Jesús Galiana (1970) ha trabajado como creativo, como redactor publicitario, como traductor, como diseñador gráfico…, un largo caino hasta llegar a su verdadera vocación: la pintura.
El Parkinson, enfermedad que le fue diagnosticada en 2009, le ha servido para encontrarse a sí mismo…, pero el camino no ha sido fácil.
«La señal perdida» es una crónica fiel de su traumática experiencia tras la decisión de abandonar su tratamiento para ahondar en las causas de su enfermedad.
Realmente el día que Justo Fernández vino a mi estudio a traerme su novela se me encendió un piloto llamado Cris. Lo mejor de trabajar con ella es ella misma.