¿Qué pasa con Juan José?

Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «¿qué pasa con Juan José?». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 15 de julio! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).

POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, SOLO SE GANA EL RECONOCIMIENTO, CUANDO ES REAL.

* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.

CORONADO SMITH

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON JUAN JOSÉ?
¿Qué está pasando mi amol?
¿Oye, que está pasando mi amol?
¿Pol que gana Juan José?
¿Sera pol el reguetón?
El se levanta temprano
y luego se vuelve a acostá
mami pásame el latop
que yo voy a concursá.
Ahora escribe un p’aquí
y luego vuelta a un pálla
mami pasame el latop
que yo quiero concursá.
Tiene la gorra de lao,
que le hacemos mire usté
el voto ya tiene dueño
que es el broder Juan José.
El número de cuenta por privado si eso…uyy perdón.

MARÍA CRUZ ESTEVAN APARICIO

El día es sabado. 8,hora.
Cristina la jefa a esa hora temprana expone al grupo el tema elejido de la Samana.
Un manojo de escritoras /res se lanza a la carretera a redactar sobre el asfalto le entendído sobre lo que les han pedido. Más ahí el misterio. Todo el grupo crea y, sólo Juan José es el elegido. Su nata inteligencia le hace días más tarde verse ganador.
Por muchos años compañero, ahora bien por favor hazme llegar por whatsApp una pizca de como llevas a cabo tal éxito… Yo también quiero ganar un Abrazo…

DIL DARAH

El Misterio de J.J. según mi comprensión

Ayer estuve a punto de ubicar a Juan José en el Club de Kairós: selectivos que repelan el arquetipo del Conejo Blanco, que solo tiene tiempo para sí mismo.
Así es que la niña Alicia recibe piedras, pero me parece un argumento brutal a un simple domingo.
Tampoco estoy de acuerdo con Jung, en su afirmación de que todos soñamos serpientes y quien me conoce sabe que me desagrada el freudianismo llevado a límite.
Dejemos a la vez de tirar piedras o preocuparnos por defecar en torno a la sexualidad: por lo menos ahorramos energía.
Volviendo al tema del asunto y que le hace a J.J. merecedor del martirio llamado gloria, se me ocurren unas razones, no sé si inefables, pero refutar: os poneis en la cola de aprender constructivismo.
Al final de perorata, es posible que hayas encontrado la consistencia de Fritz Heider, pero en definitiva es lo que dirige a Juan.
No se limita a positivos ni se la jura a los que reniegan cualquier cosa sino los suma y saca un trébol.
Explicando la hoja en X y Z, salen los mileniales más jóvenes de mi generación, que no sabrían lo que es la vida de no haber muerto más veces que la teoría del balance social.
Me repito, pero no apetece explicar los fallos antes de corregir, de ahí el gran silencio suspensivo…
Solo queda la espiritualidad y el alma.
A J.J. le sobra alma, pero cuando esté a punto de perderla va a descubrir lo que ya sabe: que Dios entiende a Heider, Jung y al Club de Kairós.
Por ello seguirá rasgando el papel a sueños y desangrará su cerebro para traer la mejor idea.
Con esto me voy a cultivar rosas, y con la conciencia de que encontraré a J.J, que tampoco voy libre de pecados.
¡Sic!

SERGIO SANTIAGO MONREAL

Se esmera ante una hoja en blanco,
se expresa con la tinta de su pluma,
derramando palabras en forma de letras,
sobre el cuerpo desnudo de la hoja.
Su escritura toca la cima,
al tocar cualquier temática,
logrando llegar al lector,
transmitiendo cada verso del corazón.
En cambio yo soy un poeta díscolo,
que no sigue métrica ni directrices,
haciendo caso omiso,
con mi libre expresión.
¿Qué pasa con JJ?
Lo que pasa es que escribe con pasión,
traslada al lector la emoción,
haciéndonos prisioneros de sus relatos.
Mientras nuestras almas,
son presa de sus escritos,
no nos queda opción,
de votar al campeón.

CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

MEMORANDUM, JJ.
…Y vino a acontecer que pasando un día por Madrí, fuera a dar con sus huesos en un hospital de campaña famoso por sus gallinas (las de los huevos de oro), donde para fortuna y envidia del mundo le fue endiñado un chip and chip que no concedía descanso a la pluma. Desde ese infausto día no puede parar. Ha intentado irse «p’á» marina d’or, pero como no tenía pasaporte inmunizante o inmunizador de escritores, le han detenido a la salida de la M-30. Total, que lo de su éxito viene a ser una suerte de circunstancias de las que él no es responsable, ¡eso sí! Al resto del trébol de cuatro hojas nos tiene tiritando de envidia. Hoy sin ir más lejos estoy citada en la nave donde él fue transformado. Espero y pido a los cielos que mi «Chic on the Chic» sea un pelín más potente que el suyo. Me gustan los trofeos, ¡qué se le va a hacer!

REBECA FS

Levantarme y crear, y a todos hipnotizar, para poder conseguir, la pluma dorada, sí.
Escribir con ilusión, sentir que escribo bien, y tocando el césped con los pies, disfrutar el frío en la planta de los pies.
Menuda mierda de rima, ¿qué escribiría Juan José?
Le dejo aquí unas líneas pa que siga el compás y olé.

IRENE ADLER

EL TRÉBOL DE CUATRO HOJAS
Un día, el mundo cambió.
No hubo avisos, señales, premoniciones, duelos ni plañideras. O quizá sí los hubo, y nadie los vio.
Un día, los libros, y las palabras, y el pensamiento, y la sorna, y la risa nacida al borde de la imaginación, se volvieron peligrosos y subversivos. Hubo que acallarlos, esconderlos, evitarlos. La tinta en los dedos se convirtió en síntoma y sentencia; se prendieron hogueras que ardían a 451° Fahrenheit; piedra a piedra, se demolieron las bibliotecas, y se borraron las letras de los teclados.
Un día, las palabras se olvidaron, exiliadas de los hombres y los dedos, y dejaron de contarse historias, porque en el vacío que dejaron las palabras, no echaba raíces la memoria, y se marchitaba, sin remedio, la esperanza.
En un sótano húmedo y frío, JJ teclea incesantemente sobre el que quizá sea el último teclado clandestino. Internet es, desde hace años, una maraña de imágenes en movimiento que repiten y replican la consigna oficial : Consume, Trabaja, Muere. Y en medio de ese océano multicolor que reduce y marea y aturde, JJ escribe historias. Las encripta cuidadosamente, dentro de la imagen de un trébol de cuatro hojas, y las lanza lejos, con todas sus fuerzas, como hacían los antiguos náufragos con los mensajes escritos dentro de una botella. Confía, espera, desea, que sus compañeros de Hermandad, encuentren ese rutilante trébol, y reconozcan su voz y su antigua camaradería, y respondan a su llamada. Hace mucho tiempo que no sabe de ellos, pero siente en los huesos, que siguen ocultos, como él, en alguna parte. Y que siguen escribiendo. Quizá solos, como él, en un sótano frío y húmedo, sin la luz de la que gozaban los antiguos copistas; sin la tinta ni el pergamino ni el silencio reverente de los scriptoriums ; sin la risa ni la complicidad de antaño. Pero tan leales y constantes como entonces, con la memoria del camarada fiel.
En los días en que está más cansado o abatido de lo normal, se queda mirando con fijeza los diplomas otorgados por la Hermandad. Están amarillentos, y apenas se distinguen ya las letras. Y sonríe, recordando el día en que alguien preguntó por qué razón ganaba tantos… Añora sin medida el tiempo en que escribir una historia, provocaba otras cien. El tiempo de las palabras sin tiempo, sin distancia y con memoria…
Al día siguiente, al salir del sótano para ir a trabajar, JJ se encontró con un trébol pintado en la pared de enfrente. Y otro en la verja cerrada del bar de la esquina. Y otro, algunas calles más abajo. La prensa decía que estaban por todo el país. Tréboles de cuatro hojas pintados por manos anónimas en muros, fachadas, estaciones de autobús y hasta grafiteados en los trenes.
Y así empezó…
Pero esa, es otra historia.

RAQUEL LÓPEZ

¡Menudo bullicio se estaba formando en los juzgados!
Se le consideraba culpable a Juan Jose Serrano, por presionar a la administradora del grupo, Cris, de hacerla chantaje para conseguir ganar con sus relatos muchos diplomas.
Mientras tanto y hasta que dictará sentencia el juez, los demás escritores del grupo «Cuatro hojas»hacian un corrillo y rezaban porque le dieran el indulto..
Antolin, Neus, Gaia José Armando y Curro debatian por cual sería el tema del próximo relato.
Coronado se quedó un poco traspuesto y soñaba que todo el grupo le votaba.
Loly Moreno, animaba a Juan Jose, para que no se viniera abajo.
Raquel se preguntaba:¿Y si ya no puede estar con nosotros en el grupo? ¿Quién me ayudará a resolver las dudas con el ordenador para participar en los concursos? que soy malisima para esas cosas… 😂
Dil, preparaba la próxima entrevista para Juan José.
Sergio Santiago, estaba nervioso porque se aproximaba el sábado y no podía ser el primero en escribir el relato de la semana.
Y el resto del grupo sin faltar ninguno, estaban de acuerdo con Cris, de su inocencia, todos estaban a favor de él, a fin de cuentas eta una buena persona y eso es lo que importaba.
Por fin, llegó el juez:
-¡Silencio, por favor! Nuestro veredicto es que Juan Jose, es inocente por los delitos que se le imputan y por ello queda libre y puede seguir escribiendo tan bien como hasta ahora.
Todos sus «compis» de escritura, aplaudieron, felicitandole.
-¡Muchas gracias! Dijo Juan José – Me habéis emocionado y espero que el próximo relato lo vuelva a ganar otra vez…
Todos se quedaron sorprendidos y dijeron al unísono.. – ¡Venga hombre! marchándose a toda prisa.
-¡Esperar, no me dejéis solo, no os marcheis!, solo era una broma….
Juan Jose Serrano, se quedó cabizbajo y de repente se asomó alguien a la puerta, era Raquel…
¡No dejes de escribir esos relatos tan fantásticos y si ganas es porque lo mereces! ¡Vamos, el grupo te espera!
Y así, caminaron todos juntos, porque esto era el principio de una buena amistad..

NEUS SFINTES

Esta es la leyenda de un chico llamado Juan José Serrano. Conocido por muchos por J.J. Hacía unas semanas que algunas amigos y conocidos del barrio se hacían la misma pregunta: ¿Qué esta pasando con Juan José?.
Se rumoreaba que desde que había entrado a formar parte de un grupo literario, no paraba de recibir en las últimas semanas el contenido de unos diplomas, que le otorgaban el poder divino de las letras.
El cartero, amigo y conocido desde hacía muchos años, se sorprendió al ir a su casa, tan a menudo. Pero el solo cumplía con su trabajo.
Los cambios de humor de J.J. fueron cambiando… Se le notaba en sus facciones de su rostro, la curva de sus labios, eran propias de la felicidad de la que jamás tuvieron ocasión de poder ver sus amigos, hasta la llegada de esas cartas desconocidas.
Juan José hacía un año que había entrado a formar parte de un grupo literario denominado «Cuatro Hojas». Desde el día en que entró , sus cambios de personalidad fueron con el tiempo, ofreciendo a J.J. una visión del mundo distinta.
Gracias a la ayuda de una de las magas, tuvo la posibilidad de ver el mundo a través de las palabras, como si éstos de fragmentos de estrellas se trataran. Con la diferencia de que las palabras si las juntaba, podía ver y obtener grandes mensajes escondidos, como si de una encrucijada se tratara, al igual que las estrellas fugaces, deseaban deseos a los afortunados.
La maga Cris, la superiora de la orden del Grupo Cuatro hojas al que Juan José se había unido. Era una maga poderosa, que al conocer a Juan José, pudo ver en sus ojos y en sus palmas de sus manos el gran potencial que había en él. Pero solo Juan José podía sacar su potencial que llevaba dentro. El potencial de las palabras.
Cris, sabía que un día lo lograría y no dudó en ayudarlo y motivarlo. Sabía que un día lograría, que sus palabras resonarían como música celestial, que éstas cobrarían vida, en un mundo gris, para darle color y sabiduría.
Los rumores se fueron acallando con el tiempo. Y Juan José fue creciendo y madurando espiritualmente, mientras veía como iban fluyendo su palabras, formando historias, versos, transmitiendo mensajes y creciendo por momentos. El misterio de los sobres, dejó de ser un rumor. Y los vecinos del barrio siguieron con sus vidas, así como J.J, siguió creciendo como persona y haciendo crecer el poder de las palabras.

CURRO BLANCO

Ya que estamos….
Juan José Serrano Picadizo, J.J, pensaba, que tampoco era para tanto, que la facilitadora del grupo de escritura Cuatro hojas, que es una buena mujer, exagerada un poco. Que si bien había ganado la preciada distinción semanal como mejor autor en varias ocasiones, aún seguía aprendiendo, que le quedaba mucho por aprender, que aprendía cada semana de todos sus compañeros y que haberle dedicado el tema semanal a él con la propuesta: «¿qué está pasando con Juan Jose?, le ruborizaba un poco. Se peñiscó con los dedos índice y pulgar formando pinza la nariz y se dijo: «bueno, pero a nadie le amarga un dulce». Y seguidamente, aseguró, que no tenía ni idea de qué escribir para el tema propuesto, que ya podían haberlo excluido de participar esta semana, que le daba «un no se qué», de escribir sobre él.
Asegura J.J, que después de tres días pensando sobre qué escribir determinó, no darle más vueltas, que lo haría como siempre, dejando salir lo que tenía dentro tal y como lo sentía, sin adornos, sin palabras que no fueran suyas, cumpliendo su máxima de liberarse con lo que decía.
Dudó J.J, si contar o no el ritual que seguía antes y durante de sus creaciones, pero finalmente, asegura, de que lo hizo, por si a alguien le pudiera servir:
…..y entonces, me subo bien las gafas hacia el final de la nariz con el dedo corazón, me peñisco dos veces la nariz formando pinza con los dedos índice y pulgar, me saco ligeramente con los dedos corazón y pulgar los calzoncillos de la rajilla de las posaderas y entre párrafo y párrafo le doy bocaditos a un plátano maduro.
¡¡Con toda mi admiración¡¡

ALEXANDER QUINTERO PRIETO

Decidieron poner la queja al fabricante a mediados de otoño. Por este tiempo el follaje de las alamedas, con sus colores terracotas y cobrizos dibujaban dunas endecasilabas que eran hábilmente plasmadas por Juan José, en resmas plagadas de amor, recuerdos, paradojas y nostalgias. Cada pequeño trozo de realidad, que iniciaba como un estímulo suelto y desamparado, ignorado por la fila de transeúntes ensimismados en la tecnológia de sus celulares, poco a poco se convertía en un excelente relato.
Su prisma robótico capturaba toda sensación existente que, conectaba directamente a un artilugio rudimentario que asemejaba al tálamo,
De aquí, las señales eran comunicadas por medio de unas conexiones como axones neuronales -que comunican áreas cerebrales distantes-, sincronizando su plasma analítico con su cuasioprograma emocional. El resultado, un algoritmo errático; tal vez el error de un programador ensimismado en su primer amor, produciendo un resultado inesperable: que había alma en sus pensamientos, que el algoritmo escapaba al bucle y poco a poco los recuerdos iban acumulándose como filas de trofeos obsesivo compulsivos, entremezclándose con nuevos aprendizajes, elocuentes formas de narrar la realidad física y emocional, produciendo belleza, contemplación ante una lista de objetivos. Emanaba espíritu.
El sofisticado mecanismo de rastreo que, inicialmente tenía una función de cálculo de la probabilidad de realizar una o más tareas simultáneamente en el menor tiempo posible, poco a poco se generalizó a situaciones cada vez menos pragmáticas, más idealizadas. Sucumbian en las hojas reflexiones sobre el agua tocando sus dedos al fregar el baño, luego, un poema erótico sobre la silueta de la señora de casa envuelta en los vapores de una ducha caliente, y de aquí raudas las palabras describían la sensación de calor que poco a poco descubría en su remedo de piel a base de colágeno porcelanizado.
Y también sintió nuevos sabores, aromas y sonidos como nunca antes les había sentido, y en su cableo surgían nuevas conexiones que relacionaban palabras con tales sensaciones, y posteriormente con primigenios sentimientos. Un estremecimiento que sobrecogió sus días, y que poco a poco le volvieron menos habíl en el trabajo para el cual había sido contruido, pero a la vez más empático, más humanizado, como un hombre escapando al destino racional guiado por una paleta de colores perdida
Superó la garantía del año. Hasta el momento no habían problemas de fabricación y el modelo RBX13-ZT era óptimo en el cuidado del hogar. La casona relucía de limpieza, entre el frío, la ventizca y los primeros copos del invierno. Se activaba su módulo climático y desde la fuente principal, ubicada en el centro de su pecho se activaba la calefacción de la casa, se bloqueban los ductos y se encendía la barredora de nieve.
Su ama, programó una nueva serié de tareas en su buzón. Subir a la azotea, arrancar hojas de los libros más antiguos, prender el horno, atizar el fuego, recoger el hollín.
Subió a la azotea y decidió coger algunos libros que se encontraban sobre un escritorio de mármol con un grabado desgastado de una enredadera alrededor de un hombre de fino perfil, con las dimensiones de cualquier escultura romana. Abrió un libro con una portaba verde que asemejaba la humedad del musgo. Al principio las palabras eran unos códigos sin significado que se repetían, y que eran separados por espacios sin alguna regularidad. Luego de activar programa de lenguajes, leyó de una hoja con olor a naftaleno y cardamomo:
La palabra cómo el éxodo de la perdicion.
No hay arma con más filo y más contundente,
que la historia del mundo en símbolos,
que retrata osadias y tierras ensangrentadas,
amor en las tiendas de campaña;
anhelos de tierras baldías, de regreso,
a la cuna del nectar de miel y pieles de durazno,
al principio de la pluma primigenia,
al apocalipsis de un nuevo comienzo.
Arrancó esta y otras páginas, prendió la hoguera y observó en el movimiento a veces cadencioso, y otras veces perturbador de las llamas, y vislumbró algo que escapaba a toda razón: el alma endiablada de los poetas que dejaban su alma en la hojas, al ritmo del fuego.
También vislumbró en la hoguera, las epopeyas de una civilización y sus deseos de gloria, las guerras infalibles y su debilidad por el licor y las meretrices, el deseo de regreso de un procer que abandona lo más preciado por el sentimiento tonto de patriotismo, la magnanidad de un nacimiento; el amor poético entre madre e hijo. Toda aquella información tatuada en hojas desgastadas que antes de ser arrancadas de los libros habían sido leídas y memorizabas, solo desnudaban su alma al ser carcomidas y convertidas en carbón insignificante volando en la finitud de una vida de robot.
Al frente del fuego fue que la lógica se desplomó y RBX13- ZT o Juan Jose, cómo le decía su ama, en un honor a su esposo escritor fallecido ingresó al falló preciado. Su compradora perdió el control y este, ahora cada vez más humanoide, quiso continuar la historia de personas que han capturado el momento más pequeño, para convertirle en una cotidianidad mágica, o una irrisoria fantasía.
Dejó de ser ese robot programado para los quehaceres y la compañía de una viuda enlutada y abrió un perfil en redes encontrándose con un grupo de escritura creativa que le premia cada que a él se le da la gana de capturar un nuevo momento bajo el ritmo de su pluma, o en el machaqueo de las teclas.
La queja del fabricante tuvo respuesta a finales de otoño, la cual en resumidas palabras dictaminaba que no esperaban que los modelos de la serie RBX13-ZT tuvieran rasgos de humanización. El problema se debía a qué nuevos algoritmos habían emergido al entrar en contacto el material de fabricación de la fuente con humo de carbono, pero que estos prototipos al encontrar una pasión, podían desempeñarse como excelentes mayordomos por voluntad propia a cambio de buenos tiempo de inspiración. Como corolario recomendaban cierta precaución debido a tendencias incendiarias en momento de ausencia de musas.
De vez en cuando de la casona una humareda escapa de los altos muros. Los vecinos entonces preguntan: Qué le pasa de nuevo a Juan Jose? El solo quema falacias literarias con su afinado gusto.

CONCE JARA

A Juan José no le pasa nada… es una persona incansable, brillante, creativo, imaginativo, sorprende, es muchas cosas por las que lucho y no llego ha alcanzar. Y yo me pregunto… Qué le pasa a Conce, que no avanza? Y entonces leo a Picazo, y aprendo.

BEA ARTEENCUERO

¿Que esta pasando con Juan JOSE?,Que sus letras me llevan y me traen; Recorro caminos porque su pluma me transporta, a veces al cielo arriba de la luna mirando las estrellas, otras viajando en un mundo de fantasías entre entonces y ahora, aquí y allá.
A veces me pregunto…
¿Que habita en tu mente?
Del amor al odio, de la alegría a la tristeza, de lo Real me hunde en el tiempo de la magia, donde los sueños dibujan sonrisas de colores.
Me extiendes tu mano, me dejo llevar, me subo a tus emociones y tejo en mi mente los dibujos de tus palabras plasmadas en el papel.
¿Donde nacen tus ideas?
Acaso tu corazón las traslada a la escritura.
Te leo y me atrapa, tu loco mundo de las letras.
Mientras tanto pienso…
¿Que esta pasando con Juan Jose ?
En que instante sus historias son pájaros que se alojan en el tiempo..

EMILIANO HEREDIA JURADO

¿Qué está pasando con Juan José?
Por entre las callejuelas añejas de Bailén, dos figuras se deslizan, con el ritmo pausado que marca el silencio, quebrado al acaso por los chillidos de las golondrinas.
Se detienen, enfrente de la portada renacentista de la iglesia de la Magdalena.
Un hombre, cubierto su cuerpo por un sayo andrajoso, raído sombrero de fieltro, testigo de mil batallas en los tercios, alpargatas de mil remiendos de otros tantos agujeros, calzón sujeto por una soguilla de cañamo, y blusón si, otrora blanco, ahora amarillento por el paso del tiempo y la falta de aseo .
Enjuto el rostro agrietado por los años, cubriendo los ojos un sucio pañuelo.
Le sirve de guía un cayado, resto de una pica, y un mozalbete, de entre diez y quince, el pelo apiojado, y enmarañado. Calzas negras y blusón gris hasta las rodillas, huérfano de botones, sujeto por correilla de piel de cabra.
Porta éste, dos maderas, en una de las cuales, burdamente, hay dibujadas unas figuras a modo de viñetas.
El hombre, saca de su morral, una campana medio muda, y vocea a pleno pulmón:
¡Acudan los preseeeeentes!, Les voy a relatar…..la increíble y verdadera historia del lagarto que produjo pavor e infortunio a las buenas gentes de este lugaaaar, en esta sagrada y venerada parroquia de la Magdaleeeenaaa.
La gente, curiosa, se arremolina, entorno al ciego y a su lazarillo, que va señalando la viñeta correspondiente a la narración de su amo:
-¡Aqueste les cuento la increíble
y cierta historia, del felón,
gigante y horrible
lagarto, que causó pavor
en tiempos de nuestros
ilustres y reverendisimos
los Reyes Católicos,
que Dios tenga en los cieeeloos
Tuvo a mal, el diablo
traer a aquesta sacra
iglesia, enorme lagarto
que a la población aterrorizaaaaraaa
En desesperación de las autoridades,
y en vista de que ningún caballero
diera muerte a animal tan fiero,
y al acaso tampoco las altísimas divinidades,
Ofrecieron tamaña recompensa
a quien pudiera librar
a la población de aqueste mal,
y reparar tamaña ofeeeeensa.
Ofrecíose un reo condenado,
a liberar de tal sufrimiento
y la bestia apagar su aliento,
Juan José Serrano picazo, así llamaaado
Hizo acopio el reo de hogazas de pan
que la bestia a la par que le perseguía,
iba engulliendo, en una crujía,
hacia una plaza se fue el valiente Juaaaan
Alzó una pica con un serón de pólvora
y la alimaña de un bocado
tragó, y el bicho quedó reventado
en mitad de la plaaaaza
Como recompensa a tamaña proeza,
le concedieron no solo el indulto,
un mago sabio y muy culto,
a un descendiente le sacaría de la pobreeeza
Juan Jose Serrano Picazo,
descendiente en un futuro,
le otorgó un buen auguro,
en el siglo veinte y uuunooo
Escritor en imprenta cuatro hojas
ganaría fama y gloria,
y admiración notoria
por ganar diplomas todas las semaaaanas
Una vez recaudadas las monedillas, el lazarillo se lo entrega a su amo, que raudo lo guarda en el morral.
Ambos, desaparecen por las mismas callejuelas por las que aparecieron.

ROBERTO MORENO CALVO

– ¡Juan José!, !qué te estés quieto!
No entiendes que es normal no soñar nada. Tan normal, como soñar. Lo que no puedes es ponerte a llorar de esa manera tan… tan… tan escandalosa.-
Cada mañana, el niño se levantaba feliz. Feliz de tener una historia que contar. Era la excusa perfecta para entablar conversación primero con su mamá mientras se tomaba el desayuno y después con los niños del parque, sobre todo con Lucía.
Aquella mañana no entendía lo que había ocurrido. Se sentía con tal desamparo que hasta creyó que nunca más volvería a soñar. Que a partir de aquel día, las noches serían aburridas y por lo consiguiente, su vida también.
Sus peores presentimientos se cumplieron. La siguiente noche no soñó con nada, ni la siguiente, ni la siguiente… así hasta el día de hoy. Pero no pasa nada, un día decidió que si él ya no volvería a soñar dormido lo haría despierto y lo escribiría para que el resto de gente pudiese soñar como lo hacía él.

GAIA ORBE

Qué está pasando con
Juan José Serrano
Picadizo
gallardo arcano
del cobertizo
perdido en el tiempo
habla de grillos
duendes y rollos
y del gallo lempo
cuando entra en bucle
escribe a diario
mezcla el almizcle
a veces agrio
convoca al ángel
¡madre de dios!
brota en palabras
bebe aguamiel
confiesa al cielo
cita sangrienta
la última hoja
ningún recelo
caballero del espárrago
cuenta sus cuentos
gana los premios
hace un estrago

ALEXANDRA MARTA IONA

Hmmm..
Media de tinta y un cuarto de celulosa.
Una punta bien afilada, como la lengua
De la garganta que traga saliva y lee a JJ.
Sirve en caliente la sopa, de letras al gusto.
Hasta para el paladar más exquisito,
Presenta manjares esferificados,
Acompañados de comas y puntos.
Veintisiete letras, un recuerdo y algo más,
Así prepara el menú para siete días.
Para los que les tiene alergia a la vida,
Advertencia! Morderos la lengua!
El ingrediente secreto, solo el lo prescribe,
Para sus guisos con olor a jengibre.

SILVANA GALLARDO

Te pilla en una maraña, inmensa,
de historias que atrapan, que envuelven;
motivan mil emociones, efervescentes.
Transporta su imaginación de forma extraña,
por senderos fascinantes y silentes,
Momentos de paz, remolinos de suspenso,
te hace pensar, especular, soñar despierto,
¿Qué pasa con Juan José?
¿está inspirado siempre, posee un don intenso?
estoy equivocada ¿o todo lo que digo es cierto?
¿Pues qué pasa Juan José?
Nos obsequia escenarios plegadizos,
collages en finísimo papel y pluma de ave viajera,
para dejar testimonio de su arte, Picadizo.
todos nos esmeramos, más creo,
que de Cris es consentido
¿o de todos los votantes?
pues cuando el veredicto dan, una semana, la otra,
el diploma van en honor de nuestro amigo Serrano.
Es su intuición y se sabe ganador,
no son celos, ¡no, no, no!
y hombre malo no es, él anda por su destino,
con el poder de la música, armoniza y le da ritmo
a su ser creativo e inspirado; imaginativo y culto.
Y, atando cabos, yo sé, sin conocerlo siquiera
que con todo lo que escribe hace mezcla gastronómica,
asombrosa, interesante, todo con sabor a letras
hechas sopa y ensaladas y, creo que no le gustaban,
porque degustó mucho de ellas,
pero sin equivocarme aseguro también,
que escribe de maravilla,
con gran competencia encima.
¡Ándale Juan José! diplomas bien merecidos,
que no acaben tus relatos,
ni los tuyos, ni los nuestros, porque estamos atrapados
en un fascinante amuleto, que posee cuatro hojas,
que inspiran, y con suerte, nos dé la felicidad
y con esperanza y fe, un diploma por lo menos
gane uno, dos o tres…
o como el burro flautista, de pura casualidad.
o mejor, sin prisa y sin estrés
libres las almas y las letras
volar por hojas en blanco, con plena libertad.

LIDIA FUENTES

¿Qué está pasando con Juan José?
Lo que le pasa a Juan José es que en este mundo de cambios y finales, de tristes partidas y turbias mentiras, él encuentra lo inmutable y la verdad en la escritura.
Con cariño y respeto
Lidia F.

POZO GELES

Juan José está en la acera esperando que el señor que está en la puerta le nombre para que pueda, por fin,ser atendido por su médico de cabecera. Juan José tiene verdadero pánico ( él sufre con frecuencia de esta patología)
teme que no lo quieran escuchar y que le den largas sin atender su situación.
Juan José tiene una jubilación parcial, tiene que trabajar tres meses al año, ahora le toca reincorporarse, pero tiene tres o cuatro hernias discales y no puede.
En el consultorio el ambiente está muy raro. Los sanitarios que están en recepción parecen” matones de discoteca»ponen mal gesto a los usuarios y meten miedo.
Juan José ha entrado en consulta y el médico le ha señalado que se siente cerca de la pared, lo más lejos de él. Juan José no puede hablar y está a punto de llorar. Ese no es su médico , es la primera vez que lo ve y teme que no lo crea.
No sabe cómo contar su historia médica porque el médico le mete prisa con los gestos. No puede más y se pone a llorar y entre sollozos le dice al médico que le duele la espalda que necesita la baja laboral.
Oye en voz baja que el médico dice: rollos.
La angustia se acrecienta y no sabe cómo reaccionar. Lleva un informe en el que específica su enfermedad.
El médico le da la baja, pero él sigue angustiado, las palabras del médico: rollos , no deja de martillera su cabeza.

LOLY MORENO BARNES

¡Que J. J. Es un fraude muy pocos lo saben .
¡Abrid los ojos!
¡No es humano!
Al menos, lo que por humanidad se entiende en estos tiempos…
¿ Qué es ser humano?
Tristemente en el presente es ser cobarde, egoísta y manipulador…
Encima, nos defendemos de nuestros errores diciendo que es de humanos equivocarnos, que con los errores se aprende .
Ironías de la vida. Aparece alguien como J. J. rompiendo todos los esquemas.
Se parece a un ser aterrador de otro mundo que nos restriega en nuestras narices una y otra vez, que deberíamos tener conciencia.
¿ Pero quien se cree que es?
¡Quizás piensa que es un profeta moralista que puede cambiar nuestro infernal mundo de caos!
¡ Pobre iluso!
Hemos tardado miles de años en destruir la paz y la armonía.
Hemos logrado hacer que el poder (» porque yo lo digo y quiero») mande por encima del semejante, para que ahora llegue alguien como J. J. a pensar y escribir como un sabelotodo que va de humilde, ( y lo es) aunque despida ráfagas de creatividad en bellos escritos.
¿ Y nosotros en qué lugar quedamos?
¡Ala!
¡Encima leemos sus plegarias con devoción!
Quizás sea el primero de los “ BUENOS” . Pero no debéis confiar en él.
¡Si lo dejamos pasar, llegarán otros, hasta en patera, dispuestos a lograr un mundo mejor y seremos exterminados !
¡ Tened cuidado!
¡Nos os dejéis engañar!
¡No es de los nuestros!
Aunque mal que nos pese, corremos el riesgo de ser de los suyos.
El último poeta,será el primero de muchos y puede llegar a ser una plaga de J. J.

DAVID DURA

Los buenos tiempos volverán , quizás diferentes , pero habrá que saber adaptarse a los cambios y esperar al tiempo para saber si fue para bien.
Plaza del pueblo , media tarde …
Allí en londananza , la figura del héroe!.
Han vuelto al viejo campanario guiadas al seguir de sus manecillas!.
A lomos de la golondrina pelirroja , él , Juanjo José , héroe de nuestra historia.
Al cura no le hacía gracia esa barba de tres dias y nueve horas .
El farmacéutico decía verlo más delgado , los disgustos encongen el alma y las tripas.
A Moñoncetes le daba igual , sus ojos eran para el , su estrabismo también , nunca una mirada tan perdida tuvo un destino tan claro.
Alto a la guardia civil!.
Estas golondrinas no son oscuras,
las trae de todos los colores.
Algunas de morado , arcoíris y de blanco roto .
Pumba!. Pumba ! Sonaron dos disparos mientras caía el cuerpo de nuestro personaje abrazado a su golondrina en caída libre pero con una puntuación de nueve para arriba.
Qué estilo en la caída.
A la mañana siguiente el empleado de limpieza restregaba con el escobon las manchas de sangre donde podía leerse….
LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Hoy luce una placa en la plaza del pueblo .
Aquí voló , cayó y dejó sus pensamientos.
Donde menos lo esperes puede aparecer un nido de golondrina en el umbral de tu puerta.
Déjale unas hojitas de trébol al goloso.
Nunca sabes la historia que está por llegar….

ANTOLÍN MARTÍNEZ JIMÉNEZ

JJ es un grito de imaginación que no se puede contener. Acostumbró a sus manos a contar lo que su mente almacena y amasa sucesos en los momentos de rutina laboral para al llegar a casa, desbordar en párrafos un riachuelo de acontecimientos que, a veces, parecen sacados del fondo del futuro que tiene que llegar.
Él mismo se asombra de lo que acaba de escribir y si lo vuelve a leer lo vuelve a llenar de más detalles que hacen de su relato un minucioso montón de información de una historia original.
Futuro, ficción, sangre, magia y sorpresa es lo que te puedes llevar en un momento que le prestes atención.
Cuando te sitúa en la acción no te suelta hasta el final.
La primera atención que le presté a sus relatos me situaron en primera fila de butacas de la actuación y me brindó su creatividad en primer plano.
Tu tiempo te permite emplear tus pensamientos libremente para que puedas cabalgar sobre tu imaginación y nos cuentes lo que te ocurre ahí dentro.
Gracias JJ por escribir todas las semanas. Otro diploma a la intensidad de tu esfuerzo, que no es poco.
Un abrazo, grande JJ.

ANDY PARIONA ROJAS

«Mamita»
Es un hecho, ha muerto. Confirma la hora de muerte Fidel y rápido.
Era el comediante más conocido en los ruedos limeños, cuando estaba en el Jirón de la Unión* nunca faltaron las risas, siempre era buscado por la gente, pues lo querían y demasiado; desde chiquito trabajo con su mamá, Doña Pocha, ella vendía papa con huevo* en la esquina de la Iglesia, como ,pero cómo le fue a pasar eso al muchacho. ¡Ay, Juan José! qué le has hecho a tu mamita, ella te quería tanto y así le pagas. ¡Ay!, Dios mío, porque a este joven te lo has llevado- exclamaba y relataba Doña Grimanesa, mientras daba vuelta a sus picarones* con su palito.
-Señora pero si era tan bueno Juan José, por qué lo mataron- añade Fidel.
-No lo sé, hijo, no lo sé- responde Doña Grimanesa.
-Jefe, de todos los interrogados nadie sabe lo que pasó con Juan José-menciona Fidel mientras guarda su libreta.
-Si pues, ¡caray!, nadie sabe que le pasaba a Juan José alias «mamita»- añade el jefe.
*Jirón de la Unión: Jirón muy conocido en el centro de Lima, Perú.
*Papa con huevo: es una comida de las calles limeñas siempre va acompañada de ocopa.
*Picarón: postre peruano en forma de dona que se acompaña con miel.

VERITO TOWERS

Agonizante.
De pronto enfermó terriblemente. Fue con varios médicos especialistas pero nadie supo a ciencia cierta qué le aquejaba. Que tomara dos cápsulas de día soleado, que siempre no, que mejor una cucharada de amargas compañías o sedantes de luna acompañados de días lluviosos, de esos en los que el verde se hace más verde. Nada parecía aliviar su malestar y lo peor, día a día, Juan José empeoraba.
Intoxicado de filosofía presentaba urticaria de letras y una sinusitis aquejada con un franco dolor de garganta que le impedía expresar sus emociones. Y ni qué decir de la bronquitis acompañada de un pulmón que parecía colapsar cada que nuestro amigo intentaba decir algo, por más mínimo que fuera.
Hubo semanas en las que pasaban por allí alópatas, médicos alternativos y gurúes, así como uno que otro de esos influencers a la búsqueda de likes. Día a día desfilaban especialistas que creían tener respuestas y que al cabo de las horas terminaban rendidos ante el padecimiento tan extraño que le aquejaba.
Paralizado, casi enconado en un sillón, fundidas sus piernas y sus brazos, que poco a poco agarraban forma de sofá, se tornaban tan grises como el mullido tapiz del mueble. Estaba desesperado.
Y resultó que la vecina de la prima de una amiga, un día se enteró. Indagó sobre el malestar que tanto daño había causado y resuelta dijo saber la cura. Ante la noticia, Juan José pareció sonreír, pero su sonrisa desdibujada pareció más una mueca de terror cuando Cris Moreno se acercó y suavemente le susurró dos palabritas que podrían curarle el alma: cuatro hojas.
Mañana a mañana, tomó sus cuatro hojas en blanco en cápsulas y en gotas diluidas en agua, a veces breves y risueñas, a veces largas y medio tediosas o tan amargas que su corazón parecía retorcerse, pero poco a poco su piel cobró color, su mente dejó de nublarse y su alma perdió esa carraspera que ya de a diario le acompañaba. La irritada garganta mejoró de súbito y todo parecía ir mejor. Lo suyo sería tratamiento de por vida para aliviar la cronicidad de las letras y el apresurado tecleo de ellas en sus cuatro hojitas. Con el tiempo no sólo mejoró, sino que encontró a varios más con su padecimiento y el mismo consejo les brindó, se volvió experto en el tratamiento y varios diplomas ganó, así como un tema semanal del que todos sus amigos puntualmente escribieron.
veritotowers

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20 comentarios en «¿Qué pasa con Juan José?»

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