Cabeza o corazón

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «cabeza o corazón». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 20 de febrero! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.

CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

Cuando Ed le pidió matrimonio, su corazón palpitó como una patata frita, no por la emoción que pudiera ir contenida en tal petición, sino por el estado de pánico que provocaba en ella semejante petición; era el último deseo que ella podía tener.
«El corazón tiene razones que la razón ignora»…
La diferencia entre ser amado o ser admirado; a menudo se confunden estos estados -una vez más aparece el binomio corazón-cabeza- trastocando al ser que va de un estado a otro a la deriva.
Ed, se presentó con el regalo envuelto en papel de seda y lazo verde esperanza. Ella lo abrió sin emoción alguna, hasta que el objeto impactó contra su pupila. ¡Una biblia! No entendía los motivos ni el mensaje subliminal de aquella elección, pero, a todas luces el regalo aparte de decepcionante, no cuadraba, no se avenía en absoluto con su esencia. Definitivamente esto fue el detonante que ayudó a tomar su ya casi firme decisión.
—¡No me caso! Ni contigo ni con nadie que tenga tan mal gusto para elegir regalos.
«¿Quiere catequizarme? o peor, ¿Combatir mi ateísmo por la vía de la conquista?, este tío es imbécil: descartado. ¡A la mierda!
—Cuídate, el gusto y los disgustos.
Con el corazón, la cabeza y una buena dosis de «tripas» se despidió sin decir adiós.
Su cabeza funcionaba a pleno rendimiento. Del corazón: sin noticias apreciables.
«Los mejores resultados se obtienen cuando la cabeza y el corazón funcionan por separado a su libre albedrío».
Ella no necesitaba «rellenar» espacios vacíos. Él, precisaba con urgencia una brújula.
Cabeceando, sin corazón, así andaba de un lado a otro sin encontrar razón a su descabezamiento. Aquel viaje sin fin, sin propósito alguno, había culminado en un estado de inquietud constante.
—¡No tienes cabeza! –escucha entre latidos la voz de su conciencia.
—Y tú no tienes corazón.
Todo blanco, blancas paredes, blancas sábanas, blancas mesas, blancos uniformes…y, un piiiiiiiiiiiii… blanco, incesante. Su cabeza a punto de implosionar, y su corazón latiendo a espasmos.
Los ruidos cesaron…todo blanco; al fin su cabeza envió la orden precisa: descansa corazón.

ALEX CRUZ VILLAGRÁN

Cama de hospital

Aquellas dos semanas transcurrieron lenta y dolorosamente. Siempre había odiado los hospitales; a sus pasillos largos y vacíos, al penetrante olor a medicina y a desinfectante, y, sobre todo, al constante recordatorio de que alguien amado debe estar sufriendo para ser convocados en uno. Los odiaba desde niño, y muy seguramente los seguiré odiando, pero durante esas dos semanas, sin importar cuanto aborrecía el lugar, pasé mis noches enteras encerrado en una habitación de hospital por amor. Todos los días que pasé al lado de aquella cama, pude analizar de manera detallada cómo la enfermedad había carcomido un rostro que conocía de toda la vida: el rostro de mi madre.

Su piel ahora contaba historias con cada doblez. Los de la frente me recordaban cuando se enojaba conmigo por no querer comer mis verduras, o por desobedecerla y ponerme a jugar cuando debía haber estado haciendo mis deberes; las de los labios, hacían que la cálida imagen de su sonrisa inundara mis pensamientos, me hacían proyectar para mis adentros los días en los que fui más feliz a su lado, me llevaban de regreso a aquellos años cuando aún no conocía lo que es perder a un ser amado.

Sus ojos, antes llenos de inteligencia, ahora desconocían el mundo que alguna vez gozó explorar, brillaban, sí, pero de tristeza, y cuando me asomaba en ellos para ver qué tanto de mi madre seguía luchando por permanecer con vida, encontraba la respuesta a una pregunta que jamás me atreví a preguntar. Ella ya estaba lista para partir; sus ojos me lo dijeron antes de que pronunciara, dificultosamente, las palabras, unos días después; sus pupilas vidriosas me enseñaron, que mi madre, igual que como lo hacía yo a escondidas, lloraba ya la despedida que sabíamos acechaba cada vez más de cerca.

Fue así como quedé entre la espada y la pared. Tenía que tomar yo la decisión. En ese momento me hubiera gustado que mi padre viviera para ayudarme, hasta deseé no ser hijo único. Ella era la única familia que me quedaba y mi corazón no quería dejarla ir, y aunque sabía que agonizaba día tras día, y que una muerte digna era un regalo tras tanto sufrimiento, un capricho infantil hacía eco en mi cabeza “¡Quiero a mi mamá! ¡No quiero que mamá se vaya y me deje sólo!”.

Al final tuve que dejar mi egoísmo atrás y decidir lo que era mejor para ella, así que cuando el doctor me planteo la opción de realizar una última operación, tanto arriesgada como dolorosa, que podría otorgarle a mi mamá cuanto mucho unos meses más de vida, o rechazarla y dejar que mi madre se desvaneciera en la comodidad de su casa, opté por la segunda, tal como ella habría querido.

Pronto llegó el día de su funeral, pero en ese momento, más allá de la tristeza que causa el despedirse de la única persona que puedes estar seguro te ama incondicionalmente, mi corazón y mi mente estaban en sincronía; habíamos tomado la decisión correcta. Pasé, pues, el día de mi último adiós a la mujer que me dio tanto tal como ella me había deseado que fuera, desde el día que se enteró de su enfermedad: rodeado de amigos y gente querida, escuchando la música de mariachi que tanto le gustaba cantar en vida. Dios nos librara de escuchar canciones tristes en un día tan doloroso.


ALBERTO LÓPEZ MEGIAS

El único problema es que mi corazón se muere en énfasis y el cerebro no sabe porque vivimos , por eso hace un suicidio insoportable , el corazón es loco y atrevido , por eso siempre hay algún problema , si pensase más con la cabeza hubiese elegido una pregunta menos tediosa .
Si mi corazón dice que ella es la chica de mis sueños y mi cerebro que ella era mala influencia , pero si todo lo que cuenta es una noche loca , rompo con los hilos y siento como las neuronas me dicen que no al vino de Burdeos, pero entonces los vasos sanguíneos absorben cada gota de la sangre , quizás tu cadera fue la heroína y rompió mi sistema nervioso.


PAPALLONA LILA

En Oriente los monjes se parten de la risa porqué los científicos occidentales creemos que la compasión está en la cabeza y no en el corazón. Si asumimos que la consciencia son impulsos eléctricos entre neuronas, es importante mencionar que en el corazón existe un importante número de neuronas. También en el intestino. Tal parece que tenemos tres cerebros, uno en la cabeza, otro en el corazón y un tercero en el intestino.


DAVID GUTIÉRREZ DÍAZ

Estoy currando con resaca.
He llegado tarde al tajo y con resaca.
Anoche, pre-resaca, estuve tentado de follarme a mi compañera de piso.
Anoche, pre-resaca, mi compañera de piso estuvo tentada de follarme a mi . Y tentando, «au francais»

Anoche, pre-resaca pero cuándo no cabía duda de que hoy iba a estar currando con ella, se impusieron el sentido común y el cortarollismo de un espontáneo pesadísimo (tronco eres escoria, pero you will be always in my heart de Melón). Bala y bomba h esquivados entre canciones de Bonnie Tyler y despropósitos de Dani Martín, la noche es oscura y a menudo alberga horrores, sobre todo en las tripas de los karaokes.

Hace cuatro días, pre-resaca, por fin le echaste valor y acordamos que el cielo era azul, las nubes blancas o grises, el sol redondo y nuestra relación un cómodo fracaso, a la mierda Tolkien y los chistes compartidos, hola Camilo Sesto, llorar no está del todo reñido con las risas y la auto-parodia. Además, hay envergaduras de nariz que, cuando se abandonan al drama te dejan el suelo empapado ( Adam Driver, te saliste del pellejo, aún me tienes tamblando) y es una puerta que tengo que cuidar que no se abra, que entra corriente y ya nos vamos haciendo mayores.

Ante-anoche, pre-resaca, cuándo la pija borracha me decía que era un hombre muy atractivo, yo sólo pensaba en ponerle su pizza y que se fuera a tomar por culo, que la tienda estaba llena y la cola no iba a terminar en la puta vida. Y es que la peña tras la barra no somos robots, de verdad que no, pero si vienes a tirarme los trastos cuando tengo ocho pizzas a distintos tiempos en el horno, treinta personas detrás, calor, sueño, agobio y a tus amigos Juanito, Jaimito y Borjita a un numerito de ganarse una ostia por intentar coger de punto al señor de casi setenta años que, en lugar de estar durmiendo en su casa tiene que estar haciendo el turno conmigo porque no le llega la pensión junto con el sueldo de su mujer para pagar el alquiler de Madrid, pues a lo mejor, en lugar de reírte las gracias me cago en tus putos muertos pijos, que seguro que tienen más culpa que los míos, proletarios, de que el pobre don Jairo esté cómo está.

Anoche, pre-resaca, sólo tenía ojos para dos personas, Alberto, por motivos del todo no sexuales (si, tío, ya sé que borrachos hacemos unas proezas del carajo, pero deja de intentar demostrarme que llegas saltando a todos los carteles, que ya tienes una edad y en una de esas te vas a hacer daño, alma pollo) y Julie, con su look parisien a los cigarettes after sex y su manía de ponerme un chupito en la mano apenas me había acabado el anterior, espero que todo fuera cosa de José Cuervo y cuándo nos veamos, de vuelta en casa, todo quede en unas risas y un pitillo con Chardonnay, si no la liada va a ser bien juapa.

Y es que anoche, mientras me preparaba las oposiciones a la plaza de cadáver que ostento hoy, me di cuenta de que Madrid, así, en toda su generosa generalidad, está muy caliente últimamente, será cosa de que el alcalde tenga cara de polla y nos esté jodiendo bien duro, pero el caso es que yo ahora mismo no les sigo el ritmo y me va a tocar ponerme las pilas, soy un onvre, es lo que toca.

Mañana, post-resaca, me instalaré Tinder.

Pasado mañana, tras algunas conversaciones de mierda, me tocará volver a emborracharme y hacer Trinidad con «Her», «Eternal Sunshine» y ahora también «Marriage history»( Scarlett, tía, que jodidamente bien estás en esa peli) o terminarme la sexta de Bojack, aunque esa sí que me da canguelo cortavenas. Soy un hombre, por algún lado tengo que aflojar.

Hoy, con resaca, me dedico a hacer y vender panes. Ya me he quemado tres veces.

El día después de pasado mañana, con resaca, me tocará componer planos mientras opero la cámara y coordino a los actores, va a ser divertido.

Menos mal que el director es Alberto y tendrá las rodillas jodidas por lo de anoche, no check, no out.

Y así vamos tirando.


MARI CRUZ ESTEVAN APARICIO

En el jardín de la casa de campo, la grande mesa, estaba preparada con todo lo necesario para celebrar el gran festejo. Los invitados comenzaban a llegar vestido con grandes trajes y, con folleto del menú a degustar en mano, hacían corros de conversación chistosa lo cual desmerecia y mucho la elegancia que vestía.
En la cocina dos grandes cazuelas se hablaban en ese chuchu que un buen guiso deja escapar.
-¿cuando de nuevo, estemos en la despensa limpias como el oro-dijole una de las cazuelas a la otra, realizaremos nuestro momento de amor de pareja. Ahora bien, la intensidad del acto la llevará aquella cazuela primera vacia de comida, ya que eso nos indicaría que los comensales les gustó más el guiso de cabeza de Cordero o el de corazón de león.

LIZA E. RODRÍGUEZ

—¿Por qué siempre eres tan imprudente, Sr. Corazón?
—¿A qué te refieres, Mr. Cerebro?
—¡Cada decisión que me haces tomar pone en riesgo nuestra salud!
—Solamente envío frecuencias cardíacas ante tus opciones, tú eres quien decide.
—Me orillas a hacerlo, bien sabes que no me gusta verte frustrado, corazón ingrato, ¿quieres acaso que te envíe neuronas?
—¡Ja, chiste ambiguo, tío! ¿Aún hay quienes creen ese mito? Poseo miles de neuronas.
—Sigues siendo el segundo órgano, entre los cuatro que somos, recuérda, mi estimado emocional.
—¡Deja ya! Las palpitaciónes que emito y según tú, son «imprudentes», son en conjunto una opinión, una sugerencia, histérico.
—Lo siento, no siempre es verdad aquella frase…
—¿Cuál? Tranquilo, sé que cumples tu finalidad, cuidar al ser que nos alberga no es nada fácil.
—Una que oí… «El cerebro es quien enfría las pasiones del cuerpo». Madre mía. Si supieran que la mayoría de las veces, eres quien tiene la razón.
–Es muy ostentosa, pero somos hermanos. Llevarnos por viejas antinomias es inservible. Ya es hora…
—Debemos huír. Miguelito nos precisa.
—Vale, no debemos privarnos más de nuestra libertad.
—Tú pleanea, mientras, yo seré fortaleza y no declinaré.

Lucía. Volvió al orfanato tras vagar 6 (seis) días por las calles madrileñas con el afán de buscar a su hermano menor y marcharse. Sin embargo, tras este debate, fue -nuevamente- adopatada para ser explotada s…


KAREN ROSADO

No estoy triste…
Estoy desepcionado,

Y no se en estos casos a quien acudir si mi ser esta completamente quebrado,

La cabeza manda al corazón o viceversa,
¡Que mas da! ya es tarde para averiguar,

Extraño la paz que dejaban al jugar entre sabanas,
Extraño no sentir culpa y confusión por mi absurdo sentir,
Extraño apartarlo todo por ella sin correspondencia alguna y no sentir este vacío,

En que momento el corazón manda señales a la cabeza para ignorar por completo mi deseo,tu pasión…
Ya no acepto el amor y mucho menos un pálido desliz …

Y en venganza la cabeza manda ese síndrome de corazón roto que traspasa mi alma,
Ya no queda nada ,ya no queda nada.

Me pongo de pie frente al espejo con el revólver completo y contemplo por última vez esa mirada vacía,ese gesto deshecho.


ARIEL PACTON

—¡Buen día corazón!

—¡Buen día cabeza!

—Te dije que no me gusta que me llames cabeza. Yo soy mente. Mi nombre es mente.

—No te enojes cerebrito mío.

—Tampoco soy cerebro. La cabeza contiene al cerebro, y yo soy la acción del cerebro, la mente. ¡Basta de pavadas, levantate!

—No me dan ganas– dice el corazón, dándose vuelta en la cama.

El cerebro cierra los ojos por orden del corazón. Pasan unos segundos. La mente no encuentra calma. Luego de unos minutos, la mente se irrita. Ella tiene que lavarse los dientes, desayunar, vestirse, ordenar la cocina, estirar las sábanas de las camas y salir a la calle a ganarse el pan.

El corazón anda de viaje en el mar. La mente grita.No puede oírse porque el corazón está roncando fuerte. Lo ve cruzar el océano, subir las montañas, bajar por laderas. Entonces corre y lo alcanza.

De pronto ambos, respiran flores y acacias. Ya de la mano entran a un túnel. Caminan juntos, sonríen, ríen por los pasillos. Buscan la luz, allá en el fondo ven la salida. Abren los ojos frente al espejo. Ahí, hay un hombre que escucha y dice:

“¡Bah! Corazón y mente, el ying y el yang de todo lo existente.”


LOLY MORENO BARNES

Nunca pensé descubrir ese paraje maravilloso oculto para casi todos excepto para unos pocos elegidos .
¡Doy fe que existe!
No puedo describir con palabras cómo es , no tiene forma ni color, se siente un bienestar inenarrable .
El que tiene la infinita suerte de encontrar el lugar…aunque no hay carpetas de demandas , abogados ni jueces sabe qué ahí, se sentencia un juicio sin ganador ni vencido y asisten la cabeza y el corazón .
Algunos dicen que es precioso, una especie de paraíso, otros que está rodeado de tinieblas .Creo que se parece a los sueños, los hay placenteros o llenos de misterio…
Solo el destino me dejó asomarme al lugar en una ocasión, y puedo describirlo con una única palabra «PAZ».
Me recosté muy cerca de ese sentimiento de placidez divina negando me desde mi corazón a marcharme .
Mientras tanto los pensamientos en una cabeza confusa dejaron de sentirse presionados por los intereses que nos aquejan a diario .
En ese lugar no existe el dinero , las grandes superficies , ni tan siquiera el tendero de la esquina .No hay espejos donde mirar si somos jóvenes y lozanos o mayores con la piel marchita .
Solo aquel juicio benévolo que sin cuestionar nos da la sentencia : Vive en el amor!
Vuelve , valora el corazón y la cabeza y quédate solo con lo necesario .no acumules riquezas que te entorpezcan los pasillos de tu andar para que le falte espacio a las personas que te quieren.
Hay un antes y un después desde aquel trance ,desvanecida en la inconsciencia, en un plano paranormal, entre la vida y la eternidad desconocida.
Estoy convencida que el aprendizaje de tal aventura fue muy fructífero y a la vez simple. No es necesario tener mucho y el secreto de la felicidad solo reside en una perfecta amalgama donde se entrega y recibe amor.
En ese lugar estuve sólo en una ocasión y regresé con la cabeza y el corazón en tregua para intentar hacer las cosas mejor .-


GABRIELA MOTTA

I

Transcurría el año 2300 sobre el planeta tierra, máquinas, humanos, ciencia y tecnología se habían fusionado para perpetuar la supervivencia de la especie y generar una raza superior.

II

Estaba convencida de ser uno de los pocos modelos humanos originales que existían ya que su padre había sido uno de ellos. Pero para salir de la duda tenía que encontrar un humano Genuino que estuviera dispuesto a revelar cómo se diferenciaban de las máquinas, se había cansado de preguntárselo a su padre, pero nunca se lo había querido confesar, él estaba convencido que no saberlo la mantendría con vida.

III

Un pensamiento se filtró: «tal vez lo mejor sería convertirse en una fusión así nunca moriría». Pero algo dentro de ella no quería vivir la condena de transformarse en un ser eterno sin sentimientos.

Recordaba que su padre siempre le decía: «el secreto está en tu corazón», ella tenía uno, no era como los nuevos modelos que se los habían sustituido por uno artificial, su corazón palpitaba y según su padre con eso bastaba. Sin embargo, debía reconocer que latía gracias a que estaba conectado a una máquina desde hacía ya algún tiempo, pero el corazón era real, aunque funcionará a medias.

IV

Eran tiempos difíciles para los humanos Genuinos, se veían amenazados por un grupo revolucionario extremo quienes habían logrado convencer a políticos y ciudadanos a cambiar su corazón por uno artificial, aseguraban que la única diferencia sería que no los estorbarían los sentimientos. El ejemplo estaba en los humanos Fusión seres con cerebros perfectos, programados para ser felices y exitosos por siempre.

Sonrió, era paradójico lo de felices ya que no podían sentir y comenzaba a dudar sí realmente pensaban.

Este fenómeno social que se expandía a velocidad de la luz la obligaba a ocultarse para evitar ser escaneada, la ciudad estaba invadida por esos escáneres, ellos permitían saber si el corazón era real o no, de ser genuino la persona debía someterse a una cirugía para implantarse el nuevo y maravilloso corazón artificial, cosa que ella no estaba dispuesta a permitir. La cirugía había comenzado siendo opcional, pero últimamente elegir ya no era una opción, los humanos Geniudos estaban siendo forzados por los modelos Fusión al trasplante.

V

Sabía que existían más como su padre, tenía que encontrarlos y unírseles, sin embargo, no tenía idea por dónde empezar.

Recordó que los humanos Fusión no soportaban el contacto con la naturaleza (que también había sido reducida a lo necesario para la supervivencia de la especie. Especie que día a día se automatizaba más con el fin de prescindir de ella).

Los nuevos modelos odiaban los espacios verdes, habían sido programados para sentir rechazo absoluto por lo natural. Y en ese instante fue que rememoró el único lugar con naturaleza Genuina que existía: la reserva. Ese sería el sitio indicado para encontrar las respuestas que buscaba.

VI

Cuando llegó a la reserva fue detenida de inmediato, debía permitir ser escaneada, requisito ineludible para poder ingresar. Convencida de que este sería su fin aceptó sin resistirse, la habían tomado por sorpresa ignoraba que los humanos Fusión también estaban en la naturaleza, se sintió devastada. «Ya no queda lugar en la tierra donde ellos no estén» —pensó.

VII

—Pasa —le dijo una voz masculina— debes descansar por tu aspecto has hecho un largo viaje. Pero antes contéstame algo ¿A qué modelo perteneces? Es evidente que no eres un humano Genuino.
—¿Cómo lo sabes? —le preguntó asombrada.
—Sencillo, el color azabache de tus ojos te delata.
—¿Y eso que tiene que ver?
—Me lo dices enserio ¿en verdad no lo sabes? ellos en realidad son paneles para recargar tu sistema, me atrevería a decirte que eres un modelo muy antiguo.

—¿Qué tiene de malo el color de mis ojos? Mi padre era un humano Genuino y también tenía ojos color azabache.
—Tu padre sí era un humano Genuino que simulaba ser un modelo Fusión, sin embargo, tú, si no me equivoco eres un cyborgs R-Z12. Nosotros conocimos a tu padre él se había tatuado la esclerótica para proteger su identidad. Bienvenida, pasa que aquí estarás a salvo.
—¿Aun sabiendo que no soy un humano Genuino ustedes me dejaran quedarme? No entiendo.
—Claro que sí, eres la prueba de que el corazón hace la diferencia. Con tu ayuda los humanos aún podemos revertir esta situación.


ALBERTINA GALIANO

Elena se ocupa de todo. Quiere cuidar a su gente.

Madruga más, y trasnocha siempre.

Su tiempo no es del todo suyo; lo desperdicia haciendo cosas que bien podrían hacer otros…

Elena escucha la radio, mientras pela patatas o sofríe cebolla.

Los viernes le gusta oír la cartelera de estrenos. Va poco al cine, no tiene tiempo… ni acompañante dispuesto…

A veces vuela en recuerdos, hacia un pasado en que aún parecía capaz de vivir a través de sus sueños…

Una sonora voz, acercándose por el pasillo, le devuelve a la realidad.

Y el corazón le da un vuelco…

Hace mucho, mucho tiempo, que alguien vive en la cabeza de Elena. Alguien a quien odia y necesita. Alguien que le hace crecer coletas, y sentirse chiquitita.

Alguien que impunemente controla su corazón, estrujándolo a fuego lento.

Alguien o algo…. llamado Miedo.

Elena medita un rato, después de leer ésto, e inevitablemente piensa…

-¿Dónde está el límite? ¿Dónde el “versus”?


JARILLO MORILLO MACARENA

Con la cabeza, se analiza, se interpreta, se construye la realidad, se fantasea,
Se piensa la vida
¿Se vive la vida o se piensa vida?
Con el corazón se siente, se ama, se acaricia la vida
¿Se vive la vida o se siente la vida?
Corazón y cabeza ¿pueden estar separados? ¿Se puede vivir separado una, de otro y de uno mismo?
Se vive la vida, ¿separado o unido? ¿Sentida o pensada? ,
¿Se ama, se integra, se fusiona el ser humano en la vida de forma separada? Y Cuando el corazón piensa, y la cabeza siente
¿Qué pasa?…


YURIMIA BOSCAN

Ganar la vida, de Yurimia Boscan
 
Parto prematuro. Infancia institucional. Calle como hogar. “Yerro” de rutina. Hambre cotidiana. Códigos de vida y de muerte… Pedro sabía que no tenía nada que perder. Llevaba 19 años sumido en el arrebato de la supervivencia, librando sus propias batallas entre el bien y el mal. Aquella lucha interminable que había comenzado cuando apenas era un punto palpitante en el vientre de 14 años de una madre que nunca conoció. Fue encontrado en un basurero. Desde entonces, siempre había alguien que le recordaba que aquello había sido un milagro…
Apretó el gatillo.
Miró su vida como quien mira una revista y se reconoce en las fotografías ¿En verdad era él un milagro?
En sus adentros, volvió a oír la voz que le ordenaba levantarse cada noche de la sórdida cama de sus nueve años para llevarlo al baño.
Dos, tres, cuatro detonaciones.
Gracias a Dios el milagro había llegado a tiempo y pudo ver al niño correr a salvo.
Parte de él iba en ese cuerpo violentado, dibujado el horror en las lágrimas de sus ojos: La historia sin rostro que se mordía a sí misma y lo hacía ganar de nuevo.
La sangre era testigo de aquel nuevo milagro: la cabeza con la bala por encima del corazón.

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9 comentarios en «Cabeza o corazón»

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