¿Qué le pasa a Carmen?

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema “¿qué le pasa a Carmen?». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 20 de marzo! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.

MARI CRUZ ESTEVAN APARICIO

A Carmen lo que le pasa es que es una mujer «Lunera » – dijo mi madre.
Medio siglo de vida siendo vecinas da para ver los cambios que hace una mujer lunera.
En el saludo, un día te habla con correcto comportamiento y, otro, te vuelve la cara.
Carmen se lleva a imaginar situaciones tan inreales pero que a los vecinos de su bloque en donde vive les mete en compromiso.
Ejemplo: suele llamar a los «Mossos d’ Esquadra diciéndoles que el vecino del cuarto 1 y, el del primero 3 quieren entrar en su casa, para echarle a ella a la calle.
Más a Carmen no le pasa na de na…
Por otro lado y para terminar contaré, que si la oyes hablar por el patio de luz, hay días que hace de tres a cuatro voces, distintas, la charla con la gente imaginaria puede durar horas.
Pero a Carmen no le pasa na de na, solo es una mujer lunera.
¡Mejor no te toque como vecina!


ANA WONDERLAND

Menudo disgusto. Esta niña nos trae por la calle de la amargura, ya no sale ni entra, todo el día con ese dichoso móvil encerrada en su habitación, dice que para hacer trabajos, pero no se, cuantísimas horas pasa, ni que estuviese cazando gamusinos. Solo queda con dos amigas y para eso en casa.

Encima, pregunto y a veces ni contesta, y el “noviete” que tenía por casa no pasa. Estos se han dejado. Segurísima estoy. Dos semanas que lleva sin venir el muchacho. Si sufre mal de amores me lo podía decir a mi, que para eso soy su madre.

En fin, que haya lo que quiera, pero ya me ha dicho su padre “¿qué le pasa a Carmen?” y ella a todo lo que le digo, si es que me dice algo, responde: “mamá, ya tengo cuarenta años, yo se lo que hago.”


CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

—No me pasa «ná, ná de ná»…lo que pasa es, que lo que me pasa, es eso: «ná de ná».

¿Qué es lo peor que le puede pasar a alguien?: que no le pase «ná»…

—¡Qué ínfulas se gasta la de enfrente! ¡Qué humos en el trabajo! ¡Qué recoños le pasará al personal? Seguro que no les pasa «ná de ná»…

La vida plana, los sueños amarrados, la voluntad de no hacer «ná de ná».

¡A ver si va a ser eso lo que nos pasa!…

¡Qué no nos pasa «ná»!

Muchas veces es la ausencia, más que la presencia, lo que nos lleva a un estado de ansiedad. No por mucho desear, amanece más calmado.

Carmen está distraída, a la espera de que algún acontecimiento sorpresivo la agarre sin previo aviso y con su varita mágica convierta el «ná» en un todo o un algo que resuelva el devaneo en el que se encuentra inmersa.

—A mí, no pasa «ná» desde que aquel día que recordar no puedo en el que tropecé con un unicornio azul que salió volando al percibir mi «ausencia».

—¡No me pasa «ná»!


MILENA TAPIAS GARCÍA

– Berta, mirá, ahí está otra vez en el balcón, está todo el día de arriba para abajo, lavando y tendiendo ropas, cocinando y sirviendo, barriendo y limpiando, dime ¿Qué le pasa a Carmen?
– Tienes razón, ¿Qué le pasa a Carmen?, que todo el día habla, rie, canta, se para en la ventana, reclama, pelea, ¿se olvida que esta vieja, acaso?
– ¡BRUJAS!… Me pasa que escuché a Facundo y no me distraigo de la vida, sé que 86 años, son un suspiro, que no estoy vieja, solo, no necesitó que la vida sea tan rápida, y por eso voy lento, pero ayudo, soy util, camino, juego, saludo y charlo con todos, incluso no me niego al coqueteo de un amor, al canto y al baile… incluso ¡peleo con ustedes, momias!… Jajajaja


JOSY MAR

Desde que la vi tan hermosa y gentil, la quise para mí, solía visitarla en secreto, sólo podía mirarla, sabía de antemano que nunca estaríamos juntos, así que me conformaba con observarla y escuchar cada mañana su cantar.
Con el tiempo algo en ella cambió, su cuerpo se tornó cada vez más frágil, aunque todos se preguntaban ¿Qué le pasa a Carmen? Ella se levantó y con una fuerza increíble luchó por seguir adelante, su luz se intensificó y aún en su condición seguía siendo tan alegre como siempre; cada día me enamoraba aún más de ella.
Su batalla fue tan dura, luchó contra tempestades e hizo surf sobre tsunamis, pero aun así nunca perdió la sonrisa ni sus ganas de soñar, incluso cuando su preciosa cabellera cedió, seguía luciendo hermosa, la energía que emanaba era exquisita y capaz de contagiar al más triste y desolado ¡Que mujer impresionante!
Sin embargo, hoy Carmen está recostada sobre sus sábanas de seda blanca; reposa tranquila, no parece la misma, se nota pálida – ¿Qué le pasa a Carmen? – Ayer tan risueña y soñadora, cantaba alegremente como cada mañana mientras hacía el quehacer; se ve tan distinta ¿Dónde está aquella sonrisa que dibuja su carisma? ¿Qué fue de aquella melódica voz que daba la bienvenida a un nuevo día? Se siente tan fría, sus labios carmín lucen resecos y su rostro carece de expresión alguna, descansa inmóvil, inerte y aun me cuesta comprender – ¿Qué le pasa a Carmen? – sus ojos están cerrados mientras duerme profundamente, luce en paz.
Finalmente estoy tan cerca de ella, pero solo puedo susurrarle – ¡Oh Carmen! ¡Perdóname Carmen! Pero la muerte no puede tener amante.

ELIZABETH RAMÍREZ SANTANA

¿Qué le pasa a Carmen?

— Ja ja ja ¿A Carmen? A Carmen no le pasa ná. Te pasa a ti, que estás todo el día pendiente de Carmen. ¿Sosaina dice? ¿Como no va a estar sosaina si se le ha roto el coche?. ¡Claro que está enrabietá! Si han cancelado el viaje a Italia, ¡tremendas alegrías se da la muchacha!
«Que le pasa todo y ná a la vez». Tú si que no entiendes nà. Deja tranquila a Carmen y entenderás lo que le pasa.¡Madre mía!, ¡menos mal que ella si sabe lo que te pasa a ti! …pero bien.


PATRICIA TOMÁS SÁEZ

¿Que qué le pasa? Pues qué le va a pasar…na. Na de nariz, taponada con los mocos. Na de aplataná, a causa de la fiebre. Y le dicen:» ¡Cuidado!, no vaya a ser na de coronavirus.
Lleva la mascarilla más baratilla del mercado. Sus amigas le dan de lado izquierdo; no le sale nada a derechas. Y su novio ya sólo la besa por WhatsApp.
Na y to…le pasa.
Como al torero que le pilla el toro, como aquel que to haya en la playa y no tiene con qué secarse, como agitado por un torfeillo de viento flatulento.
Ahora ya sabéis qué le pasa. ¡Haced el favor de no preguntar más!.


LOLY MORENO BARNES

¿Que le pasa a Carmen?

¿ Que le pasa a Carmen, María, Julia, Cristina o Elena ?
Que más da su nombre. Lo importante es saber ; ¿Que le pasa ?
Intuyo que lo sé. Quizás de tanto dar a los demás …
¡Se olvidó de ser mujer!
Se olvido de los sueños , que de niña le hacían estremecer …
Quizás se enamoró y empezó a dejarse robar el corazón hasta que todos los latidos le dejaron de pertenecer y sin saber ni cómo ni cuando dejo de verse en el espejo , estrenando una sonrisa al amanecer.
¿ Que le pasa a Carmen?
Quizás se sintió plena cuando hijos le entregó la vida y de tanto pretender que nada les faltara los colmo de amor , alimentos y educación y luego ya mayores intento despojarlos de todo lo que sobraba ; vanidad , tristeza y ambición .
¿Que le pasa a Carmen?
Quizás ve pasar la vida alrededor , volviéndose invisible porque ya todo lo dio y nada para si , se quedó.
¿ Que le pasa a Carmen?
Pasa que un día comprendió que sin dejar de amar puede tener tiempo y lugar para cumplir sus sueños , aquellos que guardo de niña bajo la almohada y nunca rescató .
Y un día Carmen despertó y supo que su tiempo le esperaba y para sentir que estaba viva abrió de par en par las ventanas de su corazón. Luego , se miró al espejo y pinto su cara de guerrera , se vistió de coraje y salió a la calle a ganar en este mundo la batalla , aquella que tanto postergó .
El triunfo le esperaba muy cerca de su alma y en BELLA MUJER se transformó!


DAVID DURA MARÍN

La luz del túnel no era tan cegadora como dicen, tampoco tenía unas manos de caricias familiares diciendo ven.
Pero ella subió tan alto como pudo, dejando la Luna a sus pies, quería dejar huella.
Estiró la mano agarrando una estrella, apenas le quemó el calor intenso acostumbrada al amoniaco y lejía.
Y siguió más arriba, a una parte del universo, la otra la dejó para los demás.
Con un hilo de pescar,
ni idea de donde lo sacó,
bajaba cada noche o cada día su carta de sugerencias, allí no hay luz para determinar situación.
Subía las enmiendas de sus seres y hacía bolitas que con puntería certera lanzaba a cada cabeza no pensante de sus familiares y conocidos.
Hay noches, que pienso en Carmen como si me entraran pensamientos a la fuerza en la cabeza.
Qué será de ella?. Será pedir demasiado…


ARIEL PACTON

Carmen abre la puerta de entrada de la casa. Se sienta en una silla de brocato blanca del lado de adentro, con una mano apoyada en el mentón y la otra sostenida en la silla.

—¿Qué le pasa, Carmen? —me acerco y le digo.

Ella no contesta. No dice palabra.

La dejo. La miro.

Su pelo está cano, atado en rodete en la coronilla. Arrugas grabadas con cincel de vida recorren su rostro. Sigue su belleza siendo salvaje, y extraña.

Llega el mediodía. Come de parada un huevo revuelto con leche de cabra. Se vuelve a la silla. Su mirada es tenue, de frente al sendero. Parece en sosainas.

Los árboles mueven sus hojas al viento. Sin embargo Carmen, sigue como estatua.

Corren los minutos, dibujan las horas, el frío estremece y ahí sigue ella, con sus pies recogidos sobre el asiento, mirando el camino. Los hombros caídos, la sonrisa trémula, el peso de un mundo.

Salen las estrellas. Llega la nevisca.

Viendo que no amaina, la abrazo y le digo:

—¿Qué le pasa, Carmen?

Ella me responde:

—¡No tengo polainas!


EMILIANO HEREDIA JURADO

A LO MEJOR, TAL VEZ, POSIBLEMENTE

Querida amiga Carmen López.
A lo mejor, tienes aún humeante, encendido, aunque sea un minúsculo rescoldo, el sentido de la curiosidad, sentido.
Y te da rabia el alarmante nivel de indiferencia al que está ahora mismo la humanidad, represada
en sí misma, a punto de desbordarse su mediocridad, provocando una riada que anegue esta páramo mundial, yermo de ideas.
A lo mejor, sigues observando como yo observo, una simple mosca al pasar, una hoja al caer, un atardecer… es lo que tiene el ser alguien sobrealimentado de espíritu.
Tal vez, estés buscando en el costurero que es tu cabeza, un poco de hilo de imaginación para bordar en una tela blanca, alguna de tus historias.
Tal vez, ya la tengas bordada y, no quisieras mostrarla, pero no temas, no la juzgaré , tan solo, como un buen vino, la disfrutaré sorbo a sorbo.
Posiblemente, te sientas como brujula sin flecha, ni a donde ni con quien ir.
Posiblemente, ya lo sepas y no quieres que se sepa.
A lo mejor, tal vez, posiblemente, te esté pasando lo que a mí :
nos pasa la vida.
Amiga Carmen López, como dijo Humphrey Bogart en «Casablanca» (es una de mis películas favoritas, y se que lo es también para ti, que lo he visto en tu perfil) :
Este es el comienzo (no,
mejor continuación) de una larga amistad


ROBERTO MORENO CALVO

Carmen, ¿Te pasa algo? Te veo un poco sosaina… Estas fueron las últimas palabras antes de que estallase en un río de lágrimas. La verdad, es que al principio no le entendía nada de lo que me hablaba. He de reconocer, que después tampoco.

De repente y no sé porque, apareció la palabra Manolo entre sus sollozos. Intenté prestar más atención, intenté traducir al castellano lo que decía balbuceando pero nada, no había manera de saber quién era Manolo. Tampoco me atrevía a interrurpirla.

Manolo volvió a ser citado en su discurso. ¿Pero por qué Manolo es lo único que pronuncia perfectamente? Mujer, que ya tienes tu edad y no quince años para esa llantina. O hablamos o no hablamos… pero me estás generando una ansiedad que para ser martes no viene a cuento.

En algún momento del monólogo pensé lanzarle una pieza de Susi a la cara. No tuve huevos.

Bla, bla, bla… Bla, bla, bla… Y yo sin saber quien es Manolo, que pasa con Manolo o simplemente, que leches le pasa a Carmen… Ahí se quedó. Espero que al menos pagase la cuenta.


OMAR ALBOR

Se poso sobre el arcoiris

Es temprano
para despertar
pensó en la tarde
se había acostado
entrada la mañana
algo mareada
el traginar de las cosas
envenenaron las miradas
y el noctámbulo
la rapto en el movimiento
Cómo estornudo
no era rabia, era sordera
estaba aturdida
Si daba un paso
y miraba si su corazón
la seguía, es que buscaba
Ser más que dos
Para no volver sola
Que le paso a Carmen??
Desenfundó de su boca
y en cada sílaba había amor
Ella quería más y solamente
la compañera dejo que solo
sintiera la friolera sensación
de ser más mucho más que un
loco baile una nueva vibración
Un nuevo comenzar a pobrar
en su boca, en su pequeño
sueño de quebrar el estallido
De la Soledad
De la Noche.


JUAN MANUEL RODRÍGUEZ ELIZONDO

Como algo que puede empezar de la noche a la mañana se convierte en una pesadilla en vida , cuando le dicen que padece una enfermedad progresiva con la que no va salir victoriosa por ningún lado , puede tener todo el dinero del mundo pero nadie ha descubierto como atacarla de manera efectiva , así que tienes todas las de perder.
Entonces piensa tengo que arreglar todos mis trámites legales que tiene pendientes y haces una lista de todos los pendientes que hacer para que no se queden problemas en el futuro. Contentarse con las personas con las que estás enojada o con algún desacuerdo. Bueno el futuro inmediato está dándote en las narices porque no le queda mucho tiempo según le dicen los expertos en salud. Quiere hacer conjeturas para buscar una explicación del porque le broto esta enfermedad, puede ser por el golpe que se dio cuando jugaba softbol o por la caída de la bicicleta de montaña o porque una vez se burló del señor que recogía el cartón en el centro porque tenía las piernas como arco, Diosito la castigo! no sabe porque fue.
Piensa muchas cosas y dice porque a mí y no otra persona, reprocha y dice porque no a los asesinos o a los violadores que ellos si lo merecerán. No encuentra explicación porque a ella si solo hay muy poquitos casos como este en todo el país.
Quizás es una fortuna de morir con tiempo para arreglar sus cosas o para despedirse, pero no, no quiere morir, si todavía le queda mucho que hacer por compartir por enseñarles a sus hijos, no le gusta esta fortuna porque el final va hacer lo mismo y quizás va hacer muy doloroso o vergonzoso.
Estas últimas noches duerme solo 2 horas y despierta y sigue pensando en tantas cosas que no ha hecho y que se le acaba el tiempo. Piensa en comprar una buena silla de ruedas eléctrica para poder moverse durante más tiempo y conseguir un ordenador que lea las pupilas para poder comunicarse con los demás. Le dicen que los músculos se van atrofiar pero que la mente va seguir lucida.
Es esa enfermedad que le dio al sabio ese que opinaba del universo y de los agüeros negros, pero si él vivió 40 años quizás él tenía otra cosa pero muy parecida. No puede imaginarse la cara de sus hijos cuando les diga que tiene esa enfermedad tan cruel, va ser como un balde de agua fría. Van a hace conjeturas sobre si es hereditaria o si es contagiosa. Muchas personas se le va acercar por morbo pero no me importa que le vean.
Su padre cuando sepa que tiene la enfermedad va a ponerse hacer más cosas y más cosas para tratar de no pensar en el gran problema que va tener que enfrentar y le va a evitar lo más posible pero no porque no la quiera sino porque no soportara verla inmóvil, va a llorar en silencio cuando nadie lo vea.
La comida le la van a dar por sonda en el estómago porque no va a tener fuerza para masticar y la respiración va a ser inducida. Ósea va estar conectada para vivir eso creo no es vida pero Dios es el único que te da la vida y el único que te la quita. Quiere ser positiva pero no puede solo le queda pensativa y callada, como brincar esta problema no está preparada ni psicológicamente capaz para afrontarlo y creo que nadie lo estaría.
Si me matara piensa sería más sencillo para todos porque no sería una carga para los demás, pero piensa que ante todos sus conocidos y quedaría como una cobarde. Lo único que se le ocurre es si tiene tantos conocidos puede tener una ventaja, que haga algo por los enfermos que todavía no saben. Puede apoyar a una asociación para recaudar fondos para descubrir alguna cura en el futuro con el recurso que pueda conseguir. Le acuerda a la película del milagro de Lorenzo en la que sus papas se pusieron a estudiar y consiguieron que los niños que apenas empiezan con la enfermedad pudieran parar su avance.
Que difícil situación está a punto de sufrir porque se imagina por todo lo que va a pasar y mejor le gustaría tomar la puerta falsa. Su corazón está con taquicardia y fuera de ritmo como si le estuvieran amenazado con una pistola un asaltante o un ladrón. Qué pasaría si un persona le quisiera amenazar con una pistola, le diría muy valiente no te tengo miedo mátame si quieres, porque él le ayudaría a solucionar su problema de golpe, pero no tiene tanta suerte.
Ella tiene algo de recursos y tiene sus familiares que le pueden ayudar durante el trayecto de la enfermedad pero se pongo en los zapatos de aquellos que no tienen a nadie ni dinero. La salud es una cosa elitista y no se vive la enfermedad de la misma manera con recursos que sin recursos. Existen lugares de beneficencia pública pero están muy deteriorados y sucios.
Ella quiere que investigar como funcionaran las segubecas y los seguros de vida para dejar todo en orden para que sean valsamos para relajar los problemas que serán en el futuro cercano. Como irán a responder siempre tienes la duda si van a pagar o si van hacerse ojo de hormiga a la hora del hora.
Va a la iglesia a pedir por un milagro aunque ya tenía mucho tiempo sin pisar un templo, a quien será mejor pedirle el milagro a Dios, a la Virgen María, a san charbel o quien será el santo que más ayuda a los enfermos para ponerse a rezarle lo más ferviente posible. Los padres de la iglesia le podrán recomendar una oración o una manda que le funcione.
Se pongo a buscar en internet si alguien se ha salvado y puedo ir a visitarlo para pedirle una recomendación o una secuencia que debo hacer para salvarme. Tiene mucha incertidumbre en buscar a brujos o chamanes que quizás tengan alguna alternativa como último recurso. Se le viene a la cabeza esos médicos filipinos que curan con yerbas y pócimas. Esta animada en ir a buscar una cura, pero se le hace un pérdida de tiempo bueno que pudiera tener con mis seres queridos.
Va ir a buscar una segunda opinión con un médico que haya visto muchos casos como el de ella para que le confirme que realmente tiene lo que le diagnosticaron y no otra cosa que pudiera ser menos agresiva. Pero porque a ella está enojado no lo puedo asimilar le da rabia de coraje.
Ve tantos programas que le presumen todos los avances científicos que se han logrado pero entonces para quienes son porque para ella no están al alcance, dicen que las células madre curan todo, que los cromosomas se corrigen, que el DNA se altera, pues nada de nada le pueden hacer, no es posible. Se le hace que son puro pedo todos los programas que hablan de los logros científicos. A quien le van a dar los premios noveles de medicina? , quizás investigo sobre este tema va a buscar.
Recuerda que los trámites para poder sacar un medicamento nuevo es más o menos 10 años porque se deben hacer miles de pruebas para que pueda ser autorizado, si hay que ser conejillo de indias ella se apunta donde le digan ya no tiene nada que perder , se la juega para que experimenten con ella de todo a todo. A pesar que siempre le he tenido miedo a las inyecciones.
El doctor dice que no va a ver dolor, que no se preocupe y que le ayudarían además con fármacos potentes para evitar el posible dolor, pero solo será el dolor del cuerpo pero nunca menciono el dolor del corazón al ver como sus familiares van a sufrir al verla y a ella le va doler su tristeza.
Va poner todo en manos de Dios y a ver qué pasa, y va a recaudar recursos para los enfermos que vengan después de ella, ojalá los puedan salvar.


SOLEDAD ROSA

Necesitaba sentir el aire en la cara. Que rozara sus mejillas. Y que fuera frío. Le helara. Que ese frío le atravesara el cuerpo. Como un relámpago. Con trueno. Y le partiera en dos.

Necesitaba que el aire le cerrara los párpados. Los sacudiera. Y que le azotara al abrirlos. Pero rápido. Sin pausa.

En el reloj de su habitación ya no cantaba ningún cuco. O quizás sí, pero no lo escuchaba. Al fin y al cabo ella seguía en la misma estación. Parada. Los andenes estaban vacíos. El tiempo se había congelado.

Necesitaba escuchar suspiros jadeantes. Sentir la vibración del tic-tac del reloj. Que el silbido del aire se metiera en sus oídos. Y le susurrara. La envolviera y la arrastrara.

Necesitaba sentir que seguía viva.


GABRIELA MOTTA

En medio de aquella multitud se encontraba Carmen, sentada en el banco de un aeropuerto con el celular en mano, llorando y escribiendo, escribiendo y llorando. La gente que pasaba la veía en ese estado y seguía de largo. Hasta que luego de un rato pasó una muchacha y se atrevió a preguntarle lo que nadie se había atrevido hasta ese momento.

— ¿Puedo hacer algo por ti? Carmen secándose las lágrimas le contestó:

—No creo, es que estoy más sosainas aquí en este lugar. La extraña sonrió.

—No te rías, que estoy en plan “enrabietá”

—Discúlpame ¿Qué te pasa?

—Na, y todo y na, pero bien.

—Así se me dificulta un poco poder ayudarte.

—Sí, es que, ya sé, solo que… y se largó a llorar nuevamente, sin dejar de relojear cada dos por tres el celular.

—Tranquila, respira hondo y empieza desde el principio.

—No es na, solo que, me iba de vacaciones para Barcelona, pero me tomé el vuelo mal y aquí estoy sentada en un aeropuerto de Uruguay.

—¿Cómo puede ser eso posible querida mía? Con el chequeo riguroso que te hacen en los aeropuertos, no, no, eso no puede ser.

—Pues mira, aquí estoy, justo antes de que yo embarcara llegó un grupo de viajeros chinos y todo fue un lío, póngalos en cuarentena gritó alguien, la gente comenzó a correr, el caos se apoderó del lugar y los que esperábamos en la fila para abordar nos metieron cómo ganado para adentro del avión sin mirar documentación alguna. Imagina, yo que estaba perdida en medio de esa confusión terminé dentro de ese vuelo. Y aquí estoy. Enrabietá, sin saber que hacer. Pero… espera dame un segundo que estoy en el chat con mi editora y debo preguntarle algo muy importante: ¿¿¿¿Cuándo hay que votar????


 

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11 comentarios en «¿Qué le pasa a Carmen?»

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