor,caricia a caricia. Todo eso que no llega,aunque se intente,a través de una fría pantalla.

Ahora, hoy, los domingos de videoaperitivo con mis amigas son lo más parecido a compartir confidencias entre espuma de cerveza y aceitunas al sol.

Ahora, hoy, el máximo gentío que siento es el de la cola del supermercado,y a dos metros de distancia por seguridad.

Ahora, hoy, dar clase online es lo menos parecido al calor de un aula llena de vivencias,alboroto,ilusiones,desorden,jarana, compañerismo,juego y afecto.

Ahora,hoy, los días son todos iguales. Sin prisas,sin maldiciones,sin enredos,sin paseos,sin paellas,sin Madrid.

Cuando vuelva lo normal,si algún día llega de nuevo…sin duda dejará de serlo, para convertirse para siempre y simplemente en COLOSAL.


IRANTZU ARGANDOÑA

Otra vez la voz de la profesora sale por los altavoces entrecortada y ya me estoy cansando, chica. Menudo rollo de día, estoy a punto de dormirme. Pero esta calla ni debajo del agua.
 
-(…) por tanto el vector normal de un plan(………….)rpendicular a él, como si lo atravesara, ¿ent(…………………………)s rotulado(…………………..) en la pizarra, así. (…………………)
Por Dios… así que el vector normal del plano… Estas videoclases son el aburrimiento supremo, tía. Estudiar en casa es aún peor que estudiar en el insti en persona. Allí aunque sea hablamos de nuestras cosas. Y si nos aburrimos nos mandamos notitas, estamos con los amigos, echamos unas risas, yo que sé. ¡Pero esto es una tortura! ¡Se corta todo el rato! ¡Pásate a la fibra óptica, dinosauria! Además, se me secan los ojos. Y tengo mogollón de tarea. Y no entiendo nada. Vaya mierda de confinamiento. Quiero volver a la vida de antes y poder socializar, aunque tengamos que estar todo el trimestre con los vectores normales de las narices.
Pero sobre todo la que me toca la moral es mi hermana, en serio. No puede estar más encantada. Siempre ha sido una seta y ahora parece Mr Wonderful. Se nota que la cuarentena le está sentando de maravilla. Nos habla más, sonríe, bromea, ¿sabes? Yo creo que hasta tiene mejor color de piel, la tía repelente. Está exultante, feliz. Como nunca, vamos. Yo de verdad te digo que no lo entiendo. Dice que “ahora se concentra mucho mejor sin aguantar las bobadas de los compañeros que interrumpen la clase constantemente y que ya no tiene que pasar el calvario de ir a Educación Física”. Es que me puede. En fin, tía, nunca ha sido muy normal, ya ves.

FREDA JARRY

La normalidad siempre me entristeció, quizás por su carácter disciplinador que ordena, clasifica, y controla todo a su paso. Puedo sentirla atrás mío, como sombra, casi pisándome los talones.

Que aburrido ese consenso social que hace que todo tenga la misma forma.

¿Nadie piensa en las personas jengibres?

El mundo va cerrando su abanico de expresiones, y yo desespero al ver que se extingue el fuego brujo de quien ha sido normalizado.

Desespero y busco todo aquello que se rebela a la norma y se funde en los márgenes, creando formas y mundos nuevos, impensados para el ciudadano bien normado.

Maldita esa norma que anula y recluye otras manifestaciones.

Maldita esa norma que no comprende la declinación de los átomos y sus devenires poetas.

La normalidad siempre me entristeció, quizás por sus carácter universalizador y seriado. Moldeando a las personas y sus deseos diría mi querido Foucault.

Así que me escapo. Todo el tiempo me encuentro huyendo de ella y no quiero ser atrapada.

A pesar de que la gente me mire raro, me escapo.

Me pongo el colador de sombrero, dejo crecer mis pelos y grito a los cuatros vientos que amo este exilio de no pertenecer a ningún sitio ni molde. Amo el desvío de la vida y sus viajes cuánticos.

La normalidad siempre me entristeció, pero hasta el final de mis días, juro ser su eterna fugitiva.


ARIEL PACTON

Camino por el barrio. Observo a los niños que volvieron a sus calles. Siento alegría. Con barbijos, con máscaras o sin ellas, la bulla cantarina regresó.

El diaro esta mañana hablaba de una “nueva normalidad”. Un término económico- financiero que nació en la crisis de recesión global de los años 2007- 2008.

Cruzo el parque. Pienso:“¿Somos lo que nos contamos? ¿O en este era ecodigital plagada de mentiras y desinformación, somos lo que nos cuentan que somos?”.

Me cruzan dos pequeños con sus monopatines. Uno le dice al otro:

—¡A la tarde yo vuelvo! ¿Y vos?

Ese otro busca a su madre, que viene detrás, y le pregunta. Ella le dice:

—Yo me quiero ir al Caribe.

Me detengo, los miro. Somos animales que contamos historias todos los días. También las escuchamos. Somos un espiral sin fin de historias y anécdotas de historias que rebotan de una persona a otra. Lo maravilloso es que lo que el hombre cuenta no son verdades. El hombre cuenta versiones incompletas de lo vivido, azucaradas, distorsionadas por el tiempo y los sentimientos. Además contamos mentiras y simulaciones que uno se ha tenido que contar, y que le ha contado a los demás para sobrevivir.

¿Qué pasaría si no creyera por un momento lo que me están contando?

La historia nos cuenta de que a los gobiernos nunca les importó nuestra pequeña humanidad.

Entonces, sonriendo con los pequeños en sus monopatines, elijo contarme mi propio cuento. ¡Normalidad! Ni vieja ni nueva. La normalidad es una ilusión.

Esto ya lo dijo Morticia Addams, la madre de la familia Addams:

“Lo que es normal para una araña es el caos para una mosca”.


RUIZ MANUEL

El concepto “ Normal “ se utiliza con mucha frecuencia y deliberadamente en nuestro entorno social. Se baza en el criterio social que lo acepta como “normal”. Ya sea por histórico, pasado común, religión, biológico, cultural o subjetivo.
( No me parece normal lo que haces, ¿ Te parece normal lo que estás haciendo? )
¿Cuántas veces hemos escuchado este tipo de afirmaciones y preguntas?
La normalidad que la que nos encontramos es un período de tiempo de nuestra sociedad. Para un soldado en época de guerra, lo normal era salir al campo de batalla una y otra vez hasta que lo mataran o terminara la guerra. Para los occidentales, nosotros, consideramos normal enterrar a nuestros difuntos pero para muchos otros. en diferentes lugares, lo normal es incinerarlos para no ensuciar el suelo o subsuelo porque es sagrado. Lo “normal” está dentro de cada uno de nosotros/as y de cómo lo observamos, apreciamos y nos lo tomamos.
Por tanto, ¿Qué es lo normal?¿ Quién es normal?…. Somos individuos en un tela de araña compleja.


ELENA GRIMALDOS

¿Que es lo normal? Pues depende de lo que cada uno piense y sienta como normal. Lo que es bueno para unos, a lo mejor, es raro para otros. Como dijo alguien lo que es normal para la araña, es un caos para la mosca.

Lo normal es hacer lo que te hace sentir feliz, que te divierta, que te haga sentir bien contigo mismo.

Lo normal, puede ser levantarte por la mañana, arreglarte, desayunar, salir a la calle y decir aqui estoy porque soy feliz y esto es lo normal para mi.

Tambien puedes continuar tu dia, irte a trabajar y volver a casa sentarte en el sofa con un buen vino y una buena peli –

Ver amanecer cuando todavia no hay nadie en la calle, lo mejor es disfrutar del momento, que para el panorama que tenemos, es lo mejor que podemos hacer.

Salimos a la calle y volvemos a ver a niños corriendo, jugando, y ahora mas que nunca, podemos ver a mas gente que sale a pasear a sus horas, dentro de su horario.

Esto es lo normal que hay que hacer ahora.

Todo pasara, y volveremos a nuestra antigua normalidad, podremos ir a tomar algo con nuestros amigos, estaremos mas rato en la calle.

Pero hoy por hoy lo normal es cumplir las normas que ha establecido el gobierno.

Y disfrutar de las cosas buenas buenas que tiene la vida, que sera lo normal a partir de ahora.

Lo normal es lo que te hace sentir feliz, tu rutina diaria, lo que esperas del momento y lo que deseas para el futuro.


JOSUE GONZÁLEZ

Mamá siempre decía; – por qué no eres normal , el profesor de educación física también, los compañeros del colegio, el tendero, todos. Parecían que era de otro planeta, así me sentía. Pero, ¿había otro camino?.
Qué es lo que quieren decir, yo siempre estaba listo para salir de lo obscuro.
Solo era un pequeño extraño que no ha visto la luz. Vamos, que hay qué hacer para ser normal; me veo igual a todos. Ustedes pueden verme, lo han hecho. Vuelvo a casa y tan rápido las miradas me dañan y siento las consecuencias.
En la cabeza de un chico, que no entiende lo que pasa. No puedo sentirme normal porque no sé que es ser normal. Ellos hablan de que hay darle medicamentos, no me siento mal, no estoy enfermo, pero mis padres lloran y dicen que un dia estaré mejor.
Solo volvamos a casa y miremos la tv como antes de aquel día, estoy asustado y cansado.
Quiero un amigo que me acompañe esta noche, lo he hecho. Seras el numero 3 seras libre. Y, aunque esta noche no estoy aburrido me iré a donde seré libre, es lo mejor, lo sabemos porque no debemos sufrir.
Quizá ser libre es normal, quizá quedarme con su vida es tan normal de donde somos, porque ahí sangrar es normal.
Y entre la basura la peste es normal.


JORDAN ANDRADE

Lo normal sería ser feliz, pero no
Lo normal sería poder vivir con la fuerza de una raíz, pero no
Lo normal sería lograr los sueños por los que uno se esfuerza, pero no
Lo normal sería crecer con los años, pero no
Lo normal sería envejecer con el cuerpo, pero no
Lo normal sería llorar por lo malo y reír por lo bueno, peor no
Lo normal sería dejar de ser normal porque ser normal en este mundo es todo lo contrario, pero no

MANUEL SIERRA

Lo normal hasta hace relativamente poco era que la mayoría de las personas se mantuvieran casi toda su vida en el mismo pueblo, valle o localidad. Que no fueran a la playa, que consideraran incluso que el mar era peligroso porque te ahogabas. Que la diversión y el ocio se limitaran a tres o cuatro días al año, a la navidad y a las romerías. Tener una vida reglada. Nacer, aprender un oficio, casarte, concebir hijos, verlos marchar de casa, envejecer, fallecer. Eso si no había una guerra o una epidemia de por medio.

Porque, ¿envejecer era lo normal? Hasta hace poco no. Esperanzas de vida de treinta, cuarenta años. Vivías deprisa, la mayoría de la gente no tenía idea de nada, muchos se dejaban engatusar por el más pintado. Nos reímos de Sancho Panza, porque durante la mayor parte de la novela se creyó las argucias fantasiosas de Don Quijote. No obstante, beatas, reclutas y voluntarios de los ejércitos, fanáticos políticos y religiosos, gente que trabajaba de sol a sol sin pararse a pensar que a lo mejor otra realidad era posible.

Vivíamos en una excepción histórica, en una anormalidad pasajera, en una fuga hacia delante. Teníamos sueños, nos permitíamos el lujo de tener sueños, algo de lo que seguramente nuestro abuelo y, sobre todo, nuestra abuela, se olvidaron al casarse. Nos hablan de nueva normalidad. ¿Y si la nueva normalidad fuera la normalidad de siempre? Como un eterno retorno a la eterna tristeza de lo mismo.


CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

Llevaba tiempo sospechando que aquello de la normalidad que tanto se predicaba como si se tratase de una vacuna contra todos los males, no encajaba con su personalidad o forma de ver el mundo. Era un ser innormal; lo contrario tenía para su yo un lechado de vulgaridad y aburrimiento insoportables.
Según la RAE el significado de «normal» es: Habitual u ordinario. En este caso, al menos, se ajusta de pleno a la realidad.
—Valeria tiene un novio normal. –Comentó su amiga.
—¡Uf! ¡Qué susto! –contestó el yo.
—¿Susto? ¿Por qué?
—Normal es sinónimo de vulgar, aburrido, corriente, común, usual…está claro que Valeria jamás habría buscado un novio innormal. Ella también es normal.
—Y tú ¿cómo eres, tú?
—He luchado desde que tengo un uso irrazonablemente «normal» por no serlo. Soy innormal por incapacidad. Anormal por lo infrecuente de mi esencia. Disnormal por oposición a lo que el mundo considera que debe ser «lo normal» en el comportamiento que, acompaña todos los gestos de la vida.
Me aburre soberanamente la gente normal (vulgar). No quiero normalidad en mi vida, al menos no lo que los demás entienden como tal. Cualquier acontecimiento de los denominados «normales» para el resto de la humanidad a mí me supone una carga difícil de aceptar.
¡Menudo aburrimiento eso de la normalidad! Me costó lo mío admitir (en un principio yo también lo veía como una rareza) mi innormalidad, pero una vez conseguido y aprobado, prefiero compartir con quien esté de acuerdo, mis filias y mis fobias sin seguir premisas impuestas por una sociedad tan normal ella que, estrangula a los opositores de sus «normas normales»–que no legales-.
No todo tiene un «para qué», ni nada debería contener un «porqué». No todo ha de tener un fin. El camino que recorres en la búsqueda de aquello que te emociona, que te hace sentir vivo, debe contener toda la emoción que terminará al alcanzar el final.
¿Te ríes de la «cosa» que según criterio establecido escapa a la normalidad? No, no te ríes de la cosa…te ríes de su esencia, aunque lo más «normal» sería que lo hicieras de tu incapacidad para ver más allá de la pantalla.
En escena aquellos otros «diletantes yoes» interpretando el papel de la normalidad a conveniencia, con la sonrisa máscaraque oculta la risa producida por las rarezas de la mal llamada normalidad.
«Mamá: quiero ser Innormal». El eco de su voz interior actuó como despertador a la nueva vida que, tímida, asomaba en el inexplorado porvenir.
«La independencia no es un derecho, es un privilegio que corresponde a una minoría».
Friedrich Nietzsche

LULA MALULA

Eres mujer. Tienes una carrera, una profesión que te apasiona y para la que te has estado formando (y continúas) durante años. De pronto se activa el reloj biológico. Es lo normal, ¿no? Con suerte, tienes pareja y os ponéis a intentarlo (sí, esa parte mola mucho). Lo normal es que después de un tiempo te quedes embarazada. ¡Genial! Todo son felicitaciones y pensamientos de ilusión por lo que pronto llegará. Pero llegarán más cosas. Sigues con tu trabajo a piñón: «yo hasta que no esté muy avanzada seguiré trabajando». Piensas… Piensas hasta que empiezan las náuseas y/o vómitos… «No puedo con mi cuerpo» -piensas sin querer decirlo en voz alta como si así no fuera a hacerse más real. Eres un cadáver andante y vas del sofá a la cama… Y al WC a sacar de tu cuerpo todo lo que entra. Lo normal, dicen…
Y en ese tiempo, mientras crece en tu interior una vida que amas sin remedio cada día más, te vas olvidando por partes iguales de quién eras, de cuáles eran tus metas (además de ser madre) y de todo el esfuerzo que te costó llegar a donde estabas antes de que la vida brotara en tu interior.
Llega el mejor día de tu vida (después de haberte cagado en más de uno y haberle dicho a tu pareja que no se volverá a acercar a ti con esa cosa que tiene entre las piernas). Es un milagro. Te enamoras más aún. Lo normal, ¿no? Y entonces vuelve a pasar, sigue quedando cada vez más enterrado lo que eras, tus aspiraciones, lo que te gustaría. Entre pañales, tetas o biberones, cafés en vena y comerte a besos a la ricura de tu vida, comienza la vuelta a la vida laboral; puede ser una dicotomía: madre o mujer trabajadora. Y si puedes permitírtelo gana ser madre. O no… ¿qué es lo normal? Puede que vuelvas a trabajar pronto solo porque quieres, ambas opciones son válidas. Y… ¡zas! Una punzada de remordimiento por haber dejado a tu bebé en otros brazos por querer haberte ido a trabajar, a perseguir metas laborales y a querer ser más que una madre. Puñetera bilogía que no está preparada para esta vida moderna… Te ves desbordada, pero lo intentas con más ímpetu. A veces olvidas cosas como que los pelos de las piernas están ahí y ni hablar de otras cosas… ¡Ay Dios! Y lloras y te levantas, y vuelves a ver esa cara de ensueño (que te da sueño a partes iguales) y sigues… Entonces ocurre otro milagro de la naturaleza, te salen brazos de debajo de las orejas, adquieres el poder de la ultravelocidad, aprendes a hacer peripecias para querer llegar a todo y empiezas a recordar quién eras (ser madre te da esos poderes). Recuerdas que quieres ser una mujer… también. Porque aunque tu pequeño tesorito te llena infinito, te acuerdas de que esas ojeras puedes disimularlas con maquillaje, de que el colorete te favorece, que el lápiz de labios te da una seguridad especial y que esas curvas que tienes pueden hacerte una súper MQF. Te acuerdas también que había un picardías en algún cajón y le haces saber a tu LOVE que, esta mami, está de vuelta como mujer. Todo empieza a fluir.
Pero, ¿cuánto tiempo puedes poner el motor de una máquina a todo gas antes de que se queme? Lo normal ahí, no sé cuánto es.

MONTSE SANTAMARÍA

No sé ni cómo empezar, ya que no sé lo que es “normal”.
En el parque vi como una niña se soltaba de la mano de su madre y salía corriendo hacia una pareja de ancianos que estaban sentados en un banco, era una niña de unos cuatro años, de rasgos orientales, morena y alegre. Al salir corriendo iba gritando con los brazos abiertos: ¡Abuelos! Abuelos! Cuando llegó hasta ellos se fundieron en un abrazo, no he visto nunca tanta ternura, fue la escena más entrañable que he podido vivir. Sí, era una niña adoptada. Para muchos esto no sería normal, en cambio para mí, ni es normal, ni anormal, es sencillamente una muestra de amor.
Mis dos mejores amigos, son homoxesuales, para muchos no son normales. ¿Por qué? En ellos he encontrado el verdadero sentido de la amistad, de la lealtad, del amor. Son las personas más respetuosas que he conocido, cuando ellos han tenido que luchar toda su vida por ese respeto. La gente juzga sin conocer, sin importarles las consecuencias. Una vez más encontraremos personas que digan que no son normales, normales ¿respecto a qué?, ¿Qué vara mide la normalidad?, ¿Quién decide lo que es normal?
No hace mucho, una chica me dijo que no podía dormir, se sentía agobiada, seguramente por esta situación que estamos viviendo, le dije que fuera al médico y quizás le podría dar algún calmante. ¿Sabéis qué me contestó? Que debía superarlo por ella misma, hacía un año que había dejado la droga, durante ese tiempo nadie la veía como una persona normal, pero ella era normal, tan solo estaba enferma, no era aceptada por la sociedad, porque se dejó llevar por algo, que creía la ayudaría a superar un mal momento personal y, en cambio, la hundió en la miseria, no quería volver a depender de nada. ¡Qué gran luchadora!
Solo tres vivencias que resumen que detrás de cada persona hay una historia, no podemos juzgar a nadie, es mejor ayudar, comprender y pensar que, si algo no te parece normal, quizás sea porque la normalidad no existe.
Y ya lo que me faltaba por oír: Este país debe volver a la normalidad
¿Acaso ha habido en algún momento algún país normal? Vamos a recapitular. Hemos vivido sin preocuparnos del medio ambiente, nos ha dado igual la capa de ozono, pasamos de las violaciones, de la violencia de género, de las personas sin techo, de los niños pasando hambre, del mal trato psicológico, de los abusos de poder, de la xenofobia… ¿Es que todo esto era lo normal? Pues no quiero volver a la normalidad. Necesitamos un cambio, no a la normalidad, sino a la coherencia y al respeto.

SERGIO SANTIAGO MONREAL

 Lo que para un ser es normal para otro ser es anormal, el problema es estar por debajo de lo normal, me ahorraré el adjetivo pues es descalificativo.
Derechos reservados. Guadalajara, Castilla la Mancha, España.
¿Callar? Ya he callado mucho tiempo sin ningún lamento.
Pero la ley hemos de cumplir para poder VIVIR y sobrevivir.
A mi ser le gusta ayudar. ¿Pero que sucede cuándo le hace falta ayuda a tu ser?
Sólo tú mismo puedes huir del ostracismos con tanto INCIVISMO.
No me arrepiento de luchar por lo que siento, mí instinto de supervivencia me hace actuar con coherencia pues mí presencia se nota más en mi ausencia.
Que es más importante salvar vidas que el lenguaje no seas malaje.
Es universal el derecho a la salud, pero también es importante la seguridad y para eso está el bando militar que hace velar por la seguridad de la humanidad en cada comunidad.
Si no te gusta la ley has de luchar para cambiar, pero siempre respetando la ley incluso la del rey.
Los poderes no son mercaderes.
Si no te gusta la Constitución por obsoleta no sigas la coleta.
Ya está bien la generación nini está aquí, pues en tiempo de incertidumbre puede ser muchedumbre y llegar a la cumbre con su posterior derrumbe.
Qué no sigamos la tendencia y usemos la coherencia.
Que estoy ya hasta los bemoles de los cantos de los soles pues aquí tenemos coles y caracoles con si be moles.
Que se de todo y a la vez de nada, que sin salir de mí país tengo la mente abierta y no recubierta de falsas esperanzas que llevan a matanzas espero que no mudanzas pues fuimos migrantes y aquí se escucharon cantos de ruiseñores eso si que eran señores y no cobardes disfrazados y esto no me rima pero se lo preguntaré a mi prima vera la nueva era de futuras generaciones neonato talento nato su intelecto innato y mi alma no vendo al infierno ni por un puro cuerno¿
La corneta de la coleta me hace huir de una disco antigua de Torrijos sino me entiendes te jooooooo desde luego mi yo que sabes que rima pues tenemos que emplear bien las nuevas tecnologías y huir huir huir huir huir huir y vivir vivir vivir vivir vivir y para eso le pongo una a mayúscula a la poli ticamente que te absorve la mente incoherente.
Que nadie tiene más razones que nadie que en el respeto está..¿y si no te respetan a vos? Cada cuál con su conciencia el que crea en la ciencia.
El verdadero problema es el abuso y el mal uso, yo el primero cómo diría mi prima vero nica so sólo mira el ocaso y no te creas superior pero tampoco inferior..¿tan difícil esser separado educado?
El porte es para que se comporte y no te reporte con soporte..¿no hemos aprendido nada? Sinceramente creo que no.
Que lavenganza separado conlleva matanza..¿otra vez? Siempre fuimos somos y seremos más inteligentes pues nuestro ser no tiene culpa del mal hacer de nuestros ancestros aunque fueran nuestros..¿grandes pensamientos? Se empieza limpiando conciencia y conocimiento con buen pensamiento.
Duplicar sin suplicar las mentes despiadadas usarán palabras mal intencionadas junto o separado cada ser buscar su interes..¿miedo? Sí muchoooooooo pero sobre todo respeto pues nos observa el firmamento.
DERECHOS RESERVADOS. Pues mí corazón fue tantas veces maltratado cuando únicamente pedía ser amado ya he dejado deser separado y reservado aunque me sienta observado
Acabar con la maldades y sus temeridades y alejar de sus tempestades. Él bien familiar es lo primero y si usar lo privado tengo que hacer con una f pues lo haré pues lo primero es lo primero siempre me quejaba y ahora con g sólo conozco la jo ta a r a gonesa y no quiero sucedáneos qué maltraten nuestros cráneos. El puerperrio vivan los esparragos y viva los vegetales pero viva también la carne y el pescado bien pescado y las setas y los cardos y viva las migas que se preparan con él trabajo de sus hormigas gastronómicas con sus grandes cocineros viva el limon y el copon que cada ser lo interprete a su manera pero sin ofender y el que se ofenda que se joooooooo taaaaaaaa a ra go ne sa. Por supuesto derechos reservados. Ya esta bien hagamos el bien
Que el pescado es sagrado que hace falta más funcionario y sanitario para frenar la sangr ia muy nuestra de algaradas y disturbios pues motines que buscan… Seguro soy puro pero no tengo un cinco rubias y sabes que rima
Seguridad para frenar timadores cobardes traidores ¿te ofendes? De tu ser depende pues sólo el diez por cien vive vocacional y se pierden las tradiciones y eso si que es de perdedores no respetar tu pasado por cuatro mugridos botos que siiiiiiii que sey muuuuuuu vurrrroooo y miuuuu ahignorante pero obedezco al comandante que velar por nuestro ser patrio huyo de cualquier «ismo» y de cualquier «ista!
Que me la sopla ya que tengo muchos escritos y son sólo míos para mi bienestar conmigo estar
Qué sólo quiero paces y no rapaces y carroñeros que nos alejan de los TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO Y TE QUIERO Y POR SUPUESTO ME QUIERO UN MILLAR AL IMFINITO PUES MI ALMA NO VENDO AL INFIERNO SÓLO CHORICILLOS Y COCHINILLOS AL HORNO Y POR SUPUESTO EL SEGOVIANO Y NO ES MARRANO
QUE TRABAJAR TENEMOS QUE TRABAJAR Y ESO SE LO DEBEMOS A LOS EMPRESARIOS A LOS EMPRENDEDORES PERO CON UN COMERCIO JUSTO QUE TE DE PARA LABRAR EL ARBUSTO Y NO TU BUSTO. No encuentro el final pues es universal. Que sey encapaz de seguir escribiendo y hacer réplica de molinos de viento que ahora tenemos placas solares pero por veinte pavos a un pavo te ahorras veinte currelas y alguien tendrá que ponerlas¿ o se ponen solas? No quiero seguir escribiendo pues tengo pobreza y mucha honra y no quiero grandeza pues la grandeza la hayo en pequeños momentos en el con acento anhelo melancólica de unser separado querido que todo ser sufre cuando le tocan a los suyos tenemos que agradecer para nuestra mente y pensamiento engrandecer¿
Y ahora que me copien que me dupliquen que me quintupliquen quesi separado he ofendido que se jooooooooo taasssaaaaa aaaaaaa raaaaaaaa goooooo neeeeeee saaaaaaaaa puntito final seguro será aparte pues con pocos recursos me alejo de vuestros discursos algún día tomaremos un café pagas tú por supuesto yo pago el vino pero sólo uno mejor que ninguno que mi corazón late y late con fuerza en mi pobreza por eso no quiero riqueza que manche mi ser de pobreza pero a veces se agradece que se ageadezca pues es de bien nacido que mi dicha no sea tú desdicha y sino joooooooooo taaaaaaaaaaa arago nesaaaaaaaaaaaaaaaaaa se me acava con b la tinta ¿o es con v? Cada ser que lo entienda a su manera por cierto más bomberos para apagar fuegos de sus llamas del infierno pues hoy me siento tierno y comprensivo pero siempre pensativo seguiré leyendo y aprendiendo sin ningún tipo de lamento y si ofendo a alguien joooooooooo taaaaaaaaaa arago nesaaaaaaaaaaaaaaaaaa desde parla hasta manresa que la España vaciada no sea de conocimiento no menospreciemos su sufrimiento más saniarios mas seguridad más comercio más cultura y sobre todo agricultura pues sin ella qué industria ni que ossssssssss tiiiiiiiii asssssss con h consagradas no mentes mal pensadas que la palabra de cada deidad de cada ser sea respetada que sea el denomimador común pero sin ningún ismo ni paralelismo sin miedo aunque tengo mucho respeto lo primero tantas veces fui humillado y mí corazón maltratado que por fin de mí estoy enamorado pero más aun de lo que me rodea personas animales naturaleza ya tuvimos un sabio en ortaleza con h pues yo soi con la griega y no la latina mui con la griega hignorante pero no arrogante ni maleante fui timado por cantos de sirenas las azules tenemos que respetar y que cobren lo mismo sin ningún tipo de ismo y mucho menos ista y no me refiero al peaje no seas malaje pues la auropista del destino no se forma con barricadas ni frases antipatriarcadas un uno por ciento más RESPETO RESPETAR, ESPERAR Y AMAR ya pedí recaudar y naidie me hizo caso que yo sólo obedezco a mí ser patrio y al respeto hacia uno mismo que lo que pido no es limosna es justicia y no divina sino real y translucida que yo me pierdo entre tanto timo teólogo y homólogo encarcelar los malos y dejar los buenos pues pido ayuda por los mios tengo mucho miedo si me tengo que rendir lo haré y daré pleitesía a usia pero no toqueis a los mios u vuestras conciencias arderan en el infierno entre polvos esparcidos y esculpidos pues la venganza nunca es el camino pues siempre tenemos nuestro semejante más gramde con n robusto y fuerte que nos arrebata lo que pensamos que es nuestro pasar desapercibido intento pero en mi suspiro hayo lamento y no puedo frenar mi pensamiento. Ya callo y escribo para mi pues mi legado no será de naidie sólo mio y de los mios pero si les falta mi ser serán pobres en su riqueza y eso es pobreza la tristeza se cierne oscura y pura pues de pena se puede perecer por dejar de querer y creer¿y ese que ese don jota que jota don eme que eme el orden lo pongo yo pues soi con la griega el compositor y no es una canción no me creo más que naidie peto tampoco menos dejar de monospreciar mi serintelectual separado de sus temores en honor a todas las lolas y sabes que rima ahignorante… CONTINUARÁ O NO PUES MI SER ES LIBRE COMO EL UNIVERSO COMO LA VIA LACTEA COMO LOS MARES Y LOS OCEANOS COMO EL AGUA DULCE DE SUS MONTAÑAS CON EL FUEGO FORJADO CON EL CALIDO DESLIZAR VOLCANICO QUE TE PUEDE ABRASAR PUES CON QUIEN FUEGO JUEGA… DESPERTAR DE VUESTRO LETARGO Y VUESTRO SER CELESTIAL AMARGO…. CUATRO QUE NO TRES PUES LA RÉPLICA DE LOS DE VIENTO SIN LAMENTO HAYAREIS SI LO MERECEIS TRES PUNTAZOS
Necesito mucho mas tiempo lapiz y goma para no dejarme ni una coma pues como un buho despiadado a su paso por el ebru mirindamos y seguimos obsesionados
FINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN O INFINITOOOOOOOOO ELEVADO AL INFINITOOOOOOOOOOOOOOOOO
DON PEPE SERGIO SANTIAGO MONREAL PUNTAZO FINAL
Don PEPE SERGIO SANTIAGO MONREAL PUNTAZO FINAL

JOSMARY PIRATEQUE

¿Qué es normal? ¿Qué significa? ¿Quién decidió que lo es?

Para algunos lo normal es casarse y formar una familia, para otros ser almas libres.
Unos verán normal una carrera universitaria, otros serán emprendedores y otros demoran en encontrar su rumbo.
Entonces si la normalidad difiere tanto entre unos y otros, prácticamente como variedad de razas en el mundo.
 
¿Quién decidió que hay un tipo de amor anormal o raro?
El amor debe ser libre de etiquetas y prejuicios, quien conoce del amor real también entiende el significado de empatía y respeto pues no se puede amar de verdad si falta uno de esos 2 ingredientes en la mezcla.
Debemos aprender a normalizar el respeto y evitar las etiquetas hacia quienes consideramos diferentes porque la realidad es: cada cabeza es un mundo.
Y en mi mundo mi normalidad difiere de la tuya.

ROBERTO MORENO CALVO

El candil apenas iluminaba la sala de lectura pero Matías se resistía a cambiar ninguno de los pasos a seguir. Desde que hace cuatro años llegó la visita del pasado, sigue el mismo ritual cada cumpleaños, ya son 84 los que cumple y tiene la esperanza de que se repita un año más.

Ésta vez ha conseguido reunir a sus sobrinos y a los pequeñajos para comer y así estar libre a las diez. Ya ha recogido todo, ha guardado en el frigorífico las sobras del dichoso pollo al horno, tan sano y tan blandito para su edad. «¡Con lo que me gustan las chuletas de cordero!». Y por fin se sienta en el sillón de lectura de su padre.

El reloj de pared anunciaba las nueve y media y Matías pasa revista a todos los marcos que cuelgan en la pared. No falta ninguno, desde sus padres, su hermano pequeño, recientemente fallecido, el pequeño Juan, al que apenas conoció, los tíos Casimiro y Eulalia…

A menos cinco se enciende un cigarrillo, lleva diez meses sin encenderse uno pero hoy es su cumpleaños y no puede dejar de hacerlo, para que arriesgar.

Unas campanillas irrumpían en medio de la noche. Las diez. Matías deja el cigarrillo en el cenicero, clava los dedos en el reposabrazos del sillón y se impulsa. Camina hacia la puerta del cuarto contiguo arrastrando las zapatillas de casa y cuando llega se asoma con cuidado.

Un año más puede verse a sí mismo cuando tenía siete años jugando con Marieta. Colocaban los bloques de madera de colores uno sobre otro, él los tiraba y los dos se reían. El brillo invadía los ojos del Matías adulto quién, en silencio, seguía asomado a la puerta. Se ponían a recoger los bloques y una vez más la mano del jovencito Matías rozaba la de Marieta. Ella no hacía por evitarla ni retiraba la suya. Giraba su cabeza y sus ojos se fijaban en los de él. Los corazones de Matías se aceleraban acompasados y una voz adulta susurraba en silencio: me gustas. Pero lo que se oyó en el cuarto fue el reto de un niño diciendo, ¿a que no me pillas? Y los dos niños atravesaban la puerta corriendo, difuminándose un año más.


DAVID DURA

Ya eran las nueve cuando el mayordomo de estrado hizo señas de recoger la mesa.
Todos los invitados pasaron a la biblioteca en rutina protocolaria. Alrededor de su alteza real los políticos tomaron asiento en las fastuosas sillas de piel de mariposa con bordados de plata no optas para hombres lobo.
Con la tenue luz de un cirio con cera de oído de orangutan comenzó todo.
El tablero ouija constaba de 26 letras y una pegatina con la foto de Rosa Díez tapando la letra ñ.
Nada ni nadie podía profanar la palabra España.
En eso, estaban de acuerdo.
Oh maestro de la sabiduría!. Sal de las sombras iluminando nuestros actos en esta crisis que tanto nos ha golpeado.
El vasito que antes sostenía el huevo Faberge no daba para la pobre mano del niño que aguantaba entre sus rodillas el representante de la Iglesia.
Letras y más letras, todo un discurso con soluciones a los problemas de la alta sociedad.
Al terminar después de tres horas, discutían sobre la naturaleza de aquel ser.
Mi prima Federica de Prussia! , otros, Napoleón!

Como siempre, el mayordomo se quedó a recoger en la biblioteca.
Cuando ya tenía la camarera a rebosar de copas el tablero comenzó a mover.
Un nombre, el espíritu había olvidado despedirse.
S O Y J. U L I O A N G U I T @..
El tablero ardió entre llamas en la chimenea guardando el silencio junto al fuego.


JORDI VIÑAS REIG

Vivía sin complejos,con total normalidad. Amante de su libertad e independencia,le encantaba sentirse querido y apreciado, mostrando también amor y afecto por sus más cercanos. No buscaba ni necesitaba aparentar nada,siendo feliz aceptando la vida tal como se le presentaba. Limpio y ordenado,se hacía respetar, sobretodo su vital espacio. Enamorado del presente,su quehacer diario era como una gran clase de meditación avanzada, tanto en la quietud más absoluta como en el movimiento más abrupto, inesperado y veloz. Dominaba el arte de la expresión de forma natural, mostrando y captando las necesidades físicas y psíquicas,
tanto propias como ajenas. Enemigo de las normas,el tenia las suyas. De hecho,no se planteaba ni sabía de su existencia. Guiado por su profunda e innata inteligencia,sólo tenía un lema de lo más normal: – Vive y deja vivir.

Claro,era un gato…


ALBERTINA GALIANO

Mi abuelo materno no era normal, por lo que yo sé.

Como buen jienense afrontó la hambruna de posguerra recogiendo aceituna, altivamente.

Según me cuentan, en ese relato que uno escucha una y otra vez casi con idénticas palabras, mientras los demás hacían tertulia en los descansados de la jornada, y se arremolinaban alrededor del almuerzo, él se apartaba a un árbol solitario y leía.

Un eslabón fundamental en la cadena de anormalidades de mi familia, por la que yo he trepado.

También me ha costado lo mío diferenciar mi propia asincronía entre la intrincada madeja familiar.

En un momento dado comprendí lo importante que es no pasar ni un minuto de la vida buscando normalidad, si eso supone esquivar lo apetitoso; y que lo más anómalo puede ser divertido, si es un gusto consentido.

He emborronado muchos diarios buscando la uniformidad. ¡Vade retro!, digo ahora. Qué alivio no haberlo logrado.

La vida repetida es vida no vivida. Y no estamos para desperdiciar.

A día de hoy me siento orgullosa de llevar el nombre de mi abuelo, el raro, el que se bebía los libros y buscaba en otro lado, siempre en otro lado.

La normalidad no es mía.

Es de cientos de miles, seguro, pero ni un poquito mía.


LOLY MORENO BARNES

UN CUENTO NORMAL

Todos lo veían “ NORMAL “ hiciese lo que hiciese .
Ya lo decía su madre :
¡Mi hijo es un chico normal !
Es normal que vuelva de madrugada cuando sale de fiesta ( que era un día si y otro también) puesto que está en la edad .
Pero lo normal es que estudiara ( puesto que también está en la edad) y para ir a la universidad no tenía tanta ligereza y habilidad .Su horario de asistencia era de tardes y aún así había que zamarrearlo para sacarlo de la cama , que se diera una ducha, almorzara ( lo que como era normal , ya tenía puesto a la mesa, como si su casa fuera un restaurante )y encaraba hacia la universidad .Y eso que tampoco tenía que hacer tanto esfuerzo en llegar , ni tomar autobuses, metro o ir caminando..
Como era normal sus papis le habían proporcionado un buen coche. Pero ni por esas tenía ilusión en asistir.
Cómo era normal a su edad , el “ pobre chico” ya había cambiado tres veces de carrera porque no terminaba de sentir su vocación . Vamos , que esperaba que :
¡A la tercera fuera la vencida!
Y así estaba en una normalidad absoluta en su mundo casi absurdo , mientras la mayoría de los jóvenes vivían otra normalidad muy diferente .
Un día , sin que nadie lo esperase llegó una pandemia que movió todos sus esquemas .
Ya no podía salir de fiesta , ni conducir su coche, ni asistir a la universidad, ni llevar la misma vida .
¡Tenía que tele estudiar !
Seguía teniendo el mismo estatus económico , pero ya el dinero servía de poco.
Hasta su familia se fracturó, porque su padre ,un reconocido médico perdió la vida en primera línea por culpa de esa maldiga enfermedad .
Su normalidad cambió como la de muchos .
Debió reflexionar y pensar que estaba en mundo por mucho más que ser un “niño bien”
Debía crecer, madurar y sobre todo “VIVIR”
¡ LO NORMAL!


VALERIA MICHOU

_¿No puedes ser normal?
Pregunto mí madre entre lágrimas, cuando le dije, que amaba a esa mujer.

JUAN MANUEL RODRÍGUEZ ELIZONDO

Ayer en la noche fui a un baile en donde había un grupo musical muy bueno, tenía una cantante muy atractiva, que imitaba muy bien las voces de cantantes famosas, y aparte los músicos eran muy buenos para acompañarla, pero a mi me fue muy mal, lo normal es que cuando saco a bailar… una de cada tres me dice que si, es mi porcentaje de bateo .300 nada malo para temporada regular, pero en este evento fue diferente, llegué a buena hora, todavía había muchas mujeres solas, mas o menos de mi edad, que es importante, di una o dos vueltas alrededor del salón para ir viendo quienes estaban solas y quienes no, la música era variedad para todos los gustos, así que quise aprovechar para ir a bailar, pero invité a bailar a 15 mujeres y ninguna quiso, no fueron consecutivas para que no se viera que era plato de segunda mesa, a eso se llama estrategia, fueron espaciadas y nada, esto me hizo reflexionar sobre muchas cosas, la primera causa probable , el ritmo de música, pero no, porque los intentos habían sido en momentos en que había diferentes ritmos, unas eran cumbias, otras eran música disco, las calmadas, así que por ese lado no era, seria mucha coincidencia que no les gustara el ritmo precisamente cuando la iba a sacarla a cada una.
Ni para que enojarme o reclamarles del porque no bailaban, la primera impresión que doy puede ser que no sea buena, tampoco preguntarles el porque no, me puedo exponer a una respuesta ofensiva , que capaz no sea cierta, exponiéndome a algo hiriente con el único propósito de salir de la amenaza de ¿porque? , no me arriesgo mejor.
Puede ser mi estatura, que no soy muy alto y que ellas esperan bailar con un hombre mas alto como es lo normal, además la mayoría usan tacones altos para ir a una fiesta de noche a bailar, los zapatos de tacón las hacen ver mas atractivas, las formas de sus piernas y su caminar. Alguna de las que saque a bailar, después las sacaron a bailar otros y si bailaban, ninguna estaba tan alta.
Cuando las sacas a bailar las mujeres primero te escanean, lo hacen en una fracción de segundo, allí deciden si o no, quizás ya te habían visto y solo confirman si eres el que les pareció bien o eres el que les había parecido mal. Primero ellas empiezan a ver discretamente para todos lados y si quieren que las saque alguien en particular, se le quedan viendo para darle entrada como quien dice, en esta fiesta estaba la luz muy tenue, lo que quizás no había esa posibilidad de que te dieran entrada.
Mi forma de vestir era lo normal, como estaban vestidos la mayoría de los hombres que eesaban, no es lo mismo que vayas a un lugar que todos están de traje formal y tu llegas con una playera, lógicamente nadie va a querer bailar con el raro, pero este no era el caso tampoco.
Abrir la pista, me refiero a ser la primera pareja en empezar el baile, tampoco fue el caso en ninguno de los intentos por ir a bailar, porque desde que llegué había parejas bailando, entonces esa tampoco fue la causa del porque me rebotaban todas. Se que es penoso ser los primeros, porque todos se te quedan viendo, no es lo mío.
Otra causa descartada fue que me viera muy borracho, porque solo me había tomado 3 cervezas en el trascurso de la fiesta, que hubiera tenido los ojos rojos que pareciera que esta drogado, pues tampoco.
No se porque la verdad, quizás solo bailan con conocidos y como para mi era la primera vez que iba a ese tipo de fiestas, puede será la causa. Lo normal es que me dijeran que si, pero no, esta vez me batearon 15 a cero. ¡La esperanza muere al ultimo! Y siempre habrá otro partido para batear mil de porcentaje

RAQUEL LÓPEZ

Que sería lo normal? aquello a lo que estamos acostumbrados, lo cotidiano, pero en realidad¿es eso lo normal? Eso quiere decir que lo que no es habitual, pasa a ser raro?
Al igual que tenemos unos límites, supongo que también los tenemos frente a lo normal y lo que resulta extraño.
Lo normal es lo que te inculcan desde pequeña, desde el momento en que te dicen esto se hace así, la manera de vestir, la manera de actuar… Porque si no lo haces así, sería anormal.
Es lo que te lleva a ser como el resto del mundo, pero que pasa si una persona va contracorriente y la juzgamos sin conocerla? La señalariamos porque no tendría nuestra misma forma de pensar y de actuar?.. Entonces lo ideal sería ponernos en el lugar de la otra persona, quizás los raros somos nosotros, visto desde otra perspectiva.
Lo normal dependerá siempre del modo de pensar de cada uno y de la situación y el contexto en el que este una persona….

KENYA LIZBETH

Lo normal es subjetivo, por ejemplo:
lo normal era mi mano junto a la suya
y ahora es pasar como dos desconocidos.
Curiosa paradoja es la normalidad,
lo único que pareciera «normal»
es el cambio constante.

SOLEDAD ROSA

Suelo dejar abierta la ventana de la habitación para que entre ese airecillo que refresca y ambienta con los sonidos de la calle. Escucho los murmullos de la gente y me convierto en el público de sus historias y testigo de sus problemas.

Así, pude hacerme hueco entre la nueva normalidad. Pero me sentía extraña en mi sitio. Escuchaba a jóvenes con talento, parados y sin ilusión. Con años a sus espaldas de duro esfuerzo y trabajo por llegar a ser quienes soñaron desde pequeños. Porque lo normal, a los treinta y tantos, es tener esa cierta estabilidad.

Parecía que me iba acomodando y pude poner nombre a los rostros de los protagonistas. Como a esa pareja que acababan de convertirse en padres. Lo supuse, no por el sonido del carrito que llevaban, sino por los ojos de quien se había convertido en madre, que nublaba su enorme sonrisa. Porque lo normal, es que tener un hijo es lo mejor que puede pasar.

Una mañana decidí salir y caminar por el escenario de las historias que escuchaba. Saludé a la tendera del pequeño comercio del barrio y me puse al día con amigas que habían venido al pueblo a pasar estos días. Al volver, escuché un hombre que le comentaba a otro lo infeliz que era en su relación, pero que no había nada como llegar a casa y encontrar a su mujer y el plato de comida puesto en la mesa. Porque lo normal, es que en las parejas hay que aguantar.

Me asusta lo rápido que pasan las hojas del calendario. Recuerdo que, hace meses, hablaba con mi amiga desde el balcón sobre esa cerveza que prometimos beber como victoria de esta cuarentena. Porque es lo normal. Pero no. Me niego. No creo que hayamos vencido nada. Ni que hayamos avanzado. Quizás, nunca nos hemos movido o no todos entendamos lo mismo por normalidad.

Vuelvo a mi sitio. Me siento en una antigua mecedora de mi abuela Catalina y pongo un folio en blanco en mi máquina Olivetti. Mientras, cierro un poco la ventana de la habitación por la que entra ese airecillo que me refresca y me envuelve en mi normalidad.


OMAR ALBOR

La idea
es tener
un espacio
un lugar.
La galería
aloja la imagen
que te hará pensar
si está bien o está mal.
Que están bien?
Que están mal?
Que sigue luego de lo próximo?
Que tan bueno es lo próximo?
Si quisiera seguir alojando
imágenes, en mis recuerdos
cuántos miles de recuerdos obtendría.
Cada nueva pregunta
será el punto y la coma.
Cada mirada te dejará una galería
de imágenes, y en esta foto estás vos y está quien tú elijas y cuántos elijas en tú viaje, solo piensa.
Si esto es lo normal.
Que es lo anormal?
Porque, te preguntaste mil veces
en esta vida, que sigue?.
No es un relato existencial, es un relato del actor, que se despierta: Es padre, marido, obrero en un fábrica, músico, poeta y sobre todo actor de la mejor obra del mundo.
La vida.
Cortometraje o Largometraje
Tú eligen Que.

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18 comentarios en «Lo normal – Miniconcurso de relatos»

  1. Mi voto esta semana será repartido porcentualmente entre todos los participantes, cualquier relato merece ganar, la mayoría describe emociones dignas de grandes escritores en sentido genérico, pues como los relatos de Loly y Francisco…

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