Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema «limpieza». Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 20 de mayo! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, SOLO SE GANA EL RECONOCIMIENTO, CUANDO ES REAL.
* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.
Cuando la Reina de Tréboles tuvo conocimiento de todo el asunto y haciendo gala de su sabiduría, dictó la sentencia.
-Este asunto esta muy liado y es muy lioso a la vez, el oráculo de la Sibila Mari Cruz, nos sacará de él, he dicho-
– ¡Vosotros, ordenó a su séquito, limpiad la basura de este bosque que está muy sucio, mientras yo los acompaño a ver a Mari Cruz – sentenció la Reina de Tréboles.
Después de un largo y sinuoso camino arribaron a la puerta del oráculo de la afamada sibila
-Pum, Pum- llamaron a la aldaba.
-¿Quién es?- respondieron.
-Nosotros somos dos, pero ellas son tres- añadió Picadilly.
-Pues entonces pasad en fila de a uno- añadió la voz.
En ese momento la majestuosa puerta de roble, tallada con el rostro de Manolo Escobar, con engarces dorados y una mirilla hecha de esmeralda, se abrió.
En un momento estuvieron frente a la legendaria sibila.
-¿Que trae a su majestad y compañía por mi humilde morada?- pregunto la sibila.
-¡Tú no eres Mari Cruz!- exclamó la Reina sorprendida.
-No, yo soy Roci-íto Ri Buk sibila interina, pues la Gran Maestra Mari Cruz, se ha cogido unos días de asuntos propios para ir a Benidorm- dijo Roci-íto mostrando sus credenciales.
Una vez aclarado el asunto, cada cual se puso a explicar su parte del asunto y la sibila después de escucharlos, saco su bolsa con en oráculo de las uñas de águila y después de unos cuantos salmos, en una lengua solo conocida por ella y las de su especie, esparció la uñas de águila por la mesa de consultas.
-Hum, veamos. La única solución es que llevéis al clon Santi2343165V, en presencia de Dilita como si fuese el auténtico, es la única forma de salvar este reino, creedeme.
-Pero…- empezó a protestar Talita TT – ¿Y mi recompensa?
La sibila interina Roci-íto sacó cuatro bolsas llena de maravedís, de exactamente medio kilogramo de peso.
-Tomad, esto cubre con creces vuestras necesidades económicas- dijo la sibila.
-¿Pero como haremos, para que no sospechen?- preguntó Superlopecita, con el asentimiento de los demás.
-Fácil- dijo la sibila.
-Tú Superlopecita, dile a la Dama de la Pamela Rosa, que cuando llegaste, ya los había tele-transportado Marramiamiau al castillo de Dilita, Talita certificará que es el Mr Monster verdadero y que por tanto renuncia a la recompensa y vosotros os llenareis de gloria a ojos de Dilita – sentenció sabiamente. -En cuanto a ti, esplendorosa y admirable majestad mantendrás tu reino en paz-.
-Ya, pero si te sobra otra bolsita de esas…- añadió la reina.
-Lo siento pero…son habas contadas- dijo la sibila.
Cuando los cinco hubieron abandonado la sala del oráculo, una silueta se hizo visible desde las sombras, era la espía Mata Borda, que entregando una caja de gambas de Huelva a la sibila, añadió, <<aquí está tu parte>>.
La comitiva llego por fin al castillo de Dilita, donde se decretaron cinco días y seis noches de fiesta ininterrumpida, para celebrar tan magno acontecimiento.
Después de preparar e instalar a Mr Monster, se pusieron manos a la obra con los preparativos, hasta que por fin llegó el día señalado.
El enlace iba a celebrarse en los amplios jardines que rodeaban el castillo, estaba todo dispuesto con todo lujo de detalle, las mesas, los canapés y las bebidas mientras se celebraba la ceremonia propiamente dicha, la orquesta, las damas de honor y todo lo que se pueda imaginar en una boda de esas características.
En el centro había una especie de altar donde la Gran Sacerdotisa Gaia, esperaba paciente la aparición de los desposables.
Por fin llego la hora señalada y automáticamente empezaron a sonar los primeros acordes del Aserejé, la canción nupcial por excelencia del reino. Estaban invitados tod@s y digo tod@s los habitantes del reino escritoril CuatroHojas, menos uno, aquél que no se puede nombrar. Los invitados, se dispusieron unos enfrente de otros con los brazos levantados y agarrados por las manos a modo de túnel nupcial. Primero como era tradición venía el novio con una camisa de seda color rojo burdeos, con ribetes negros en el cuello y un traje compuesto de chaqueta y pantalón morados y zapatos negros, sin corbata por supuesto. Era llevado hacia el altar por Beatrix Dominatrix como ya se ha dicho al ritmo del aserejé.
A continuación hizo su entrada su Glorificiosa Perversidad Dilita, de negro riguroso como mandan los cánones, y el rostro cubierto por un velo también negro, coronado por un moño italiano con forma de caracola, que era lo único que se apreciaba de su anatomía, del brazo de John Karlos Wayne, Sheriff del lugar.
Una vez instalados frente a la sacerdotisa, esta empezó el ritual.
-Dilita Dalila Dila, Gloriosa y Majestuosa Perversidad Perversa de estos lares, ¿tomas por esposo a Mr Monster de la Monstruosidad Monstruosa, hasta que la muerte de él os separe?-
-Sí lo tomo, además de este chupito de cazalla- añadió metiéndose entre pecho y espalda un lingotazo.
– Mr Monster de la Monstruosidad Monstruosa ¿tomas por esposa a Dilita Dalila Dila, Gloriosa y Majestuosa Perversidad Perversa de estos lares, hasta que la palmes o se canse de ti?-
-Ejem… esto… ¿Y la consumación…?
-¡Qué te calles!- respondieron todos los invitados al unísono, al mismo tiempo que Beatrix le metía un codazo en los riñones.
– Por supuesto, por supuesto que quiero- añadió.
-Si no hay nadie que tenga algo en contra y lo diga ahora, yo os declaro…-
En ese momento, una nube de humo seguido de un estruendo ensordecedor precedió a una voz potente e inequívocamente clara que dijo: <<¡Yo me opongo!>>.
Cuando el humo se hubo disipado apareció majestuosamente aquel que no puede ser nombrado.
-¡Coronado Smith! – suspiraron todas, y alguno también.
-Sí, ¿que pasha ehhh? – dijo él con una chulería sublime.
A continuación hizo se hizo visible su figura imponente ante los presentes. Llevaba una urna bajo el brazo e iba seguido por su harén de vampiresas, también cada una con una urna.
-¡Dispersaos y que no quede abstención con vida si es menester, quiero todos los votos!- ordenó con su sensual voz.
Acto seguido se encaminó hacía el altar y después de recoger los correspondientes votos, de la sacerdotisa, los padrinos y los novios dejó la urna en la mesa.
-¿Qué es lo que tienes que oponer a este enlace? – pregunto Gaia.
-Ejem… ¿y no puedo consumar antes?- volvió a la carga Mr Monster
-¡Que te calles!- volvieron a responder los presentes
-Ahora lo veras- añadió Coronado, al tiempo que rodeaba el talle de la novia, como si fuese a besarla. Dilita entreabrió los labios, esperando que el le levantase el velo y la besara con pasión, pero lo que hizo Coronado Smith, pasará a los anales de la historia, subió velozmente su mano y agarró por el moño a Dilita, al tiempo que tiraba hacia arriba de él. En un tris tuvo en la mano el moño y una máscara, ¡sí, era un disfraz, debajo de el traje nupcial no estaba Dilita!
Un ohhhde asombro seguido de un ehhh, recorrió todo el recinto.
-¡Contemplad esto – dijo mostrando el disfraz.
-¿Queréis saber quien se esconde debajo de este traje y que rostro hay debajo de este velo? -preguntó, al mismo tiempo que agarraba a la falsa Dilita por la nuca y la ponía de cara a los invitados.
-¡Sí!- respondieron todos a la vez.
Con un movimiento fulgurante Coronado Smith levantó el velo dejando al descubierto el rostro que se escondía tras él. La sorpresa fue mayúscula pues debajo del disfraz de Dilita quien estaba era… ¡Don Limpio!
En otra parte a bastante distancia de allí, sentados junto a unas rocas al pie de un acantilado en una noche de luna llena, dos siluetas abrazadas por la cintura contemplaban la majestuosidad de las olas rompiéndose contra las rocas.
-¿Crees que ya habrán descubierto que no eramos nosotros?- preguntó la verdadera Dilita.
-No lo se, pero tampoco me preocupa mucho, mientras tú estés a mi lado- respondió el verdadero Mr Monster.
Ella recostó su cabeza en el hombro de él, al tiempo que ponía una mano en la Zambomba y le susurraba <<tócala otra vez Monsti, tócala otra vez pero ahora solo para mí>>.
-Y para mí, añadió la Luna, al tiempo que les guiñaba un ojo con complicidad.
Llegué con ganas de descanso a Benidor. Perdón me presento soy la maestra Maria Cruz. Quiero que sepáis que uno de mis mejores alumnos es Coronado Smith, escritor y músico.
A mi llegada a Benidor me encontré con un hervidero de gente. No puede ser, me dije a mi misma. Si mi folleto me dice que Benidor es una isla con cuatro Casitas y una gente apacible.
Miré mi billete del tren es del año 1950 fecha correcta para mi descanso. Miro mi reloj y marca el día de hoy sábado 8 del 5 del 2021.
Contacto con Mr. Monster y le digo… Ven a Benidor necesito que hagas limpieza. Yo tengo que descansar…
Voy a limpiar la idea de Fin/Final, para una futura mejor comprehensión del señor Coronado y/o los interesados.
Cuando se escribe una letra en torno a una idea, nace la llamada substancia, dicen Chomsky Noam y B. Russell.
La física atómica afirma que todo es átomo, por ello también lo somos nosotros y las ideas sustanciales.
El impacto de los pensamientos se mide entre psicología y neurociencia.
Sentimos y seleccionamos.
Prefiero a Kandinsky, sin embargo, llegaré a Huxley.
La filosofía perenne, observa nuestra unión con el Universo que se produce naturalmente y se mantiene a través de coincidencias.
Es decir: sí somos átomos, pero…
Pensamos y demostramos.
Nos afectamos en reacción con otros y, de surtir, ampliamos la duración de nuestras mismas existencias.
Simplificando, resulta que lo ideado, o llevado a cabo, se mantiene en el Universo. Al Universo se la pela y esa imponderabilidad, o improbabilidad, es lo que nos hace magníficos o adoradores del Carpe Diem. No porque yo lo afirme.
Pero esto es amplio y tan subjetivo como Rorschach.
La idea perenne es que juntos nos mantenemos.
A pensamientos y resultados similares, pruebas y acciones conjuntas; nos vemos a través de ello.
El día de mañana, habrán sobrevivido en sus extensiones: Picadilly, Monroe, Las Damas de las Pamelas y el Antolinicornio, El Imperio Trebolario y Tali, la cazarrecompensas; alguien sabrá sus nombres o recordará sus acciones.
Alguien sonreirá o verterá una lágrima sobre la magnificencia del pasado de Mr. Monster.
Multiplicado esto por las dimensiones del infinito, entenderemos por qué nada se pierde, ni se extravía.
Recordé haber leído que el entorno en el que vivimos es una proyección del propio estado mental, y que una manera de ordenar la mente es ordenar ese espacio físico. Viendo el caos en el que vivía, decidí ponerme manos a la obra.
Me desprendí de la ropa que me sobraba y sentí que me quitaba algunas capas de prejuicios e ideas malsanas.
Doné a una biblioteca los libros que no quería, y noté que mi mente se despejaba y se agilizaba mi memoria.
Hice acopio de objetos con valor sentimental, recuerdos y trofeos, y los doné también. Mi pasado se hizo más ligero, el futuro menos amenazador, y el presente más radiante que nunca.
Después de deshacerme de todo, de ordenar y limpiar cada rincón, experimenté una paz refrescante que hacía mucho que no sentía. En mi nueva casa cabían menos miedos y había más espacio para la ilusión.
Aquella limpieza inolvidable me convirtió en alguien más sencillo, honesto y feliz.
Y por si fuera poco, en el fondo de un cajón encontré la llave para entrar en un pasadizo secreto. El que conducía a tu corazón.
SERGIO SANTIAGO MONREAL
Roger era un escritor novel muy popular en las redes sociales. Pero, desde que empezó a mostrar sus relatos en las redes sociales tuvo que hacer limpieza, ya que era objeto de burla en su trabajo, no obstante, sus casi cien amigos del trabajo, que demostraron más bien ser menos fueron los que menos le costó borrar de su nuevo y selecto círculo de amigos en las redes sociales.
Así, Roger con un perfil verdadero dejó de ser objeto de ciberbulling y en su trabajo dejó de ser objeto de mofa, al no tener ni idea de lo que publicaba en sus redes sociales.
La limpieza se había realizado a conciencia y había pasado de tener casi cuatro mil amigos a tener a penas cuatrocientos.
Roger por fin pudo centrarse en disfrutar de lo que le gustaba sin crear sarna ni envidia en su círculo laboral, algún compañero se dio cuenta, pero a Roger le dio igual, pensaba que las redes sociales eran usadas en muchos casos de manera hipócrita y falsa. Vamos que estaban llenas de trolls deseando subir las conversaciones de tono.
Roger bloqueó a toda persona que le faltaba el respeto, dejó de recibir solicitudes de falsos perfiles y las que recibía las revisaba y si algo no le cuadraba no aceptaba o bloqueaba.
Por fin, Roger acabó con su limpieza.
REBECA FS
Diario de una desordenada
Si me quito las gafas, no veo el desorden y la suciedad.
Y si me quito la mascarilla, no huelo la porquería.
No hay nada mejor que hacer «la República independiente de tu casa» como una religión.
Eso sí, si viniera visita, a limpiar todo con lejía.
Ale, ¡a vivir!
CONSUELO PÉREZ GÓMEZ
LIMPIEZA
Cualquier coincidencia con la realidad circundante es, purita casualidad. Nombres y lugares han sido cambiados al objeto de preservar esas coincidencias que pudieran ser un ‘sí, pero no’…o viceversa…
—¡Timoteo! ¿Te has limpiado el aura esta mañana? —Grita Leo a su ‘husband’ desde el dormitorio inmatrimonial.
—¿Qué? ¡Pero qué dices! ¡Bonita y rara forma por demás de dar los buenos días! —Contesta igualando decibelios Timo –así es conocido y llamado en su círculo amistoso- desde el baño.
—Tú verás, pero se nota más oscura que el fondo de un horno. Eso se va a notar en el congreso de los diSputados a pesar de la distancia de inSeguridad.
—«Esta tía es estúpida; menos mal que no sabe de lo mío con Maripili, entonces sí que vería además del aura, su porvenir negro».
—«Es gilipollas total el pobre; piensa que me engaña cuando soy yo quien le engaña a él, haciéndole creer que yo soy la engañada».
Imaginad por un momento si los pensamientos pudieran ser cruzados a través de una especie de autopista de cabeza a cabeza.
—Vamos a ver Leo ¿Qué es eso del aura negra? ¿¡No se estará yendo la olla con tanta lectura rara ¡por no hablar de la participación en ese grupo de aficionados a juntar letras!?
—¡Ah! ¿pero no lo sabes? – «qué va a saber este disminuido intelectual si no es capaz de juntar una letra con otra»-. Mira cariñín, yo de ti haría por encontrar en tu club a alguien que se encargue de tales limpiezas. Tengo la casi certeza de que, entre tanto ilustre indigente intelectual, un gurú de estas características, o más, vas a encontrar.
—¿Qué? ¿Qué estás segura de qué? La verdad, Leo, no te entiendo. ¿Has dormido bien?
—Yo en lo que tengo plena seguridad, es, en que o te pones manos a limpiar, o te vas a la mierda en un plis.
—Esta forma tuya de hablar en clave, me desespera.
—Yo no hablo en clave: hablo para inteligentes…y mira, puestos a limpiar ve a la habitación de Pepín y límpiale los mocos, que su cuarto parece una ciénaga de ranas. Mientras, yo voy a limpiar el horno; la última vez que metí a asar un pollo se carbonizó a los cinco minutos saliendo crudo cual suela de zapato. ¡Madre del amor hermoso! ¡No me da la vida para tanto como hay que limpiar!
El gurú del club le dijo a Timoteo –Timo para los amigos- que lo suyo solo tenía solución devolviendo todo lo que en honor a su diminutivo había birlaó a medio personal del club que, de no haber sido este tan endogámico, y hubiera consentido la entrada de distintos «linajes», otro gallo hubiera cantado, mire usté, y tanto ladrón de guante blanco –o negro- hubiera buscado otros campos de exterminio donde llevar a cabo la limpieza de unos maravedíes más negros que la capa de ozono.
Por azares del destino –el destino aquí se hacía llamar ‘Leo para los amigos’,
—Leocricia en lo oficial—llegaron a la mesa de un comisario unos papeles sepia con borrones negros que, pusieron en un tris la integridad de Timo y con unos golpes de efecto, por un ‘quítame ahí esas pajas’ acabó en la trena donde se unió a un grupo de meditación transcendental del cual no ha transcendido a día de hoy ni mú, más que nada porque su gurú-capitán apodado ‘Auras Abrillantitis’ se fugó con la pasta agenciada a los meditativos.
Leo, por su parte en esos entremeses, había conocido a un brasileño con el que después de unas clases de samba en las que aprendió a bailar en las posiciones más algebraicas, más imposibles de imaginar, se fugó a Copacabana con todo lo que a Timo no le dio ocasión de blanquear ni hacerse traer de los paraísos terrenales donde vivían a recaudo.
Es muy recomendable mirarse el aura cada mañana. Si es necesario –no cuesta tanto- pasar una bayeta con cristasol y dejarlo refulgente y relucido, sin mancha y sin borrón.
¡No me da la vida, ‘p’á’ tanto como hay que limpiar!
RAQUEL LÓPEZ
¡Cuanto revuelo! y la ocasión lo requería, pues Mr.Monster se iba a casar y el palacio tenía que estar pulcro para el acontecimiento.
-¡Atención cuadrilla! tenemos que estar a la altura, no se nos puede escapar nada ozú-dijo la gamuza andaluza pegando estornudos, pues era alérgica al polvo. -¡ Pasamos lista!
-Recogedor Tornasol.
-¡presente!
-Fregona Llorona.
-¡snif… Presente!
-Bayeta Anacleta. – ¡Aquí estoy!
-Teodora… ¿donde está la escoba Teodora?
-Levitando, como siempre-dijo con sorna y chulería el estropajo espumajo.
-¡Teodora!quilla, baja de ahí, gritó la gamuza andaluza.
-¡Ahhh…! se oyó un estrepitoso ruido, menudo golpetazo se dio…
-Hay que empezar con la limpieza o Mr. Monster, nos despedirá.. De repente se oye un ruido..
-¡Increíble! lo que nos faltaba-dijo Teodora, el robot, Robocop.
-Doña Teodora, un placer saludarla..
-Menos formalismos¿A qué has venido?
-Soy el nuevo instructor, creo que vosotros empezáis a quedaros obsoletos..
-¡Atchissss! interrumpió la gamuza andaluza(toma virus).Perdona pero todos somos imprescindibles.
-Me han contratado por mi rapidez y eficacia, en menos que canta un gallo, limpio y friego en un plis plas.
-¡ja! Yo flipo, dijo el estropajo espumajo.
-Tengo un plan, dijo Tornasol el recogedor…En cuanto se despiste Robocop, la Fregona llorona lo empapara bien y así tendrá un cortocircuito .. Jejeje.
-Sniff. no sé si podré.. pobrecito..
¡Tonterías! dijo espumajo. ¡Ahora, es tu oportunidad!
Y sin pensarlo.. ¡Zas! Robocop, quedó chamuscado.
-¡Viva ya tenemos trabajo!
Y así, felices y contentos, se pusieron a hacer limpieza, para el evento…
UNSU ENC SP
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El orden del ambiente refleja el orden del alma, repetía la anciana sabia con un suave mecer de su sillón hamaca.
Pero yo sabía que los portadores de dolor, su máxima no respetaban, limpiaban su entorno solo para caminar en calma con máscaras de alegría, máscaras sin lágrimas.
Por temor esa vez no le pregunté a la anciana, ¿por qué lloran las sirenas?; si el mar siempre limpia mantiene sus escamas.
Solo la observé en su pulcra habitación, pero podía sentir el dolor de su alma.
Gracias.
ALEXANDER QUINTERO PRIETO
A principio de año el caño lucía abigarrado y sucio. Las casetas improvisadas utilizaban cualquier retazo semi-impermeable a modo de ventana, de techo, de zaguán. Se diría que entre más casetas en fila decoraban el caño, más limpia estaba la ciudad.
La asamblea general del conjunto residencial Pablo VI preocupada por el aumento de tugurios improvisados colindando su parque central, en cabeza de don Facundo Cervera, ilustrísimo militar pensionado con un pasado de dudosa reputación, decidió pedir a la alcaldía del barrio una colaboración para ubicar a los habitantes de calle en otro lugar.
Por cosas de papeleo su moción no fue escuchada en los tiempos previsibles para la comunidad. Lo extraño es que desde mitad de año empezaron a desaparecer las casetas coloridas y de paso sus fachosos habitantes. Los perros callejeros aullaban de hambre a la luna que, a veces tenía la oportunidad de asomarse sobre todo el smog acumulado en el cielo capitalino. Pero ya no aparecía alguien que los alimentará.
La ciudad lucía asquerosa y don Facundo ratificaba su segundo mandato en la asamblea, con el caño colindante cada vez más despejado.
MANUEL ALBÍN EXTREMERA
Cansado y castigado por el trabajo, tan monótono y vulgar que hay veces que da ganas de abdicar.
Se pasa el tiempo, vienen las canas, los dolores y ya nada es igual, recuerdas tu aventuras y tus risas, pero ahora estás al deseo de tu cuidador y todo esto viene a consecuencia de no haber hecho limpieza en su momento.
CURRO BLANCO
¡Hoy haré una limpieza a fondo!
Empezaré por mis ojos, que acumulan legañas de mirar a otro lado.
Seguiré por mi frente, grasienta de soportar mentiras continuas a la cara.
Mi boca manchada por esos labios sordidos, la adecentaré.
Bajaré a mis manos, que acariciaron sin fin, en el intento desesperado de sacar el hollín impregnado de su cuerpo.
A mi dignidad la bañaré con agua clara y fresca y por fin,
¡abriré la puerta, quitaré todas las telarañas y me iré desnuda, limpia…, nueva!
ADOLFO GARCÍA ORTUÑO
Aquella tarde de lluvia frente al ventanal, la angustia me abrazó con sus viscosas manos de lodo podrido y mi suspiro sucumbió en una ciénaga de vacío, mi cuerpo quedó atrapado por cientos de ramajes secos de aquel árbol hecho con harapos de mi pasado.
Comprendí que hoy sigo danzando entre máscaras de ceniza en noches de plenilunio.Mis temores amordazan mis labios secos cubiertos de arena y moho, he de hacer algo para abandonar este paraíso de tinieblas que me tiende la palma y me arrastra hasta la penumbra.
-¡ Ven conmigo, no temas!- me susurró la oscuridad.
Encendí la vela de los deseos e iluminó aquella estancia de pesadilla y cera, mi mente solo pensaba en limpiar aquellas viejas cicatrices que intentaban arrastrarme por los pies hacia la oscuridad convertidas en lenguas de pesadumbre.
-Arranca de mi este mal..limpia mi alma!- susurré como plegaria en silencio cuan antiguo hereje.
Aquellas deformes siluetas de mi mente empezaron a humear como incienso entre las manos de un inocente.
Las ramas que cubrían mi cara se desvanecieron entre aquel viento leve dando paso a un néctar de esencias impregnadas en caricias de otoño, La luz se fue dibujando en el horizonte a través de la ventana y sacudí mis ropajes para ahuyentar a los que acechan tras los lóbregos muros de mi consciencia.
Amanece de nuevo y mi interior ya florece con los primeros rayos del alba, el mal sucumbió a mi hechizo de pureza y deseo de borrar aquellos estigmas de desasosiego.
BEATRIZ ÁNGEL
LIMPIEZA, PERO LIMPIEZA INTEGRAL.
Observa, la vida se acaba
y no estás presente,
se marchita el mundo
y tus ojos no ven
lo que tienes enfrente.
La vida se muere
bajo nuestra mano,
los ríos ya no fluyen
porque se han secado,
como el vertedero
de plástico humano
que inunda la peste
que no es más que el fango
que oculta los restos
del sueño de aquellos
a los que enterramos.
El aire raído te quema ,
te arde, te tapa la boca .
La lluvia no limpia la mugre
que vamos dejando,
hasta ella ya,
nos pasa de largo.
El viento hace estragos
cada vez que el hombre
destruye a su paso
lo que ella le ha dado.
Y tu, ¿qué haces?
No mueves ni un dedo
para detenerlo,
te quejas y lloras
desde tu sofá
criticando en Facebook.
Qué coño te pasa?
Te ciega la basura
que cada minuto
te lobotomiza
en todas las pantallas…
No sientes, no piensas,
no eres más que un títere
movido por hilos
de esta sociedad que vende
los moldes, que fabrica clones
de seres vacíos
que cumplen las órdenes
de cuatro serpientes
que esperan la noche
para aniquilarte.
Vomitas palabras,
sin pensar en nada,
ya solo te importa
que el selfie de anoche
tenga likes mañana.
Que asco produce
mirar al futuro
y sentir que esta vida
ya no vale nada,
que la gente anda
con los ojos ciegos,
ya no tienen alma.
Ya no esperan ver
el amanecer mañana,
porque para eso,
hace falta esperanza.
Asco!!
de ver que a los niños
les roban la infancia,
les roban los besos,
les roban la magia,
les roban ser libres,
les roban las ganas.
Ganas de inventar,
de ensuciarse las manos
y soñar con hadas.
¿Dónde están aquellos
que cuando injusticias
sembraban miserias
salían a la calle,
y sin miedo y sin armas
unidos luchaban?
¿No te da vergüenza
que seamos idiotas
mancillando el nombre
de cada persona
que entregó su vida
pa’ que hoy permitamos
que nos quiten todo
y reirles las gracias
a esos payasos
que llevan corbata?
Asco!!
Qué si, me da asco
mirar solo caras
de muertos que danzan
al son de las flautas
que encantan las mentes
con notas de engaños
y son como ratas
que caen al barranco.
La vida está pasando
mientras solo vemos
cada hora ajena
a la hora que pasa
y que no merecemos.
Es la cuenta atrás,
a esta pesadilla
y hay que despertar,
ya toca limpiar,
este mundo tal,
que no cuenta una vida
más que un puto euro
para recaudar.
Se hunde este barco
que va a naufragar
y no, no nos engañemos,
en este Titanic,
no hay botes sin brechas para reparar.
SILVANA GALLARDO
Siempre viví como judío errante, ocupando espacios en los que no tendría que dejar huellas y mucho menos, raíces. Viviendo en lugares que enriquecen bolsillos ajenos y llenando un costal sin fondo, que ni mío era. Triste situación. Y pues, vivía gastando escobas y estropajos, porque los lugares en los que renté techo, no eran precisamente lo más admirable de la arquitectura; entonces había que dar la «manita de gasto» para que se viera algo presentable. Colocar cuadros de pinturas baratas comprados en los tianguis de piojos; a veces, de buena calidad, incluso, nada más para que se den una idea, visité uno de esos tianguis y me atrajo, colocado en el piso terroso, no sólo un merolico vendedor a los que le llaman «Roberto», sino también una lona desgastada y, sobre ella, una hermosa vajilla de porcelana -¡compre, damita, es buena calidad y lujo de ensoñación, una oportunidad de tener suntuosidad en su humilde casa!, ¡no tenga miedo a comprar lo robado!-
Entonces me hice de cosas, muy baratas, aparentemente de buena calidad, aún siendo usadas, que daban un toque de limpieza y elegancia a mi modesto hogar, siempre y cuando tuviera el recurso para adquirir algunas banalidades aunque fueran de Roberto. Y, bueno, no compré la vajilla, no porque le faltaran algunas piezas, más bien a mi me faltaba el dinero pues mis bolsillos estaban limpios y libres de su aroma y además de su anquilosada necesidad de consumismo.
Siempre quise tener mi propio espacio, mi propia casa. La construí en sueños, por noches enteras, visualizando mi vida, sintiéndome dueña y no inquilina, y dejar de ser errante aunque siga «al pie del cañón» con cubeta, escoba, trapeador y todas las herramientas necesarias para la limpieza colosal de mis rincones, en medio del caos y sentir gusto y satisfacción del deber cumplido. Vino a mi mente una frase al respecto, de Marie Kondo: «La limpieza es el acto de enfrentarse a si mismo».
Así las cosas, «no todo lo que reluce es oro», así que tuve que partir a otro lado, con familia y cosas a cuestas como si fuera castigo y se repitió la historia, una y otra vez, de norte a sur; de este a oeste; buscando rincones donde vivir, cueste lo que cueste.
Subir y bajar cosas y volver a acomodarlas, volver a sacudir, barrer, limpiar, decorar; porque no hay limpieza si no existe la suciedad. Ensuciar para limpiar, limpiar para ensuciar, ¡qué cansada paradoja! y todo, para que los ángeles bailen de gusto.
NEUS SINTES
Desde muy joven, Joana relación con un hombre, el cual la llevó por el camino, donde lo material era la base del matrimonio. El dinero por encima del amor. Sus sentimientos se vieron ahogados bajo un manantial de lágrimas.
Se expuso a los permanentes dramas de la vida y a correr el riesgo de acostumbrarse a vivir dentro de situaciones desagradables y complicadas. En unos infiernos en los que entró por momentos y no supo cómo salir. El mundo superficial era muy seductor y la arrastró con fuerza, con una voz personal que le llenó de miedos e inseguridades.
Han pasado varios años, desde que decidió emprender un duro y largo viaje, para limpiar su alma.
Fue a raíz de una crisis personal que encontró la oportunidad de reencontrarse con su interior y, según cuenta, necesitó de mucho coraje.
Ese coraje le llevó a una comprensión distinta de lo que es la vida, el entorno y le ofreció la certeza de que iniciaba un compromiso consciente con su esencia, uno que duraría toda la vida”.
Mientras el ego tiene sed de materia, el Ser tiene sed de luz. Joana, aprendió a controlar la mente y aunque fue una tarea bastante compleja, pero sanadora. Cuando consiguió conectarse con esa parte esencial, experimentó una aceptación y un fluir cotidiano que le hizo poder vivir realmente en libertad y alegría.
Nueve años han transcurrido desde que vive dentro de un paraíso. El suyo propio. Aquel que todos los seres humanos llevan dentro, pero no siempre alcanzan la habilidad de sentirlo.
ALEXANDRA MARTA LONA
¿Que tendrá el agua ,tan tranquilizadora ,que se apodera de cuerpo,mente y alma?Hipnotiza con el ruido de las olas y ciega con su infinita sabiduría.Quieto,antes un MAR de dudas o agobios ,incluso recuerdos,eres capaz de allar la verdad.
Tarde tras tarde ,Carmen ,paseaba por la orilla con sumo cuidado.En su ritual no quería molestar demasiado a la arena y tampoco sentir la caricia de las olas.Aveces ,pasaba por su lado y la escuchaba susurrar “para salir de un sitio,hay que entrar en otro”.
Aquel dia ella paro sus pasos.Tenia puesto un precioso vestido rojo .Un par de tirantes anchos bajaban hasta la cintura,sujetándole los pechos sin demasiado esfuerzo.Podias ver la forma de sus caderas envueltas en la fina organza.
Con el pelo algo recogido y la mirada serena ,empezo andar mar adentro.No parecía buscar nada ni a nadie.Cuando ya no pudo tocar fondo con la punta de sus pies,se sumergió.Movía lentamente los brazos ,se tocaba la cara ,acariciaba su pelo…su corazón seguía latiendo!El agua la abrazaba y la sal curaba sus heridas.
Cerro los ojos y solto todo el oxígeno de sus pulmones,pero el mar no la quería devolver muerta a la orilla;si no limpia de lagrimas ,de dolor y de sufrimiento.Esas olas que Carmen evitaba ayer ,hoy la embujaban fuera del agua.
Cuando recobro el conocimiento,empezó a vomitar agua y a inhalar de nuevo aire freco;aire limpio inundaba esta vez su garganta .
De rodillas ,Carmen,se desabrocho el vestido y se lo regalo al mar,ella ya no lo necesitaba.
Desde ese día Carmen dejó de pasear.Seguia veniendo cada atardecer pero para bañarse desnuda.
EMILIANO HEREDIA JURADO
LEJÍA.
En un humbrio portal, donde los apliques se comunican en morse, una mujer anciana, con la encorvadura producida por el paso de los años, agarrándose al pasamanos de la añosa escalera, va a tirar la basura.
Al regresar, unos gemidos ahogados, que salen por debajo de la puerta de contadores, unos gemidos camuflados por el ruido de la bomba del agua, la llaman la atención.
Aprovechando uno de éstos arranques del motor de la bomba del depósito, abre una rendija la puerta del cuarto de contadores, ahogando el chirriar de los oxidados pernos.
Una pareja de adolescentes, en pleno frenesí sexual, nadan en un mar de gemidos, suspiros y jadeos.
Ella, agarrada con los brazos en alto a una polvorienta tubería, semi desnuda, con la falda y el top, arreguñados a modo de cinturón en su cintura. El, con gorra de NBA, de los Bulls, y el pantalón de chándal y los calzoncillos por los tobillos, a la vez que realiza un frenético vaivén, manosea los pechos de la chica, y la cubre de saliva con largos e intensos lametones, mientras, con las manos, la agarra por las caderas, para que la penetración sea más fuerte, más intensa.
Carmen, roja de ira, aprieta los puños, hasta hacerse sangre con las uñas, y en uno de los impases en el que el motor de la bomba está parado, no puede evitar escuchar el erótico diálogo de los amantes:
-¡Ayyy!, ¡Jaaavi!, ¡así, dale fuerte!,
-¿Te gusta así, guarra?
-¡Ten cuidado con el niño!, ¡Aayy! ¡Pero no pares!
Éste último comentario, hace que Carmen, de fije en el vientre que tiembla de excitación de la chica y observa, el incipiente estado de embarazo de la chica, de unos seis meses.
Intentando controlar la rabia, cierra con cuidado la puerta para evitar ser descubierta
Abre la puerta de su casa y, no sin dificultad, se arrodilla ante un altarcito de la Virgen del Carmen, y empieza a rezar un ave María.
-Dios te Salve María (menuda mosquita muerta la hija de la vecina) llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres (ya decía yó que llevaba tres meses sin verla), y bendito es el fruto de tu vientre Jesús, (y el sudamericano ése, a venido a violar a las mujeres españolas), santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, y no nos dejes caer en la tentación, (ahora, que ésto lo voy a solucionar yo), ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Se persigna, y se va a la cama.
Al día siguiente, Carmen, viene acompañada por el chico de la droguería del barrio, que le ayuda con cinco cajas de cinco botellas de cinco litros de Lejía cada una.
-¡Señora Carmen!, ¿Dónde le pongo la lejía?
-Ponla aquí, donde el lavadero, haz el favor, hijo, pasa, pasa, hijo, no tengas apuro
-Pues ya está señora Carmen y, perdone la indiscreción pero, ¿Para que quiere tanta Lejía?
-Es para el convento de una sobrina mía que es monja, ¿Sabes?, todos los años, le compro cosas que le hacen falta y este año me han pedido Lejía.
-¡Ah!, pues está muy bien
-Aqui tienes hijo, diez euros, para que te convides
-¡Muchas gracias señora Carmen!
El chico, se va tan contento con diez euros en el bolsillo y la garrucha en la mano, de vuelta a la droguería.
Carmen, sube despacio al tercero y, cuando llega a la letra c, pulsa el timbre.
Una señora de cincuenta y tantos, en bata, abre la puerta.
-¡Carmen!, ¡que alegría verla!
-¡Ay hija!, es que estado un poco pachucha, nada importante, cosas de la edad… pero bueno, voy a lo importante, ayer, vi a tu hija, con su novio, un chico muy majo, y me di cuenta que está encinta, que sea
enhorabuena
, y me gustaría invitarles a merendar, ¿están ahora en tu casa?
-No se hubiera molestado, mujer…
-No es ninguna molestia, mujer, anda, diles que bajen, que les espero en mi casa.
Al cabo de un cuarto de hora, la pareja de adolescentes, llama al timbre
-Susaaana, hija, -la recibe melifluamente, Carmen- bienvenida hija, cuanto tiempo sin verte y tu novio, qué majo
-Adam, señora, encantado,
-Y que sea
enhorabuena
, ¿Eh?-le dice a Susana, tocandola la barriga-pero entrar, entrar al salón, que tengo una sorpresa para vosotros, esperarme, que voy un momento a la cocina
La pareja, entra al salón.
Se escucha un fugaz forcejo. Gritos ahogados, una puerta que se cierra,
Silencio.
Una pareja de hombres fornidos, entran en la cocina.
-Ya está. Señora Carmen.
-Gracias hijos, tomar, mil euros para la lucha.
-No hacía falta, señora.
-Anda, anda-les acompaña a la salida-
Entra en el servicio, donde, bien atados y amordazados, y desnudos, están Susana y Adam.
Ella, abiertas las piernas, bien atadas en los brazos del butacón de madera.
El terror, se refleja en los rostros.
Carmen, con mucha tranquilidad, coge una jeringa de 100cl, de la lejía que hay la bañera, y la introduce en la vagina de Susana, que se desmaya del dolor, mientras Adam, inútilmente, forcejea, gime, se revuelve, y se rinde. Gimotea al ver el cuerpo inerme de Susana.
-Ramera, has cometido adulterio-le dice Carmen a Susana, mientras le inyecta la lejía dentro del útero-, hay que limpiar el fruto del pecado
Una masa sanguinolenta, saliendo por la vagina de Susana, va cayendo en goterones al suelo, resbalando por sus muslos desnudos
-Y tu, tienes el alma sucia, hay que purificarte!
Le raja la tráquea y le inyecta otra jeringa de Lejía.
-¡Alabado sea el señor!-sumerge los cuerpos en la bañera llena de Lejía-
Tranquilamente, friega el suelo y se hace un café.
Llaman a la puerta.
Una pareja de policía Nacional, le pregunta a Carmen:
-Señora,¿Se encuentra bien?, han llamado los vecinos por un fuerte olor a Lejía.
-¡Ay agentes!, me he pasado con la lejía, he estado de limpieza, pero ya he acabado, ¿saben?. He echo una limpieza como Dios manda.
LUISA TABORDA
L
I
M
P
I
E
Z
A
Lin: Ligando mi alma con mi cuerpo,
Indague que no me quería.
Mientras me comparaba con otros cuerpos.
Pensaba en cuerpos esbeltos y bellos.
Impolutos cuerpos y llenos de encanto.
Empezaba a imaginar que sería parecerme a esas mujeres de portada.
Zanjado el tema, esa era yo en la adolescencia .
Ahora, como mujer madura, me amo cada día y me aceptó con orgullo.
Suciamente me infravalorada, hasta que llegó un momento que limpie mi alma de frustración y mi cuerpo de complejos y por fin soy feliz.
Por fin, Lin piensa positivamente de si misma.
ANTOLÍN MARTÍNEZ JIMÉNEZ
Madhur era un niño feliz de la localidad de Hauz al sur de Delhi. Un lugar repleto de historia y muy visitado por los enamorados. La vida nocturna había llegado a su pueblo con la llegada del turismo masivo.
Sus padres decidieron convertir su vivienda en una cafetería y por la noche se transformaba en un local de moda. La vida nocturna hacía que todo lo que hasta entonces era una vida previsible, estable y segura, fuese alterada por situaciones que nunca en su familia imaginaron que tendrían que vivir.
Los traficantes controlaban el negocio utilizándolo de tapadera detrás de una aparente familia normal y Madhur se criaba entre borrachos, prostitutas y traficantes.
Pasados unos años, Madhur se convirtió en un joven atractivo, con dinero y poder en el barrio. La mafia lo había adoptado como patria y él no conocía otro tipo de vida.
Su madre Darsha hacía tres años que murió de SAID y su padre fue ejecutado en condena a muerte por abuso brutal una mujer bajo el efecto de las drogas.
Hacía dos Vesantas (primaveras) que Madhur compartía su vida con Daya, la mujer de su vida, la mujer que le hacía perder la cordura y que desde que apareció en su vida intentó convencerle de que dejara aquel tipo de vida, que seguro acabaría con su vida.
Una noche loca de fiesta en su local, se encontraron dos bandas rivales a celebrar el principio de año. En los servicios se montó una gran pelea; las puertas volaban por la pista, los vasos y las botellas reventaban cabezas. Un arma de fuego realizó varios disparos y cundió el pánico en la sala. La gente atropellaba a los caídos y huía despavorida por ventanas a la calle.
La policía no tardó en llegar, pero para entonces ya no quedaba nadie en el local.
Madhur sostenía a su amada Daya entre sus brazos, con sus manos sujetaba su cabeza reventada por una bala sin destino y sintió que su vida se destrozaba para siempre con su perdida.
Por la mañana, lamentándose sentado en la entrada de su local decidió transformar su vida por otra mucho más tranquila y sanar su alma con el arrepentimiento, pero no conocía otra forma de vida y de todo lo que disponía le vinculaba con la vida nocturna.
Allí sentado comenzó a percibir un olor metálico, es el ozono que forman los rayos en el ambiente cuando se forma tormenta. Ha llegado el Monzón a la ciudad y como es costumbre, abrió ventanas y puertas para purificar su estancia. Aquella tormenta duró seis días, siendo de tal intensidad que una riada bajó por toda la calle durante dos soles, arrasando todos los locales de su calle dejándolo todo limpio, incluido el local de Madhur.
Nadie volvió a ver a Madhur nunca más, se había dejado llevar por la corriente, no fue engullido por el agua, simplemente marchó lejos de allí, donde pudiera comenzar una vida nueva y donde nada le pudiera hacer recordar su pasado.
AM MIL
PATRICIA BARREIRO
Limpieza mental es lo que debemos hacer . La pandemia dejó mucha basura psíquica que salió a flote .Además de seguir cuidándonos ,el cuerpo necesita para sanar de las distintas afecciones físicas y psíquicas limpieza.
El remedio o cura ,esta dentro de uno .
Evitar personas tóxicas, los dramas que a diario se muestran en los medios. Etc todo lo que nos afecta.
Hacer una rutina de situaciones positivas , bailar, cantar, hacer ejercicio, alguna actividad, ejrercicio que realmente guste ,reír todo lo que se pueda , disfrutar el día como si fuera tu último día.
Y sobre todo agradecer todo los que nos pase , porque si es malo ,nos sirve para madurar ,si es bueno bienvenido sea.
Quizás muchos piensen que es banal este escrito , que el país sea cual fuese en el que se vive este pasando momentos económicos duros, pero la limpieza empieza en el interior de cada uno, para después limpiar lo que nos rodea. Siempre estar agradecido por todo los que nos pase.
Un día vi una frase que me encantó y la aplico a diario.
La queja trae pobreza ,el agradecimiento abundancia.
Y la verdad es Real
Aprendemos a limpiar nuestro interior
BEA ARTEENCUERO
LIMPIEZA
Que amarga sensación, me alberga cuando miro hacia atrás el camino recorrido de mi vida; tristeza, rencor, odio, sentimientos encontrados que dejaron huella en mi corazón, aún quedan pedazos de
historia que no puedo comprender. Siguen ahí, lastimando, lacerando esta aversión que duele, cada recuerdo golpea más dañando cada fibra de mi ser; solo hay lugar para alojar resentimiento y rabia, mi cuerpo es un receptáculo de historias vividas una y otra vez, aborreciendo cada instante pasado. ¿Por qué amar fue presagio de tristeza y dolor? Tantos años perdidos, masticando esta inquina que duele. Nuestra mente es un pasaje secreto donde camina la tristeza, sin encontrar el final. Alma ¿ En qué laberinto te encuentras, cuando llega la noche al corazón?. Cuando tocas fondo salen seres nuevos cuando el dolor asoma al cielo, cuando una nube de dolor se acerca, y una lagrima llega hasta los ojos, te das cuenta que hay puentes internos que debes cruzar, entonces sientes que debes limpiar tu ser de toda hostilidad y rencor, una luz de esperanza nace y un nuevo camino se abre en el interior, donde florece el amor, y el deseo de ser feliz. Con las cosas simples que el destino cultive en mi jardín. Hoy miro al cielo. Donde hubo odio nació el amor, la ternura me visito, donde era noche hoy salió el sol, hoy mi alma esta libre y camina de la mano de la felicidad.
ALBERTINA GALIANO
La melancolía tira de mí
como el cordón del ombligo.
Inunda el piso de barro, y yo me embadurno como un mal niño.
Al despertar sueño en limpiar mi piel desnuda del miedo al mundo.
Y pisar la siembra de recuerdos mudos.
Y quebrar pupilas que aprietan duro.
Tras la puerta, amapolas rojas vibran sin rumbo, y se espatarran para que pase yo entre sus surcos.
MANUEL SIERRA
Cualquier tiempo pasado fue mejor. No dejo de escuchar esta máxima y no termino de creérmela. Por mi parte, cuando contemplo la habitación llena de trastos, muchos de ellos inservibles, me agobio. Cada dos o tres años procedo a una limpieza. De papeles, de seleccionar trastos y libros que ya no uso o leo, de objetos rotos, muebles y enseres.
Ojalá fuera tan sencillo hacer esto con la cabeza. Esa es la maldición de los que tenemos buena memoria. Llegan los cuarenta y la sensación de que queda poco por experimentar, ante cualquier circunstancia que nada resulta nuevo, todo se ha vivido. El hastío de ese cerebro que te retrotrae, ante cualquier estímulo externo, un recuerdo de la infancia, de la adolescencia, de cualquier edad. Y no siempre feliz. Más bien la mayoría de las veces una remembranza de algo que se hizo mal, o se pasó vergüenza, que produce remordimiento. Quizás por ello la necesidad de cambiar de escenario de vez en cuando, el hartazgo de trabajar en el mismo destino año tras año, de que se produzcan cosas nuevas, la esperanza de alteraciones, de modificaciones, de aguardar a lo bueno nuevo antes que a lo malo conocido. Esa es otra frase hecha que no me sirve.
Por ejemplo, mi mente, al escribir esto, me prodiga con ese sueño que una vez tuve. Amanecí siendo niño. En la casa de mis abuelos que hace años que no visito. Mi madre es joven, todavía no tiene la rodilla estropeada. Mi hermano es un recién nacido. Y en el salón me llaman mis abuelos todavía vivos. He retrocedido en el tiempo, pero con recuerdos de lo que pasó a partir de ese instante. Puedo poner sobre aviso. La enfermedad de mi abuelo, que se trató de la picadura de un insecto. A mi abuela que se vigile el azúcar. A mi madre que comience a hacer ejercicio. Y sin embargo la angustia vital, porque a pesar de tener una oportunidad, el tener que pasar otra vez por la adolescencia, por los granos, por el instituto, porque, por mucho que avise, el fallecimiento y la enfermedad de los seres queridos es inevitable. Porque, cuando de nuevo cumpla los cuarenta, los recuerdos van a ser dobles. De dos vidas. Desazón al cuadrado. Esa memoria tan extraordinaria de la que me enorgullezco, pero que me impide hacer limpieza.
ZOE EMM TEXIS
& allí estaba otra vez yo, mirando la basura, preguntándome cuantas veces se me ha olvidado separarla…
unir patrones, natural con natural, botellas con botellas y algunos otros residuos más,el recicle de basura se unió con la repentina mudanza.
¡Caramba! Mudarme de casa, no recordaba que mudarme de casa era tan tedioso, no recordaba que llevaba este ritmo, ya me había acostumbrado a una zona de confort. ¡Qué incertidumbre! ¿Cómo será? Bueno, con la limpieza extrema de ocasión especial, me ayudará para poder separar…
Tirar desperdicios, regalar atuendos que se encuentran a destiempo, reencontrarme con recuerdos de mi baúl secreto, recuerdos disfrazados de objetos, preguntarme e imaginarme cómo funciona el tiempo, porque pensaba que se pasaba lento si ¡Ufff! se pasa en un palpitar, en un momento, en un chasquido en un instante, lo que me hace pensar en ser frágil al momento de acariciar el recuerdo, como si yo fuera un observador, ya que si no otra separación más…
La de mis sentimientos de mis emociones y mis emociones de mis pensamientos, Una limpieza extrema de los pies a la cabeza, un scanner profundo de mi corazón con la razón.
Ahora vienen ideas de…
¿Cómo Acomodaré allá?,¿Qué perspectiva tendré? Solo una cosa sé, Al llegar después de limpiar, me cautivaría separar la ropa en su lugar, doblar camisón, vestidos y separarlos por color…
SERVANDO CLEMENS
La maldita mancha
Samantha se quedó mirando fijamente la diminuta mácula que había en el fondo de su taza de té. Ricardo salió del baño, envuelto en una toalla.
—Recuerda secar el baño y poner la toalla al sol —dijo ella, tratando de quitar la mácula con una cuchara.
—Sí, sí. Al parecer alguien amaneció de mal humor.
—¿Bajaste la palanca del inodoro?
—Sí, ¿acaso no escuchaste correr el agua?
—Es que siempre tengo que repetir lo mismo. Son cuestiones básicas de higiene.
—Ya, por favor —dijo él, al tiempo que se ponía los calzoncillos—, lo que pasa es que eres una obsesiva con la limpieza.
Samantha se levantó de la silla, colocó la taza en el lavatrastos, abrió el grifo y cerró la cortina.
—También te he repetido mil veces que odio que te cambies aquí, en la cocina.
—¿Por qué?
—Alguien podría verte por la ventana y…
—Está bien, perdona.
Ricardo tomó la ropa y se fue a terminar de vestir al dormitorio, luego regresó cargando un par de zapatos.
—¿No dejaste nada fuera de lugar en mi tocador, verdad?
—No, cariño. Todo está ordenadito como te gusta.
—Oye, ¿por qué no limpias esos zapatos? Observa todo ese polvo que hay en la suela.
—Es la suela, no pasa nada. Yo los veo pulcros.
—Ya tienes que irte. Se te hará tarde para llegar a la fábrica y yo tengo que cortar la hierba del jardín.
—Todavía nos queda tiempo. Me faltan dos horas para regresar al trabajo.
—Sí —dijo ella, lavando la taza—, pero noté que un hombre ha pasado varias veces por enfrente de la casa. Me pareció una actitud extraña, ¿nos estarán espiando?
—Andas paranoica.
—Ya pues. Olvídalo, pero vete.
—Yo pensé que me darías algo de comer antes de irme.
—¡Estás loco! Se hará tarde. ¿Y si mi esposo llega sin avisar?
—Ese imbécil llegará tarde y borracho, acuérdate de mí. Te apuesto a que todavía no consigue un trabajo decente.
Samantha tomó un trapo y empezó a limpiar la mesa.
—Ey, no le digas así a mi esposo. Sólo está pasando por un mal momento, por eso a veces toma más de la cuenta.
—Por favor, dame algo de comer. Tengo hambre.
—No puedo, ya es tarde. Además, no quiero ensuciar los platos.
—Entonces compraré algo en el camino.
Samantha se agachó y limpió una mancha que había en el piso.
—De verdad, Perdóname. He tenido broncas con mi esposo y no sé, tengo un mal presentimiento.
—No te preocupes, cariño. ¿Nos veremos el sábado?
—¡Ja! ¿Estás demente? Ese día me dedicaré a desinfectar la casa a fondo.
Ricardo se puso el abrigo y se acomodó el cabello, mientras se miraba en un espejo de la sala.
—¿El domingo se podrá?
Ella se quedó mirando con detenimiento la estufa.
—¡No lo puedo creer!
—¿Qué pasó? —preguntó Ricardo, asustado.
—Mira con atención: la estufa está sucia. Por favor, ya vete, voy a limpiarla.
—¡Caray! La estufa está bien. No le veo nada malo.
—Es que no me entiendes, estás igual que mi marido.
—No me compares con ese imbécil.
Samantha abrió la alacena y sacó una botella que contenía un líquido rojo.
—Compré este limpiador multiusos en el supermercado, se llama «LimpiaMax». Dicen que quita hasta las manchas de sangre en cuestión de segundos.
—Creo que cada día exageras más con ese asunto de la limpieza.
El teléfono móvil vibró sobre la mesa.
—¡Es mi marido! Voy a contestar en el dormitorio.
—Aquí te espero.
—No, no. Vete por la puerta trasera y revisa que nadie te vea.
Ricardo abrió el refrigerador y sacó un paquete de jamón. Ella salió corriendo, entró al dormitorio y vio que su marido había cortado la llamada. Segundos después escuchó tres detonaciones. Ella salió, alarmada.
—Guarda la calma, amor. No te vayas a asustar —dijo el marido, sosteniendo un revólver—. Descubrí a este ladrón en nuestra casa y lo maté.
La esposa quedó como piedra, mirando el cadáver, el cual tenía dos orificios en el pecho y uno en la frente.
—¡Dios de mi vida, lo asesinaste! —Las lágrimas cubrieron su pálido rostro.
—No tengas miedo, amor. Vuelve al cuarto. Yo hablaré a la policía. Ya no veas el cuerpo de ese delincuente.
—Dios, Dios, Dios…
Ella no se movía ni un centímetro de su lugar.
—Amor, ¿me oyes?
—Dios, Dios, Dios. ¡Qué tragedia!
—Era un maldito ladrón o quizá era un violador… No sé. Hice lo que tenía que hacer por nuestra seguridad.
—Pero ¿qué haces aquí tan temprano?
—Venía a decirte que conseguí un empleo y que dejaré el alcohol.
—¿Y qué haremos con eso?
—Ya te dije, llamar a la policía, no se puede hacer más.
—No, no, ¿cómo le haremos para limpiar toda esa sangre de la alfombra?
—Mujer, ¿te sientes mal? Creo que ahora eso es lo de menos.
—Ya sé lo que haré —dijo, sonriendo—, usaré «LimpiaMax», de seguro no quedará ni una sola mancha.
—¿Qué? ¿De qué diablos me estás hablando?
—Es que nadie me entiende en esta casa.
Samantha se echó a llorar, se encerró en el baño y se puso a limpiar el inodoro.
MARÍA ROSA ROLANDO
Decidí hacer un cambio en la habitación donde ahora duerme mi madre, pero hace muchos años, fue la que compartí con mis hermanos y abuela materna.
A mí mamá no le resultó muy simpático el cambio , pero lo aceptó antes mis argumentos de mayor espacio.
Llegó la noche, luego de un día de arduo trabajo, decidimos ir a descansar. No se si fue el movimiento, que despertó ciertas energías acumuladas en los muebles durante años, pero ninguna de las dos pudimos descansar, pesadillas, golpes, crujidos, sombras inundaron el cuarto. Un poco descreyendo de lo que acontecía, culpé a la luz del pasillo, al maullido de la gata , a Uma que no terminaba de acomodarse.
Luego, comprendí que todo allí tenía una historia, que miles de recuerdos estaban detrás del placar de la esquina, bajo la cama de bronce con elástico de resortes, en el farol que mi abuelo había convertido en lámpara. Mi hermana me pide que regrese todo a su lugar, que preste atención a las señales, que no es broma. Siento su miedo, pero me resisto. Convoco a una amiga que hace limpieza energética, sahumamos el espacio, prendimos velas cargadas con cristales de Reiki, agradecimos a cada mueble , explicando el porqué de éste movimiento después de muchísimos años.
Pasaron unos días y volvemos a intentar dormir en el cuarto, a pesar de malos presagios.
Aunque por las dudas, envío un mensaje a quienes podrían notar mi ausencia, por si no regreso, por si mi cuerpo se desintegra en medio de la oscuridad.
CONCE JARA
COMO EL AGUA
“El miércoles 5 de abril de 2021, la Guardia Civil encontró asesinada a Luciana S.L., de 39 años, de nacionalidad cubana, en su casa de Los Santos de Maimona (Badajoz), después de que la directora del Centro de Mayores, donde la fallecida trabajaba como limpiadora, comunicara que ésta, quien vivía sola, llevaba dos días sin acudir al trabajo ni atender sus llamadas, tras disfrutar del último fin de semana libre.
Se activo el protocolo para su localización, presentándose 3 agentes en su casa de alquiler, sita en la calle Tejero, 13. Tras llamar varias veces a la puerta y comprobar que las cerraduras del domicilio no habían sido forzadas, los guardias entrevistan a varios vecinos, que aseguran no haberla visto ni escuchado en los últimos días, salvo el viernes por la noche al regresar del trabajo. Los hechos se comunican al Juzgado de Instrucción número 2 de Zafra, llevándose a cabo por los guardias civiles, la entrada e inspección del inmueble, encontrándose el cuerpo sin vida de Luciana.
La casa se encontraba inmaculada, aunque la luz del salón y de la cocina estaban encendidas, al igual que la televisión, y su cartera y su teléfono móvil estaban allí, con una última conexión a las 01:55 horas de la madrugada del pasado sábado, solo que en el dormitorio, entre un revoltijo de ropa y sábanas se halló el cuerpo de Luciana, semi desnudo, boca abajo, las piernas en la cama, torso y cabeza colgando sobre un gran charco de sangre, por lo que hasta allí se desplazaron efectivos de las policías Científica y Judicial, que realizaron una precisa inspección del lugar de los hechos, que llegó a prolongarse por más de 12 horas.
Tras el estudio forense, éste arrojó como resultado que Luciana fue violada, encontrándose restos de semen en distintas zonas de su cuerpo y ropa interior. Luego fue apuñalada limpiamente hasta en 19 ocasiones en la espalda, nuca y cabeza. Hasta la fecha no se ha conseguido identificar al autor/autores de los hechos.”
En Los Santos de Maimona no se habló de otra cosa en varias semanas y hasta bien entrado el mes de julio, el propietario de la casa, Benito Arias, no tuvo permiso para volver a alquilarla, tras intentar en repetidas ocasiones acelerar el proceso, ya que alegaba haber perdido la dinero de la fianza de la fallecida, más tres meses de alquiler por tener la casa cerrada por orden del Juzgado.
Benito, propietario del estanco y un bar de la localidad, habló con Sole, la mujer de la limpieza de sus dos negocios, contratándola para que durante el fin de semana limpiara el lugar del crimen. El mediodía del viernes la mujer de Benito le dio instrucciones a Sole, así como las llaves de la casa, indicándole que el Juzgado le había dado permiso a su marido para que se deshiciese de todos los enseres de la fallecida, ya que no tenía familia conocida.
Al día siguiente, Sole desayunaba a las seis y media de la mañana viendo amanecer a través del ventanuco de su vivienda, mientras por uno de los cascos que llevaba introducido en la oreja día y noche, escuchaba las noticias. La radio tenía el poder de alejarla de su monótona vida y de su trabajo de limpiadora. Tenía 58 años, viuda, sin hijos, llevaba toda la vida en el pueblo, y se arrepentía de haber aceptado aquella limpieza tan desagradable, pero según estaban las cosas no podía permitirse ser escrupulosa.
Rompió las cintas de plástico con las que la Guardia Civil había precintado la casa y metió la llave de hierro en la cerradura de la vieja puerta de madera de la calle Tejero, 13. Al entrar se encontró con la cocina, recibiendo un abrumador hedor que casi le provoca el vómito aun llevando mascarilla, por lo que se colocó otra encima, dejando allí todos sus aparejos de limpieza: cubo, cepillos, fregona, bayetas, amoniaco, jabón de sosa, agua oxigenada, insecticida y bolsas de basura industriales, donde al finalizar debía depositar los enseres de la fallecida.
Mientras se colocaba los guantes de plástico, Sole empezó a examinar la casa. La cocina daba a un pequeño patio, que hacía sus veces de tendedero y lavadero. Desde la cocina tras una puerta, un pequeño pasillo; a la derecha el salón; a la izquierda el cuarto de baño y al fondo el dormitorio de Luciana, con la puerta también precintada. El suelo de la casa, de terrazo, estaba lleno de pisadas, algunas de color rojizo que entraban, salían y recorrían todas las estancias. Sobre los muebles y puertas, polvos blancos, negros, virutas, etc., fruto de la actividad de los investigadores del crimen:
– ¡Madre aquí me dan las tantas! ¡Y a ver cómo está el dormitorio! – pensó mientras lo desprecintaba y abría la puerta.
La habitación estaba a oscuras y encendió la luz, viniéndosele encima un hervidero de moscas, que ahora revoloteaban por toda la casa. A su izquierda el lateral de un armario de madera; en el centro de ese mismo lado una cama de matrimonio con dos mesitas de noche; de frente la ventana y a la derecha una cómoda con dos sillas. El colchón estaba desnudo y exhibía una gran mancha de sangre oscurecida del centro a la izquierda. Entre la cama y el armario, un gran charco de sangre seca, por algunas zonas pastosa, donde navegaban cientos de gusanos, algunos de color oscuro. Sole se santiguó.
Fue a la cocina, colocó una gran olla llena de agua en la lumbre, hasta que hirvió. Llenó el cubo de fregar con el agua haciendo borbotones y le añadió jabón de sosa, sin dejar de poner a hervir otra olla. Entró en la habitación y retiró con una fregona parte de la enorme cantidad de fluidos corporales desparramados por el suelo, fijándose en los cientos de gusanos que arrastraba. Tras varias pasadas, empezó a extender la limpieza del suelo por el resto de la vivienda. Algunas manchas no salían, por lo que acabó de rodillas, frotando con fuerza el suelo con un cepillo. Más de tres horas le llevó dejarlo impoluto.
Como pudo, arrastró el pesado colchón hasta el patio, advirtiendo como de él afloraban gusanos y pulgas:
– ¡Esto está para tirar! Ahí se queda – se dijo tirándolo con ganas contra la pared, para que inmediatamente un montón de moscas se posaran a inspeccionar sobre el mismo.
Retiró las cortinas y toda la ropa de casa, fumigando todas las estancias. Tras poner una lavadora con agua fría, jabón de sosa y amoníaco, le dio un par de mordiscos al bocadillo de su almuerzo, que vomitó seguidamente en la pila de la cocina.
Tras recomponerse ante un café, volvió al dormitorio con una bayeta previamente humedecida y jabón, hasta que se dio cuenta de que lo que limpiaba era tejido cerebral diseminado, tanto en la puerta del armario como por la mesita que había junto a él. Paró un momento, cerró los ojos, centrándose en la conversación telefónica que sonaba en la radio, en la que una anciana contaba lo contenta que estaba de estar otra vez en Benidorm, ya que pensaba que acabaría muerta, como sus amigos del Centro de Mayores.
Anochecía y Sole metía con cuidado en una bolsa la ropa de la difunta, en otra sus enseres, hasta que en el salón encontró algo que le resultaba familiar. Era un CD de Camarón de la Isla, con Paco de Lucía y Tomatito que casualmente su jefe adoraba, y sobre todo aquella canción “Como el agua”. Abrió la caja del CD, y el corazón le dio un vuelco al reconocer la letra y leer:
“Tu amor para mí no es fantasía, me duele el recuerdo cada día, soy de tu querer que me abandona, y me quería y me quería… siempre serás mía” Tuyo BAG.
Era la letra de su jefe, Benito Arias García, quien tenía a su madre ingresada en el Centro de Mayores del pueblo, lugar donde seguramente intimó con Luciana. Llevar la prueba a la Guardia Civil, le haría perder a Sole el empleo y quizás al tratarse de una persona tan influyente, le cerrarían las puertas para ocupar otro trabajo.
Al cerrar las bolsas, recordó como la mujer de su jefe le había dicho que tras limpiar dejara la basura en la casa, que ya se pasaría su marido con la furgoneta para tirarla. Quizás volviera y buscara el CD, percatándose del descubrimiento de su limpiadora. Por eso, no se lo pensó más, lo metió en la bolsa, le hizo un fuerte nudo, cerró la puerta, se guardó las llaves en el vestido, y volvió a centrarse en el sonido de la radio, alejándose de lo injusto que es este mundo.
FIN
LOLY MORENO BARNES
EL SECRETO DE LA PIEDRA POMEZ.
Cuenta una leyenda ( que por supuesto es fruto de la imaginación) y en mi sentir verdadera que:
En la época del BIG BANG nació la tierra, y muy pronto esa estrella en formación muy joven , como todas las adolescentes descubrió el amor y se volvió muy coqueta.
Estaba deslumbrada por el sol y su luz encantadora , quería imitar sus rayos brillantes con lenguas de fuego entre sus volcanes.
Toda la materia que emanaba de tales se desbordaban entre las montañas y se estremecían sus entrañas con terremotos imparables a modo de mariposas en el estómago.
Pronto se dio cuenta que no podía igualar el resplandor del sol .
La tristeza de joven enamorada cubrió su cara . Intentó limpiarla con los brazos de sus ríos ,con manos de manantiales y los cuencos de sus lagos.
Su piel tersa se cubrió de arenas de los desiertos, que intento quitarse de encima con las brisas marinas, dejándolas caer sin limpiar en las alfombras de las playas .
Sus pies de arboles centenarios, tropezaban entre hojas secas y nieve de los inviernos que llegaron .
Ella intentó levantar su ánimo y autoestima fabricando una primavera , pero sin lograrlo, su juventud e inexperiencia lo impidió.
Todos lo s esfuerzos de agradar al sol eran inútiles.
Limpiaba sus laderas de su fina figura y muy pronto una tormenta llenaba todo de barro .
Limpiaba los cristales de su cielo y pronto se cubrían de gases y nubes negras que surgían de sus volcanes.
¡ Todo intento era inútil!
Un día ,su corazón saltó en una explosión, por tanto amor no correspondido, desprendiéndose de su cuerpo como una bola de fuego gigante en forma de lava desde un volcán apasionado.
Una inmensa piedra pómez capaz de purificar y limpiar la tierra de malas energías.
Y llegó el tiempo en la historia de nuestro mundo, en que la naturaleza y los humanos no necesitaban limpiar porque nada era sucio. Todo mantenía su equilibrio, hasta que… ( esa es otra historia).
Desde entonces esa luna, limpia con su luz la tierra, a sabiendas que es su corazón. Purifica sus aguas con bríos de mareas y roba al sol su luz cuando llega la noche para convertirse en espejo de las almas.
JUAN JOSÉ SERRANO PICADIZO
«Limpias frescas y baratas, por el maestro barro, pero no friego»
Todos necesitamos una limpieza valgamelseñol. Una limpieza interior y exterior, pero con amor. ¡Coño ya!
Hay quien necesita una limpieza de rábano y quien necesita una limpieza en el higo. ¡Claro! Si no huele que alimenta.
¿Para que inventaron la bañera? Quitaros de la cabeza esas tonterías de baños relajantes. Los baños relajantes no limpian una mierda.
Para limpiar uno su interior, necesita abrirse, soltarlo todo y no dejar que los excrementos se l@ coman por dentro. ¡Gritarlo al viento!
Yo cuando estoy hasta la berenjena, salgo a mi terraza y gritó hasta quedarme vacío. Luego sale algún vecino herido con toda mi mierda o el que se ha dado por aludido. Ya llamé a la gestora para quejarme de esos vecinos insensibles, por un poco que les salpica se quejan.
¿Por donde iba que me he perdido? A vale, he soltado tanta mierda que he perdido el hilo.
El otro día limpié en mi casa, !Madre mía lo que me encontré! Perdí el día qué me casé un gnomo de esos que limpian las casas con su suerte. El caso, que llevo 5 años con mala suerte desde que el mamón se fue de mi casa.
Mirando detrás del armario que lleva 5 años sin limpiar, apareció una bola gigantesca de hilachos y pelusas. Creí que le había salido un tumor al armario, que lástima, menos mal que lo atendí a tiempo. Cuando me puse a desarmar la pelota de mierda acumulada en 5 años, apareció la cara del Gnomo con expresión de mala leche y con el dedo del medio de la mano derecha señalando al techo.
Lo llevé a una amiga bruja para practicarle una autopsia y me dijo que había que hacerle una limpia. ¿Cómo lo limpio? Tiene cojones el Gnomo.
Subí al santuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar – Jaén, como me recomendó mi vecina. Lo llevé frente a la Virgen, lo pasé por sus vestimentas, lo puse en sus labios, lo metí en agua bendita… ¡Para qué le hice caso a la vecina! Cuando lo saqué del agua bendita, se derretia como el alíen de la película terminator. ¡Valgamelseñol!
Le sople corriendo, pero eso seguía deshaciéndose.
Me miró endemoniado y me dijo — ¡Hijo puta…! Te voy a echar una maldición que no te la va a limpiar ni la Virgen.
Llevo 1 año sin dormir desde entonces, porque tengo un Gnomo cabron suelto por mi casa tirándome todo los trastos.
¡A ver quién es el gracioso qué limpia esto! Sin llamar a un cura, que solo buscan sacarte dinero.
OMAR ALBOR
Llueve
en Temperley
la cornisa del edificio
se moja.
Y cada lágrima
acompaña, cada
gota al caer.
Necesito caminar, sentir recuerdos que ya no están, mi ropa se moja y yo también, dicen que el agua sana las heridas del alma.
Es de noche camino sin rumbo, cada paso mueve una nueva idea que late y apaga la adrenalina.
Vuelvo a casa, estoy solo, me ducho y me acuesto y la soledad sabe bien.
Que busco.
A dónde iré mañana.
Sabrá Dios.
Que será esa nueva idea.
Cuando tenga tiempo
volveré a pensar.
El tiempo sigue y yo me detengo.
Llueve en Temperley.
La gota vuelve a caer y golpea el vidrio.
Sabe Dios.
Sabe un ángel.
Que no estoy solo.
Limpieza.
Del alma voraz.
RAKEL VALDEARENAS MATE
Rasco, rasco y el picor no se va,
Las heridas no se van a sanar,
Noto como saltan en mi cabeza,
Rasco, rasco y el picor no se va.
Me peino y salen unos bichitos,
Han hecho fuerte en mi cabeza,
¡Malditos piojos!
Rasco, rasco y el picor no se va.
Me lavo el pelo a ver si así se van,
Me vuelvo a pasar la peina,
Aún siguen ahí.
Rasco, rasco y el picor no se va.
Cansada de tanto rascar,
Cojo la maquinilla
Y me hago una escabechina,
Ahora se tendrán que buscar otro hogar.
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Ya he avisado que, de manera excepcional, mi punto de la semana va a Mr. Coronado: por maestramente finiquitar la serie de Mr. Monster y sus aventuras. Felicidades a todas las participaciones!
Mi voto es para: Patricia Barreiro, Albertina Galiano, Coronado y Neus
Mi voto es para: SERVANDO CLEMENS, por su relato «La maldita mancha». ¡Enhorabuena a todos!… leyéndoos aprendo.
Curro Blanco
Mi voto para Luisa Taborda por su originalidad
Tenía que ser el «señor de las palabras» Coronado. Buen final, me ha gustado mucho.
Voto a Manuel Sierra
Voto por Unsu Enc Sp
Adolfo García.
Curro
Mi voto Omar Albor.
Voto por el relato de Antolin.
Medio voto para dos relatos: Emiliano Heredia y Servando Clemens
Medio voto para dos relatos, el Emiliano Heredia y el de Servando Clemens
Mi voto para: Antolín Martínez Jiménez, Beatriz Ángel, Neus Sintes, Dil Darah. Me encanta leer a todos.
Mi voto es para:
Servando Clements
Voto a Emiliano Heredia,Neus Sintes y
Adolfo García
Antolín y su ZASCA.
Cambia este voto para la semana que viene. Estas son las votaciones de los relatos de la semana pasada, las de «LIMPIEZA»
Y muchas gracias
Voto a Alberto Medina y Beatriz Ángel
Mis votos:
CORONADO SMITH
PEDRO PARRINA
DIL DARAH
SERGIO SANTIAGO MONREAL
Mi voto: Albertina Galiano y Omar Albor
Loly Moreno, Luisa Taborda, Raquel López y Curro
Esta semana esta chungo elegir.
Voto para Emiliano Heredia, Conce Jara, Servando Clemens y Dil Darah.
Voto a Servando