Locura, serenidad, política y escritura

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escoger uno de los siguientes temas: «la locura», «la serenidad», «la política» o «la escritura». Este ha sido el relato ganador:

Madrid 8 de marzo de 2057 a las 12.30.
Somos los presentistas. Somos un grupo que vive en el presente.
Para nosotros el pasado y el futuro no existe. Sólo existe el presente, el ahora. No usamos formas verbales que no sean el presente de indicativo.
Estamos buscando otras personas que también vivan en el presente y quieran compartirlo con nosotros. Para ello os convocamos a una reunión a las 11.30 horas.
Madrid 9 de marzo de 2057 12:30
Debido a la premura de la convocatoria entendemos que nadie es capaz de poder venir. Vamos a intentar volver a convocar para las 11:30.
Madrid 10 de marzo de 2057 12:30
Por fin nos reunimos todos (57). Éxito total. Compartimos una casa en el campo y colaboramos todos para poder encargarnos de todas las tareas. Buscamos asesores de gestión del tiempo. No damos a basto para organizarnos. Se presente hoy a las 13:30.
Madrid 25 de abril de 2057 10.30
Buscamos abogado. Nos cortan la luz porque no podemos pagar las facturas en el día y se han presentado hablando de un consumo en el pasado que no existe. Se presente a las 13:30
Madrid 26 de abril de 2057 10.30
Volvemos a buscar personas que quieran vivir sólo en el presente.
Se van 45 porque somos incapaces de adquirir alimentos en el día. Y están pasando hambre. Se busca cocinero que entienda de refrigeradores.
Madrid 28 de abril de 2057
Estamos bien, pero hartos.
Buscamos a alguien que no viva en el presente. Y haga de enlace entre el futuro y el pasado de nuestra comunidad para que los que quedamos (2) podamos subsistir hasta hoy por la tarde.

ADRIÁN GONZÁLEZ

 

LA ESCRITURA

Sentada como de costumbre,cada día que iba a visitar a su árbol,bajo sus álgidas ramas,sumamente brillantes bajo la luz del sol..
Algo llamó su atención en el árbol que tenía a su derecha…Se levantó y sin dudarlo cogió aquello que era de su agrado atención..!…Era un escrito antiguo,una hoja casi hecha añicos,de color arena..Se sobresaltó al ver que la escritura no era de ningún tipo que ella conocía…Ya en la casa,frente al ordenador buscó de donde procedía dicha escritura,…Era de la Antigua Egipcia,…Una vez halló su procedencia,quiso averiguar el pequeño relato de aquella magnífica escritura….Al cabo de varias horas,ya desesperada,encontró la forma de saberlo,introdujo las palabras de aquel relato,y para su sorpresa era una carta de Amor,que decía.;. Amor,siempre serás mi amor,te lloré,te guardé,y siempre estarás en mi,estarás en lo más profundo de mi corazón…Este Amor que siento nadie puede arrebatarmelo…Con todo mi dolor aquí estoy para cuando regreses..Te Amo..

SONIA JIMÉNEZ


SER LIBRO DESEO…….
Mis letras en tus labios
Papel sujeto en tus manos
Y quizas,alguna noche
Quedes dormida, y yo en tus brazos..
Mis ideas en tu mente
Solo verte
No soy papel,no soy inerte
Enseñarte es mi presente….
Cada noche en tu mesita
Velando tus dulces sueños
Esperando un nuevo dia
Ver tus ojos,los mas bellos………..

DAVID DURA MARÍN


¿Alguien da más?
Locura, serenidad, política y escritura.
Cuando he leído los temas de la semana, ya me ha venido a la mente de inmediato la canción de Camilo Sesto, que realmente no sé su título, pero sí que en la letra (de la canción) hay una frase que relaciona dos de nuestras palabras-tema de la semana. La canción dice en algún momento «…… mi serenidad se vuelve locura, y me llena de amargura. Siempre me voy a enamorar, de quién de mí no se enamora. Y es por éso que mi alma llora…..»
No sigo, porque me arranco y no freno. Jajaja.
Serenidad que llega con los años. Tarda bastante, pero llega fijo. Palabrita del niño Jesús.
La locura de los primeros amores, surfeando en una carretera secundaria al son de los Beach Boys y su Surfing USA, sentada en la ventanilla del copiloto. Éso sí, bien cogida a la manecilla con una mano. ¡Imagínate qué seguridad! , o conducir durante mas de 10 años sin carnet de conducir (psht!!!, éso ni mentarlo), acostarte todo el verano a las 2 o 3 de la madrugada tomando cervezas en el bar del parque, aún sabiendo que al día siguiente te vas a las 8 a trabajar, etc…..
Después, si tienes suerte, todas estas tonterías de la adolescencia………pasan a un segundo lugar, y llega, sí, que sí, llega la dura realidad de los cuernos y mentiras piadosas, que finges creer o no, los trabajos serios, con traje y corbata, y pelo engominado, las cervezas continúan en tu vida, pero ya no durante todas las noches de verano…….
De golpe, cuando el amor verdadero llega a tu puerta, todo se alborota, todo se vuelve locura, porque serías capaz de cualquier locura por amor. También de cualquier cosa por conseguir el poder (ya nos lo demuestra la política, a la cual ya no nombraré más), y porqué no, poseer el poder de la escritura. Éste es el poder más importante. Quien no lee, está perdido en un laberinto del que no saldrá.
Ser el autor o autora más vendido y leído, sobretodo leído por supuesto, durante semanas, meses, e incluso años. Aún me atrevería a decir más, ser uno de los escritores más y mejor recordado por los lectores de varias generaciones. Todo ésto es la locura, la serenidad, la política, y, la escritura.
Al igual que recordar al ser amado con su sonrisa, después de haber fallecido, escribir es la única otra forma de ser inmortal que existe.
Si quieres ser inmortal, asúmelo: escribe, y recuerda con una sonrisa.

NURIA BERGEN


Sentir las letras!. Las palabras , las frases ,
Con sus comas , sus puntos , con sus tildes.
Darles ése significado especial .
Envolver con ellas sentimientos , desvelos , sueños , inquietudes.
Entre renglones, entre signos, entre espacios.
Es algo nuestro, muy nuestro.
Algo que emana de nuestra pluma sin esfuerzo, sin cálculo, sin pensar, sin más allá que hacer por placer.
Un sentimiento profundo, muy profundo. Qué nos alienta , qué abriga nuestros fríos,
qué calma nuestros sofocos , nuestras iras y calmas.
Nos ayuda a caminar nuestros senderos, colmados de serenidad o empedrados para el castigo de nuestros pies decididos.
Qué una a una , plasman sobre el papel, fantasías, realidades, todo .
Así es como me siento,
cómo creó que sentimos, con nuestras notas, nuestras citas, nuestros escritos, todos y cada uno de aquellos que nos gusta escribir.

LUISI MONTANA


LA LOCURA

Estás bien. Si. Si, si, estás bien. Díselo. A ellos. A ti misma. Que te crean, créetelo tu, que se lo crean todos. Es la verdad, estás bien. Lo ha dicho el psicólogo, ¿no? Que sabrá el psicólogo..por algo tú nunca has ido a uno. Ya estas libre. Curada. Asintomática. Y has comido, por fin. Has logrado comer sin sentirte mal, y ahora te gritan que no comes nada mientras tu reflejo te reprocha que no pienses en él cuando te sientas a la mesa. ¿Hace cuanto que no comes? No, que va, acabas de comer, se te nota en la barriga. En el espejo. En el espejo y en tus muñecas se nota que llevas años sin comer. Sin parar de comer. Pero ya estás bien, todos lo dicen. Murmuran que no comes, que sonríes distinto, que te han oído gritar y maldecir tu vida en el baño. Estas sana. Convénceles. Convéncete. Eres feliz con tu cuerpo, ya no te duele probarte ropa, ya no cuentas las calorías de todo, ni sabes ni recuerdas ni vas a pasar toda la noche pensando que ese yogurt tenía 137, ¿verdad? No, que va, ya estás curada. ¿Qué es estar curada? La ventana a veces aun te llama, como una vieja amiga, quizá porque el abismo de debajo es menos negro que el de tu futuro de persona feliz, sana, segura de sí misma. Segura de su fracaso. No, que va, no vas a fracasar. Convéncete. Ya has fracasado, toda tu vida; uno tras otro se han sucedido enormes éxitos y por eso ya comes. Convénceles. Ya sales. Ya usas pantalones cortos y tirantes. Ya no lloras después de las comidas. Ahora estas llorando. Porque te dicen que no comes, y después de todo..Ellos no lo saben (lo que cuesta no vomitar cada bocado) para que te digan que apenas comes. Tú tampoco lo sabes; tú estás sana, curada, asintomática, recuérdalo. Del espejo pasas a estar de rodillas frente a tu particular pozo de los deseos de gustarte y de entenderte. Ya estas curada. Tú ya estas curada. Lo ha dicho el psicólogo, ¿no? El psicólogo no oye el ruido de la cisterna.
Día 3: hoy me he dado asco y he comido. Ojalá no lo hubiera hecho, estoy contenta de haberlo hecho al fin. Llevo años haciéndolo y sin hacerlo en realidad. Y ahora ha terminado todo, ¿no? Feliz. Asintomática. Ya no lloro. ¿No se ve en mis gritos de auxilio? Al fin estoy curada.

ISABEL GÓMEZ SANZ


Caigo y me desplomo , soy la piedra que pesa en mi propio lomo. Soy el todo por el todo , y el nada por el nada , ama , revienta el alma , congela tu presencia , desnuda el brillo de tus ventanas , las miradas , el incierto concierto de tus palabras , el silencio. La perversión del brillo de tu piel , el espinoso camino que dejan tus huellas en el ayer y en el mañana , el que calla , la maña del que halla el sendero para saltar de tu pecho la valla. Y así como error perfecto no cometido , me olvido , y me maldigo , por ser como eres , de mi árbol de ilusiones , el fruto más prohibido…

ALEJANDRO CHAPARRO


¿A ti también te pasa?
¿Sientes tristeza sin saber de donde procede, como un castigo por la existencia?
¿a penas puedes disfrutar los inicios pensando ya en un final terrible?
No, tú eres una persona sana. De esas que se comen el instante por si Mañana no quedan restos.
No, demasiado racional, demasiado «prudente», demasiado mr wonderful.
No se puede adorar la tortura.
Y tú crees que yo la adoro.
Es una mancha de nacimiento
Un reverso colocado en el cerebelo.
Una inversión de todo lo que puede hacerte sonreír.
No, no es miedo a entregarse
Y quedarse con la polla vacía.
No hablo de miedo.
Hablo de desorden
De pavor
Sentimental.
De que hoy lo tengo todo
Y Mañana me invade la nada.

Joder
Tú también conoces esa sensación.
Como un pájaro contra la ventana
Un hermoso pájaro que vuela disfrutando de las vistas
Hasta que se estrella
En mil pedazos sobre lo aparentemente invisible.
No debes pensar tanto en el Mañana
Me dices
Como si tuviese otra cosa en la que pensar
Que no sea amanecer arropado entre tus piernas.
Si tu sufres
Por mi
Imagina cuánto sufro yo
Por saber que sufres
Por mi sufrimiento.
Todo es más sencillo de lo que crees
Me dicen
Como si el amor
Y la vida
Fuesen un cálculo matemático
Que jamás aprendí en parvularios.
Qué meta
Ni qué
Qué resultado
Ni qué
Lo único que quiero
Es que me abraces
Cuando la niebla
Cubra mis ojos
Cuando mis manos tiemblen
Ante la inminente luz final.
Quiero que me digas
Que no entiendes una mierda de mi destrucción
Pero que me acompañarás sin tapujos
Ni Peros
Hasta el fin de mi mundo
Y que no vuelvas a decirme que viva el presente
Si no vas a estar en el futuro.
¿acaso tú no entiendes
No sientes
No te quiebran
Las jodidas despedidas?
Porque yo soy
Un
Pantano
De recuerdos
Anticipados
Recuerdos antes de que sean recuerdos.
Porque para mí
Todo es pasado
En el precioso instante que deja de ser
A cada segundo
Y eso,
Eso,
Mi amor
Es una jodida locura.
No me entiendas
Solo calla
Abrázame
Y dime que la eternidad existe
Si estás dispuesto a creer en ella.
Por favor.
Dímelo
Solo una vez
Antes de que este segundo
Dejé de existir.
Odio lo efímero
Más que a mi mismo
Proponiendo actos imperecederos.

CARLOS COSTA


– ¡Hola cariño! ¿Cuándo has llegado? No te he sentido entrar.
– Hace mucho que estoy aquí, pero no me habías visto.
– Últimamente ando vagando de un lado a otro. Tu hija se esfuerza por mantenerme ocupada desde que me vine a vivir a su casa pero no sé qué me pasa, deambulo de un lugar a otro sin saber muy bien para qué.
– Tienes que salir con tus amigas.
– ¡Uy, mis amigas! Hace meses que no sé nada de ellas. La última vez que las vi no me miraban igual, las noté recelosas y distantes. No te vas a creer lo que les escuché decir cuando creían que iba al servicio. ¡Que estoy loca! ¿Te lo puedes creer cariño? Mis mejores amigas, que me conocen de toda la vida, cuchicheando suciamente tras de mí ¡y diciendo que estoy loca! Desde entonces no he vuelto a llamarlas y he ignorado intencionadamente cada una de sus invitaciones. Pero ¿qué se creen? Todo es culpa tuya, ¡me dejaste! Y ahora vuelves a hurtadillas para volver a enamorarme. Lo peor de todo es que no era necesario que recuperases mi amor porque jamás lo habías perdido.
Tu hija no quiere que hable contigo. Estuve hablando con ella hace unas semanas sobre nuestros encuentros y la noté muy confusa. Me dijo que volviese a llamar a mis amigas, que ella me acompañaría si fuera necesario; me recomendó que practicara alguna actividad y que volviese a pintar como hacía cuando estábamos juntos tu y yo; pero que me dejase de tonterías y no hablase contigo, que yo lo que necesito es salir más y empezar a olvidarme un poco de ti. ¿Te lo puedes creer? Yo no daba crédito a mis oídos cuando le escuché. ¡Con lo que tú la quieres!¡Con lo que ella te adoraba! No sé qué le ha podido pasar pero me dijo que no quería hablar contigo, que ojalá pudiera, pero que no puede.
Lo siento cariño. Siento contarte estas cosas pero tenías que saberlo porque tienes que tener cuidado cuando vengas a verme; se va a enfadar conmigo si nos ve hablado. Tenemos que darle tiempo. Supongo que estará enfadada. Debes entender que te fuiste sin avisar, un día parecíamos tan felices y al día siguiente te marchas sin decir nada. Fue muy difícil, lo pasé muy mal, hasta que volviste.
– Lo siento cariño.
– Lo sé, ya lo he olvidado pero tu hija no. ¡Uy! Creo que viene ahí. Sí, sí, es ella, viene hacia aquí, por favor vete. Hoy no tengo un buen día y no quiero pelear con ella. Vet ya, por favor.
– Me marcho, hasta pronto.
– Hasta pronto cariño.
– ¡Mama!¿Estás aquí?
– Sí hija, aquí en el salón.
– Te noto muy animada, más que cuando me fui. Entonces, ¿te vas a venir como me dijiste?
– ¿Dónde hija? No lo recuerdo.
– Al cementerio mamá, a ponerle flores a papá.

VANESSA SUÁREZ GÓMEZ


MARCIA
Estaba allí en la mesa, mirándole, Marcia trataba de ignorarle, bebía a sorbos su taza de café sin decir una sola palabra. El silencio crecía y crecía hasta hacerse escuchar, los minutos pasaban interminables, de repente la puerta de la cocina se cerró de forma brusca y ruidosa haciéndole saltar de la silla con el corazón queriendo salirse del pecho.
_ ¡Te lo dije! _ exclamó casi eufórica. Marcia pretendió estar calmada y con voz serena respondió – Es el viento, es el viento –
– ¿El viento? – interrogó irónicamente – El viento no entra con tanta fuerza cuando las ventanas están cerradas –
Marcia se incorporó de la silla, recogió la mesa, lavó la loza, secó sus manos y sonriendo para sí misma puso su chaqueta y cartera en mano salió de casa. Ya en la calle avanzó hacia la esquina, se detuvo antes del semáforo y mirando hacia su derecha susurró – Puede que fuera el viento o puede que no – La respuesta no se hizo esperar – ¡Por supuesto que no era el viento! Si las ventanas están cerradas y no hay nadie en casa, ¡por supuesto que no era el viento! –
Sin fijarse empezó a cruzar la calle, las llantas del auto maullaron como gato herido, el conductor pálido del susto salió de inmediato del auto corriendo hacia el cuerpo que yacía tendido en el suelo al frente de él, la gente comenzó a aglomerarse mas por curiosidad que con intención de ayudar. Marcia abrió los ojos y borrosamente pudo ver los rostros que se abalanzaban hacia ella, escuchaba sonidos pero no podía entender nada, con dificultad balbuceo – Era el viento … ¿verdad? – cerró sus ojos perdiendo el sentido.
Se despertó en un hospital, confusa y desorientada, quiso saltar de la cama, pero la enfermera se lo impidió – Tranquila, ya viene el Doctor, no se preocupe – Marcia miró con terror las agujas que penetraban su mano derecha y su brazo izquierdo y los cables que la conectaban a una máquina que no paraba de hacer sonidos, una máscara de oxígeno cubría su boca y nariz, no pudo hablar. Sus ojos inquisitivos parecían buscar algo en la habitación. La enfermera escribía algo en una libreta y miraba su pequeño reloj, sonreía y decía cosas que Marcia no comprendía – coche, accidente, hospital, Doctor – Las palabras se le atropellaban en el cerebro y sólo escuchaba su propio pensar – Seguro que no recogí la mesa, no lo recuerdo … y el café ¿habré terminado el café? –
El Doctor, de aspecto jovial, le tomó la mano de forma tranquilizadora – Por suerte no ha sido nada grave – dijo con sonrisa satisfecha – todos los exámenes han salido bien – y continúo hablando, Marcia solo veía el mover de sus labios sin poder darle sentido a sus palabras. La enfermera removió la máscara de oxígeno – Ya no la necesita – dijo con una agradable sonrisa. Marcia entonces balbuceo despacio – fue el viento ¿Verdad? – Doctor y enfermera intercambiaron miradas de sorpresa – Ha sido un accidente, ha sido arrollada por un auto – dijo el Doctor con desconcierto – Quizás después de todo si ha sido grave y le ha afectado la memoria. Tendremos que hacerle otros exámenes – Marcia cerro sus ojos bien apretados con deseos de no volver a abrirlos, una lagrima se escapó de ellos y rodo por su mejilla, así estuvo un rato, un interminable rato, escuchando voces, ruidos, sin pensar en nada.
-Señora, señora – la ya familiar voz de la enfermera le llamaba despertándole – la llevamos a sacarle un MRI – Marcia abrió sus ojos y allí frente a ella la inmutable sonrisa de la enfermera y un ayudante se disponían a sentarla en una silla de ruedas. Marcia, sin previo aviso saltó de la cama arrancando con voraz fuerza los cables que la ataban, empezó una carrera por la sala tropezando con todo a su paso, enfermeras y ayudantes corrían tras de ella, sin saber cómo llamarla, no sabían su nombre, su edad, su dirección ni nada de ella. Sin que pudieran impedirlo salto por la primera ventana que encontró abierta, voló libre desde el tercer piso … se fué buscando el viento.

BÁRBARA L. LOPEZ


La soledad es un lícor fuerte, y muy amargo, porque no es sino el mas acre alcohol del que estamos obligados a tomar a las buenas o a las malas, debido a que el ser humano no nació sino para estar solo concediendo así la idea de que la soledad es libertad; todo porque nacimos obligados a pensar. Pensar no deja de ser la mas pesada droga, y, de forma simultánea la droga por excelencia de aquellos engranajes de brillantez y oscuridad infinita puestos en una cáscara sobre una masa con cuatro bultos haciendo en sì un conjunto en que todo es tan móvil y tan rítmico que terminamos haciéndonos soberanos , o, haciéndonos creer soberanos de esta miga estelar a la que profanamente llamamos tierra; el producto directo o indirecto de una acción racional, es pues el pensamiento, y éste solo se consuma en el silencio suficiente para que tu única distracción sea la de ese estertor sordo y maquinal que te obliga a recordar de entre ensueños que no has muerto todavía; la señal de ese tictac que te hace vivir mientras se ambigua, llenando a chorros las arterias a la vez que se reseca hasta quedar como una pasa, porque la condena de ser mortales no pudo ser mas indolora ya que no era posible mayor dolor que la vejez; somos victimas pues, de la ironía de la vida, de poder ser el hombre, teniendo como mas grande mérito ser la forma de vida dominante de un planeta por estudiarlo y comprenderlo hasta llegar a conocerlo y no somos capaces de comprender el arte de conocernos a nosotros mismos y por eso nos devoran las dudas universales. Tomar compañeros, tomar amigos, tomar pareja, tomar novia, tomar esposa, todo eso es solo un engaño, un intento desesperado de no pensar en todas aquellas dudas, de no pesar en nuestra condición natural de la soledad, de no pensar en la imposibilidad de que aún estando a dos metros de distancia de tu persona mas afín, los separan galaxias cognitivas tan distantes que estamos obligados a decir que todo ser humano es único e irrepetible. Nos damos cuenta despues de mucha reflexión que todas nuestras acciones son para buscar un fin en común, una distracción para ignorar nuestra naturaleza, así sea que, mientras, nos debilitamos haciéndonos creer libres de ella pero no dejamos de ser tan dependientes como un recién nacido al seno de una madre
Todo carecería de dificultad alguna, refiriéndome, claro, a que aceptar la soledad sería fácil, sí tan solo no existiese el recuerdo. Comenzamos como todos, viviendo en sociedad, hasta que inicia nuestro aislamiento al descubrir que la sociedad no se amolda a nosotros pero uno está obligado a vivir en sociedad y decidimos buscar libertad en la soledad, pero quedamos en el punto medio de querer libertad aún recordando todo lo bueno de vivir en la masa. Si el recuerdo no legimitara nuestra condición de dependencia, seríamos libres mas rápido de lo que demora en agotarse un cigarro entre los dedos de un fumador y no estaríamos siempre perennes en un barco entre dos polos inexistentes, como todas las odiosas ideas de los puntos medios. Sí no fuera por el recuerdo, olvidaría de una vez por todas el amor.
Y son recuerdos lo que me distraen de existir y me unden a querer volver a aquello, aún sabiendo que volver a amar sería para mi un peligro insondable, aún sabiendo que amar me haría parte de la sociedad nuevamente.
Y así inician mis noches de recuerdo, retrocediendo siempre a la misma escena como si no hubiera mas rollos para proyectar alguna otra imagen. Siempre está ella sentada delante de mi, en la mesa de un parque, haciendome cariños con los ojos en un espacio mudo y solitario aún teniendo un gigantesco barullo y un hormigueo de desconocidos moviéndose de un lado a otro. Recuerdo pues que no nos amabamos como todos creían al vernos, no, (aunque a decir verdad si hubiera observado de expectador esa escena hubiera sospechado sin duda alguna que el amor no estaba en el aire sino que llegaba como ondas a perturbando todas esas auras que habían de por medio arroyándolas con una fuerza tan potencial como la manifestación se ternura de dos esculturas destinadas a verse por siempre y para siempre) solo deambulabamos, como yo solía decirle, por las cumbres de los amoríos sin llegar a tocar el destino de verdadero amor, caminando entre sus hilos como pájaros por las líneas eléctricas cuando el sol es joven. Parecíamos mirarnos con ese cariño ferviente de dos amantes que se besan sin llegar a tocar sus labios en vez alguna. Ella me estaba mirando, con una vista tan superficial que solo podía observar la mirada de un enamorado, yo en cambio, la escrutaba con la vista gélida en las nebulosas de sus iris donde veía y nombraba constelaciones desconocidas y borrosos pensamientos tan fugaces como el brillo interrumpido de cometas mientras superficialmente contemplaba la sonrisa completa de sus ojos. La brecha de nustros labios siempre habían estado cellados y aún a día de hoy puedo yo escuchar esa melodía de poesía entre nos, esa fricción silenciada entre dos miradas, ese mismo gemido sordo de que hacían las victimas de medusa justo al verla, porque no eramos mas que piezas de mármol sentadas que solo veían a su alrededor niebla y mas niebla y en el centro cúmulos y cúmulos de cariño y pasión. Eramos pues, por haber dejado de percatarnos de todo aquello básico, ignorados por el conocimiento, y todo se tornó indiferencia, porque realmente todo nos era indiferente, indiferencia al azar, o bien sea indiferencia a dios, indiferentes al tiempo, el pesado tiempo, que se esfumaba como las crestas de las olas cuando llegan a costa en un cúmulo de espuma, indiferentes a los cambios del ambiente del que no habíamos fijado ni siquiera que comenzaba a sangrar de aquel atardecer carmecí, indiferentes al caminar del sol, que pegaba palmeadas en vez de dar su brillo, indiferentes a los árboles, los siempre vivos árboles tan callados y tan móviles, de todas las personas presentes que iban de un lado a otro como hormigas y todo porque toda nuestra concentración estaba entregada a dar al compas del unísono el dueto de aquel tambor de sangre que nos unía estando separados por una mesa, tan cercanos, tan distantes. Allí es cuando me di por delatado de que hago parte de la esclavitud, de ser esclavo esclavo del amor como todos los hombres.
Ahora que he vivido solo y he aprendido a estarlo, es inimaginable cuantos yunques pesan en mi pecho, porque siento que aún necesito de ella como aún no puedo desprenderme de la sociedad. Sigo viendome, pues de espectador, viendo como el techo de derrumba como lo hace de misma forma el aprecio que tenía a tantas cosas
Así pues, nada vale ahora para mi, toda mi voz de ritmo poetico y caracter cansado es inservible porque sigo teniendo la voz ahogada en lo mas profundo del pecho hinchado, y de nada sirve mi escritura porque no podría plasmar el sentimiento intangible que hacía su potestad ni los libros que he leído, ni las metas que he alcanzado, ni todo el tiempo gastado, todo se suspende mientras la embriaguez de su existencia me perturbe.

DIEGO ARMANDO MENDOZA


Quería escribirte algo… a veces las palabras se quedan cortas, es como sentir caer una tonelada de hojas de colores otoñales sobre tu cabeza sin poder expresar cómo te sientes.
Ahogo, amor, nostalgia, tristeza, euforia, sueño, luz, melancolía…
Melancolía… qué palabra tan bonita… bilis negra.
Es néctar de dioses, sonido del arpa, moras frescas que se deshacen en tu boca, rayos de sol que se cuelan entre las nubes.. Zeus viene.
Ruido de metro, olor a pis, gente, más gente, ruido, más ruido, caos…
Blanco o negro, sucio o limpio, frío o caliente…palabras, palabras, palabras… si se las lleva el viento, ¿por qué duelen tanto a veces?
Tengo dos corazones, no soy un pulpo, luego uno y luego, después, más tiempo después, nada…. la nada…. ¿palabra vacía?
Locuras de tiempo de vigilia…..

MARÍA JT


Loco mi forma de ser
La locura es una de esas sintomatologias extrañas, de lo peor que le puede pasar a un ser humano, estas exhimido de la ley pero a su vez nadie cree lo que dices, nadie atiende a tus palabras, lamentos o exclamaciones… tus confesiones pasan a ser un balbuceo ininteligible para los demas…
Terminas ahogandote en tus propias aseveraciones y crees cansarte de decir la verdad y te acomodas al estado actual que los demas pretenden de ti.
Y suena por demas gracioso como otros quieren adoctrinarte siendo yo el que deberia hacerlo por ellos,¿ quien sabe mas de la locura que un loco? ¡nadie!
Si ninguno de ellos a estado de este lado, he caminado desnudo por el valle de las sombras y he salido para contarlo.
Mi padre, mi sangre, me ha ordenado encarrilar el camino, enderazar la vida y sin embargo estoy aqui, encerrado, cuatro paredes blancas me contienen, y mis compañeros son una hoja en blanco y una lapicera que me ayudan a escribir esto.
No estoy loco, soy el elegido, la luz y el camino, el pan y el vino. Soy todo y no soy nada.
Cuando un hombre habla y no tiene poder, no es nada.
Cuando un hombre habla y tiene poder, lo es todo.
Pero cuando a un hombre le cercenan la libertad, es alli donde lo reducen a la nada misma.
Luche con todas mis fuerzas para que oyeran las campanas libertadoras y el hombre desoyo mis sabios consejos.
Alli siguen sus vidas, ciegos y sordos, guiados por lo material.
No les basto matarme una vez, no les alcanzo.
Soy jesus, la luz y el camino, el pan y el vino.
– ¡oye jesus! ¡ deja ya de hablarle a la rata muerta que tienes entre tus manos y duermete de una puta vez!-

FLAVIO MURACA


Al disfraz de persona agregale un poco de silencio calmo, como si estuvieras mirando el horizonte y nada del bullicio de la calle te llegara.
No debe notarse ni uno solo de los pensamientos que te cosen con aguja oxidada las neuronas desde hace ¿cuánto? No sé ¿no sé? Un mes, un año y eso para qué sirve, contar el tiempo digo, hace que la mente deje de doler ¿a cuántos kilos de pensamientos se puede decir ‘basta’? Alguien puede apagar esto ¿alguien puede hacerlo? Es como fuego que sólo se apaga durmiendo pero resulta que la desgraciada sigue ahí moviendo todo con un tenedor gigante como si tu cabeza fuera una olla y la comida se pudiera pegar en el fondo. Ni durmiendo descansás, abrís los ojos y es como si el tiempo siguiera un ritmo ajeno a los relojes ¿qué edad tengo? La real es la del documento de identidad o la que siento sin que tenga que mirarme al espejo.
Los pájaros cruzan el cielo en este mismo momento y ya es pasado, me duele vivir y quién puede entender eso ¿cómo explicar algo que uno mismo no puede entender? No voy a sucumbir al clonazepam para seguir viviendo ¿y si me resigno a seguir disimulando que me interesa esto que han dado en llamar existir?
Ahora tengo una duda nueva ¿escribo en primera persona, hago como que le pasa a alguien más o me estoy hablando?
Me duele la cabeza,y mucho, me va a explotar pero respiro profundo y sigo.
¿Cómo será todo si no estoy más?
Tengo miedo de decirlo, que confirmen que estoy loca de toda locura por eso hoy, le agregué el silencio calmo.
Después de todo, los sentidos alterados pueden pasar desapercibidos si logro volver a disfrazarme mañana.

ABRUJANDRA ALVARADO


Locura a sido mi vida ,
esa vida insatisfecha al lado de ese hombre,
déspota , violento y vicioso.
Pero tenía ese algo que me hacia estar a su lado.
Mi vida era una total locura ,
pero yo siempre estaba ahí con buena postura,
como si nada pasara ,
aún que mi vida acabara ,
eso a mi no me importaba.
Yo luchaba por ese amor incompleto,
que para nadie era secreto que el no me amará .

ELSA TORRES


Arrastras hacia tu fosa. Sin maldad, pero tampoco sin escrúpulos. Estás sola. Rodeada de gente, que no de personas, pero sola, al fin y al cabo.
Es inútil observar cómo te miran. No te miran físicamente. Te miran porque hueles mal, a rancio, a podrido, a sudor impregnado en cada pedazo de tus ropas, a animal muerto, descomponiéndose.
Finalmente pasan de largo y se olvidan de tí para siempre. Ya no sirves para la vida superficial.
A partir de ahí, sólo puedes reinventarte, resurgir de tus cenizas, como el Ave Fénix, y apostar al ganador. Siempre al ganador.

LA XICUELA DE CORRIOL BENLLOCH


ESTAS PALABRAS NO QUIEREN SER POEMA

Nadie nos protegerá del hombre asesino
Nunca lo han hecho
Solo el amor a nosotras mismas
Y la obediencia a una verdad
que sentimos en nuestro interior
Salir corriendo
Sin permitir que medie nuestro razonamiento
Correr con coraje
Correr con corazón
Correr con inteligencia
Como siempre hemos hecho.

LOLA ALCÁZAR


LIMANDO ASPEREZAS MENTALES
Hoy la única imagen que aborda mi cabeza es la de Larra pegándose un tiro ante el espejo…
Puede que el estudio, y la lectura del romanticismo más puro me hayan podrido el cerebro, o tal vez que siempre soñé con que algún día me despertaría y todo a mi alrededor sería una película, secuencia tras secuencia mis ojos reflejarían mi mundo, mis escenas, mi drama.
Pensé que nunca le importé a nadie, que nadie sintió nunca aprecio por mi persona, que simplemente se compadecían de la chica de ojos brillantes y mirada triste.
Pensé en cambiar, conventirme en una persona que juzga desde las sombras para luego escribir su visión del mundo, un mundo oscuro… y fue entonces cuando mi corazón se congeló, se volvió de hielo, fue entonces cuando encontró el alivio de la pesadez y el sufrimiento que llevaba arrastrando desde hacía años.
¡Oh! Reina del drama, como te has caído, corona incluida. Tu imperio se ha derrumbado. Te sentiste traicionada por tus recuerdos que sólo te condujeron a una cama vacía de la que sólo pudiste extraer recuerdos de alcoba y almohadas llenas de lágrimas, luego, te repusiste y fuiste a buscar la palabra amor en quien sólo quería enseñarte el significado de amistad, el cual ya tenías más que aprendido de memoria.
Bebes para olvidar…pero lo que realmente intentas, es ahogar tu vida.
-¿Por qué no acabas ya con todo?
-¿No te das cuenta, de que sólo estás prolongando lo inevitable?
Naciste en un día soleado y morirás en una noche oscura; todos, incluido tu reflejo, te quisieron por lo que tenías pero nadie te querrá por lo que eres. Eres el egoísmo, la melancolía, la soberbia, la hipocresía, la prepotencia… el frío que quiebra en una tormenta de invierno, tempano oscuro y sin sentimientos que ha perdido el camino, cabeza loca que no tiene hombro sobre el que llorar…
Mantén la boca sellada pues tu voz te irrita incluso a ti; nunca hables a nadie de lo que piensas o solo conseguirás burlas y puñales tras tu espalda, la cual ya está quebrada por las flechas rotas que Cupido no acertó en lanzarte, por el veneno que sueltan las víboras al separar sus labios en un intento de expresar frases sin sentido y porque, sinceramente, tienes el alma hecha un desecho. Eres la escoria andante de la que no puede extraerse nada. Hay momentos en los que crees que eres feliz, pero no, nunca llegas a alcanzar la eterna felicidad, sólo consigues momentos de euforia. La vida es como una caja de bombones, una caja de bombones de chocolate amargo. Te engañas a ti misma pensando que la gente es diferente, pero no es así, todo el mundo es igual; igual de hipócrita. No confíes en nadie, no dependas de nadie, no llores por nadie, no le digas lo que piensas a nadie…, estoy enferma, siento que se me está gangrenando el alma, empezando por el corazón, y entonces llegará el día en que lo acaben amputando y ya no sienta nada…
Hoy es un día raro, un día de esos que necesito depurar mi alma delante de un trozo de papel en blanco por el miedo a que mis demonios internos intenten controlarme del todo, y que acabe cometiendo un heroico acto que acabe para siempre con el granito de locura que aporto al mundo.

JULIA HERNÁNDEZ


SERENIDAD

A LA MUJER
Para todas las mujeres
en este su día,
el más cálido palpitar,
que del firmamento
surge con el más vivo soñar,
que del universo viene,
cual rayos de ternura,
a iluminar el mundo
para toda la eternidad.
Mujer, solamente tú
transformas el firmamento
de todo lo existente
con el fuego del amor,
con tus rayos de ternura.

ENRIQUE OSORIO


Hay un breve espacio entre la desicion y el abismo
respira…
como llegue otra vez aqui?
no te detengas a pensar ,solo observa el paisaje
exhala…
hace frio y la llovizna sienta bien
busca algo que te haga sentir vivo…
aqui no hay espejos.
Un momento…tus pies,tus manos,tu boca…
muevo todos mis dedos pero estoy frio
creo es igual a estar muerto
mira tu boca,
no puedo observarla pero siento los pliegues frios,
un sollozo me hace notar vapor,solo por eso podria sentirme especial,pero mi problema no es la autenticidad,mi problema es no saber cual es mi problema.
Astio,sueño,voces,distorsiones de imágenes,palabras cortas
mmmmmmm que gran fastidio,
el ambiente huele a menta…
volvamos al auto,
volvamos a casa…
esto se repetirá otra vez.

KAREN ROSADO


DIALOGO REINICIADO.
«Rosa ha aceptado tu amistad»
Ésta confirmación, a mi petición de amistad en el Facebook, paralizó el reloj de mi vida en el momento que encendí el móvil.
Un alud de sentimientos, de recuerdos, arrasaron mi, por entonces, bienestar ficticio en el que me encontraba en esos momentos.
¿Me atrevería a responder?. De todas formas, era yo el que había lanzado la invitación.
«Me acuerdo mucho de ti. ¿Cómo olvidarte? Eras el más gracioso del instituto.
¿Qué es de tu vida?»
Leía, con una rara mezcla de alegría por el rencuentro, y de temor, por lo incierto de su reacción. Nó sabía que contestar, como un adolescente primerizo, por unos instantes, me quedé en blanco, bloqueado. Respiré profundo, y respondí.
«Hola. Me alegro muchísimo de volver a saber de ti, después de muchos años. A mí, no me va mal del todo, me casé, y tengo críos y todo, nó me puedo quejar, ¿y a ti, cómo te va?»
¡Joder!, nó tenía que haber puesto que me alegro muchísimo de verla, es un poco exagerado, parece que estoy ansioso por verla, ¿habré hecho mal en comentarla que estoy casado y que tengo hijos?
«Me alegro mucho. Yo, todavía estoy soltera y sin compromiso, ja, ja,»
«Vaya, lo siento, pero me alegro de que estés bien. ¿sigues viviendo donde siempre?, podríamos quedar a tomar algo, no sé, donde quieras y cuando quieras, ahora, estoy de rodríguez, mi mujer y los niños, están de vacaciones, en la playa, yo no me he podido escapar, Julio, es el mes más fuerte de mi empresa.»
¡Mierda!,¡¿qué estoy haciendo?.¿ De verdad siento que esté bien aun estando sola, o me alegro de que lo esté?. ¡Madre mía!, ¡se creerá que estoy ligando con ella, ¿por qué le he contado de que estoy de rodríguez?
«¡Claro que me gustaría quedar contigo! ¿Te acuerdas del bar que había enfrente de la casa de mis padres?»
«Sí, claro.»
«¿Te parece bien quedar hoy, sobre las ocho de la tarde, y cenamos de tapas?»
«Por mí, perfecto»
«¡Nos vemos guapo!»
Nó podía creer que todo esto estuviera sucediendo, estaba nervioso, sudoroso, y nó por el calor precisamente. Esta conversación por el chat del Messenger, había sido como una cuchara removiendo un vaso de Cola cao, agitando los posos del fondo, haciéndoles despertar del letargo producido por un largo periodo de inactividad emocional.
Eran las cinco de la tarde, aún, y me sentía como una lagartija encerrada en una botella. Calurosa e inquieta. Me puse a limpiar la casa, para dar un empujón al tiempo, para que fuera más deprisa.
Las siete y media. Estoy en la parada del autobús, con un barco cargado de nervios, anclado en la boca de mi estómago. La silueta lejana del autobús, acercándose a la parada, es un soplo de aire que reaviva un ascua que creía apagada hace ya mucho, mucho tiempo.
Sólo son tres paradas, me entretengo en observar el mundo por el ventanal. Hace ahora buen tiempo y las aceras dejan salir a las personas como frutos en rama.
La próxima, es la mía, toco el timbre, y me bajo.
Tuerzo la siguiente calle, a la derecha. Aún me acuerdo. La última vez, torcí a la izquierda, y nó la volví a torcer nunca más, ni a derecha ni a izquierda.
Me detengo al principio de la calle. Al fondo, está ella.
El corazón me golpea para escapar, pero nó puedo dejarle escapar, lo necesito, y nó para vivir. El nudo de la corbata del temor me aprieta tanto la garganta que apenas puedo respirar.
Paso a paso, lentamente, sin parar, como uno de esos duelos de las viejas películas del oeste.
La tengo enfrente de mí. Nó ha cambiado nada. Es igual que recuperar una foto que creías perdida y con el tiempo, la recuperas.
Una media melena hasta los hombros, con el flequillo tapándola la frente. Unas gafas en las que nadan como dos peceras, los dos ojos castaños más increíbles que recordaba nunca, una nariz, redondita, hermana pequeña de su mentón, y entre las dos hermanas, una sonrisa dulce y serena como un recuerdo feliz.
Sigo siendo algo más alto que ella y más delgado, ella un poco más baja, y menos flaca, solo un poco. Unos vaqueros con un suéter, que acuna unos pechos redondos, ni pequeños que hagan flacidez al suéter, ni muy grandes que en la tirantez del suéter, haga campana sobre la hebilla del cinturón.
Me coge una mano. Redonda, como el relleno de un muñeco de trapo, sin tela, y se queda mirándome fijamente. Nos miramos largo rato, sin hablar, frente a frente, como la luna con su reflejo en el mar. Noto que unas lágrimas se quieren fugar de mis ojos y, noto lo mismo en los suyos. Sin darnos cuenta, nos encontramos abrazados en medio de la calle. Tenemos los ojos cerrados. Su pelo, es igual de suave que siempre, y huele a limpio y a flores frescas.
Cuerpo con cuerpo, alma con alma. Somos dos vagones que se han vuelto a unir para emprender un viaje. Le acaricio la espalda, con la misma delicadeza que se acaricia una nube.
Ella me acaricia, con el mismo cuidado que se acaricia el agua.
Nos separamos. La sonrío mientras, enjugo con la yema de mi dedo, dos lagrimas que se pasean por ambos lados de sus mejillas.
-Pasmado, ¿nó vas a decirme nada?. – me dice, riéndose-
-Sí. Claro.
-Pues empieza
-Demasiado tiempo, ¿verdad?
-Demasiado. ¿Por qué ahora, y nó antes?
-Antes no pudo ser porque no era el momento.
-¿lo es ahora?
-Si estamos aquí ahora, es, porque lo es.
-¿Seguimos siendo amigos?
-Me tomo tu pregunta como la firma de un contrato en blanco.
Las fachadas de las casas, se van destiñendo poco a poco y los colores se van vertiendo por el río de la calle, para dejar paso poco a poco al manto de estrellas con el que la noche arropa el mundo.
Dos amigos, se sientan frente a frente, se miran y reinician un dialogo interrumpido hace años.

EMILIANO HEREDIA

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7 comentarios en «Locura, serenidad, política y escritura»

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