Expresiones repelentes

AVISO: Este es un post totalmente subjetivo y personal que no tiene por qué corresponderse con los pensamientos de todo el equipo de Cuatro Hojas ni su filosofía general. Simplemente, nos ha parecido un debate interesante respecto a las palabras y expresiones modernas y por eso lo publicamos aquí:

 

Expresiones repelentes

Hace poco, mi amigo y autor Juan Verde Asorey me dijo «no digas poner en valor, es una expresión repelente». Y me quedé planchada. «Pues a lo mejor tiene razón», pensé. Juan argumentaba que poner en valor es una expresión moderna que alguien se ha sacado de la manga y que consigue todo lo contrario de lo que se propone, porque da a entender que hasta ahora, aquello a lo que nos nos estuviéramos refiriendo (el complemento directo de la oración) no tenía ningún valor y queremos convencer a otro de que sí. Lo que hay que hacer es revalorizar o mostrar el valor de algo, no darle valor.

Pero «poner en valor» no es la única expresión de moda. Hay muchas más palabras y expresiones repelentes, que lo son porque intentan precisamente no serlo. Por ejemplo, si un joven dice «hola, ke ase«, «tiene mucho flow» o «qué pasa, crack«, no está intentado hacerse el intelectual (evidentemente), pero si dice «poner en valor» se está esforzando por tener un discurso elegante y autoritario y queda de lo más artificial.

¡No a las palabras-postureo!

He aquí mi lista:

  • Empoderamiento: Empiezo por esta palabra porque es un caso parecido a «poner en valor»: «conceder poder». Esto podía tener sentido en su expresión inglesa original, pero ahora no, sobre todo por la manera tan masiva en que se usa. Es el típico ejemplo de palabra de moda, como pudo pasar en su día con «chapapote», «inmolarse», etc. ¿Quién había escuchado esas palabras antes de que los medios empezaran a usarlas abusivamente?
  • Eufemismos en general: «adecuación del poder adquisitivo», «procedimientos de ejecución hipotecaria», «gestación subrogada», «expediente de regulación de empleo»… ¿Hay algo más odioso que no hablar claro?
  • Coach: Muchas veces se utiliza como un eufemismo más, que significa «no tengo ningún tipo de titulación ni legitimidad para erigirme como gurú de nada, pero te voy a intentar convencer de que sí». Por supuesto, habrá coaches buenísimos, pero simplemente no es posible que, de repente, tanta gente sepa cómo debería actuar el resto del mundo (en general, no es un área concreta en la que son expertos) y se crea con capacidad de dar lecciones.
  • «Como digo yo»: Autocitarse, el colmo del ego.
  • Caballero / dama: Por suerte, los tiempos cambian y estas palabras dejan de tener sentido. Aún así, hay quien las sigue usando. «Se portó como un caballero, me abrió la puerta del coche». «Es una auténtica dama, supo mantenerse en un discreto segundo plano». ¿En qué siglo estamos?
  • Monetizar: Viene a ser lo mismo que «sacar rentabilidad», pero se usa sobre todo en el mundo online porque, de repente, hay obsesión por monetizarlo todo, y eso hace que nos encontremos coaches, gurús y anuncios ninja que saltan cada dos por tres. Un rollo.

¿Se te ocurren más?

 

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