Situación típica tras la corrección de un libro, cuando el autor lo está revisando:
Autor: —Te has dejado la tilde en «éste».
Corrector: —No, es que desde la reforma ortográfica del 2010 ya no se tildan los pronombres demostrativos.
Autor: —¿¿¿Qué me estás contando??? ¡¡¡Esto es un ultraje!!!
Por alguna razón esta revelación suele ofender muchísimo. Yo interpreto (y esta es una opinión personal) que en realidad lo que quieren decir es: «¡Con los años que me costó aprender a distinguir las tildes diacríticas, ahora me estás diciendo que ese esfuerzo no ha valido de nada?».
En realidad no estoy diciendo eso. Valer, sí que vale. Distinguir un pronombre de un determinante favorece tanto tus recursos de escritura como tu comprensión lectora. Incluso el aprendizaje de otras lenguas, si nos ponemos. Por eso mi posición (insisto, personal) es que es importante distinguirlos, pero no acentuarlos.
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La nueva ortografía
No soy una gran defensora de todo lo que hace la RAE, pero creo que en esta ocasión acertó porque, no sé si con esa intención o no, lo que hizo eliminando las tildes diacríticas fue desmantelar el principal argumento del clasismo ortográfico. Me explico poniendo otro ejemplo de situación típica, en esta ocasión en las redes sociales:
Alguien vence la vergüenza de mostrar su escrito y sube a nuestro grupo de escritura creativa (permitidme que remarque «escritura creativa«) un texto bien armado, con una historia coherente con planteamiento, nudo y desenlace. Tal vez no sea la mejor, pero se aprecia el esfuerzo y el mérito. Entonces alguien comenta: «Te falta la tilde en sólo». Y de repente el texto ya no vale nada. Lo más destacable es que le falta una tilde. Entonces nos ponemos estupendos: «Uf, yo es que no puedo leer un texto con faltas de ortografía», «le daría mi voto al mejor relato si no fuera por la tilde», «no sé cómo en un grupo de escritura se toleran estas cosas»…
Bueno, vale, esto en nuestro grupo de escritura creativa no suele pasar, no tenemos la piel tan fina, es un entorno seguro en ese sentido, pero sí lo he visto muchas veces en otros grupos.
Por supuesto, preferimos que cada texto sea lo más correcto posible, porque escribir bien es una muestra de respeto a quien te va a leer, pero lo que prima para nosotros es la creatividad. El hecho de no saber o no haber tenido la suerte de estudiar, en ningún momento debería ser motivo de discriminación.
¡La cantidad de historias maravillosas que nos habríamos perdido si hubiéramos rechazado libros con faltas ortográficas! Para eso ya estamos los correctores. (Todos nuestros libros pasan una corrección ortotipográfica profesional, no con un corrector automático).
Por eso nos gustaría enviar tres mensajes:
- Si eres de los que escriben con faltas de ortografía: Intenta mejorar, pero no te cortes ni hagas caso a quienes intenten coartar tu creatividad con esa excusa.
- Si eres de los que escriben mal a drede «xk t da la gana»: Ten un poco de respeto, criatura.
- Y si eres de los que critican a los primeros… Sabes que eso es clasismo y que dice más de ti que de la persona a la que criticas, ¿no?
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¿Quieres saber más?