Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «celos». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 25 de marzo! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, SOLO SE GANA EL RECONOCIMIENTO, CUANDO ES REAL.
* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.
Teníamos 16 años, unos niños, muy jóvenes para entender nada. Y mucho menos entender algo sobre el amor.
Yo, la típica niña mona, estudiante y participa en todos los actos y eventos. Él, el típico niño pijo, y a la vez incomprendido. Al que le gusta hacerse notar.
Un día de instituto estando en clase, empezamos a tontear, con las típicas perlitas que sueltan los adolescentes. De repente nos miramos, yo sentí una corriente eléctrica que me recorría todo hasta la nuca. Pero en seguida seguí a mi royo. Él vino poco después me volvió a mirar y me pregunto si era capaz de confesar que no había sentido lo mismo. Entonces caí, nos besamos y empezamos a salir. Al principio era su princesa. Y yo me sentía como una reina.
«Nena, vamos a quedarnos aquí solitos y aprovechamos el tiempo juntos» me decía y yo caía.
«Nena, tu amigo Pablo está demasiado tiempo contigo no?» Y yo al principio nñle quitaba importancia pero poco a poco dejé de ver a Pablo.
«Nena, no me gusta que hables con los compañeros de clase, tas mu buena nena, y ellos te miran con ojos de hombres» y yoe sonrojaba porque sus celos me demostraban lo mucho que me quería.
«Nena , no te pongas ese escote que te miran todos» otra vez sus celos me gustaban aunque ya estaban perdiendo la gracia
«Nena, es falda es mu corta, sube a cambiarte»
«Nena, no mires a mis amigos»
«Nena, que no lo saludes!» Y ya el tono no era el mismo, ya era una orden, ya sus celos no me molaban tanto.
«Nena!» Y apretaba mi mano con tanta rabia que me hacia daño en la muñeca.
Pero le quería, o eso pensaba mi cabeza hormonada de adolescencia.
Cada día sus celos eran peores, dejé de participar en actos, dejé de arreglarme, dejé de hacerlo todo, hasta dejé a mis amigos y amigas…
Cuando quise comprender que los celos son malos, que no te demuestran lo que te quiere una persona sino sus inseguridades. Cuando me di cuenta que él no quería a una novia, quería un trofeo.
Ya estaba sola. Pero lo conseguí, pude salir, 4 años después, muchos gritos y alguna bofetada, escapé y me sentí libre.
Me atrevo a seguir lo escrito por Gaie Orbe.
Feminicio… Porqué se le ataca tanto a la mujer. Acaso el hombre no nace de mujer, llega a ser padre gracias a la mujer, luego tiene a su paqueña en brazos y siente el amor de padre, el amor más grande que la vida nos da..
Entonces que es lo que pasa. Acaso son celos lo que siente el hombre por la mujer y por eso le hace daño…
Miremos a la mujer como una fragancia inacabable de olores. Estos te pueden llevar a sentir los aires que corren más arriba del cielo. También los que pasan por las profundidades de la tierra. E imaginar los que vuelan por el universo ya que no son visibles y, por ultimo, caminar con su voluntad por encima de la agua del mar ya que su amor por la vida es tan grande que no quiere quebrar las aguas.. Mujer, madre, hija hermana…
Yo nunca había sentido algo parecido a lo que experimenté aquella noche. Mi seguridad, la confianza que tenía sobre mí misma, de repente se rompió en mil pedazos bajo la inquieta mirada de una luna que creía traicionera.
¿Cuántas noches llevaría observando el cielo la mala sangre que acumulaba bajo esos ojos cansados?
¿Cuántos ciclos siendo cómplice de un delirio desbordado?
¿Cuántas estrellas habrán muerto en el espacio mientras mi luz se apagaba suponiendo una traición?
Decidí que era suficiente y lo seguí, dispuesta a resolver el conflicto que me cerraba el estómago.
Entonces lo vi haciendo el amor con su soledad, disfrutando del silencio que envolvía un entorno placentero. Gozaba de la sensación de estar con alguien que no era yo…, con su propia esencia y sus propios pensamientos.
Quise acercarme y arrebatarle los miedos que sabía que lo atosigaban desde hacía tanto tiempo. Quise acabar con mi enemigo ofreciéndole la mejor de las compañías; se me revolvían las tripas de celos cuando pensaba en su soledad… Pero no lo hice, me quedé paralizada intentando calmar mis ansias, comprendía que no era algo normal sentirme así.
Pensé, medité y me encontré con mi propio desafío: encontrarme con un «yo» que hace tiempo abandoné…
Respiré hondo y me fui a arrebatarme mis propios miedos y mis propios fantasmas, en mi propia soledad.
Seguro que está con otro.
Está muy feliz últimamente. Demasiado. Hasta se pone guapa para ir al trabajo, la muy zorra. Estará liada con el tal Germán del que tanto habla.
¿Cómo se apellidaba? Jiménez… ¡No! Barreda, eso era. Barreda. Voy a buscarle en redes sociales.
Míralo. Soltero. Este cabrón se la está follando.
Comenta todas sus publicaciones. Le da al puñetero «me encanta» en la fotos, en sus cuadros de mierda, en las canciones de música clásica que comparte, y hasta en los textos que escribe. ¡Si ni siquiera es escritora de verdad! Escribe chorradas que no le interesan a nadie, y no ha publicado ningún libro. Todo para llevársela a la cama.
Mírala, respondiendo con risitas tontas. Se cree muy ingenioso el payaso. Hija de puta, se va a enterar cuando venga a casa.
Y todavía lo niega, cuando es evidente. Que me estoy pasando de paranoico, que ella me quiere pero se está hartando… ¿¡Se atreve a amenazarme!?
¡Que no valoro lo que hace! ¡Perder el tiempo, eso es lo que hace! En lugar de dedicarme tiempo, se pasa la vida leyendo, viendo películas moñas, yendo a la ópera. ¡Y si le digo de ir a ver un partido de fútbol no quiere!
Esta noche va al cine con unas amigas. Voy a seguirla. No me creo una mierda de lo que me dice.
¡Me cago en sus muertos más frescos! ¡Puta mentirosa! ¡Mírala, comprando las entradas con Germán! Están sus amigas, sí, ¡pero cómo se calló que estaría él, eh! ¡Me pone los cuernos con público!
Estoy que echo espuma por la boca de rabia. ¡Me van a oír!
Joder… Joder, joder, ¡joder!
La he cagado. Le he partido la cara a Germán. Jimena se ha ido al hospital y a la comisaría con él, y me ha dicho que cuando vuelva no me quiere ver aquí.
Pf… Yo no tenía forma de saber que Germán es gay. Es un tío guapo, siempre está rodeado de mujeres, se ríen mucho con él…
Y lo peor es que no es la primera vez que me pasa. Pablo, Fernando, Antonio…
Pero es que lo sé. Sé que se está follando a otro, aunque no sepa a quien. Y me quiere hacer quedar como el malo. Me está manipulando, como hacen todas.
Joder, ¡soy imbécil! Seguro que Germán no es maricón. Solo se lo han inventado para que me sienta culpable y no me entere de lo suyo.
La he matado. Yo… Solo… Solo quería… La he matado.
SERGIO SANTIAGO MONREAL
Marta y Jacinto llevaban desde los trece años saliendo juntos, pese a no contar con el beneplácito de sus respectivas familias.
Según crecían e incluso maduraban juntos, se daban cuenta que no querían las mismas cosas que querían de adolescentes cuando empezaron a salir.
Ya con treinta años, las responsabilidades que tenían ambos, especialmente desde que tuvieron a su hijo Carlos, les impedían realizar las cosas que realizaban antes.
Pero tenían un problema bastante más grande, movido por los celos de Marta, llegaban a ser obsesivos e incluso necesitaba ayuda psiquiátrica.
Jaciento no era ningún santo pero tenía que soportar de manera estoica las desdichas causadas por los celos de Marta.
Incluso tenía celos y envidia cuando su hijo Carlos prefería quedarse con papá.
Una mañana Marta se despertó de mal humor, discutió con Jacinto acusandole de infidelidad sin ninguna prueba solo por la circunstancia de que el día anterior tuvo que quedarse en el trabajo un par de horas extraordinarias.
Carlos se levantó asustado con los gritos de su madre y los gritos desesperados de su padre. Con cuatro años el pobre Carlos tuvo que presenciar aquella escena que le marcaría para el devenir del resto de su vida.
Marta había cogido el cuchillo más afilado y había atacado con alevosía a Jacinto causándole la muerte debido a la gravedad de los cortes producidos, un total de veinte cuchilladas.
Los celos fueron los causantes de tal acto de aberración, Marta fue detenida e ingresada en un psiquiátrico, su hijo Carlos fue custodiado por sus abuelos paternos y nunca más volvió a ver a su madre. Necesito ayuda psicológica de por vida, destrozando su infancia al presenciar lo sucedido.
NEUS SINTES
Hace muchos años existieron dos hermanas, ambas eran Diosas egipcias. Pero también muy diferentes la una de la otra. Totalmente opuestas. En primer lugar estaba Isis. Isis era conocida como una deidad femenina muy importante porque representaba a la Triple Diosa en un solo ser. Significaba que reunía todos los atributos de las demás Diosas egipcias.
Para todos los que la conocían o habían oído hablar de ella le tenían un gran respeto. Con el tiempo llegó a ser considerada por los egipcios como «la Reina de los dioses» o «Gran diosa madre».
Otra de las diosas egipcias más poderosas era Neftis, hermana de Isis. Neftis era considerada como la deidad del fuego y simbolizaba la noche, la oscuridad, las tinieblas y la muerte, teniendo un papel más que opuesto y complementario al de su hermana Isis.
Sin embargo el papel de Neftis era muy importante. Guiaba a los viajeros en el desierto y conducía a los muertos a otra vida, entonando unos cánticos sagrados que facilitaban esta transición.
Dennis, príncipe de un conocido Reino del Monte Sinaí, más por aquéllos habitantes que vivían en las montañas, anduvo con su camello a cuestas, rumbo a ver más mundo del que le rodeaba. Aventurero por naturaleza y amante de nuevas aventuras, llegó hasta Egipto, donde se percató de la presencia de ambas Diosas.
Impregnado por la belleza inmaculada que desprendía Isis, quiso conocerla mejor. Poseía belleza pero también un gran corazón. Con el tiempo Isis y Dennis se enamoraron.
Por otro lado, la envidia y los celos invadían a su hermana, quien se creía ser ella la mas bella. Pero la oscuridad se ocultaba bajo su belleza. Muchos fueron los hombres que se enamoraron de Neftis, pero al conocerla más a fondo se daban cuenta de su frialdad y se alejaban de ella…
Consumida Neftis por los celos, se adentro en la oscuridad y conjuro un hechizo, haciendo que su hermana quedara dormida en un profundo y largo sueño, del cual no despertaría.
Para sorpresa de Netfis, Dennis, decidió quedarse al lado de Isis, hasta su despertar. El joven dolido no dejaba de visitarla en sus aposentos. Con la ausencia de su hermana, Neftis deseó ganarse la admiración de los demás, pero jugar con la oscuridad también traía sus consecuencias.
Pasaron los años Neftis y las arrugas surcaban en su rostro, en cambio, su hermana dormía plácidamente con la misma juventud y belleza que el primer día. En una ocasión el joven Dennis se acerco a ella y le emanó un calor que hizo despertarla, mientras entonaba una canción.
Eres el agua que has logrado despertar mi sed
Un hechizo de luna recorriendo
Has logrado enamorarme por primera vez
Eres la magia que no estaba cuando la busque
La que lleva mis noches en vela.
Como pedirle al cielo ver tus ojos abrirse de nuevo
Como ponerme frío y saber de verdad que los sueños son sueños
y lo nuestro es real
Eres el agua que has logrado despertar mi sed
Un hechizo…
Radiante y hermosa como la primera vez, el conjuro se rompió. El rostro de Netfis se convirtió en un poema, surcado de los celos que le corroían por dentro y por fuera. Consumida por la rabia y la envidia, el saber de que nada había servido haber dormido a su hermana. El amor la había despertado y aumentado su belleza y juventud.
RAQUEL LÓPEZ
«Carta a mi amada esposa desde la cárcel..»
Bajo la triste frialdad de estas paredes
con la mirada perdida en el abismo,
mereciendome un castigo insoportable
por hacer de tus días un infierno.
Envenenandote con mi mente obsesiva
¡malditos celos! que por ellos pereciste,
mi turbia oscuridad te lastimaba
cegandome sin ver que me quisiste.
¿Que importó el cariño que te daba?
si más que amor, era cobardía
pensamientos salidos de un vacío
que mi villana mente el viento, atraía.
Ya no sirven mis lamentos y perdones
pues acabé con la vida de mi amada,
solo quiero la muerte inminente
y acabar con esta furia desatada.
Cruel monstruo de los mortales,
azotando con fuerza la cabeza,
pensamientos que crecen irreales,
convirtiendo las luces en tiniebla..
CRISTINA RUIZ
Con lágrimas te pido perdón, ahora entiendo que fue un mal entendido que mis celos enfermizos me jugaron una mala pasada, es demasiado tarde cariño pero espero puedas perdonarme.
Cuando cogías el teléfono a la tal Ana siempre sonreías, te brillaban los ojos. Llegabas tarde a casa oliendo a ella.
Yo no hacía más que preguntarte quien era, te agobiaba, me advertias que lo dejara ya te contaré Cris de verdad, no me presiones más.
Después de unos meses donde la convivencia empezó a ser insoportable, un día te dejaste el portátil encendido y vi un email.
Ya queda menos para finalizar todo.
Un beso
¿Un beso? ¿Finalizar? ¿Me deja por ella? No pude más estabas en la cocina, de verdad te prometo que no se qué pasó por mi cabeza, cogí ese cuchillo y te lo clave una y otra vez.
Cuando ya no podía más del cansancio volví al portátil
Ya queda menos para finalizar la operación con éxito.
No daba crédito mis celos hicieron que leyera otra cosa y ahora estás tirado en el suelo de la cocina llegó de sangre
Ojalá puedas perdonarme, marco en mi teléfono
112, dígame en que puedo ayudarle?
Acabo de matar a mi pareja por celos
MANUEL ALBÍN EXTREMERA
Celos de la rosa cuando acercas tus labios a sus pétalos aterciopelados.
Celos del perro cuando lo acaricias, celos de la luna cuando te tienta con sus ardiente estela.
Si, celos de un amor que cuando se acuesta y antes de dormirse, piensa en quien estarás besando, a quien acariciarás con tus suaves manos, ¿quién dormirá contigo?, tengo celos hasta del agua que se desliza por tu cuerpo al meterte en el mar.
Mi corazón te ama tanto que las miradas que te echan se clavan como un puñal
dentro de mí.
Júrame que tu fisonomía es sólo para mí y tu mirar es para mí,no concibo que tú cuerpo lo acaricie otras manos, tus labios lo mojen otra boca y tus palabras se las dirijas a otra persona, si fuera así mi deseo de ser sólo mía me lo llevaría a la tumba ya que mi corazón no podría soportar más celos.
MARTA ELSA
Le tengo unos celos inmensos al cielo, por qué el te tiene y yo no.
Celos a la misma muerte por qué te separó de mi, celos por qué ella si tuvo suerte y se fue contigo.
Y yo tengo celos de que no fue conmigo.
Has partido para no volver jamás.
Y me provocan unos celos que el cielo te tenga y yo no.
CONSUELO PÉREZ GÓMEZ
Celos de tu sombra que te sigue a todas partes y escapa a mi dominio. Celos del aire que recorre tus pulmones sin que yo pueda deslizarme por esas oquedades. Celos de un cielo que te acoge y te protege sin que yo pueda alejarle…
Celos del agua que baja de tu garganta a tu estómago, haciendo ríos que no puedo navegar…
Celos de los árboles que extienden sus brazos y te abrazan, sin que yo pueda hacer nada para soltarte de ellos …
Brazos, ramas, árboles, ríos y mares…universo que clama tu presencia y, que me llena de ausencia, dejándome en la soledad que provoca el vibrante sonido del viento. Tormenta que vacía mi vida y mi alma. Soledad repleta de celos, de envidia, por no ser ni viento, ni cielo, ni agua, ni esa estrella que alumbre la dicha que en tu cara queda reflejada a través de una sonrisa…
Celos, envidia de no ser universo, de no ser tierra, fuego, ni agua…
WENDY JUDITH
Siempre me sentí conforme conmigo misma, muy a gusto y satisfecha, hasta que llegaste tú a mi vida con tu cara de ángel y moviste mi piso.
Sin embargo mi mundo se derrumbó al ver el anillo en tu dedo. Y un sentimiento lugebre se apoderó de mí.
Nunca había sentido algo de tal magnitud, desde el inicio no sabía identificarlo, pero con el tiempo me di cuenta que eran celos.
Sentía celos de todo, del anillo que compartias con ella, de los besos apasionados que seguro le dabas.
Celos de las palabras de amor que se intercambiaban.
Celos de la misma luna que era testigo de sus noches de pasion
Celos de las miradas de amor que seguro se daban.
Han pasado años de agonía silenciosa y mis celos cada día crecen más así como el deseo que tengo de tenerte y la impotencia al saber que no eres libre
JOSÉ LUIS GONZÁLEZ MISERQUE
Todos hemos escuchado la expresión “’Él es un buen medico”. Pero ninguno, o muy pocos nos hemos detenido a pensar que implica ser un buen médico.
Buen medico:
1) ¿Es aquel que es certero en sus diagnósticos?
2) ¿El que escucha más tiempo a sus pacientes?
3) ¿Aquel que siente más empatía por la situación actual de su paciente?
4) ¿El que da el mejor tratamiento basado en la evidencia científica rigurosa?
5) ¿El que da cualquier tratamiento, aunque no exista evidencia de su utilidad en estudios científicos (aun con conocimiento de esto) y con la única intención crear la ilusión de hacer sentir a su paciente que “le esta dando algo” que lo va a mejorar?
Porque de acuerdo a mi experiencia todos estos tipos de médicos existen.
Entonces, en el caso del médico número 1. Es sin lugar a dudas importantísimo realizar un buen diagnóstico. Ya que, sin el mismo, nunca vamos a poder acceder al tratamiento específico que podríamos llegar a necesitar. Sin embargo, la importancia de un buen diagnostico muchas veces es menospreciada por los pacientes. Muchos de ellos piensan, estoy sintiendo dolor y solo necesito “algo” que me los quite. Tengo un brote en la piel y “solo necesito una crema”. Y es quizás esto lo que lleva a este tipo de médicos a hacer las cosas mal.
El médico que no realiza un diagnostico cuando menos coherente y consistente de acuerdo a sus conocimientos, experiencia y si llegara a ser necesario estudios diagnósticos, en el mejor de los casos no es más que un farmacéutico, y en el peor una máquina expendedora de recetas. Siempre va a tener una solución a la mano para cualquier queja del paciente. Si le duele le doy la pastilla A, si tiene diarrea le doy la pastilla B. Lo importante aquí es “Tener una solución a la mano” sin importar si esa solución es apresurada y va en detrimento del problema real del paciente. Ya que “el dolor” puede ser la primera manifestación de un cáncer, y la diarrea podría ser secundaria a un HIV no diagnosticado.
Creo que dejo en claro la importancia absoluta de un buen diagnóstico médico.
Hablemos un poco del medico numero 2. Este tipo de médicos son cada vez menos frecuentes. Escuchar mas tiempo a los pacientes implica “perder” más tiempo en consulta. Y los médicos somos criaturas bastante solicitadas y ocupadas, que siempre vivimos de prisa. Puede ser porque el número de turnos extra en la consulta ese día es mayor, o porque estamos solos en una sala de emergencias caótica y llena de pacientes en observación, solicitando constantemente atención, y además de tu urgente y transcendental problema de insomnio de hace seis meses, han entrado un paciente convulsionando, una embarazada en trabajo de parto y un señor mayor con dolor en el pecho. Eso sin contar la sala de espera abarrotada de gente, sentada detrás de la puerta esperando a ser atendidos
Imaginemos por un momento un paciente que llega contándole al médico la historia de su vida, aunque nada tenga que ver con su actual motivo de consulta en el contexto de la sala de urgencias mencionada anteriormente. Esto es algo que ocurre con bastante frecuencia. Mi consejo a este tipo de personas es que saquen una cita por consultorios externos donde el tiempo de atención podría ser mayor y es un entorno más tranquilo y controlado.
Todas estas circunstancias se presentan en la vida de un médico. En especial en las salas de urgencias, y pueden ser el motivo por el cual muchas veces sentimos que “No tenemos tiempo”. Esto hace que los pacientes que les gusta ser escuchados encuentren cada vez más deficiente y menos satisfactoria la que para ellos seria una “buena” atención médica.
Pero este inconveniente a mi parecer proviene más de una estigmatización de las personas y la sociedad hacia el personal profesional encargado de la salud mental asociado a su incapacidad de discernir la línea que separa un médico de un psicólogo o psiquiatra. Quienes por su formación están en mejor capacidad de resolver su problema. Quiero recordar que los psiquiatras son médicos. Que los problemas de salud mental son extremadamente prevalentes y aunque de igual (o mayor) importancia que los de salud física, su solución y tratamiento es completamente diferente.
Vayamos el medico numero 3. Cuando se es estudiante de medicina es frecuente sentir empatía por el infinito numero de situaciones difíciles e injustas que viven los pacientes. Esta capacidad de sentir, esta virtud humana de lo emocional, aunque de vital importancia en esta profesión, suele desaparecer con el tiempo. Al ver continuamente y durante años las mismas situaciones e injusticias una y otra vez, nuestro cerebro “Se acostumbra” al sufrir ajeno y este deja de ser un número más en la ecuación de la atención al paciente. Tanto es así, que nuestros profesores, y hasta las películas y series médicas son las que terminan recordándonos la invaluable importancia de la relación médico-paciente. Recordándonos que no somos solo médicos sino también seres humanos, que podemos sufrir como sufre esa persona delante nuestra. El valor de la bondad, la solidaridad, la tolerancia y el respeto. Porque se trata de un ser humano digno el que se encuentra delante de nosotros y no solo es “El paciente de la apendicitis”.
En cuanto al “buen medico” numero 4. Debo confesar para bien o para mal que soy (o trato de ser) en gran parte este tipo de médico. La medicina es una ciencia y como toda ciencia que se respete está basada en el método científico. Los resultados deben ser comprobados y reproducibles. Las hipótesis deben ser comprobadas o refutadas con “experimentos” que en este campo se llaman estudios. Así como la lluvia proviene de un ciclo de evaporación del agua por el calor del sol, condensando la misma en forma de nubes, en lugar de provenir de los Dioses como se creía antiguamente. Así mismo se debe demostrar la manera como un antibiótico mata a la bacteria que produce la infección. Y no solo eso. También debe demostrar que las personas que tienen esa bacteria y lo toman se mueren menos o mejoran mas rápido. Y todo esto se demuestra con estudios. Estudios que toman tiempo y dinero. Y que sus resultados muchas veces no son los esperados.
Y por arcaico e ilógico que parezca, existen pacientes a los que la atención basada firmemente en estos criterios no les gusta. Y no te rías, porque probablemente tu eres uno de ellos. ¿Tomaste ivermectina para el covid19? ¿No? ¿Qué tal dióxido de cloro? ¡Hasta Natalia París lo recomendó! ¿Como podrías no tomarlo? No existe evidencia científica a la fecha que respalde que el uso de estas dos cosas sirva para mejorar de la enfermedad.
¿No te gusta que no exista nada para el Covid19? a mí tampoco, ¿Te enoja? A mí también. Pero no por eso voy a salir a darle una infusión de manzanilla, romero y sábila a mis pacientes y a decirles que con eso van a mejorar. Me estas pidiendo que les mienta a la cara. Me estas pidiendo que los haga consumir una sustancia que se que es ineficaz para para ayudarlos con su enfermedad mientras mirándolo a los ojos les digo “con esto vas a mejorar”. Para mi no existe peor traición, mentira, falta de respeto y sobre todo de ética médica.
Desafortunadamente es más fácil mentirles a las personas que convencerlos de que les han mentido. En especial si la mentira es algo que quieren escuchar. ¿Quién no quiere escuchar que salió la cura contra el Covid19?. Y aquí entran en escena todos esos criminales inescrupulosos, que se aprovechan de esto. Los que ofrecen curas milagrosas, los yerbateros, ilusionistas y expertos del engaño que solo persiguen el beneficio económico. Entra aquí también el quinto tipo de médico. Los que saben que lo que mandan es “inocuo” o recetan medicamentos que no han sido aprobados o demostrados para ese uso, pero creen en su interior que eso no le hace ningún daño a los pacientes y que en caso que mejore (como muy probablemente lo iba a hacer sin tomar lo recetado) ellos queden como unos reyes. Donde lo que en realidad son es unos mentirosos, que experimentan con las personas sin que se den cuenta, en pro de su reputación.
Un buen medico sabe todo esto. Y de igual forma cuando te enfermes de X enfermedad para la que no existe tratamiento específico te va a recomendar lo mejor. Así lo mejor en ese caso sea que no tomes nada. Porque existen enfermedades y situaciones en las que no se toma nada. En las que lo mejor es el seguimiento o la espera. La espera que tu sistema inmune acabe con la infección. O la vigilancia en el tiempo de que el tumor no crezca. Un buen medico sabe que eso ya esta demostrado por estudios y evidencia científica. Y no va a ceder ante tu insistencia que te mande algo si no es necesario. Es más, si en este escrito estamos buscando la respuesta a la pregunta ¿Qué es un buen medico?, puede que no encontremos la respuesta. Pero te puedo asegurar que ese que cede ante las demandas e insistencias de sus pacientes de recetarles X o Y cosa, sabiendo que no es necesario, o que puede empeorar las situacion, es la definición personificada de mal médico.
Infortunadamente esta no es una situación poco común. Muchos médicos ceden ante las demandas de los pacientes aun sabiendo que no tienen razón. En busca de no frustrarlos, en busca de que digan al salir del consultorio “Ese es un buen médico” porque me receto algo.
El buen medico no es el que receta algo. El buen medico es el que sabe cuándo no debe recetar nada. Como decía el padre de la medicina interna William Osler “Uno de los primeros deberes del médico es educar a las masas a no tomar medicamentos.” Otra de sus frases llenas de sabiduría era “El deseo de tomar medicamentos es quizá la característica más importante que distingue al hombre de los animales”. Si William Osler sabia muy bien esto hace más de 150 años ¿Por qué aun no lo hemos aprendido? No quiero decir en ningún momento que los medicamentos son malos. Solo afirmo que su uso debe ser racional y basado en evidencia comprobada de su utilidad.
Cuando comencé a estudiar medicina me dije a mi mismo que sería “El mejor médico del mundo”. Mas temprano que tarde me di cuenta lo ambicioso de mi deseo. Y no solo eso, con el tiempo llegue a preguntarme ¿Qué es un buen medico? No podía ser el mejor si no sabía ¿que era uno bueno? Pase años y años de mi vida buscando la respuesta a esa pregunta.
Hasta los inicios de mi residencia de medicina interna pensaba que el buen medico era una mezcla de el numero uno y el número cuatro. Admito haber olvidado con frecuencia ser el medico numero dos y tres. Pero el tiempo y la experiencia me han hecho ver su importancia. Y trato constantemente de no olvidar escuchar a mis pacientes (Es increíble la cantidad de personas que solo necesitan ser escuchadas), de sentir empatía por ellos, de no olvidar que soy tan humano como ellos. Incluso el medico numero cinco tiene un lugar aquí. El efecto placebo no es para nada despreciable. Y estoy seguro que muchos de los que hacen las cosas de esta manera lo saben muy bien.
¿Es malo recetar algo inocuo buscando que el paciente no se sienta descuidado? ¿Aunque sea un engaño en el fondo? Tal vez la respuesta para ellos es bastante mas clara que para mí. Es una zona gris en la que me siento incomodo de caminar. Y prefiero marcar mis conductas basado en la verdad.
Toma años darse cuenta que la medicina no es solo una ciencia, es también un arte. Y que ni de cerca es la ciencia mas exacta. Puedes hacer todo perfecto y aun así al paciente irle mal. Y para tranquilidad de muchos puedes haberte equivocado en todo y aun así al paciente irle muy bien.
“El buen médico” es una percepción muy subjetiva. Y ampliamente basada en el tipo de paciente. Habrá personas inocentes que son engañadas (sin saberlo) con tal de tomarse una pastilla inservible para su dolencia. Las hay también que se sienten mejor con solo ser escuchadas. No falta jamás el que quiere “todo lo mejor”, todo lo mas costoso, todo lo posible, inclusive llevando al encarnizamiento terapéutico o sobretratamiento innecesario, aunque al final del día hubiera basto con un simple paracetamol.
La próxima vez que te preguntes ¿Qué es un buen medico? Pregúntate a ti mismo ¿Qué es un buen paciente?
¿Te digo un secreto? En el fondo son lo mismo. Seres humanos. Uno buscando ayuda y el otro tratando de dársela.
GAIA ORBE
hierve el ardor en tu mirada
por ese amor del que te has vuelto dependiente
falacia de un «sin ti , yo no soy nada»
atrapado entre tus miedos
amenazas el sentido de lo ajeno
inseguro narcisista
destruiste a la mujer que mas te amaba
¡Otelo, aislado en tu delirio!
no te excuses en los celos
feminicidio es la palabra nueva
de tu siempre barbarie
JUAN JOSÉ SERRANO PICADIZO
Un Ángel cayó del cielo,
en un lugar de Sierra Morena,
y yo que soy cabrero,
lo observé desplomarse sobre una piedra.
Corrí para protegerlo,
sacando del hato unas vendas,
la sangre le tiñó el pelo,
empapando también mis prendas.
Las curé con paciencia y esmero,
limpiaba todas sus heridas,
llegue a pensar que estaba muerto,
mientras él luchaba por su vida.
De pronto soltó un lamento,
agitando sutilmente sus alas,
gritó un repentino !Padre lo siento¡,
creyendo que deliraba.
Se alzó vacilante entre sollozos,
se postró encorvado sobre la roca,
colocó una mano en mi hombro,
dejándose apoyar sobre la otra.
—Asomado en el borde del firmamento,
quedé asombrado por su belleza,
me arrojé al vacío arrepentido,
al sentir envidia por tu tierra.
Me quedé un poco sorprendido,
secando el sudor de su cara,
y llevándolo conmigo,
le ofrecí unas palabras.
—Bienvenido a la humilde región del olivo,
De Andalucía, «Jaén» mi santa tierra.
ALBERTINA GALIANO
Hacía tiempo de su ausencia, y los días volvían a ser tan anodinos como cabía esperar.
Sus objetos inertes fueron desapareciendo poco a poco.
Fuera sus gafas de ver, sus zapatillas de andar por casa, el último libro sobre la mesilla… con la señal entre sus páginas.
Se fueron amainando también las furias y reproches de sus hijos, en los que la arrojaban bilis contra la cara.
Tanta como dolor sufrido.
Pies quietos, se decía cada mañana. Pies quietos, y boca callada.
Un día de los de mover cosas de sitio le dio en descubrir cartas de un amor previo que reposaban en el armario.
Todas con el mismo nombre:
Laura.
Hablaban de un hombre que conocieron casi con los mismos años, aquella unos meses antes. Hablaban de amor, de ternura, de deseo, y de roces en las manos.
Se agitó su pecho, se estremeció de arriba a abajo.
El tiempo es algo elástico que se estira y se encoge con el paso de los años.
Dura la vida, que bien dura es a ratos. Que corretea sin miedo o se acelera en picado.
-¿Oyes? -dijo en voz baja, temblando el papel en sus manos- Dice de tí cosas tiernas, y te conoce de enamorado.
Y a mí me matan los celos de sentirte poseído por otros brazos.
De otras palabras dulces, otras piernas bajo tus tersas manos.
Me quema el escozor, letra por letra, en este papel arrugado.
Tú ya no estás, todo ha acabado.
Aquello fue de antes de conocernos. Y, sin embargo…
Siento un volcán en mi pecho y amarga envidia al imaginarlo.
Tarde tras tarde, al acabar el trabajo, al recoger los enseres y dejarlo todo arreglado, se preparaba un té y se sentaba a husmear ese amor viejo que le causaba tanto placer, y tanto daño.
Una tarde se acabó la lectura. Ya no había más; y se sintió vacía y triste como hacía mucho no se sentía.
Los celos primarios o el afán voyerista de verse cortada por el mismo patrón.
A quién buscaba en aquellas cartas…
Qué tuvo él que ansiaba ella.
Qué tiene ella que él ansió.
BEA ARTEENCUERO
ANNETTA
La historia se desarrolla en un pueblo al Sur de Italia.
La empresa en la cual me despeñó como secretario, cerraba de vacaciones, estábamos festejando el último día de trabajo.
Luis un compañero, sugirió irnos unos días al campo, su tío estaba al cuidado de un castillo, todos nos entusiasmamos y organizamos el viaje para salir el viernes, iríamos en varios coches, ya que el grupo era de 12 personas.
Por fin llego el día de la partida, todos alborotados emprendimos el viaje, el cual duro 4 horas, el camino era de un paisaje muy pintoresco pasando por ríos y sembrados. Llegamos al mediodía, el tío de Luis nos esperaba con un suculento almuerzo, que preparo la cocinera.
Fue un magnifico día recorriendo el lugar, después de mostrarnos el interior del castillo Antonino, que así se llamaba el tío de Luis, nos dispuso las habitaciones; Al pasar por una puerta, nos dijo… este cuarto está cerrado hace años, no entra nadie más que la mucama una vez por semana. Llego la hora de la cena, al terminar pasamos al salón, muebles de la época, mullidos sillones (el castillo tenia más de 100 años) habían habitado varias generaciones allí; En la pared cuadros con fotos de los antepasados, uno de ellos me llamo la atención…La foto era de una hermosa dama, de largos cabellos, vestida de blanco, el retrato era tan perfecto que sus ojos negros tenían vida. Era cerca de la medianoche, algunos se habían retirado, algunos jugábamos a las cartas, otros leían o simplemente chalaban; Cuando de pronto se escucha música y una voz de mujer entonando una melodía tan bella como triste, nos quedamos anonadados, mirando para todos lados tratando de ver de dónde provenía, intrigados fuimos a buscar a quien cantaba, grande fue la sorpresa cuando nos dimos cuenta que la música salía del cuarto que estaba cerrado. Golpeamos preguntando… ¿Quién está allí? Nadie contesto, la música continua hasta terminar la melodía, nos fuimos a descansar con la intriga de saber quién estaría allí.
Al otro día comentamos lo sucedido, pero pronto nos olvidamos, con los paseos y entretenimientos,
Al llegar la noche, nuevamente a la misma hora, se escucha la música y la canción, esta vez nadie se movió , yo estaba inquieto , quería saber quién era la dueña de tan bella voz, golpeo la puerta, nadie contesta, me atrevo y abro, mi asombro fue muy grande al ver a la mujer del cuadro, tal cual la imagen, de pie junto a la ventana tocando el violín y entonando una canción, me acerque, era hermosa, me miro con sus enormes ojos. ¿Quién eres pregunto? Annetta me responde. Me quede largo rato charlando con ella, prometí volver a la noche siguiente. No dije nada a los demás. A la mañana siguiente cuando nos servían el desayuno, pregunte a la mucama
Quien es Annetta, me miro sin hablarme me señalo el cuadro; Así noche tras noche al llegar las 00 hs al escuchar al violín corría al cuarto, donde pasaba largas horas con ella; Me enamore locamente cuando le di el primer beso…
Llego el momento de la partida, me despedí la noche anterior prometiendo regresar. Lo último que recuerdo fue ver su imagen en la ventana. Al llegar al gran portón estaba Antonino para despedirnos, nos abrazó uno por uno, cuando llego el momento del abrazo , no me aguante y le pregunte…¿Quién es Annetta? Abrió grandes los ojos y me dijo…Annetta fue la primera princesa que habito el castillo, estaba enamorada de un Capitán del ejército, este fue llamado al campo de batalla, ante su inevitable partida le pidió que no saliera del castillo, ella comprendió los celos de su amado y permaneció encerrada, se refugió en la música, pasaba largas horas ejecutando canciones con el violín. Mientras que en el campo de batalla el Capitán vivía obsesionado por los celos, día a día se torturaba al no poder regresar pronto; Le escribió una carta donde le prohibía salir de la habitación, es más ordeno a uno de sus soldados custodiar la puerta. Prisionera de su amor , transcurrió el tiempo y la tristeza crecía día a día, dejo de tener noticias de su amor , quien torturado por los celos , la locura se adueñó de su mente y murió sin volver ver su amada . A ella un día, la encontraron muerta abrazada al retrato de su amado….Quise decirle que no era posible que yo la vi, la bese, la Ame, no pude articular palabra.
El límite del razonamiento y la fantasía, es un hilo tan fino que no sabemos cuándo lo irreal se vuelve real, transitando los caminos de la inercia, ¿ que dimensión atravesé en mi mente ¿la fantasía o la locura? Somos cuerpo, materia, alma y mente dispuesta a salir al primer átomo del universo. Aun la recuerdo, con sus grandes ojos de mirada triste. No se cómo ni donde, yo la tuve en mis brazos, tal vez, tal vez…FUI SU AMADO ESPERADO!!!
VERITO TOWERS
Es cierto que gran parte de mi vida la viví bajo su sombra. Él, el talentoso y yo, el bueno para nada. Es cierto que me esforzaba y estudiaba y practicaba tanto que alcancé buen nivel en todo lo que me empeñé, pero también es cierto que siempre y sin ningún esfuerzo de ningún tipo, él destacaba frente a mis padres. Llegó un momento tal en el que aquello no importó, ser el favorito se borró de mi lista de pendientes y simplemente me dediqué a lo mío. La vida continuó: él con las estrellitas que mis padres le propinaban y yo con las mías propias, algunas maltrechas y medio opacas pero ganadas a pulso y esfuerzo.
Mentiría si en el fondo de ese corazón de infancia dijera que no hubo una especie de rencorcillo. Mentiría si dijera que en mis más oscuros deseos no soñé con el reconocimiento por parte de nuestros padres o con el aplauso -al menos una vez, caray. Sí, así fue. Pero pese a todo ello, puedo decir que el celo de hermanos nunca fue tan grande como para no admirarle también. Mi inspiración en los momentos álgidos de mi infancia fue de él -con todo y los celos que de él sentía y que estoy seguro de que eran más verdes que el propio pasto tipo Cuernavaca -. Pero ciertamente podía mirarle y saber por qué resplandecía ante la mirada de mis padres y aún con todo, seguirle queriendo, seguirle amando con todo mi ser.
Un día simplemente se dio. De mi boca salió lo que en mi corazón por tanto tiempo guardé y se lo dije: cuánto tiempo de desaires pasé, hermano, gracias a que nuestros papás no tienen ojos más que para ti, el favorito. Y cómo condenarles si yo misma aún con esos ojos enverdecidos de celos, contemplaba tu talante, tu carácter y tu talento y lo aplaudía. Siempre admiré todas esas habilidades sociales mientras yo caí en una especie de rol antisocial y el hecho singular de que sin ningún esfuerzo lograras alcanzar peldaños a los que yo llegaba luego de varios días de particular empeño. Peldaños a los que cuando llegaba yo, ya nadie más miraba porque ya estabas tú alcanzando otros sin mayor trabajo.
Y cuál fue mi sorpresa tu rostro en ese momento, pero sobre todo tu sentir expresado cuando anonadado dijiste que el que me admiraba en todo momento eras tú, que desde esos peldaños mirabas todo mi esfuerzo y conscientemente tachoneabas tu escaño por el hecho de que tú no conociste esa dedicación y ese tesón jamás. El verde de mis ojos palideció de pronto: ¿tú mirándome a mí? Pero tus ojos verde botella también se traslucieron cuando preguntaste azorado: ¿tú mirándome a mí? Y entonces, con un traslúcido tono, los celos en tus ojos y en los míos, simplemente se revelaron en un tenue verde amarillento, parco y honesto.
ANTOLÍN MARTÍNEZ JIMÉNEZ
131 rollos
Cuando hablé con ella todo parecía fácil y muy hermoso, me encantaba el trato que teníamos. También hablaba con sus compañeras, son todas muy agradables y a mi me gusta hablar.
Al cabo de unos días apareció por casa una gran caja. Intenté averiguar su contenido antes de abrirla, no quería estropearla y tampoco que ella se molestara por mi causa. Le di vueltas y más vueltas, lo movía para ver cómo sonaba al rebotar su contenido contra las paredes de la caja, lo olía y no olía a nada; hice mil averiguaciones, como preguntar por su contenido y nada. Hasta que un día me di cuenta, por la parte inferior de la caja asomaban varios. Eran redondos y transparentes. Rompí el precinto con los dientes pero sin hacer daño al contenido y cuando abrí la tapa ahí estaban, 130 rollos de CELO adhesivo de ese que se desenrolla y se pega y si se pega sobre sí mismo es imposible de despegar y que no encaja en mi portarrollos, imposible de encajar, aquel envío asqueroso y desagradable durante tantos días. Hablé y hablé para ver cómo podíamos solucionar el malentendido pero no logré convencerla y otro día más recibí el paquete con 1 rollo más, igual que todos los demás, en todos los rollos aparecía la misma cantinela. Ese, ese rollo número 131 fue el que lo iba a cambiar todo, ese es el final de algo que no me hace bien y el principio de algo diferente. Tantas veces le expliqué que cuando hablo con sus compañeras no es lo mismo que con ella, que sólo es comunicación y ella no lo podía soportar, que está enamorada de mi voz y que la quiere sólo para ella. Pues bien, yo ya no puedo soportar tanto rollo de celo, lo siento amor, pero mi voz cuenta quien soy y no puedo dártela más allá de cuando estoy junto a ti. Si no lo puedes soportar te devolveré esta caja cerrada, porque no me encaja, no es para mí.
En otro momento de mi vida, en una de mis llamadas de trabajo, se puso no sabía quién y hablando y hablando me confesó que mi voz le resultaba muy embaucadora, que le hacía sentir bien, que podría estar escuchándome todo el día. Yo le comente que soy comunicador y una de mis armar es mi voz y le pregunté: -Tienes CELO por ahí? -al otro lado del teléfono.
–No no, celo no, aquí tengo flores y pasteles de amor, los hago yo misma con mis propias manos.
–Y, ¿tu me enseñarías hacer pasteles? –Le pregunté susurrando con mi más dulce voz.
–Claro que sí, pásate cuando quieras.
–Pero tengo que confesarte una cosa…, yo trabajo con mi voz, no puedo dejar de hablar. –Ella soltó una débil risa floja de felicidad y comentó.
–No te preocupes, podemos hacer pasteles de amor y contarnos lo que me quieras contar.
El primer día elaborando masa y pasta con sus manos sobre las mías y mi voz susurrándole al oído lo que a mi mente le producía, algo hizo que saliera de mi una canción y aquel día empecé a cantar.
No sé, igual la culpa es mía, porque me encanta hablar y hablo con cualquiera. Sé que mi atractivo físico facilita que me atiendan allá donde hablo, pero si realmente me importa quien tengo a mi lado debería empezar a controlar mi promiscuidad.
FÉLIX LONDOÑO G
El amor que de celos padece
en turbulencias ahogado
más temprano que tarde
agrio y torturado fenece.
Sentado está que amor
de dudosa probidad
desvela y atormenta
a la sierpe que
considera fruta ya mordida
aquella manzana
que del árbol da por caída.
Aquel o aquella que
en su mar de dudas bracea
más le convendría
sus enceladas velas izar
y a tierras ignotas marchar
a menos que quiera optar
por sus piltrafas enceldar
bajo un manto conventual.
LISANDER PUPO
No podía creerlo , no quería creerlo , no quería ni pensarlo ; pero lo pensaba , me ponía de un mal humor celestial diabólico , quién era ese ??? ; Me preguntaba , más no había otro , era solo yo .
TESS LORENTE
Libre para escoger a cualquier persona.
Libre para enamorarme de quien quisiera.
Libre para avanzar en la vida.
Te escogí a ti.
Cuando la libertad es tu forma de vida
Y guía tus decisiones
No hay lugar para los celos.
Porque yo no soy tuya y tú no eres mío.
Ambos avanzamos juntos por el camino
Compartimos nuestra vida
Planeamos el futuro
Disfrutamos del amor
Sin Libertad no hay amor
Sin amor no hay futuro
Sin futuro hay soledad
Soledad que sacudirá
A quien intente encadenar a su pareja.
LOLY MORENO BARNES
Sospechaba que mi esposa me engañaba, aunque siempre lo negó.
¡ Lo sabía!
¡ No tiene perdón!
…Luego de todo lo que hago por ella…
¡ Ella es mía!!! … ¡ O de nadie!
¡ será sin vergüenza y…!
Acabo de llegar a casa una hora antes de lo normal y me encuentro en la acera el coche de mi mejor amigo…
¡ Será traidor!
¡ Se va a enterar!
Saco un martillo de mi cajón de herramientas y destrozo a golpes su vehículo .
¡Plash! ¡Plassh!
Los cristales y faros saltan por los aires y pincho con una navaja los neumáticos.
¡ Ahora voy por ella!!!
¡ La mataré!
No se han percatado de mi presencia…
Abro la puerta . Las luces están apagadas.
¡ Los pillaré juntos!
De pronto; las luces se encienden y hay más de veinte personas en e salón .
Todos al mismo tiempo dicen:
¡Felicidades!
¡Feliz cumpleaños!
DAVID DURA MARÍN
Unido sus corazones con un celo tan fino
del que casi se despegaba su amor
con cualquier piedra del camino.
Pegamento en la adversidad
perdón y reconciliación en la mentira
media vida juntos , para el fin de los días.
Bailaban junto al arroyo en agua seca
cuando los frutos de los árboles dormían
no hacía falta un día con sol
esperando
una lluvia para besarse a escondidas.
Pero los lazos del amor
no siempre son respondidos
una boda por intereses
y un recuerdo largo , mil días
dos novios separados
entre familias mal avenidas.
Ella más valiente sin llevar espada
Él , un trovador aconsejado por el eco
Atravesando su pecho
con un cuerno de ciervo
dejó su vida a su viejo amado dejando atrás a su joven viejo.
En un desfiladero rodeado de nubes se escucha el silbido de una melodía .
Angel de mis celos , siempre pegado a ti
por más que nos separen
somos melodía , quién no quiera oírlo
no sabe que formas parte de mi.
ZOE EMM TEXIS
Si amor lo sé, sé perfectamente que nuestra conexión de ahora viene de antes.
sé que me debo sentir segura y sobre todo dejarte libre, y de verdad que lo hago.
adoro tu libertad, por que te hace ser quien eres, y justo por eso me enamore de ti.
Pero como negarlo, lo debo admitir, como negar la sensación que emana de mi.
Cuando estás cerca, te disfruto, disfruto tus besos, tus caricias, disfruto oír a tu corazón latir.
¡me encanta reposar en tu pecho!, ¡me encanta pensar que ese momento puede ser eterno!.
¡me haces sentir!, ¡me haces vibrar!, ¡me enloqueces!, podria respirar tu escencia sin parar…
¡Me haces volar!, ¡me envuelves!, ¡me encantas! y ¡me enciendes!.
el descontento es cuando te encuentro lejos…
cuando ya no te encuentro en mi, debes saberlo, saber que siento feo,
saber que siento celos y un poco de remordimiento cuando te vas de aquí,
tengo que confesarlo a veces me imagino como seria estar en su lugar.
en el lugar de la persona que te recibe al llegar, en el lugar de esa persona a la que le dices ser la más especial, tengo celos del despertar todos los días a su lado.
celos de los momentos gratos.
celos de aquellas sabanas, celos de aquella cama, celos de aquella casa.
celos de aquella que te presume, celos de aquella que dice amarte
tengo celos de no haber llegado antes a tu vida, así como lo hice en otras vidas.
VALERIA MICHOU
La mató por celos dijeron, y todos criticaron su falda corta.
ANDY PARIONA ROJAS
Gael es mi hermano de 7 años.
Gael es el preferido de papi y mami.
Gael estudia mucho.
Gael tiene mucho miedo a las arañas.
Gael grita y se mueve mucho.
Gael está echado en mi cama.
Gael juega con Cherry, mi tarántula favorita.
Gael y Cherry se dan un beso.
Gael, saluda a mis seguidores.
…
Auxi…
ANGIE CRISTINA RUIZ
De tus besos que son suyos, y jamás nunca serán míos.
Mi voto es para Juan José Serrano
Mi voto para: TALI ROSU
Mis votos: Gaia Orbe, Cristina Ruiz, Juan José Serrano y Bea
Gracias
Mi voto: Juan José Picadizo y Tess Llorente
Loli, Felix, Ángel y Raquel
Tali y Raquel
Mi voto para Ángel Martín, Neus Sintes, Tali Rosu y Verito Towers.
No sabía por cuál decidirme, La descripción de Tali sobre los celos es brutal, Ángel es un crack, la historia de Neus me fascina, ha tocado mi fibra histórica de magia egipcia y Verito me ha descrito en su relato. Cuidado con el del médico, hasta que lo he terminado de leer xD. Al final, ya no me acordaba cual era el mejor médico.
Gracias
Voto por Verito Towers
Tali, Neus, Zoe y Juan José.
Mi voto es para Neus Sintes.
Los celos pueden invadir a cualquiera ,hasta a dos hermanas.
Ganando el amor verdadero.
¡ Sin duda, me encanto!
Gracias
Juan José Serrano y Tess
Mi voto repartido entre:
Raquel López y
Juan José Serrano.
Mi voto para Antolin