Superación, miniconcurso de relatos Cuatro Hojas

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir sobre nuestros “poderes”. Estos son los relatos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves día 5! (Solo un voto por persona).

LUCIDECES ROMUALDO RAMÍREZ

Un desierto llamado Rock & Roll

No creas que dejé de echarte de menos, ni que el tiempo hizo que olvidase tu ritmo, ni que los bancos de niebla lograron impedir ver tu imagen cada mañana.

No creas que otros rostros deslumbraron al tuyo, ni que el trabajo en la oficina me despejó del fuerte olor a habitación cerrada que dejó tu despedida en mis labios.

No creas que los fuertes vientos de la tarde pudieron hacer volar las cenizas de nuestras citas, ni que los nuevos rayos de sol pudieron asfixiar la sombra del ciprés que protege nuestra tumba.

No creas que las drogas consumidas en la noche hicieron desterrar en mí la esencia de tus palabras, ni que el rencor pudo deshacerse de aquella costumbre de buscar tu mano cada vez que empezaba a caminar.

No lo creas, porque no es verdad, porque es falso.

Sin embargo, sí que es cierto que me acostumbré a convivir con tu ausencia y a respirar el dolor que ésta me produjo a mi alrededor.

Me acostumbré a salir a buscarte y a regresar sin ti después de haber explorado todos y cada uno de los lugares en que nos dimos un beso.

Me acostumbré a perder la esperanza, a no respetarme, a beber más de la cuenta y al inerte mundo que era seguir viviendo sin que tú estuvieras conmigo.

Me acostumbré a hablarte y a escuchar como respuesta tu silencio durante los diez años que me mantuve caminando por un desierto llamado Rock & Roll.

Me acostumbré a tu inexistencia y superé tu adiós sin darme cuenta. Y aunque muchos de mis versos los escribí pensando en ti, a veces no logro sentirte ni tan siquiera entre ellos.


MARÍA DAVID

En el inmenso y árido desierto del Sahara,en alguna parte del infinito horizonte,surgieron algunas criaturas altas,majestuosas,como si fueran «rotas» de una escena de fantasía-estas criaturas imponentes,pero en el mismo tiempo delicadas,eran unos camellos que pastaban tranquilos en el calor opresivo,pisando la arena brillante y caliente,desinteresadas,tan ni siquiera afectarles de alguna manera.De vez en cuándo,un curioso lagarto sacaba su cabeza de la arena y se hacía camino entro los millones granitos de arena,intentando buscar comida;los rayos ardientes le atraversaban su cuerpo decrépito,haciéndole abandonar su misión y retirarse en algún rinconcito fresco,debajo de una piedra,dónde los rayos intensos del sol ya no la pueden alcanzar.
El pastor miraba con orgullo su rebaño de camellos que se dirigían extenuadas ,pero en el mismo tiempo agitadas al ver el lago con agua dulce y fresca.El agua curandera le hacía prender vida de nuevo y su ingenua felicidad se notaba en sus miradas serenas y inocentes.
El pastor era un hombre viejo de unos 75 años con la cabeza cubierta con un pañuelo negro en forma de turbante que le protegía del sol,mientras que el cuerpo lo tenía cubierto con una especie de «bata» azul, larga y voluminosa.Sobre su hombro derecho tenía un arma Kalashnikov que lo guardaba como si fuera su propio «hijo» y nunca se separaba de ella y muchas veces se acordaba-en la solitud del desierto-de aquel espantoso año-1975-,cuándo los marroquíes invadieron su patria.Tenia 12 años y se acordaba,con mucha tristeza y dolor,de ese maldito día:
«¡Mahmud,tus padres han muerto y si quieres yo te cuidaré!
Mahmud estaba mirando a su tío y con la voz temblándole le dice:
-Mi quierido tío,yo solo quiero vengar la muerte de mis padres!
-Todavía eres pequeño,Mahmud!,¡No te dejas abatido por el dolor y deja que el tiempo pase y quizás algún día llegaras a ser fuerte y grande de tal manera que puedas decidir qué hacer respeto a la muerte de tus padres!
La cara de Mahmud se puso muy roja y el calor que se apoderó de su cuerpo hice que hasta sus lágrimas se secarán.
¡Tío,tú eres sabio y respeto tu manera de pensar!;¡Yo solo quiero un arma que te prometo,solemnemente,que nunca la usaré en contra de los que mataron a mis padres cobardemente!
¡Elijo el desierto cómo mi nuevo hogar;el me enseñará todo para sobrevivir!
¡Aquí tienes,mi dulce niño!,¡Esta será tu arma y aquí tienes también estos dos camellos que te acompañarán en tu camino!
Con el pasar del tiempo,Mahmud creció;el desierto modeló su comportamiento,lo hizo muy fuerte y sabio igual que su padre y empezó a luchar en contra de los invasores,saliendo siempre ganador en todas sus incursiónes;empezó a ser temido por todos los invasores y todos le monstraban mucho respeto.Era conocido bajo el nombre de «El León» por su falta de miedo,por su coraje,por su fuerza y valentía en los combates.»
Éstos recuerdos hicieron que le salieran lágrimas calientes y dolorosas de su ojo azul;ya que el otro ojo lo había perdido en un combate y desde ese día lo tenía cubierto con un tejido negro,igual que como lo hacían los piratas.
De repente,su cara se puso sonriente al mirar su reflejo en el agua cristalina:
¡Aquí estoy mamá!,¡Aquí estoy papá!
¡Soy vuestro hijo,Mahmud!
Al lado de su reflejo,Mahmud empezó a ver las caras de sus queridos padres y se sentía muy contento y orgulloso.
¡Os he echado mucho de menos y que sepáis que vuestra muerte no fue en vano!
¡El desierto me creció como si fuera uno de sus hijos y me enseñó todo lo que tenía que saber para ser un buen luchador,pero gracias al infinito amor que sentía para vosotros,he podido sobrevivir y triunfar!
Con sus manos pesadas y fuertes quería alcanzar las caras de sus padres y en ese instante,sintió cómo su cuerpo era más ligero,ya no sentía más dolor y sufrimiento.Su alma había dejado su cuerpo lleno de heridas y cicatrices…..era joven de nuevo y llevaba ropa blanca y reluciente.Sus padres le estaban esperando al otro lado del lago:
¡Aquí estamos,nuestro querido Mahmud!
¡Ya acabó tu vida terrenal,y una vez con ella acabaron todos tus sufrimientos!»
Al día siguiente,un grupo de pastores encontraron el cuerpo del «León» en posición sentada,sobre la arena y con su vista fija en el esplendor del agua.
¡Ha muerto el «León»!-empezaron a gritar los pastores y con lágrimas en los ojos se acercaron al cuerpo del «Leon»,abrazándole fuerte y jurando qué siempre contarán todos sus valientes combates a las futuras generaciones,de tal manera que su recuerdo permanecerá vivo para siempre.


LA XICUELA DE CORRIOL

Me encuentro sola ante la pantalla del ordenador y no recuerdo las veces que he pensado en la palabra de la semana. Más de cien ejemplos serían fáciles de imaginar, aunque la superación no está entre mis palabras más comunes. Siempre hay alguien con ese afán de superación o voluntad de hierro capaz de afrontar cualquier situación.

Sin ir más lejos, una persona que te comenta, leeré tu libro cuando acabe el que estoy leyendo. Y sin embargo, con un cáncer terminal, no sabe cuánto durará, cuánto vivirá más, pero espera que al menos será el suficiente para leer mi libro.
A éso llamo yo afán de superación. Paso a paso. Y con buena letra.


EMILIANO HEREDIA JURADO

DOS AMIGOS

-Bueno, yá está. Lo siento muchísimo –Dá un abrazo-¿cómo te encuentras?.
-Bien, dentro de lo que cabe, bien, algo triste, pero creo que la palabra que mejor definiría mi estado de ánimo, es, confundido, eso es, confundido.
Este breve diálogo, se produce entre dos amigos-hermanos, una amiga del alma, perdida y encontrada, y el viudo. Hace frío, la tarde se va cosiendo con la noche, y el viento viene de invitado para la fiesta de la noche gélida que les aguarda a todos los presentes en el velatorio. Llantos sordos, aislados, grupos que susurran, mujeres que sirven manzanilla, tila….
-¿quieres que demos una vuelta?.
-Sí, es lo mejor, este ambiente me está agobiando y me estoy cansando de aparentar un dolor que no siento, es triste, y duro decirlo, y oírlo, pero, solo tengo lástima de la vida que ha tenido y la que ha dado.
Por uno de los corredores, los dos amigos, se alejan del grupo de gente que conforma el velatorio, éste, absorto en sus quehaceres de velatorio, no se da cuenta de la ausencia del “abatido” viudo y una de sus amigas.
-Dime, ahora, que vas a hacer?-le pregunta, parándose en medio del pasillo, mirándolo a los ojos-
-No quiero que suene a chiste fácil, pero…¿cómo voy a vivir?, como decía John Rambo en la película:”….día a día…”-hace una mueca y un gesto facial como de gracia, sin tenerla, por el momento que está viviendo-
-Seguro, que saldrás adelante, te conozco muy bien, y nada ni nadie ha podido contigo…
-…Hasta ahora, estoy muy, muy cansado, estos últimos meses han sido duros, los más duros de toda mi vida, ver como su vida se me escapaba entre los dedos, los niños, que futuro van a tener sin su madre, como enlazar o mejor dicho, crear una relación entre su familia y la mía, que nunca ha existido…
-Pero, sabes bien, que fue ella la que nunca aceptó a tu familia, y procuró que la suya tuviera relación alguna con la suya…
-Sí, yá lo sé, pero, sabes, mi vida ha sido una suerte de montaña rusa, una concatenación de pruebas que siempre he tenido que superar…

-Y lo has hecho siempre de maravilla –le coge del brazo, y le limpia una lágrima que corre silenciosa por su mejilla-
-Sabes, con su muerte, es como si me hubiera liberado de una pesada camisa de fuerza…de tantos y tantos años de sufrimiento…de gritos, de amenazas, de humillaciones…Lo que más me ha dolido siempre, a parte del doble trato que infringía a sus hijos, es decir, tan pronto les trataba como una mierda, llamándoles gilipollas, tirándoles sus cosas, como les decía te quiero…Sabes, lo que más me dolía?…
-Nó….
-Dormir en la calle, a veces, con el buen tiempo, cuando me echaba a la calle, me iba a los campos aledaños donde vivo, y me echaba a mal dormir debajo de un árbol…
-¡ay Dios!…-se lleva la mano a la boca, abierta de sorpresa-
-…pero si llovía o hacia frio, pues, pasaba la noche en blanco, dando vueltas, y las mas de las veces, tenía que trabajar al día siguiente, creo, que para mis pobres huesos…todo ese trajín no ha sido bueno…
-Ay madre –le da un abrazo-
-Creí, que cuando me casara, todo el sufrimiento en la casa de mis padres, iba a desaparecer…el alcoholismo de un padre que maltrataba a mi madre…que muchas veces, le veía de Domingo a Domingo..La vergüenza de verle borracho y las miradas de lástima de la gente…Una vez, los de su trabajo, le trajeron a casa, a rastras, borracho como una cuba, de una cena de empresa, y el muy sinvergüenza decía que era una baja de tensión…o cuando, en una cena de amigos, se puso a bailar con una silla….o aquella vez, en Navidad, como había suspendido, me sacó todos los regalos de reyes míos y me los rompió delante de mis narices…
Hasta que tuve edad y fuerza suficiente para encararme a él, y le tiré escaleras abajo, no le pasó nada, afortunadamente….
-Jo, tío, es que tu vida, no ha sido fácil…
– Y con mi hermano, tampoco lo he tenido fácil, que es lo que más rabia me da, después de todo lo que le he tapado con mi padre, y lo que le he ayudado, me lo ha pagado con desprecio, y olvidándose de que existo, después de ver como pegaba a mi madre, la insultaba, y cómo el dinero que yo tenía que poner en casa, ya que a mi padre, como sabrás, le despidieron, y no entraba más dinero en casa que el que yo ponía , mi madre, como te decía, usaba mi dinero para comprar los caprichos de mi hermano, y las copas de mi padre…
-No sé cómo has aguantado tanto…
-Por mi abuelo…que tuve la gran suerte de que viviera en el mismo bloque que yo, como sabes, y que realmente, fue mi verdadero padre…y el que me enseño a ser fuerte, y a superar todo lo que se me viniera encima…gracias a él, y en su memoria, acabé bachillerato, aunque me costó ocho años…

-Es que tú, eres inteligente, y siempre, te has infravalorado…
-Como sabes, fue una época convulsa, tuve aquel tumor benigno en la rodilla, y a raíz de la medicación, se me perforó el estómago, y me dijeron que no volvería a andar, como soy muy cabezón, después de cuatro años, con muletas, volví a andar…ese logro, junto con el aprobado del bachillerato, en el año 93, hicieron de ése año, uno de los mejores de mi vida….y podría incluir el haber conocido en ese año, a mi mujer, pero después de todos estos años, no lo considero un logro ni mucho menos, una fortuna, haberla conocido, pero, nadie sabe predecir el futuro. La usé sin saberlo yo, me usó sin saberlo ella, para huir ambos del infierno que eran nuestras casas…¿Qué si me casé enamorado?…pues sí, pero luego, el decorado de pareja feliz, se derrumbó, y quedó el verdadero escenario al descubierto…como ya te he contado antes, y bien lo sabes, porque te lo contaba, han sido muchos años de maltrato por su parte, con la complicidad de una psicóloga durante diez años, que lo único que hizo fue sacarnos los cuartos…
-Ya, pero están tus hijos…
-Lo mejor de mi vida…que me hubiera gustado educarles mejor, pero la presencia de ella, rebatiéndome a todo momento, me lo impedía…
-Ahora, tienes que luchar por ti y por tus hijos, y no hace falta que te diga que cuentes conmigo, y con mis hijos y con mi marido, sabes que soy muy mandona, y que si no lo haces, te persigo…
-ja, ja, yá lo sé, ahora empieza mi nueva vida, y tú toda tu familia, estáis en ella y sin vosotros, estaría un poco vacía. Ahora, a ver si me operan de la mano, supero esta nueva operación…jolin, me han operado de todo…que aburrimiento…
-Pero sé que puedes –lo vuelve a abrazar-
-Sí puedo, como siempre he hecho…
Dos amigos, vuelven al velatorio…charlando de sus cosas.


LUISA VÁZQUEZ

«El amor esquivo»

Teresa era una mujer que ya había rebasado los cincuenta hacía un tiempo. Se había casado muy joven por culpa de un embarazo prematuro. Pasó el tiempo, su hijo formó su propia familia y estableció su residencia en Francia, donde le habían propuesto una mejora laboral importante.
Así que, la casa de Teresa y Manuel, su marido, se quedó sola y enorme provocando una convivencia más estrecha de la pareja. Pero ellos no se habían amado nunca. Lo suyo fue un aquí te pillo aquí te mato de la adolescencia que tuvo la desgracia de dar en la diana. La sociedad de la época no veía con buenos ojos a las madres solteras y el aborto, mucho menos, así que, la pareja se vio obligada a pasar por la vicaria.
Habían soportado sus treinta y cuatro años de matrimonio con entereza, con la resignación y el ánimo del que no tiene otra opción, amparados por la rutina diaria que no les permitía verse demasiado tiempo seguido. Incluso el sexo, que los primeros años fue su lazo de unión más fuerte, ya no les daba las satisfacciones del principio. Se había convertido en un trámite por el que pasaban una vez a la semana como quien lleva el coche a la ITV.
Nunca habían tenido conversaciones excesivamente largas y sus temas no iban más allá de la economía familiar, su hijo o sus respectivos trabajos.
Jamás se habían dicho un «te quiero», ni siquiera en el clímax del acto sexual.
¿Qué sentido tenía, pues, que siguieran conviviendo de ahora en adelante?. Esa era la pregunta que Teresa se hacía a cada minuto desde la boda de su hijo.
Y una noche, mientras permanecían sentados uno junto al otro en el sofá, delante de la televisión donde individuos gritaban sin sentido ni concierto, ella agarró decidida el mando a distancia, silenció el guirigay televisivo y se giró hacía Manuel con la determinación pintada en el rostro.
– Cariño, quiero el divorcio, dijo con el mismo tono con el que hubiera comentando el informe meteorológico.
Manuel la miró sin un ápice de sorpresa en su expresión.
– Claro Tere, no hay problema. Busca tú un abogado que yo pondré el piso a la venta.
Y con la misma facilidad con que se extingue una llama por la falta de oxígeno, en el corto plazo de tres meses, desapareció la relación que Teresa y su marido habían mantenido durante tantos años.
Seguían hablando por teléfono de tanto en tanto para compartir noticias del hijo que vivía tan lejos y por una preocupación sobre sus respectivos estados de salud derivada de la costumbre.
La nueva etapa no fue fácil para una mujer acostumbrada a compartir su vida con otra persona. Tomar decisiones, disponer de su propio futuro sin que esto influyera en nadie más, aunque parezca algo deseable, se convierte en un trabajo complicado. Cuando la existencia tiene una misión, aunque sea dedicarla a la familia dejando de ser una misma, y de pronto el objetivo desaparece, esta se vuelve vacía y sin sentido.
Teresa se sentía sola, sin ilusiones. De repente se enfrentaba a un camino sin asfaltar y no se sentía con ánimos de iniciar las obras de mejora.
La enorme cama vacía dolía más que la que había abandonado, llena con la frialdad de la indiferencia.
Y las necesidades se impusieron a los intereses. Nuestra protagonista decidió que necesitaba tener alguien a su lado. Que quería volver a llenar sus días, sus horas poniéndolas al servicio de otra persona… «El que nace pa martillo…»
Aprendió el antiguo oficio, olvidado de no utilizarlo, de vestirse y comportarse para seducir. Y tuvo éxito claro, era una preciosa mujer madura, con el atractivo y el misterio que da la experiencia grabada en la cara.
Atraía por igual a hombres mayores que a jovencitos porque, cuando una mujer posee magnetismo, el macho se deja llevar solo por su instinto.
Pero Teresa, después de vivir una existencia entera sin amor, quería algo más. Quería sentir el arrebato de la pasión, deseaba tener el alma en llamas, en carne viva. Que la mirada, el roce de un hombre le provocará escalofríos. El sexo por el sexo era lo único que había conocido hasta ahora y estaba harta de eso.
Curiosamente, la frialdad, la indiferencia, la hizo más deseable todavía, provocando la parte de cazador que los hombres tienen en su información genética.
Era la presa a abatir, el trofeo que deseaban tener colgado en su pared. El bello animal salvaje que les era esquivo, que se les escurría entre los dedos con un rechazo elegante.
En contrapartida, Teresa fomentaba cada día más ese atractivo que había aprendido que volvía locos a los caballeros. Y ellos notaban su presencia, antes incluso, de que hubiera entrado en el local. Y, desde ese momento, ninguna otra fémina existía. El halo que la rodeaba inundaba el espacio anulando cualquier otra presencia. Y todos los hombres, viejos o jóvenes, feos o guapos, inteligentes o tontos, se convertían en una cohorte babeante a sus pies. Pero la diosa griega, altiva, se limitaba a posar su mirada en aquellos creyentes entregados sin permitir que ellos vislumbrasen ni un atisbo del anhelo con que su corazón le buscaba a «él». A aquel que fuera el alma que su alma estaba buscando.
Una noche tras otra, volvía al silencio y la soledad de su casa. Volvía a ser Teresa, la madre y esposa que se había quedado sin objetivo en la vida. Que se sentía pequeña, insignificante, insegura… Sola.
Pero, poco a poco, la admiración masculina se fue trocando en enfado, en orgullo herido. No podían permitir seguir sufriendo con la indiferencia de su objeto de deseo. La querían y la querían…¡Ya!.
Una preciosa noche de verano, con el cielo iluminado por una luna tan grande que hipnotizaba y hacia creer, al mirarla, que se podía distinguir su cara observando al mundo, los cazadores se organizaron.
Fue casi instintivo. Sin hablar unos con otros, se fueron concentrando en la puerta de la casa de Teresa. Cuando ella llegó pudo distinguir un grupo enorme parado en la calle.
Le hicieron un pasillo silencioso para que pudiera acceder a la puerta y, cuando se encontraba justo a mitad de camino, el grupo se cerró y ella desapareció sin un sonido, sin un grito. Justo como si nunca hubiera estado allí.
La policía la encontró al día siguiente en mitad de una pradera de yerba corta. Estaba tirada en el suelo boca arriba. Sus ojos estaban fijos, perdidos en una mirada infinita hacía algo desconocido.
Los forenses dijeron que su cara era lo único intacto de su cuerpo. Que jamás habían visto una agresión tan brutal como aquella.
Esa misma noche, inexplicablemente, la luna no salió.


FUEN CALDERÓN ROMEO

Hay personas que de cara a la galería parece que llevan una vida muy normal. Tranquila, sin sobresaltos. Sonríen a menudo y ocultan sus tristezas y sus penas. Son personas a las que han hecho daño tantas veces que viven con una coraza permanente de cara al mundo. Personas que intentan superar cada día sus miserias, su dolor, sus decepciones, sus tristezas. Son guerreros ocultos. Auténticos héroes invisibles de cara al resto.
Yo conozco a una de esas personas. Es una mujer olvidada por los suyos. Una mujer a la que todo el mundo cree tan fuerte que piensan que no necesita nada de nadie. Y no es cierto. Yo la he visto hundirse, la he visto llorar, la he visto luchar, la he visto vivir su soledad y su tristeza porque, a pesar de haber gritado al mundo su dolor, parece que lo suyo no era importante, porque pensaban que ella podía con todo.
La he visto sufrir por amor, porque su matrimonio fue desgraciado. Continuas infidelidades de su marido la hicieron pensar que no era nada, que no valía nada porque el canalla la acusaba a ella de ser la culpable causante de sus devaneos. Y salir adelante y sonreir intentando no delatar el sufrimiento que sólo pueden leer en los ojos aquellos que te conocen bien.
La he visto sufrir por sus hijos. Uno de ellos con una rara enfermedad que le ha llevado varias veces a pasar por quirófano debatiéndose entre la vida y la muerte y despedirse de su hijo antes de entrar a quirófano con un “luego nos vemos, te quiero”, sin saber si iba a volver a ver a su hijo con vida, siempre con una sonrisa en la cara para luego desgarrarse por dentro sintiéndose culpable por haber transmitido a su hijo, sin saberlo, un extraño gen.
La he visto superar el cáncer, siempre animando al resto y quitando importancia a lo que tenía de tal forma que el resto del mundo llegó a pensar que aquello no tenía importancia. Y la tenía.
La he visto reir como la que más, la he visto bailar bajo la lluvia para ocultar las lágrimas delante de sus hijos. Y vivir, y disfrutar de la vida como si no hubiera un mañana. Y soñar. Y seguir adelante siempre a pesar de todo. Y dar lo mejor de ella misma. Y estar siempre dispuesta a escuchar y dar un abrazo a quien lo necesite.
La he visto vivir permanentemente oculta en su caparazón de oruga intentando superar tanto dolor, tanta pena, tanta soledad, tanto desamor. Sólo espero que algún día la vida siga su curso como la misma naturaleza y cambie ese caparazón por lo que merece: sus alas de mariposa. Y vuele.


DAVID DURA MARÍN

.Llevaban una amistad de más de cuarenta años.
Ya se sabe , la vida no es fácil, pero el caso de dos viudas , enamoradas, con dos esposos sin tiempo para demostrar el amor que de ellos manaba , en época de consejos doy que para mi no tengo, poca justicia es una mísera paga de viudedad .
Si a éso , unimos escasos ingresos de orfandad y un alquiler que llama a sus puertas, poco bagaje para un piso con vistas de uralita y una vida de trabajo.
Pasado el tiempo , consiguieron metas, derribaron dires y diretes, hasta lograron jubilarse con hijos emancipados.
Ah, y compraron un chalet a medias con terreno , un limonero , balsa para refrescar sus calores y una manguera bien larga para regar jardineras de barro y piedra , hechas con amor

Carmen ( la del pelo blanco).
Bueno Mary , al final subimos al chalet?
Mary ( la de Cuenqui ).
Ay hija , si estamos a miércoles , además , ha dicho la Sofía que va a llover , me gustaría darle una vuelta a la casa , pero si llueve , para que regar.

Si yo sólo lo digo por si hay que sacar pan .
Siempre estás con el pan, (comenta Mary) ,
con un trozo duro yo me apaño.
Has echo café? , no he querido tomarme un cortadito en los jubilaos, ésas escaleras me matan .
Carmen mira de arriba abajo –
Hermosa estás a base de pan duro, pero ablanda su corazón una vez más y pone sendos cortados en dos vasos
de la extinta nocilla.
Pues si quieres , nos vamos el sábado, tengo tres trozos de pollo y un poco de conejo , si total ,para hacer una paella.
Y la verdura guapa?( Carmen), a mí no me vengas como siempre, que te pones a charrar y nos dan las once.
Voy a Pascual y compro arreglo , y pan, que a mi me gusta tener en el congelador por un imprevisto.
Mary se fue a su casa , no sin antes, comentar lo listo del chico de Zaragoza concursante en pasapalabra.
Carmen , dio tres vueltas de llave ,
asio su batin con el fresco de la noche , llevó a la cocina los vasos del café y pegó una mirada al congelador.
Tenía pan de sobra , sacó un poco de queso y unas lonchas de pavo para la cena.
Mary , cenó una sardina salada, puso radionacional en la cocina y pensó que podía haber comprado algo de pan .
Sábado 10.pm…
Ring_ ring_…..ésta no lo coge, ya está cascando , con las horas que son.
Ding_ dong_….Carmen soy yo, abre ..
Sube las escaleras a oscuras (Mary), entra resoplando en casa de Carmen .
Esque me encontrado con Isabel , si chica , la del amigo bailongo y me ha contado que no viene al viaje .
Normal , (Carmen), si su hijo está todo el día en el bingo, pocas ganas puede tener.
Calla , que también me dice que hay que pagar tres euros para el autobús .
Pues eso no lo paga la asociación?.
Déjate de autobús , has cogido la carne?
Que si..
Y las llaves de la caseta?, mira ahora que me acuerdo , podríamos echarle algo de aceite al candado, un día no entramos..
Por cierto, mira, 4,80.me debes .
El tiquet de la verdura y dos panes en Antonio.
Para que compras dos panes.( le cambia la cara a Mary) mira que eres exagerada .Ale vamos , que ya me has dado el día…
Bajan sus bolsos al coche y colocan los espejos .Nada mas arrancar Carmen percibe los 48 kilómetros que restan para entrar en reserva.
Se miran y Mary hace acto de bajar la ventanilla , una vez más le llegan los calores de fin de mes….
Uyyy que abandonado está esto (Mary).
Carmen descarga el coche y controla por el rabillo del ojo como su amiga ya está hablando con Pilar(vecina).
Mientras Carmen prepara la paella,
su amiga Mary ha salido con un par de bolsas en vacío.
Un día se me la llevan presa..Mary, mary, grita la Carmen …que se enfría la paella…De entre las sombras aparece su querida amiga , con paso veloz y dos bolsas de naranjas a cual más llenas..
Para el postre , estan de dulces.(Mary).
Dan buen pié del arroz, acaban con el cuerpo de Cristo y tres apóstoles con el aceite de la ensalada.
……SIESTON……………..
El olor a café reciente despierta del sueño a Mary.
Toca recoger , todo para el bolso y tres tapers de arroz que arreglan media semana.
Una vez en sus casas, cada una hace sus cosas, lavado de partes íntimas, preparativos de cena y a esperar un nuevo día.

Mientras tanto el panadero comienza
su sesión de trabajo. Siempre soñó con una profesión que le lllenara algo más.


LOLY BÁRCENA HUMANES

Tengo una vida, normal, quizás algunos piensen que demasiado.
Tengo una vida “rutina “, donde las horas son marcadas por las actividades, donde las manecillas de esos relojes que rigen nuestras vidas, nos dictan que hacer.
Tengo una vida ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,que es mía .
Cuando lei el tema de esta semana, me plantee seriamente que tenía que ser un texto de positividad, de arranque de huevos, de cómo se enfrentan a la vida las personas.
Un amigo me hizo llorar, por una vida vivida siempre con lucha, vivida a veces en la cercanía junto a el, en otros momentos, por vicisitudes de mi propio devenir, algo más alejada física pero no en mi corazón.
Sabéis es cuando tienes un hermano que no es de sangre pero que lo es , que recogerías bajo tu protección, y mataría a quien intentara dañarlo, eso es para mí el.
Pero la vida siempre fue superación no la concibo de otra forma.
Hace 15 años…………….todo una vida.
-Dolores, ya su voz me estaba confirmando que no era una obsesión mía, algo estaba mal en mi cabeza, en mis ojos, algo que no debería ocurrirme, estaba sucediendo.
Un ligero carraspeo,siguió -tengo una mala noticia, que puede ser muy mala o solo mala, pero no puedo decirte más, hasta que no te realicen una resonancia craneal. Mañana debería ir a tu hospital, deberás pedirlo con urgencia, te escribiré un informe para que no esperes a que te hagan las pruebas
-Doctor , no puede ser , vamos a ver , no creo ,,,,,, no sé ,,,,, ( mi cerebro no quería escuchar, era una puta injusticia ,a mí , porque a mí?) vale deme el informe , pero si ellos no me quieren hacer las pruebas?.
– por eso no te preocupes con lo que voy adjuntar al informe, no tendrás ningún problema, no quiero quitar gravedad al asunto.
-Que tengo?? Dígamelo, ya¡¡¡. (Odio la incertidumbre, las sorpresas, lo que no controlo, odio lo que se me escapa de las manos) No me lo endulce.
-Quieres que llame a tu marido y a tus padres, sé que están en la sala de espera?
-No, dígamelo ya, no necesito ver la cara de terror de mis padres, nunca supieron gestionar las malas noticias, siempre se ponen en lo dramático, mi marido………mejor luego.
-Vale, hay dos opciones o tienes un tumor cerebral, o un pseudotumor cerebri (es una inflamación del cerebro por el líquido encefaloraquideo) , te provoco dos glaucomas en sendos ojos , que te han dañado los dos nervios ópticos, el derecho está bastante mal y el izquierdo un poco mejor, pero como no te eliminen esa presión , puedes perder la visión.
– Ohhh¡¡¡ sabe creo que no entendí mucho , pero sí creo que será mejor que llame a mis padre y a mi marido . De paso me deja sola unos instantes , donde respirar , coger conciencia de lo que me espera , recordar a mi pequeño que se quedó en casa con la abuela , jugando , intentando atesorar en mi las imágenes que tengo por si las pierdo. NO QUIERO PERDERLAS.
La cara de terror de mis padres ya me lo decía todo, la cara de horror de julio, me decía que por esta vez la risa no encontraba hueco en su voz, intentaba, no demostrar el miedo, de la noticia. El seguiría bromeando con la vida, pero el miedo era lo que sus ojos reflejaban, un grito injusto, lo mismo que yo sentía. Tenía mucho por lo que luchar, y no iba a consentir a nada ni a nadie que me dijera como hacerlo. Ni siquiera a mí misma
El regreso a casa fue lleno de silencio, un silencio pesado, absorbente, una losa que me negué a que ahora mi sonrisa.
Al día siguiente, me despedí de los míos, con un: hasta luego, bese hasta el infinito a mi hijo, atesore su imagen, por si la tendría que recordar en la oscuridad, mi marido siempre ahí, agarrando mi mano, sujetando por si flaqueaba , pero eso no estaba dentro de mis planes.
Me daba igual lo que tuviera que luchar, iba a volver a mi casa a jugar con mis ojos azules, a llenar la casa de risas, a vivir.
Todo se fue andando, día a día, prueba a prueba, ingreso a ingreso hospitalario, recaída y vuelta a levantar.
Se fueron ganando batallas, perdiendo otras, pero puedo decir al día de hoy que gane la guerra, estoy viva, juegue con mi hijo, tuve a mi hija, a pesar de las recomendaciones de los médico, eso también lo supere, tampoco permití que me dijeran que no podía. A mí no me digas nunca que no puedo hacer algo, porque entonces te vas a comer tus palabras, y lo hare porque yo no admito un no por respuesta.
No perdí la vista, mis nervios ópticos se hicieron amigos de mi cerebro, ahí siguen funcionando como pueden pero funcionando.
Os digo jamás consintáis a nadie que os diga que no podéis superar “algo”, lucha , lucha siempre, no te dejes superar por nada que pase en tu vida , solo tienes una.
Superación.


OLGA LUJÁN

PÁJARO ENJAULADO
-Creo que este es el momento más feliz de mi vida- dijo Victoria ante el público allí congregado, con la seguridad que proporciona la certeza del sueño cumplido. -Pero el camino ha sido muy, muy largo. Todos los presentes sonrieron y un fuerte aplauso cerró el breve discurso de una mujer recién graduada en Artes Escénicas. A continuación el rector tomó la palabra para elogiar su fuerza, valor y sobre todo constancia, aunque no pronunció palabra sobre los reparos que presentó en el momento de formalizar la matrícula doce años atrás, pensó ella. Y es que Victoria no era una universitaria al uso, ni siquiera una joven más. Ella era la definición del concepto superación. Tenía ochenta años y por fin cumplía con sus propias expectativas y no con las de los demás.
Había nacido en el seno de una familia de clase media a finales de los años 30. Su infancia y juventud estuvieron marcadas por la guerra. En aquellos tiempos era difícil esperar algo más de la vida que la pura supervivencia. El fin de una mujer se reducía a ser una buena esposa, una buena madre y mejor ama de casa. No avergonzar a la familia con ideas de artista bohemia era primordial. Cumplir con tu deber era fundamental.
Podría decirse que tuvo suerte en la vida. Su marido le hizo feliz, todo lo feliz que puede ser un pájaro enjaulado. Cuando enviudó, los hijos se marcharon y aquel camino marcado quedo satisfecho a ojos de los demás, comprendió que aún podía hacer muchas cosas y no tan solo cuidar de nietos o consumirse frente al televisor como seguían esperando de ella.
Hoy recogiendo el título y escuchando los aplausos, una lágrima intentaba brotar. La reprimió como tantas veces hizo cuando su marido la llevaba al teatro y ella fingía que eran por la actuación, sin embargo surgían por el anhelo frustrado de subir al escenario.
Un joven reportero de un periódico digital le pidió una entrevista. La última pregunta fue: -Ya ha conseguido todo en la vida, ¿no?-.
Ella asombrada respondió -No, no. Ahora … a por el carnet de conducir.


 

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14 comentarios en «Superación, miniconcurso de relatos Cuatro Hojas»

  1. Después de pensar en dar fracción de puntos pensé que cris me iba a…… Pero no lo consigo luisa, Emiliano, xi cuela, David Olga, estos me gustan por distintos motivos no puedo decidir

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