Deportes

 Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos como el tema de LOS DEPORTES. Este ha sido el relato ganador:

De chiquita » al pilla pilla»
A «dolar» en los recreos
» policías y ladrones »
en noches de veraneo.
Detrás una maratón
ligues, noviazgos y bodas
Y sin mucho descansar
Triciclos y bicicletas.
Más entradita en edad
cómo deporte la vida
sorteando con destreza
Obstáculos y barandillas.
Y ya en la tercera edad
tras alcanzar nuestra meta
con más suerte o con menos
nos reconocen atletas.

LUISI MONTANA

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Mi vida siempre ha estado ligada al deporte. Desde pequeño aprendí que es mejor estar en forma.
Desde el año 2 de mi Era, ya supe que el más rápido en comer, se evitaba estar sentado delante de las lentejas hasta la hora el haba (que era la hora en que mi madre cambiaba las lentejas por habas) Así que aprendí a masticar a la velocidad de Hamilton y fui recordman de deglutir macarrones.
En el año cuatro, el año en el que empecé a relacionarme con otros congéneres con los mismos o más mocos que yo, aprendí que hacer la pelota a la “sita”, te situaba en puestos de cabeza y cuando sonaba la alarma de la libertad, yo era el primero en cruzar la línea de meta.
Entre los años 6 al 8, el entrenamiento diario en los recreos tras haber tenido una conducta muy asertiva con algún otro miembro del clan de los “mangas verdes” me puso a la cabeza de los que mejor se escapaban de las tortas al viento (entonces todavía decir ostias era pecado).
Los años 9-10-11 y 12 de mi Era, fueron bastante tranquilos deportivamente hablando; Alguna carrera por pedrada premeditada, algún sprint por pisar cuatro acelgas en los “huertos prohibidos” (¡¡con lo malas que eran!!), alguna lucha extrema por mi incorregible asertividad, algún dar vueltas como el gran patinador Kalasnikov por tremenda ostia (ya casi no era pecado) del abusón de “ Alfonsito Cabezón tiene cabeza melón”…Nada importante, aunque yo seguía manteniéndome en forma, porque algo en mi interior me decía que era mejor así.
Durante el año 13 y 14 descubrí que había otros gladiadores en la lucha por la conquista de no sé el qué. A la voz de; “¡¡¡Los de san Jose, Los de San Jose!!!!” salíamos todos como en el primer día de rebajas; ¡¡maricón el último!! Aquí aprendí el uso de los codos y las zancadillas para alcanzar los puestos de cabeza. Una lección deportiva que me vendría de puta madre (decir de perlas era demasiado asertivo como para sobrevivir en esa época)
Año 15 de mi Era; el desapego paternal y la convicción de que mi actividad deportiva está siempre justificada, me lleva al huerto, literalmente hablando. Mi padre pretende enseñarme los intríngulis de la vida hortelana y yo, como buen deportista, le digo hasta la saciedad que necesito descansar para rendir, que si no estoy descansado, me pillan los de San Jose y va a ser peor. Así que, sin convencer a mis ancestros más recientes, me toca hacer la 10k delante de unos y de otros.
16-17-18 Se acabó la asertividad. Comienza el entrenamiento duro de verdad, que me rio yo de los de la maratón. Correr entre faldas, correr detrás de los de San Jose (si, ellos habían empezado a ser más rápidos y cobardes) correr delante de los de azul grisáceo, correr para llegar a comer y que mamá siguiera pensando que salía del cole, correr, correr, correr… y de vez en cuando Artes Marciales mezcladas con mala saña contra los primos Jimenez o cualquier otro combate pactado a primera sangre.
Del año 19 al 25 de mi Era, el deporte pasa a ser objeto de culto; horas y horas persiguiendo o siendo perseguido por la liebre, para después pasar otra tantas deportivas horas en una lucha encarnizada de salivas y roces, y acabar sometido boca arriba, compartiendo pitillo con la liebre. En esta época, el deporte de motor comienza a tener un peso importante en mi vida y en la de los hombres de verde que me persiguen de vez en cuando. También fui campeón de levantar una copa con cinco litros de no se qué, pero casi no me acuerdo de esa competición.
Años 26-27-28…al 32 de mi Era. Desarrolle mucho la franja abdominal y lumbar a base de hacer “cintura” lidiando con los bancos y Cajas de Ahorros, que pretendían recuperar lo que amablemente me habían dado para cumplir mis sueños. Que injusticia. En este periodo, gané el premio al más chulo en un bar de perdidos, y mi cara se inflamo de orgullo y moratones. No me dieron trofeo, los muy cabrones.
Del 33 en adelante, el deporte ha seguido siendo fundamental, hasta tal punto que en este momento a mis X años, puedo tener luchas épicas con alguno de los canales internautas que llevan x , aunque de vez en cuando me duermo antes de concluir la lucha, lo reconozco.
Ahora, en el año X de mi Era, el deporte sigue formando parte de ella y para celebrarlo, quedo con los de San Jose y nos tomamos unas cañas merecidas, a la salud de todos los que no ganaron ninguna batalla. Pagan ellos, por supuesto.

CHABI SÁNCHEZ


Yo deportes..aparte de lo poco que hago en casa para intentar dejar de ser un Blandiblú (os acordais del moco ese asqueroso que era como meter la mano en un bote de manteca?? pues asi tengo yo la barriga… ), casi no los veo ni en la tele.. no es que no me gusten… que la verdad es que no me llaman mucho la atención, ni que no admire a los que los practican, que a algunos si.. es más bien.. falta de tiempo y sobre todo de ganas. Bastante hago con mis malabarismos, que no se si cuentan como deporte, para hacer todas las tareas y proyectos en los que me meto, que no sé cómo lo hago, pero cada día tengo más… eso sí debería considerarse deporte, es como jugar al tetris con tu vida mientras encima intentas ir mona, por que claro, esto de lo que yo vivo, es lo que conlleva, y vas aprendiendo canciones para el grupo mientras con una mano te maquillas, con la otra te peinas y todo esto sin mancharte. Y vas por la calle a toda prisa porque llegas tarde a una reunion con un clientes mientras de cabeza vas diseñando la web de otro, porque nunca termina de convencerle nada.. con lo que terminas decidiendo no presentarle más cosas y decirle que la ultima es la definitiva, ya me inventaré el por qué.. a todo esto tienes que llegar estupenda, con una sonrisa (que a veces no sale ni aunque quieras) pero claro, el/la pobre no tiene la culpa (aun) de tu dolor de cabeza.. Asi que .. decididamente.. mi vida es una mezcla entre jugar al tetris, al ajedrez, no hago salto con pertiga por que tengo vertigos y con los tacones seguro que me mato… pero se puede considerar deporte?

DELI VI


 PRIMO ORENCIO

El comisario no podía dar crédito a lo que tenía enfrente.
Un grupo de gente de pié, hablando a la vez, gesticulando furibundamente, señalando a las dos personas que tenía enfrente.
Una, el típico yupi con ropa deportiva cara, y el otro…, bueno, el otro no sabría cómo describirla, parecía sacado de una esas películas españolas de labriegos de los años 50 o 60.
-¡Silencio!, ¡callense todos!.
Por un momento, se hizo el más absoluto silencio, y el comisario, pudo por fin, hablar.
-A ver si me aclaro de una vez, maldita sea. Usted, ¿como se llama?.
-Orencio Cascales Trujillo, para servir a Dios y a usted,- responde, cabizbajo, con cara avergonzada, dando vueltas a una boina resobada entre las manos.-
-¿Y usted?- se dirige al otro hombre-.
-Marciano Cascales Garcia.
-¡Huy!,mirad, Marci se llama Marciano,¡que vulgar!,-interrumpe un joven algo amanerado, poniendo una voz un poco afeminada, haciendo con el brazo y la mano derecha un gesto poco varonil-.
-¡Silencio!,-ordena el comisario-. A ver…, según ésto, los aquí presentes, han presentado una denuncia contra ustedes, por los siguientes cargos. Agresión física… a Lucía Menendez Lopez.
-¡Si!, señor comisario, este rural, me ha echo un moratón en el…, en el culo. ¡Mire!, ¡mire!, y yo estaba tan tranquila en mi clase de aerobic.
-¡Anda la Osa!,-responde Orencio-,pos no es delica ni na aquí la moza. Vera usted señor comisario, yo entré en el sitio ese de ejercicios de mi primo, aquí presente.
-Gimnasio -le interrumpe el comisario-
-¡Ea,!, y como es costumbre, en mi pueblo, moza guapa ¡zasca!, palmeta en el culo, y se puede dar por contenta, que la he elegio entre to el rebaño de hembras que había medio en cueros.
-¡Pero eso no le da derecho a hacer lo que me ha echo!,¡vayase a darle cachetes a las cabras!,-Responde muy ofendida Lucía-
-¡Pero si ya lo hago!-responde Orencio,-y no se quejan.
-Bueno, bueno, -intenta apaciguar el comisario-.Sigamos…. destrucción de propiedad.
-¡A ver señor comisario!, si el cristal lo hacen de cartón mascao yo no tengo la culpa.
-Ya -responde el comisario-, pero ha roto tres cristaleras con una mancuerna de veinte kilos…
-¡Anda!, yo vi a un tío tirao intentando levantar dos platos del suelo, con una barrica y en mi buena fe, le ayude a levantarla, ya que el pobre hombre, estaba apurao, y mire que el hombre está fuerte,¿eh?, no hay más que verle, señor comisario -señala a un tipo supermusculado-, pero es como el espantapájaros de mi huerta, mucha paja, y na más.
-¿usted es?-le pregunta el comisario a este hombre-
-Nicolás Garcia Sereno, campeón de España de culturismo.
-Y más flojo que una mula con gripe-le responde Orencio-
-Vera, señor comisario, éste, …este señor, cogió mis mancuernas y las lanzó contra las cristaleras…
-¡Anda!-interrumpe Orencio- yo le vi con dificultad, y le dije-dirigiendose al comisario-¡traiga, traiga!, yo le ayudo. Y como tenía las manos sudás, y con el afán de ayudar… ¡Pos pallá que fueron!…,y armé el estropicio. Pero no se preocupe, que yo hablo con mi primo, y lo pago tó.
-No hace falta, primo, eso lo paga el seguro.
-Bueno, en como tú digas, primo.
-Sigamos -dice el comisario- agresión capilar.
-¿como dice?-responde Orencio-.
-El pelo…, que le ha cortado el pelo a ese señor del fondo..
-¿Quien?,¿el mariquita?.
-Sin ofender -dice el comisario-
-¡Pero si fue en defensa propia!, señor comisario, ¡me agredió a traición y por la espalda!.
-Verá, señor comisario -interrumpe Marciano, el primo de Orencio-, él, es mi socio, y es coach mánager.
-Y sí, -interrumpe el aludido- mi nombre es Lucas Orozco Anton, y mi amigo Marci, -con voz afeminada-, me pidió que hiciera algo con su primo y, la verdad, que qué quiere que le diga señor comisario, hubiera sido mejor entrenar a un caniche de esos tan monos…
-¡me puso las manos en los hombros!,¡señor comisario!, ¡y aún no ha nacío hombre que me toque!
-¡Pero era para ver la musculatura!-responde Lucas-, que para ser honestos, está pero que muy bien-dice, con gesto lascivo, mordisqueandose los labios.
-Bueno, -dice el comisario- por poner la mano en el hombro, no se corta el pelo a nadie.
-¡Alto ahí!-responde Orencio-, yo le di un aviso, si me volvía a poner la mano encima, iba a hablar con mi Paca.
-¿Su mujer?-pregunta el comisario-
-¡Nó, quía!, ésta-y saca una navaja de ocho dedos lo menos de hoja-.
-¡Agente!, requise esta arma como prueba.
Se ha cerca el agente y se lleva la navaja.
-¡Oiga!-protesta Orencio-.
-¡Callese!, está prohibido llevar esa navaja encima, en su pueblo, hará lo que le dé la gana, pero aquí, nó, ¡entendido!.
-Si, si señor comisario.
-Bien, pues siga, ¿que pasó para que le cortara el pelo?.
-Pues verá usted, ¡este degenerao, me tocó el culo!, me revolví, le cogí como cojo a las ovejas para trasquilarlas y le rapé la melena, como los indios esos de las películas, ¡ja!, ¡ja!, ¡no vea cómo corría!, parecía una niña gritando ¡marci!, marci!.
-Me ha arruinado el peinado-responde Lucas con gesto histérico y amanerado, tocándose el pelo haciendo pucheros-.
-¡Y ten cuidao chaval!-responde Orencio- que te llevo amarrao al pueblo y te hago hombre.
-Bueno, conocidos los hechos,-dice el comisario- debe saber que, de haber denuncia, por parte de éstas personas, se enfrenta a una pena de seis meses a un año de cárcel, ¿lo entiende?.
-Orencio, se levanta y se dirige al grupo.
-Siento muchísimo lo que ha pasado, de corazón. Señorita -se dirige a Lucía-, perdoneme si la he ofendío. Pero ya me he dado cuenta, que las mozas de aquí, son más delicás, que las del pueblo. ¡Pero es que usted es tan guapa!,que no me he podío reprimit y…., bueno, si usted está soltera y sin compromiso…, pues eso…, que me gustaría invitarla a mi pueblo…, para resarcirla del daño.-dice Orencio, con la cabeza gacha, sonrojándose-.
-Nó, perdoneme usted-dice Lucía, cogiéndole del brazo afectuosamente-, usted, aunque sea de una forma un poco brusca, me ha echo sentir un poco distinta al sentirme elegida entre tantas.., y sí, le acepto la invitación, y, señor comisario-mira al comisario-, no voy a poner denuncia alguna.
-Yo, por mi parte,-dice Nicolás-, no ha pasado nada que no pueda pagar el seguro. ¿Verdad, Marci?-Marci asiente-. Y sí, tiene usted razón, Orencio, lo mío es todo apariencia, pura fachada.
-Bueno,-dice por último Lucas, ayudándose el pelo-, yó, con el pelo corto, también estoy mono, y le pido que acepte mis disculpas, Orencio, si le he ofendido, y nó, no voy a denunciarle.
-Nó, disculpeme a mi por raparle.
-Bueno,-dice el comisario-, si no hay denuncia, no hay caso.
-Entonces ¿No voy a la cárcel?_-dice Orencio-.
-Nó, no va a ir a la cárcel-dice el comisario-
-¡Ole!_ pues pa celebrarlo, tós al pueblo la semana que viene que son las fiestas

EMILIANO HEREDIA


El baloncesto es gimnasia y la gimnasia, fútbol.
Suspendí gimnasia en primero de B.U.P. por mi aversión a los deportes de multitud. El tenis, el bádminton, las chapas, las canicas, eso sí son deportes de equipo, pero ¿qué mierda es esa del baloncesto? ¿Dónde pone ba-lon-ces-to en mi matrícula? ¿Pone baloncesto en el B.O.E del M.E.C., en el currículo escolar? Tengo catorce años, me obligan a calzarme una camiseta horrible justo cuando me salen tetas, el equipo de los chicos se dedica a inspeccionar cada milímetro de mi cuerpo desde la banda, se me mete el pantalón en el culo, soy de las bajitas de clase, el balón es más grande que yo, me empujan, me piden la pelota varias chicas a la vez, si se la doy a una, la otra se va a poner de morros, lanza, lanza, ¿lanzo a donde? Me doy con el balón constantemente en la barbilla, otro empujón, me lo han quitado… no habérmelo pasado. Que suene el timbre, por favor. No vuelvo. Soy adolescente, pero tengo dignidad.
Hice pirola en gimnasia la mayor parte del curso para irme a jugar al futbolìn y al billar, que son deportes de verdad. Abel se llamaba mi profesor. También era mi entrenador de atletismo y sabía que patinaba, así que debió parecerle ridìculo el suspenso:
– Y yo ahora qué hago contigo?
(Joder Abel, no me preguntes eso, ya he leído «Lolita» y «Justine o los infortunios de la virtud», me masturbo y fumo porros)
-Déjame hacer el examen de fútbol de los de segundo.
Como solo había suspendido yo y no daba para formar un equipo de baloncesto en septiembre, me dejó. El examen de fútbol consistía en realizar un circuito de rectas, curvas, pivotes y vallas, empujando un balón al trote con los pies, sin perderlo, claro. No hay problema. ¿Puedo repetirlo con los ojos cerrados?
-¿Por qué no quisiste hacer baloncesto? Nos hubiésemos ahorrado tener que venir los dos en septiembre, Jezabel.
(Abel… Jezabel… los dos, solos… y ya tengo quince años)
-Porque odio el baloncesto y además, tres son multitud.
Tiempo después, aprobé a la primera el examen práctico del carnet de conducir sin ponerme el cinturón de seguridad, pero es ya otro tema.

JEZABEL MONTENEGRO


Dolor: entrenamiento natural.
¿Quién entrena para disminuir el dolor?
¿Quién sabe cómo se entrena para que no aparezca?
Es un deporte que deja agujetas eternas.
Heridas que siempre van tatuadas en el hemisferio Norte del corazón.
Dicen que existen pautas para soportarlo.
Es una carrera de fondo.
La existencia contra la búsqueda.
La búsqueda contra la existencia.
El eterno camino hacia Taar.
El sendero insólito
e infranqueable
del pánico.
Busco un experto,
con urgencia.
Que alguien me diagnostique qué problema es este
que me obsesiona con no boxear contra el dolor,
de abrazarlo,
desearlo,
fantasear con su regreso.
Una inyección de adrenalina vital.
Existen libros,
auto ayuda escrita por una mente
que sí necesita ayuda,
doctores con batas blancas
que se auto convencen de haber sido tocados
por la gracia de
la alegría.
Silencio.
Nadie sabe nada.
¿Quieres ser como ellos?
Paseando empastillados contra la melancolía,
con sus carros con bebés inocentes,
helados de chocolate en tardes de domingo,
mutando alegría
y primavera
por todos los poros de su cuerpo.
Ellos jamás corrieron la maratón del dolor.
Se anestesian de manera contra natura.
Ellos quiere llegar a Taar,
pase lo que pase.
¿Qué necesidad hay de sufrir,
de escalar clavando las rodillas entre las piedras,
pudiendo disfrutar de las vistas desde aquí?
Y creamos seres indolentes,
herméticos,
maquinaria pesada
que sueña con un retiro donde bloquear al vértigo.
Tocar la cima de la alegría.
Nosotros,
los que boxeamos contra la hipocresía,
contra el sistema implantado
por una sociedad conformista
donde reina el placer
por encima de la duda,
nosotros sí sabemos lo que es esta carrera de fondo,
sin llegar al fondo de todo.
Practico el dolor,
es mi deporte favorito.
Ver hasta dónde
cuerpo y mente
caen en la alienación
sin encontrar fusión que les reconduzca.
El año pasado pensé en escribir un manual,
«Oda al Dolor»
y luego me di cuenta
que había caído en lo absurdo y mediocre
del que quiere enseñar
un método para adoctrinar,
como esos manuales en busca de la alegría.
Esa tabla de ejercicios para embellecer la sonrisa.
Todos deberíamos probar alguna vez
lo que es el dolor en pleno éxtasis,
al desnudo,
y,
tal vez,
nos dejaríamos de gilipolleces,
y seríamos mucho más humanos,
a la par que nos entrenaríamos
contra el aturdimiento.
¿Te vienes?
No hacen falta deportivas,
sólo tráete una mente sin complejos,
un corazón
abierto a la adrenalina
y dos copas de vino tinto.

CARLOS COSTA


Dejé de hacer deporte, si se considera como ello, subir a las pistas de esquí, embutida en un mono-peto acolchado, cargada hasta los topes con los palos, los bolsos, las botas de descanso, el gorro, las gafas, los guantes, los esquíes….
Me había comprado el kit completo como para participar en el gran Slalom, sin embargo yo no había visto la nieve mas que en los dibujos de los Alpes de Heidi y el abuelito.
Pensé…. mmmmm… esto no puede ser muy difícil, se trata de deslizarse por una pendiente, no muy pendiente, cubierta de nieve y guardar algo el equilibrio….
Al fin y al cabo, patinar, si que había patinado en el cole, y bueno… no me caía demasiado..
Allí que voy con mi equipo, bien enfundada y dispuesta a no quedar mal, puesto que mis nuevos amigos, sabían muy bien como funcionaba esto.
Subí al telesilla con Teo, y con los esquíes puestos… creía que iba a ser mas cómodo eso, que cargar con ellos en los hombros… pues bien, al subir y bajar de golpe del telesilla, el empujón que me dio el tipo que me ayudo a bajar en marcha me impulsó de tal manera que empecé a descender tal y como ví, en una ocasión a Blanca Fernandez Ochoa, y acabé contra un pedrusco!!! Los esquíes se soltaron, los bastones volaron, las gafas ni las encontré…. y tuvieron que venir a socorrerme dos tios tipo armario que me llevaron en volandas hasta el hospital de Jaca.
Desde ese mismo momento, decidí que mis pinitos con el deporte acababan en este mismo instante.
Ahora, cuando subo a las pistas, siempre me quedo en la cafetería esperando y guardando los bártulos a los valientes que quieren seguir intentándolo.
Eso si! soy capaz de manejar un trineo!!!

ISABEL MAGDALENA


Correr, detras de cualquier reloj
Saltar, y que no queden mas nubes
Subir, el ultimo incierto escalon
Bajar, y no recordar donde estuve
Tampoco hacer asco al balon
Si ayer se rompio la raqueta
Si encestas en el corazon
Prometo llevarte a la meta.

SUSO GATERA


¿COMO QUE NO HAGO DEPORTE?
-Atletismo: correr como una loca para llegar a todos los sitios a tiempo.
-Halterofilia: Levantar: niños, cubo De la ropa sucia, las doscientas cosas que se dejaron fuera de su sitio y que vas recogiendo de camino al baño porque ya no te aguantas más y vas a explotar.
-Baloncesto: coges las servilletas de una estantería del supermercado, lanzas y de lleno en el carro de la compra, ahora de más lejos para no perder el tiempo, de compra que lo tienes justo para recoger a tus hijos de judo.
-Boxeo: Me pego A los hunos si me dejan, como se interpongan en mi camino.
-Salto de obstáculos: Las mochilas, los zapatos, los juguetes, el cable de red (ese es el más malandrín que nunca sabes cuándo va estar ahí).
-Futbol: Cuando tus hijos (se multiplican por 11) y todos sus santos amigos se vienen a merendar.
-Ajedrez: la paciencia, la calma, las estrategias que tienes que poner en practica con tu jefe.
Y como se llamaría el deporte de hacer 3 cosas a la vez?
¿COMO QUE NO HAGO DEPORTE?

LOLY BÁRCENA


 QUERIDO ODIADO DEPORTE
¿Deporte? ¿Qué es éso? ¡hubiera preguntado si por una remota casualidad nunca hubiera tenido un hermano!.
Pero como tengo uno…….y que nunca ha parado de hacerlo…..
Sí, mi hermano, ése que tiene cuatro años menos que yo. Que pinta canas por toda la cabeza, y yo sólo las pinto con un brochazo bien grueso, blanco, como si de un simple mechón hecho a posta en la peluquería se tratara.
Nunca empaticé con él, con el deporte, claro. Bueno, miento. Me chifla el trial indoor. ¡ Y joder!, ¡no se por qué! ¿quizás por qué suben por lugares inaccesibles; troncos, andamios, ruedas, figuras, cascadas, y mantienen un equilibrio prácticamente imposible? ¡Y yo que sé! Pero me deja embobada delante del televisor. Y confieso……he ido a ver una super competición en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
A lo que íbamos. El deporte, buah….. En el colegio ya no me gustaba. En los últimos cursos nos motivaron, o mejor dicho, incentivaron, un poco con la nota de la asignatura, si participábamos en el equipo de baloncesto. La nota de gimnasia ( en mis tiempos se llamaba así, y más en un colegio de monjas) subía, subía, y subía hasta el 10, gracias a ser jugadora del equipo ( alero, en mi caso).
Cómo no, interesaba para la nota media. Bueno, resultado: la nota media subió, y el acabar exhausta tras los entrenamientos también. Pero esto último subió exponenciamente. No sé cómo no nos salía el corazón por la boca.
Ésa época acabó. Pero empezó otra que prefiero no comentar ( más exhausta y menos bonificada, había chicos que también participaban, y por tanto, menos opciones para subir nota)
Bueno, después de todo, no me hizo falta más nota por deporte. Saqué más nota por codos.
A los 25 años descubrí los que son y han sido mis deportes. Ya no digo favoritos, digo míos porque me gustan, los disfruto, y no pasa día que no piense en ellos. La natación y el senderismo son mi perdición. Te sientes libre, con ganas de más, de más deporte, de más libertad. Para mí son los deportes que te dan éso, libertad.
Vivo en un pueblo de mar, un pueblo templado de temperaturas, dónde puedes practicar los dos deportes al aire libre todo el año.
¿Qué mayor placer? ¿Y libertad?
No se puede pedir más.
No pido más a la vida.

NURIA BERGUEN

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13 comentarios en «Deportes»

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