Post dedicado a Sara López, que nos lo pidió.
Vaya líos nos hacemos a veces con las comas…, pero vamos a intentar que eso no vuelva a pasar:
Una coma es un signo de puntuación que sirve para indicar pequeñas pausas en el texto. Pero tal como dice la RAE, no todas las pausas en el texto tienen por qué indicarse y, en muchos casos, depende de las preferencias del autor y del sentido común (lee lo que has escrito en voz alta y, si te ahogas, es probable que tu texto necesite más comas). Pero hay comas cuyo uso es obligatorio y, de hecho, conviene conocerlo bien para utilizarlas correctamente porque, aunque parezcan insignificantes, pueden cambiar totalmente el sentido de una oración.
Por ejemplo, el libro «Frauen die lesen sind gefährlich«, de Stefan Bollmann ha sido editado varias veces en España de dos maneras: «Las mujeres que leen son peligrosas» y «Las mujeres, que leen, son peligrosas«. La primera opción reduce la peligrosidad a las mujeres aficionadas a la lectura, mientras que la segunda viene a decir que todas las mujeres son peligrosas porque todas leen.
Otros casos más obvio de cómo el uso de las comas puede afectar a una frase lo tenemos en muchos memes de internet. Por ejemplo: «Vamos a comer, niños» o «Vamos a comer niños«.
Usos de las comas
- Su uso más evidente es el de separar los elementos de una enumeración. Por ejemplo: «Cuentos para el Alma es un libro bonito, divertido, original y motivador». En este caso, separamos por comas los adjetivos de Cuentos para el Alma. Y no solo se pueden enumerar términos de una sola palabra, sino también ideas complejas. Por ejemplo: «Tu cocaína y la mía es un libro con un potente mensaje transversal, de una calidad literaria exquisita, avalado por importantes personalidades del ámbito sanitario y que acaba de agotar su segunda edición».
- El segundo uso más común es el de separar incisos o ideas. La lógica es similar a la de los paréntesis, para atrapar una información adicional al mensaje principal. Por ejemplo: «Lléname de besos el bolsillo«, el libro de Ángela Flores y María José Rodríguez, saldrá a la venta la próxima semana.
- Para aislar los vocativos, es decir, cuando apelamos directamente a nuestro receptor. Por ejemplo: «Le digo, señor, que nunca ha leído algo parecido a Una mosca puñetera«.
- Para sustituir el verbo cuando este ya ha sido mencionado anteriormente. Por ejemplo: «Soliloquios ha sido ilustrado por Aurora Morgado; La señal perdida, por Jesús Galiana». Aquí la coma sustituye al verbo ilustrar («La señal perdida ha sido ilustrado por Jesús Galiana).
- Suele utilizarse delante de muchas conjunciones, especialmente adversativas, distributivas y consecutivas. Ejemplos: «O bien publico un libro, o bien publico dos». «No tenía el dinero para publicar, pero la editorial Cuatro Hojas me ayudó a organizar un crowdfunding». «Conseguí más de lo esperado, así que encargué una edición mayor».
- En oraciones subordinadas, siempre que la subordinada preceda a la oración principal. Ejemplo: «Antes de decidirme a publicar con Cuatro Hojas, comparé precios y servicios y vi que era lo que más me convenía.
- Y otros usos que tienen que ver más con convenciones lingüísticas. Por ejemplo, para separar el nombre del apellido cuando este último se escribe delante, para separar el lugar y la fecha en una carta, detrás del nombre de la calle en una dirección postal, etcétera.
Y por cierto: las comas se escriben siempre pegadas a la palabra que las precede y a un espacio de distancia de la siguiente palabra.
Desde que leo «Una coma, es un signo» sé que este no es el lugar: en principio, una coma nunca separa el sujeto del verbo.
Cierto. Muchísimas gracias por el aviso. Vaya error…