Semana 4 Taller de Escritura – Tabú

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, continuamos con la adaptación de nuestro Curso de Escritura Creativa y, en esta ocasión, proponíamos jugar al tabú. Este ha sido el relato ganador:

Tabú : culpa.
» Bésame», le oí decirme, casi rogarme, mientras yo, absorta, me perdía entre el susurro de las olas del mar, desvaneciéndome con ellas, acunándome en sus vaivenes, perdiéndome en el horizonte infinito, en esa línea que cruza el bien y el mal.
Casi podía sentir el frío metálico de ese agua azul que me sacudía en mis adentros, cristales helados clavándose en mi consciencia, traspasándome capa a capa, vena a vena, revolviéndose enfurecidos, enmarañados en mis entrañas. Fuego y salitre juntos en mi piel, mi pecho en herida abierta, dunas de arena negra corriendo en mi angustiado corazón. Casi no tenía pulso… O al menos eso deseaba, morir… Callar para siempre. Ahí mismo, en ese instante.
Mi garganta echaba un pulso contra la razón, una quería gritar, la otra huir. Una pregunta me bombardeaba las sienes una y otra vez, tratando de detener el tiempo, ese instante de locura que me había hecho pecar, que me había hecho pequeña, cobarde, insensata, tremendamente estúpida.
Besarte…¿Cómo iba a hacerlo? ¿Antes o después de haberle besado a él?.
«Estás ausente…, como ese poema de Neruda que tanto te gusta», me decías.
Entonces… Su voz llegó a mis oídos, como un canto de sirena. Esa voz suave, tan tuya, tan mía, tan algún día nuestra. Desperté. Respiré como quien coge aire por última vez antes de zambullirse bajo el mar durante mucho tiempo, quizá para siempre. Profunda, tranquila, llenando bien los pulmones y temblando,busqué sus ojos con miedo y frente a frente, sin mentiras y sin excusas, decidí liberar ese tormento, esa carga agonizante llena de noches de insomnio, penas, lágrimas y recuerdos y le dije, a sabiendas de caer en el abismo:» Amor, tenemos que hablar».

AIRAM OGRAL

*Nota: Los relatos son originales y no han pasado procesos de corrección.

Tabú -pánico-
Marc temblaba agarrado al móvil , los ojos llorosos enborronaban la pantalla. pero ya era tarde , había leído el watsapp y mientras su cuerpo se agarrotaba presa de la desesperación su mente repetía una y otra vez el mensaje de su novia : » Tenemos que hablar »

ROGER CIRERA


DE LA VIRGINIDAD A LA VIUDEZ
Cumplidos los trámites previos al desenlace, durante los ritos litúrgicos
que articulan el contrato, transcurriendo la comunión, él muere por
una asfixia producto del atragantamiento de una hostia.
La histeria, los gritos de rigor, la viuda desconsolada y
prematura, la posesión del cadáver, su rigor, excesos en la ingestión de
ciertas delegaciones poco claras, el fúnebre apoyo logistico, la depredación necrofilica de afectos, convirtiendo un muerto en un buen
y útil pretexto para el artificio religioso.
Donde; yo os declaro… hubo un responso ya que al fin
y al cabo, muerto al parecer en gracia era.
Fueronse las gentes, y donde dije digo, rezaremos un
rosario . De la virginidad a la viudez, tránsito de luto hacia un estéril
climaterio si Dios no lo remediaba, y ella al parecer no veía aun muy
claro el interés del hacedor en su fisiología genital.
Respecto a las normas de los dogmas doctorales que tuviera
la Santa Madre, constituyó la historia del lugar común en el noviazgo.
La repetición angustiada y obsesiva, el ultimo dique que
separa el roce del goze, continencia y contingencia de los valores frente
al sudor.
No preguntarme la razón del fallo de las válvulas que
durante años tan fielmente aseguraron el uso de la buena crianza.
Si de lo que se come se cría, ella comió deseo y esperanza.
Saltaron al fin, reglas, sostenes, y eso debe bastarnos.
La decisión tomada enturbió las horas previas que le acercaban a la
culminación de sus deberes matrimoniales, por lo que sentada cerca de
una ventana, en un bar no lejos del depósito, aceptó ver sentarse a un
tipo alto que se mostró correcto en aquella silla tan próxima a sus
piernas.
Sus piernas vírgenes bajo la falda virgen.
Sus senos vírgenes tras el sujetador virgen, la boca virgen de una
virgen.
Un tipo alto como un mono de las selvas vírgenes en aquella
silla tan próxima a sus piernas. Sus piernas vírgenes.
El vello surge de una camiseta, como surgieron ya otros
vellos, apenas entrevistos, en veinte y cinco y más años de hacer camas.
Y otro vello saldrá del mármol y la noche, otro vello será
buscado, conjurado allí, a unos pasos del vello que surge de una
camiseta.
Si los vasos son llamados, los vasos acuden y suceden al
tiempo. Un alto guía anunció su presencia y lentos como estatuas
fueron aproximados a la pálida cara de la boca blanca.
Del vértigo amaneció otro vértigo, el relato, y en él se
difuminaron sin esperanza la proximidad y la corrección, frágiles
fronteras.
La irremisión de lo contado, lo tenue de las lindes hicieron
surgir apéndices en las piernas vírgenes, apéndices duros y sin prisa
en la cita futura de un cadáver cada vez más familiar y presente. Y él, el otro él, el nuevo él, entendió el jadeo.
Levantando senos como plumas, brotaron de la puerta los
colonizadores, peregrinos del deseo hacia un encuentro inexorable.
Ella fue penetrada repetidas veces durante el trayecto y él
sodomizó el cadáver comprendiendo la realidad de una misión y un
contrato. Volvió a las labores, se perdió como fue encontrado.
¿Quién sabe la opinión del muerto cuando cayeron la tierra y las lágrimas?

ÁLVARO ANTÓN


NO SE DICE. NO SE NOMBRE. NO SE HABLA.
la vida y el tiempo pasan por nuestro lado como un rayo colerico en medio de una tormenta.
No la vemos, no la sentimos, pero alli estan.
El tiempo y la vida caminando a la par, cruzando los designios de la humanidad.
Somos un suspiro suspendido en el espacio, somos la nada y somos todo.
Mas aun me queda el consuelo de saber que todo esta escrito, que las lagrimas del cielo son un instante en la eternidad, que la espera es solo un parpadeo y que la verdad me sera revelada.
He aprendido que la vida es una quimera, una ilusion de nuestros ojos y que todo es una cuestion de percepcion.
Y entendi que el tiempo es subjetivo y que no esta atado al destino.
Y que soy yo el que elige en que tiempo vivir, el alma traspasa la barrera del tiempo y espacio viajando a su antojo, quedandose donde mas le gusta.
No hay vida sin tabu, ni tiempo sin vida. Mas la vida es el tiempo en donde querramos ir.
La vida y el tiempo son una redundancia ciclica, un espiral que oscila entre el pasado, el presente y el futuro.

FLAVIO MURACA


Tabú: Ansia
Ya llevaban una semana recorriendo los templos hindúes de Khajuraho con el fin de encontrar aquella antigüedad cuando aumentó la frustración. La tensión estaba a flor de piel. Como bien le recalcaron sus jefes, ese artilugio era imprescindible para el museo, y allí se encontraban, en un templo dedicado a Shiva -el cual destacaba por unas figuras eróticas talladas a la perfección- en plena noche para seguir con la incursión incansables.
La misión en la que Rebeca había sido asignada era considerada de alto secreto. El grupo de búsqueda lo componían tres arqueólogos, un guía y ella, que era la directora del museo. Sería la intermediaría para asegurar que la antigüedad quedara en buenas manos.
Todo comenzó cuando Rebeca tuvo el impulso de salir de aquel templo y dirigirse pensativa por la ruta de las guías turísticas. Intentó recordar toda la información que le proporcionaron sus compañeros con el deseo de encontrar alguna pista que se le hubiera pasado por alto. Entonces, a pocos metros, se topó con el templo más pequeño de todos pero con estructura similar al anterior. Subió los únicos tres escalones donde se sentó, se quitó la mochila y se tumbó a lo largo de la estrecha plataforma. Al cerrar los ojos y repasar mentalmente todo lo que habían aprendido del lugar, imágenes a cámara rápida de todas las personas que habían pisado aquella plataforma en el pasado abordaron en su mente. A medida que aquellas imágenes la invadían, fruncía el ceño y movía ligeramente la cabeza como si padeciera una pesadilla hasta que se paró en seco quedando inmóvil. Sus ojos se abrieron de par en par completamente blancos como si sus ojos hubiesen perdido su función, y esta vez, en cámara lenta, visualizó a un hombre con vestimenta del siglo X al que reconoció como Bart Chester, su marido en aquella vida.
Era de día, los rayos de sol alumbraban el pequeño templo, y su marido, de barba canosa, se encontraba agachado y apoyado en sus sandalias polvorientas rascando la piedra. Parecía que estuviera dibujando algo. Se fijó más y pudo ver con claridad que se trataba de una señal que solo podía reconocer ella: «Oculto».
Entonces, un escalofrío la invadió al sentir cómo su visión la deslizaba a través de un túnel oscuro y estrecho que se encontraba bajo sus pies. El viaje finalizó cuando tuvo ante sus ojos el artilugio en forma de esfera, con un prominente color verdoso, medio hundida en el barro. En ese instante supo que se trataba del protagonista de sus insistentes búsquedas y sintió un gran alivio, como si hubiera estado toda la vida queriendo hallar aquella antigüedad, como si le hubiera pertenecido siempre.
Su visión se hizo realidad excepto por un gran inconveniente. ¿Cómo podía demostrar que aquella esfera, en realidad, era suya? Pues por primera vez desde que trabajaba para el museo, sintió que no todas las antigüedades les pertenecían a ellos. Fue esta situación la que evocó el principio de su encrucijada personal…

SARAH BLUMP


Tabú: ANGUSTIA

El sonido del timbre hizo temblar su cuerpo. Apuró el enjuague de la boca y lo escupió casi sin calcular el hueco que ocupaba el lavabo. Se limpió la boca como pudo con la toalla y comenzó a decir que iba en un tono más que decente cuando el timbre sonó por segunda vez.

Sus manos mojadas se escurrían del picaporte de la puerta del baño. Sus voces iban en aumento «voy, voy, voy…» sus palabras se fugaban por el pasillo dejandola atrás, sola.
Sus piernas querían moverse a un ritmo que su cuerpo no respondía. Hacía el esfuerzo por alargar su zancada pero su pierna se movía a cámara lenta. El sudor comenzaba a asomar por su frente y el timbre vuelta a sonar. Sus voces ya eran gritos. «¡Qué ya voy, qué ya llego!» no dejaba de repetir justo antes de caer al suelo. Alargaba los brazos sobre él y clavando las uñas tiraba de su cuerpo que pesaba cada vez más, se estaba fundiendo con el parquet por segundos.

No lo podía creer, el timbre ya no sonaba. Las lagrimas que empezaban asomar la dejaron malver como una carta se deslizaba debajo de la puerta. «Noooooo, no te vayassss». El grito se le clavaba en corazón y le quitaba la poca fuerza que le quedaba para llegar a la entrada. Sus fuerzas ya no daban tregua, no era capaz de arrastrarse los pocos centímetros que la alejaban del sobre.
Sus pulmones se llenaban al máximo dispuestos a darlo todo en una última brazada que por poco no le dejó agarrar la carta. Los sollozos y los jadeos se mezclaron con la frustración.

Una bocanada de aire la hizo incorporarse en la cama. El latido del corazón retumbaba en el silencio de la noche. Las lágrimas invadían su cara a la vez que su respiración se concienciaba de la realidad.

ROBERTO MORENO CALVO


Tabú: ombligo del mundo
¡Otra vez!
Los pies comprimidos como zip, las piernas rígidas; de poliuretano, las manos en puños crispados, el torso al ritmo de la hiper ventilación y el cráneo una presa de pensamientos circulares.
¿Matar o fluir?
¿Matar o fluir?
¿Matar o fluir?

Optó, como siempre, por la segunda y esperó a que ese desconocido dejase de hablar como si estuviese solo en la sala del cine.

ROSA RODJA


TABÚ
-Quién eres tú..?.. preguntó absorta,aquella mujer solitaria,de dulce mirar..
-Yo soy la palabra Tabú.. respondió sin vacilación..
-Y yo soy la mismísima Trinidad; respondió con enfado en sus palabras..
-Tienes que acojerte al sánscrito tabú,que soy yo..
Carcajadas salían de la mujer,ante lo que le respondió ; – Tu no eres nadie para mi,me acojeré a lo que me dé la santa gana.

BELLE JIMÉNEZ


TABÚ-MOBBING
Esconderme. Intentar pasar desapercibido. Cabeza gacha, oídos sordos o con auriculares. Siempre con prisas para llegar a cualquier sitio donde haya gente, prisas para volver a casa. Y así todos los días. Tomar un café casi a escondidas, también para no sentirte observado y juzgado. Hacer bien las cosas, o no hacerlas porque nadie lo manda. Ah! Pero deberías ser vidente, para hacer algo que no te han mandado hacer pero sí quieren que lo hagas. Preguntarte todos los días por el horario del banco, otra temporada por el horario de la farmacia, otra temporada poniendo la radio, para desconcentrarte del trabajo, otra temporada con preguntas inquisitivas, y preguntas tambien con doble sentido, para después ser tergiversadas en tu contra. Preguntas cómo: ¿qué haces? ¿ por qué? ¿quien te lo mandó? Era una locura dentro de una locura. Hacer de un simple café un drama que duraba tres o 4 días, etc… Llamadas sin sentido, o con dobles y triples sentidos, pero insípidas (me refiero que no eran ni coherentes con la realidad), sin sentido: hola, donde estás hoy, no pasa nada pero me aburria y queria preguntarte si teníais buen tiempo durante las vacaciones, para tenerte siempre alerta, y montarte el número en el que queda como víctima para que lo oiga su jefa. Lo fuerte es que le creían, se los llevaba a su terreno.
Al final, resultaba que era el bueno, el pobrecito, todo le pasa a él…….
Hacía preguntas directas pero con doble intención para que los demás me criticaran, cosa que no consiguió, por cierto. Menos mal.
En fin, que que me «echaran» por decirlo así, por traslado a otro departamento, que era la versión oficial no escrita, aún provocó más inquina hacia mi persona, sin haber hecho nada reprochable, fue, una liberación total. Porque habría llegado un punto que hubiéramos llegado a las manos.
Mejor así. Ahora directamente no me habla, y soy más feliz. Me refiero en su cara de viejo amargado que como él lo está, quiere amargar a los que están a su alrededor, menos a su jefa, claro está.

NÚRIA BERGEN


Te observo.
Un día mas mirando la pelicula de la vida por el televisor de la ventana de mi habitacion.
Celulas humanas multicolor y multiformes recorren el sistema venoso y arterial de esta ciudad que tiene los pulmones ahollinados por culpa del humo del tabaco móvil.
Nó hace mucho, como un edelweis, apareciste en la plaza gris sucio que dá bajo mi ventana.
Llevabas prendidos a tí, como uvas al racimo, a unos niños que avanzaban a tu paso.
Tu paso, enèrgico, decidido, como el rayo que se dirige determinado al tronco carcomido que espera la puntilla como un toro agonizante que lucha inutilmente para nó morir.
¿Veinte, veinticinco recien cumplidos tal vez?.
Què más dá. Tu juventud granada, avanzaba por la plaza como un quitanieves, apartando a los lados de tu camino la abulia apática que se acumulaba por cada uno de los pixeles de la foto de la plaza.
Tu cara, lo que más descubierto se veía de todo tu cuerpo, destacaba como un trozo de chocolate con leche en medio de un trozo de pan blanco.
De aquí, nó eras, seguro. Unos ojos basalticos, se ocultaban detras de dos pares de parèntesis semi cerrados.
Unos labios, carnosos acafetados, una nariz, casi infantil.
Todo ello, pintado en el lienzo terracotado de tu tez.
Tu vestimenta, envolvía como un papel de plata un papá Noel de chocolate, un cuerpo cuyas curvilineas y voluptuosas formas, empujaban mi imaginación a la lascivia y lujuria mas mundana.
Día tras día, esperaba con ansiedad y con deseo, que aparecieras como la pastora Marcela pastoreando su rebaño.
Mil veces, he deseado bajar, sentarme en un banco de la plaza a esperarte.
Decirte buenas tardes, que tal. Y ver tu sonrisa, que tantas veces he soñado; tu boca, que tantas veces he besado al aire, en sueños.
Pero, nó puedo, algo inmensurable, me tiene esposada la determinacion de conocerte.
Algo que, como unas manos invisibles, ferreas, me retienen, y me hace llorar de rabia y desesperacion.
Algo, que, me lastra el barco que me lleve a tu puerto, para decirte que tengo las bodegas llenas de deseo de tí.
Sè que estás casada. Que tu esposo y mi jefe…son la misma persona…
Sè, que es tabú, tan solo pensarlo, desearlo…y más aún decirlo.
Tu esposo y mi jefe es…
Nuestro señor Jesucristo.

EMILIANO HEREDIA


Tabú… ( Cuernos)
No me pongan más medallas
en la espalda
no hace falta airearme
mis sudores
ni me defiendan a capa y espada
no te pongas minifalda
demostrando tus amores.
La patria son los campos
vuestros vítores , mis dolores
mi bandera
no es un pañuelo blanco
no tirarme bragas ni jamones
qué tal ! un manto de flores.
De gladiador , ando harto
picatostes hasta en la sopa
no os estoy , llamando idiota
solamente , cultura rota.
Arriba España , vuestra hombría
derecha izquierda
para todos vosotros
Muuuuuchamierda…..

DAVID DURA MARÍN


TABÚ : AMISTAD
Hoy es 6 de junio. Hace dos años que te conocí. Nunca habría esperado un regalo tan …… «vital»?.
Sí, sí, lleno de vitalidad, optimismo, positividad, fuerza, y garra.
Eras todo lo que yo, en poco tiempo, relativamente, había dejado de ser. Y a pesar de nuestra diferencia de edad, conseguiste lo que otros no.
Había dejado mis ilusiones, proyectos aparcados por completo por otros asuntos, que precisamente me enseñaste a dejarlos pasar de largo porque no dependían de mí. Sólo debía preocuparme de lo que podía manejar, lo que no estaba a mí alcance o no dependía de mí, fuera de mi cabeza y fuera preocupaciones. Y sin pensarlo, lo conseguiste. Tropezamos entre nosotras, cómo una piedra contra la otra, para a continuación darnos un empujón de seguridad y autoestima para llevar a cabo yo mi proyecto y tú el tuyo. Y que dieron buen resultado. Un empujón hacia la felicidad, que ya tocaba.

LA XICUELA DE CORRIOL

¿Te gusta leer? ¿Quieres estar al tanto de las últimas novedades? Suscríbete y te escribiremos una vez al mes para enviarte en exclusiva: 

  • Un relato o capítulo independiente de uno de nuestros libros totalmente gratis (siempre textos que tenga valor por sí mismos, no un capítulo central de una novela).
  • Los 3 mejores relatos publicados para concurso en nuestro Grupo de Escritura Creativa, ya corregidos.
  • Recomendaciones de novedades literarias.

18 comentarios en «Semana 4 Taller de Escritura – Tabú»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ir al contenido