De Víctor Manuel Casco Ruiz se sospecha que nació en Cáceres, en una fecha incierta que nuestro autor pretende ubicar entre 1980 y 1990. Su DNI, celosamente guardado, tal vez atestigüe otra cosa. En el muy popular barrio de Las Tenerías pasó su infancia y su adolescencia, a la sombra de la Iglesia de Santiago, donde fue bautizado y en cuyo libro parroquial, muchos años después, el cura tuvo que incluir la coletilla «apóstata de la sagrada fe». De natural rebelde, algo contestón, inquisitivo y escéptico, siempre tuvo cierta querencia por las minorías: zurdo, gay, marxista, ateo, republicano, desconoce que es una agenda electrónica, colecciona sellos, monedas y minerales, ¡si hasta optó por el francés cuando todos los de su clase se apuntaban al inglés! Un
caso perdido, convendrán ustedes. En la Universidad de Extremadura se licenció en Historia, en el Ayuntamiento de Cáceres fue concejal y en la Asamblea de Extremadura, diputado. Este es su primer libro, aunque en su haber destacan decenas de artículos, publicados en diarios tanto en papel como digitales. Amenaza con publicar otros libelos. ¡Dios nos proteja!