Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir bulos y desarrollarlos. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 9 de abril! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.
BENEDICTO PALACIOS
CON SOMBRILLA
Todas las mañanas, más o menos a las diez, unos niños que viven frente a mí me saludan y sonríen, y yo les respondo de igual manera y me pongo una mascarilla. Pero hoy ha sucedido algo genial y maravilloso. Los niños han pegado al cristal de la ventana sus dibujos para que yo los viera. Casi he llorado. Luego les he aplaudido y lanzado besos.
Al lado del domicilio de los niños un balcón llevaba muchos días cerrado. Me extrañaba porque vivía un matrimonio que se asomaba a tender la ropa juntos. Ella extendía las prendas en la cuerda y él le pasaba las pinzas.
¿Estarían enfermos? No eran muy mayores, pero el coronavirus no se detiene en la edad cuando encuentra un organismo débil. Pues bien, para mi sorpresa, esta mañana el señor ha levantado la persiana, me ha dirigido una mirada risueña, y yo le he saludado con la mano. A punto de cerrar la ventana, el señor se ha presentado con una sombrilla en la mano.
—No salga a la calle sin ella.
—¿Para qué? Ahora no hace calor.
—Por la utilidad. Dice un sabio, amigo mío, que como el virus se fija en los metales, cuando vuelva a casa desinfecta las varillas y así no se contagia.
—Pero eso es un tontería y un disparate. Vaya, que le han colado una trola.
—Que no. ¿No ha visto en televisión como desinfectan pasadores y barandillas? Pues igual.
—Le diré que ese amigo suyo le ha aconsejado mal.
—Y yo le repito que no. Fíjese la utilidad. Aquellos que por la calle llevan sombrilla lo hacen por estar sanos, así que ya no necesitan guantes ni mascarillas. ¿Se da cuenta de la ventaja y el ahorro? Yo, por si acaso, he recuperado la del día de mi boda que tenía abandonada en el trastero.
De tan vieja, no era capaz de abrirla, y eso que le puesto en abundancia tres en uno.
LUISA VÁZQUEZ
Amaneció aquella mañana como otra mañana cualquiera. Se dirigió al metro y, en la puerta, recogió el periódico gratuito. Subió al vagón que estaba atestado, como siempre. Pero de repente se dio cuenta de que había algo inusual, prácticamente todo el mundo permanecía con la cabeza enterrada en aquel Diario de 4 ó 5 paginas que resumía las noticias más importantes de la jornada anterior.
Se preguntó que podía ser tan importante como para captar la atención de tanta gente y miró, como de pasada, el ejemplar que aún conservaba en la mano.
En la portada, una noticia escrita con enormes letras, no permitía que la vista se desviara hacia cualquier otro lado:
“Las autoridades de EEUU informan sobre unas misteriosas muertes acaecidas en los últimos meses en diferentes estados de su país.
Han advertido a gobiernos de todo el mundo que, según han podido averiguar, estas muertes pueden deberse a un mensaje subliminal que ciberterroristas podrían haber introducido en anuncios publicitarios de televisión”
Empezó así, aquella mañana igual que cualquier otra mañana.
En cuestión de días fueron reportados casos en todo el mundo. Personas que aparecían sin vida sentadas delante del televisor. Cuando empezaron a encontrar víctimas en su ciudad, el pánico se instaló en la población.
La gente lanzaba los aparatos malditos por las ventanas, huían tapándose los ojos de cualquier pantalla que se encontraran en su camino, ya fueran las que informaban de los horarios de los autobuses o las que marcaban el turno en las tiendas. Los hospitales empezaban a saturarse de infartados que relataban haber visto algo que salía de su televisión.
Al poco tiempo había desaparecido de la ciudad todo aquello que emitiera una imagen, incluidos los móviles.
Claro que este holocausto tecnológico dio como resultado que los asustados ciudadanos tardaran un mes en enterarse que hacía tiempo EEUU había desmentido esta noticia, según ellos, un bulo del que desconocían la procedencia.
Pero tamaña invención había provocado una histeria colectiva en el mundo entero que se había cobrado sus buenas víctimas asesinadas por su propio miedo. Claro que, también ocasionó un aumento estratosférico de las ventas y que, por tanto, los fabricantes de aparatos audiovisuales en general se hicieran ricos en un momento. Alguien tenía que salir ganando.
MARÍA CRUZ ESTEVAN APARICIO
Pepi estaba enamorada de su marido. La vida le había dado dos niñas fruto de un amor necesario para llevar adelante un hogar y una familia.
La felicidad de pareja a mucha gente le molesta y, con intención de hacer daño se dedica a decir bulos, Mentiras.
Pascual es un joven guapo inteligente y trabajador. Hoy en día encontrar un hombre con esas cualidades y encima que te escoja ati entre un ramo de flores que ya recorrieron varios floreros no es fácil. Pero Pepi lo habia conseguido.
Ella también era una joven inteligente y como esposa y madre la primera. Pero la envidia está siempre al acecho…
El bulo llego muy pronto a los oídos de Pepi.
-¿Qué sí, que sí, tu guapo marido, te la pega con la mejor de tus amigas.
– ¿Qué dices-imposible-dijo Pepi, lo tengo que ver con mis ojos.
Y sucedió que con sus ojos nunca vio lo que se hablaba en la calle. Por lo tanto Pepi creó las palabras de su marido de que no era cierto lo que as decía de él. Son mentiras que quieren romper nuestro amor.
Pepi dejó de escuchar los bulos. Más tarde cogida de la mano de Pascual con sus niñas corriendo delante de ellos salían a pasear por el barrio. Poco a poco los rumores se dejaron de oír y hoy la pareja mantienen el tejado de su casa sin gotera alguna que hace el confort de una familia unida viva feliz ajena a los bulos que la envidia de otros hace que vaya de boca en boca como en estos momentos en que estamos el coronavirus esta en la palabra de todos pero nadie de cierto sabe cual ha sido la causa de su comienzo…
CORONADO SMITH
«¿Ficción histórica? Como mucho literatura infantil.
Para ser sincero, el espermatozoide con boina de la portada debería dar una pista sobre la cantidad de historia que hay dentro del libro, que es prácticamente cero.
El libro se compone de pequeños poemas o canciones, con su estribillo, que difícilmente enganchan por su simpleza.
Dos estrellas por el esfuerzo de escribirlo».
Esto que está leyendo el estimado lector es la «reseña» literaria de una «supuesta entendida» de estas que se creen que por que se gasten ¡¡¡3,99 €!!! en un libro tienen todo el derecho del mundo a desprestigiar el esfuerzo y tiempo realizados por su autor con solo haberle echado un vistazo con el ratón del teclado así a rueda corrida para correr a dar su «experta opinión». Ya me estoy imaginando a la susodicha navegando por las páginas de Amazón con su «café con mala leche» encima de su escritorio intentando encontrar una víctima a la que proyectar su patética y amargada incultura. y mira por donde me tocó a mí. Me la imagino leyendo así por encima y enervándose a cada puñetazo a sus anquilosadas creencias que le da cada uno de los versos del libro y acumulando un veneno proporcional a cada sorbo de café que entra en su estómago y recomiéndose porque a ella es incapaz de ocurrirsele siquiera por si misma el saludo de un email. Si alguien ve en su «venenoso comentario» algo parecido a una crítica literaria que desgrane los entresijos del libro, las obras paralelas a las que nos reimite, o tan siquiera a alguno de los personajes del libro, entonces es que el equivocado soy yo. Que este escrito sirva como advertencia, nadie está a salvo de esta fauna dañina e invasiva que intenta hacer que te sientas un inútil proyectando su inutilidad hacia los demás.
PEDRO PARRINA
No es un bulo, es real y cierto:
The Westfields Marriott Complot
(Chantilly –Virginia – Estados Unidos)
El derecho al miedo, como derecho natural del ser humano, es una idea política que ha alcanzado una gran fuerza social y con un creciente respaldo en numerosos Estados, a través de tratados internacionales, dado el gran éxito de la primera prueba realizada durante los primeros meses de este año, será incluido como doctrina principal y universal entre los derechos humanos, en orden a conformar éste como la base ética y moral en la cual fundamentar la regulación del orden geopolítico contemporáneo, como derecho universal principal igualatorio a toda clase social.
El miedo pasará a definirse como una facultad inherente a la persona, irrevocable, inalienable, transmisible e irrenunciable.
El miedo genético será la base biológica fundamental para la convivencia y supervivencia de la especie a partir de 2020.
KARLOS WAYNE
— Que no Martín, que las cosas no funcionan así.
— Y qué sabrás tú.
— Pues lo suficiente como para darme cuenta de que te ha
utilizado.
— ¿Pero cómo puedes decir eso? Nadie me ha utilizado
— Ah, ¿no?
— No, solo… Me ha dejado.
— Son las formas, Martín. A eso me estoy refiriendo.
— Lo nuestro ya no funcionaba.
— Ya. Y la semana pasada me dijiste que ni siquiera lo viste venir.
— ¡Por que no lo vi venir! Yo pensaba que todo iba bien…
— O sea, que no era lo vuestro lo que no funcionaba.
— ¿Qué quieres decir?
— Pues que era lo suyo lo que no funcionaba.
— No hombre, no. No voy a echarle la culpa a ella ahora de que
una relación no haya funcionado.
— ¿No? ¿Y por qué no? Igual la tiene.
— ¿El que tiene?
— La culpa, coño Martín, la culpa. Igual si tiene ella la culpa de que
lo vuestro no haya funcionado.
— ¿Y como lo sabes?
— Yo no lo se, yo no estaba allí para verlo.
— No, no me refiero a como lo sabes tú, quiero decir ¿cómo se
sabe quién tiene la culpa de que algo no haya funcionado?
— Eso igual un psicólogo podría averiguarlo.
— ¿Y qué eres tú, carnicero?
— No, yo soy tu amigo. Me refiero a meterte en una terapia, a dejar
que un profesional, que no te conozca, se meta en tu cabeza y
te ayude a encontrar las respuestas que estás buscando.
— Ya.
— Pero no te lo aconsejo.
— Joder, no me estás ayudando nada.
— Porque no hay nada con lo que ayudarte. Esa mujer te usó para
rellenar un vacío emocional durante un tiempo y cuando se
cansó buscó otro relleno. No es tan difícil de entender. Vamos
digo yo.
— Bueno, no te enfades. El que debería estar enfadado soy yo.
— No me enfado. Es que… Vamos a ver, ¿que te pasó con Lucía?
— ¿Y qué tiene que ver Lucía ahora con todo esto?
— Pues que con ella ocurrió justamente lo contrario de lo que te ha
pasado ahora, ¿no? La dejaste tu a ella por que lo vuestro no
funcionaba.
— ¿Ahora me vas a decir que esto es obra del karma?
— ¿Qué? No. No, no. Joder, no me puedo creer que vaya a poner
en plan psicólogo contigo…
— Venga, prueba.
— ¿Por qué dejaste a Lucía?
— Tú sabes por qué dejé a Lucía.
— Ya, pero quiero que tú lo digas.
— Por que ya no sentía nada por ella.
— Mentira.
— Por que la chispa se fue apagando y…
— Mentira.
— ¡Por que me enamoré de… de esa que… ¿Cómo se llamaba? La
de las trenzas tipo Pipi Lastrum…
— ¿Y se lo dijiste a Lucía?
— ¿El qué?
— Que la dejabas por que te enamoraste de una que habías
conocido la noche anterior.
— Joder, dicho así…
— ¿Se lo dijiste?
— No, ¿Cómo iba decirle algo así?
— ¿Y por qué no? Se supone que esa fue la razón, ¿no?
— Ya, pero las razones no se dicen así, como así…
— ¿Y por qué no?
— No se, ¿por no hacer daño al otro?
— Pero tú ahora estás dolido.
— ¡Si claro! Oye, no se a dónde quieres ir a parar.
— ¿Qué fue lo que te dijo esta cuando te dejó? ¿Qué lo vuestro no
funcionaba? ¿Qué ya no sentía nada por ti? ¿Qué la chispa..?
¿Cómo era?
— No te burles.
— No me burlo. Pero quiero que lo veas desde tu propio punto de
vista. ¿Qué razón te dio ella para terminar vuestra relación?
— Me dijo, me dijo que entre nosotros ya no había química.
— Ya.
— Ya, ¿qué?
— ¿Cómo que ya qué? ¿De verdad tengo que explicártelo?
— ¡No hay nada que explicar! Si no hay química, no hay química.
— Si no hay química es por que YA ESTÁ HACIENDO
EXPERIMENTOS CON OTRO TUBO DE ENSAYO.
DIL DARAH
PAPALLONA LILA
Una nueva cepa de virus de la familia de los coronavirus fue mutada genéticamente en los laboratorios de China.
El conflicto entre Estados Unidos y China en estos tiempos contemporáneos ya no se resuelve con guerras nucleares sino con guerras biológicas.
La recesión económica esperada por los efectos de este virus beneficia directamente al gigante asiático y debilita el predominio Western.
Mientras tanto la población mundial seguimos bajo el yugo del virus más mortal jamás conocido: EL CAPITAL.
JOMARY PIRATEQUE
Coronavirus: «Extraerán plasma de la Reina Isabel II para probar nuevo tratamiento»
POR: JOSMARY PIRATEQUE
SÁBADO, 28 DE MARZO 2020
CONSUELO PÉREZ GÓMEZ
DAVID DURA MARÍN
Lo primero, ir al baño seguido de abrir la nevera,
encender la tele y ver como estaba el mundo.
Un hombre con un rótulo debajo que ponía presidente de la nación pedía medidas contundentes. Entre el mareo de dos meses en
cama y ver la cifra de muertes del país sintió un dolor de estómago y por poco no llega al baño.
Oía de fondo algo de un virus.
También es mala suerte llevar una hora despierto y haberlo cogido.
La idea de medida contundente con la voz de su madre en su cabeza no paraba, come callos hijo que como venga una guerra ya verás.
En el congelador tenía de todo, oreja, garbanzos, panceta, chorizo, morcilla y su toque secreto.
Preparó la olla más grande, una Magefesa. Que bonito nombre y que contunde, perfecto.
Abrió una buena botella de vino de su caja de Navidad, y de postre melocoton en almíbar.
Cayeron tres platos con su pan, media de vino y el bote entero de melocoton.
Y claro, pilló un melocotón que la siesta se apoderó de el.
Pasó la noche tirándose pedos en silencio.
Al despertar abrió las ventanas de la casa y dejó airear.
Al rato, veía a la gente con mascarillas por la calle.
Sintió vergüenza de si mismo y prometió no votar nunca aquel desconocido llamado presidente.
Nunca más salió de casa y se dedicó a criticar por Facebook a toda medida del gobierno.
Tenía sus razones, como casi todos.
FREDA JARRY
Hay tanto de todo aquí, y aún así te veo aburrido.
Deberías verte feliz como en la publicidad de pasta dental pero no, te ves triste.
Esto es una estafa. Nos vendieron blancura, frescura y felicidad con sabor a menta.
Esta pasta con suerte solo limpia los dientes, pero no las penas señores!!! Que el mundo lo sepa.
Ahora volviendo a lo nuestro… hay tanto de aquí y aún así estamos vacíos.
SORAYA MADERO DURÁN
El virus se había extendido a todo el mundo, pocos eran los países que aún no tenían presencia de enfermos, máscaras y encierros.
Una idea recurrente, «todo fue intencional» no deja de circular. Realmente nadie sabe cuál fue la intención, unos dicen que por dinero, otros que por poder y otros que fue accidental.
Lo cierto es que Divoc sabía que esto cambiaría el mundo. Harto de tanta desigualdad, de guerras interminables, de explotación a los hombres, mujeres, ancianos, niños, animales y recursos naturales, decidió hacer algo drástico que golpeara la humanidad.
Divoc juntó personas con las mismas ideas, las reclutó en las redes. Les dijo que cambiarían el mundo y que debían hacer algún sacrificio. Convenció a más de 300 y se dieron cita para realizar la hazaña. Esta organización se hizo nombrar los Zares.
Divoc había robado un bacilo de su hermano que trabajaba en un laboratorio. Era un proyecto encargado para un magnate de la guerra biológica, era su nueva arma secreta y la usaría para controlar el petróleo del mundo.
El grupo de los Zares fue convocado, se reunieron tantas personas, todos de diferentes nacionalidades.
Lo que nadie sabía era que todos fueron escogidos estratégicamente, cual delegados representantes de cada país.
La reunión fue conmovedora, llenas de oradores elocuentes y con argumentos tan convincentes que parecían hacerle un favor al mundo. La intención promulgada era honorable, cambiar el pensamiento depredador de la mayor cantidad de personas. Al concluir, todos debían regresar a casa para hacer reclutamientos y dar charlas a los nuevos reclutas.
Se les ofreció una bebida de iniciación, todos debían tomarla para pertenecer al grupo Zares.
Divoc puso en la bebida todo en contenido del bacilo para que cada uno tuviera una compañía dentro que llevar a su país. Así de forma silenciosa llevarían un mensaje radical. Su plan era infalible, todos esparcirían la enfermedad.
El mundo tan dividido tendría un enemigo en común y se unirían para luchar contra él. Se volverían colaboradores, no habría distinciones entre ricos y pobres pues estarían todos en peligro. Así la guerra, las calamidades y la explotación indiscriminada del medio ambiente llegaría a su fin.
Todos los integrantes de Zares hablaron, rieron y bebieron, se sintieron importantes. Regresó cada uno a su tierra a comenzar la misión.
Así por la palabra transmitieron la muerte, el pánico y el terror. Si cambio el mundo… La naturaleza mejoró, bajo la polución.
El precio fue tan alto que el mundo entero se ensombreció, se pararon las fiestas, las reuniones, los paseos. Quedaron parques, bibliotecas, plazas y playas desiertas y los hombres escondidos.
Si hubo unión muchos cruzaron el mar para ayudar o los otros, algunos donaron dinero, víveres, fábricas solo en producciones de elementos para salvación. Perdieron los ricos y los pobres perdieron más aún.
Pasaron los días, meses y aún hay miedo. El mundo cambio pero no para mejor, la tristeza quedó ya la gente no se abraza, no se besa y se distanció.
Divoc murió y no de la enfermedad, pudo sobrevivirla. Murió de arrepentimiento, de pena y de dolor.
ALBERTINA GALIANO
Érase una vez un pueblo muy lejano donde habitaban unos seres miserables que se morían de hambre, luchando día a día para poder sobrevivir.
Tenían estos humildes seres un suelo bajo sus pies que contenía un preciado tesoro que todos, menos ellos, pobres ignorantes, codiciaban.
Al otro lado del océano un todopoderoso dios, cargado de rifles, petulancia y dinero se enteró de la existencia de este tesoro, y, ambicioso, lo quiso para sí.
No dudó en inventar las más truculentas historias para conseguir que otros todopoderosos… y con ganas de serlo, le siguieran en su empeño por arrebatar, a base de sangre, el tan ansiado fruto oculto bajo la tierra, sembrando en su lugar un tupido manto de cadáveres.
Ruido, ruido, ruido, sirenas, gritos y más ruido.
Una vez hubieron arramplado con todo, los miserables que quedaron respiraron por fin aliviados, dando gracias a algún magnánimo dios por concederles la dicha de volver a sentir únicamente hambre.
Y los todopoderosos siguieron inflando sus bolsillos y sus egos, ignorando ninguna otra voz, hasta que un bichito diminuto se les metió por los higadillos, y les hizo ver que de poco vale el oro de cualquier color ante el verdadero dolor.
Y colorín colorado, este cuento se ha
acabado.
ARIEL PACTON
LOLY MORENO BARNES
SERE EL ÚLTIMO?
Información importante
para el Grupo de Escritura Creativa
y para todos los que usamos
la tecnología de forma Telemática:
Me he ausentado unos días,
pues me vi impedido de usar internet
por motivos técnicos.
Los que me conocéis sabéis
que si no me encuentran
en las Redes Sociales es que puede
que me pasó algo grave o no…
Puede que también esté de vacaciones.
Lo que sucede es que he sufrido
de persecuciones y amenazas.
Quizás tanto control se deba
a la Cuarentena pero me siento
gravemente herido en mi amor propio.
Sin libertad ya no soy nadie.
¡Ni siquiera se me permite
trabajar clandestinamente!
Termino aburrido, sin palabras
y me digo a mismo:
mañana será mejor y
descanso para cargar pilas.
Al día siguiente me levanto
con miles de ideas revoloteando y
con ganas de comerme al mundo.
Pero apenas abro la puerta de la calle
tengo un policía delante
preguntándome a dónde me dirijo.
Le contesto que solo necesito
tomar aire y que me estoy ahogando!
Pero ni por esas…
dice que mis mentiras
ya no cuelan y me da
un empujón puerta adentro.
Me informa
que estoy en arresto domiciliario,
ni siquiera me lee mis derechos,
porque según dice el reglamento…
No tengo ninguno.
¡Hoy fue el colmo!
El policía de turno
sacó la llave de la puerta de mi casa
y cerró, dando doble vuelta en el paño…
luego vi por la ventana
que tiró la llave al río!
Va, pensé…
Ahora me meto en internet,
donde me siento como pez en el agua
y navegando ya se me ocurrirá algo…
Pido acceso a las Redes
con mi clave y me pone:
¡Denegada!
Entro por momentos
con una clave nueva y logro
navegar remando con lo primero
que se me ocurre,
algunas de las tantas ideas
que mi alma de creadora almacena
para tiempos difíciles…
Por un momento entro en las Redes .
Mi autoestima se salva por momentos
y encuentro creyentes y seguidores:
Con sus Me gusta…
Me encanta
o Me sorprende…
Todo un logro del ingenio
que me caracteriza.
Pero mi alegría fue muy efímera y
todos mis “seguidores”…
me abandonan o bloquean .
Lleno de nostalgias percibo que:
Ya nadie me cree!
Ante la duda ya no me leen… me anulan!
¿Será que se perdieron entre letras
los últimos poetas y solo quedé yo…
Será que tengo los días contados?
EMILIANO HEREDIA JURADO
MENTIRA
No te inventes,
historias que jamás
sucedieron, ni digas,
cosas que no sientes.
Yo no soy, la pista
de aterrizaje de tu avión
cargado de ilusión,
al que quiero perder de vista.
Tú, no eres el faro
que crees que guía
el barco de mi vida,
evitando mi naufragio.
No pregones, bandos
en un pueblo sin ayuntamiento,
en una plaza donde el viento,
baila el baile de los lamentos.
Puedes utilizar un polígrafo,
el suero de la verdad,
a mí que más me då,
si pones tú bolígrafo
en esta mano que juras
que te escribía cartas de amor
a la luz de una luna que nunca brilló…
por mucho que tú lo digas.
Mi voto para
ARIEL PACTON
MI VOTO ES PARA LOLY MORENO
Mi voto para: DIL DARAH
Mi voto: Loly Moreno Barnes
Me ha gustado el ingenio de Ariel, su texto, casi binario, es una pasada : ) Me ha llegado al alma el sentido del humor de Consuelo, la sensibilidad de Luisa, Emiliano, la buena ficción breve de Albertina o el acierto de Loly, pero al final voto a María Cruz Estevan, por la simpleza de su comparativa y conseguir reflectar lo fundamental: atraviesas mares con la confianza en uno mismo, y el amor sí que consigue crear defensas, ante muchas desgracias. Felicidades a los demás participantes !
Voto por josmary pirateque!!
Voto a Loly Moreno
Hola chicos. Voto por el de Luisa Vázquez
Loly Moreno
Todos sois muy buenos en los escritos pero como debo votar el que más me gusta , me decanto por Benedicto Palacios
¡Hermoso, sencillo y original!
Freda Harry