Registro, propiedad intelectual y depósito legal, ¿quién es quién?

Esta es una de las preguntas qué más escuchamos a los autores nóveles, pero no: registrar un libro no tiene nada que ver con el depósito legal. Entonces, ¿qué es el depósito legal? ¿Para qué sirve?
Vamos a empezar hablando de para qué sirve el registro, y para ello tenemos que hablar de la
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Propiedad intelectual

La propiedad intelectual es un derecho irrenunciable e intransferible*. Es decir, tú no puedes hacer que tu historia la haya inventado otra la persona: siempre vas a ser tú el autor.
El registro de la obra sirve para que esto conste. De modo que si tienes pensado enviarla a un montón de editoriales, lectores cero, etc., es conveniente que la registres para poder demostrar que es tuya en caso de plagio. Esto se puede hacer de varias maneras:
  • En las oficinas del registro de la propiedad intelectual de tu provincia. El precio ronda los 15€ y te entregan un documento legal que acredita la autoría de tu obra.
  • En páginas tipo safe creative, que sirven para que figure que, a fecha X, has subido este documento a la red, de manera que si alguien te lo plagia, puedas demostrar que en realidad era tuyo antes. No te preocupes, que el contenido del documento solo lo puedes ver tú.
  • O de cualquier otra manera. Por ejemplo, puedes enviarte a ti mismo un correo con tu obra adjunta para que quede constancia de la fecha en la que la creaste en caso de tener que demostrar tu autoría más adelante.

La primera manera es la «oficial». Las otras dos, a efectos prácticos, son iguales: si alguien te plagia, necesitarás un buen abogado.

Pero cuando se publica un libro, este ya lleva implícito un registro: si hoy sale a la venta un libro con su correspondiente ISBN y depósito legal asociados a tu nombre, está claro que es tuyo.
*Entonces, ¿qué ocurre cuando cedes tus derechos a una editorial tradicional? En ese caso, lo que estarás cediendo son los derechos de explotación de tu obra, no la propiedad intelectual.
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El depósito legal

El depósito legal, en cambio, no tiene nada que ver con la propiedad intelectual. Se trata de un sistema para conservar el patrimonio cultural de cada país, que obliga a entregar (en el caso de España) 4 ejemplares de cada publicación a la Biblioteca Nacional. En definitiva, sirve para que no solo hayas encuadernado en forma de libro tu idea y le hayas puesto un código de barras para poder venderla a través de librerías, sino para que figures oficialmente como autor (o ilustrador, o lo que sea) que ha puesto su granito de arena en la creación de la cultura de su país.
En definitiva, el depósito legal no equivale a un registro, pero sin duda te ayuda a demostrar tu autoría.
El depósito legal no siempre es obligatorio. Por ejemplo, no lo es en caso de impresiones bajo demanda. Además, hay cierta permisividad en la interpretación de este concepto, porque imprimir solo cien libros puede considerarse una impresión a demanda. De todas formas, nosotros sacamos el depósito legal a todos nuestros libros sin que esto le cueste nada al autor (si has pedido 100 libros, en realidad imprimimos 105, de los cuales 4 irán al depósito legal y 1 para nuestro fondo editorial).
propiedad intelectual
Depósito legal, propiedad intelectual, registro… Qué lío
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