Cuando un escritor toma la decisión de publicar, sobre todo si se trata del primer libro, se abre ante él una etapa muy emocionante. Cada autor es un mundo y no hay dos libros ni dos casos iguales, pero a lo largo de estos años hemos detectado un patrón emocional que tiende a repetirse con ligeras variaciones:
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1. La emoción del proceso creativo
La edición de un libro es una etapa muy bonita en la que se trabaja mano a mano con el autor, que pasa de tener un documento en Word (o similar) a una maqueta profesional. Este va viendo cómo su proyecto toma forma, llevando sus propias ideas a la práctica de la manera más estética y rentable posible.
También hay momentos pesados, como las múltiples revisiones del mismo texto, pero merece la pena. El autor se siente bien.
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2. Las dudas previas
Pueden darse justo antes de enviar el libro a imprimir o cuando ya está la impresión en marcha. En el momento que el autor se da cuenta de que su obra ya va a ser una realidad, entra en una pequeña crisis, que suele ser proporcional a la promoción previa que le haya dado a su libro: «¿Y si no es tan bueno?». «¿Y si no le gusta a la gente?». «Yo no soy un escritor»… Es lo que se conoce como síndrome del importor y, afortunadamente, dura pocos días.
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3. El subidón al recibir los libros
En el momento en que el autor tiene el libro en su mano se despejan todas esas dudas de un plumazo. Ha parido. De repente no le duele nada y su bebé es lo más bonito del mundo.
Si supieran lo felices que nos hacen las fotos que nos envían al recibir sus libros…
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4. El subidón al presentar
Y sí, aún puede haber un subidón mayor: el día de la presentación. Aquí no solo el autor ha aumentado su autoestima, sino que la gente le reafirma sus logros. Este subidón es proporcional al éxito de la presentación, a la cantidad de gente que asista, a la expectación que cree… Si la fase anterior era una felicidad serena, esta se parece más a la euforia.
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5. El bajón postsubidón
Aunque no siempre aparece, días después de la fase anterior puede darse una etapa similar a una resaca. Es normal. El cuerpo pide asimilar todo lo que ha ocurrido con calma, tomar perspectiva para ver cómo seguir, entender que lo que ha ocurrido solo ha sido el inicio de algo grande…
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6. La satisfacción
Por fin, pasado un tiempo, la situación se estabiliza. Ahora el autor asume la publicación como una parte más de su currículum de vida. Es algo de lo que se siente orgulloso al recordarlo, algo que tal vez siga rentabilizando en nuevas ediciones, pero desde la calma.
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Si ya has publicado, ¿te reconoces en esta montaña rusa?
Y si no lo has hecho, ¿te atreves a probar?
Eres muy buena en tu trabajo y de seguro en todo Cris te quiero por que supongo que a igual que ami con tus escritos sobre editar nuestro libro nos mantienes en la ilusion de verlo un día publicado M Cruz
¿Es normal tener esa montaña rusa constantemente? Y que cada vez quieras escribir más. Pero lo que nunca me gustó leer se convierta en tu vehículo de perfeccionar. Agradecer es sinónimo de querer aprender. Un saludo y gracias nuevamente.