Esta semana, en nuestro Grupo de Escritura Creativa de Facebook, proponíamos escribir relatos con el tema “delante de mis narices”. Estos son los textos recibidos. ¡Vota por tu favorito en comentarios antes del jueves 10 de septiembre! (Solo un voto por persona. Este voto se puede dividir en dos medios o cuatro cuartos).
POR FAVOR, SOLO VOTOS REALES, SOLO SE GANA EL RECONOCIMIENTO, CUANDO ES REAL.
* Todos los relatos son originales (responsabilidad del autor) y no han pasado procesos de corrección.
Los primeros amores de la adolescencia no se olvidan.
Eso dicen.
Ahora, en la terceraedad yo puedo afirmar que es cierto, pues delante de mis narices, escuche, decir a mi marido aquellas palabras dirigiéndose a otra mujer…
¿Tú tenías que haber sido la mujer de mi casa? Y, señalando con la mano una medida desde el suelo-añade, desde que heramos chicos… ! Supongo quiso decirle que de siempre la quiso, pero me lo llevé yo… ¡La vida da tantas vueltas!
Levanté la arena de la playa para mirar bajo el mar y empujé una gran montaña quedándome casi sin respirar.
Busqué en todos los rincones de una casa vacía, y en todos los escondrijos que de niña conocía. Busqué sin descanso y hecha pedazos, busqué en los caminos mirando hacia abajo. Busqué como loca y los años pasé, buscando y buscando sin entender.
Hoy que me encuentro postrada en la cama, a puertas del miedo porque estoy muriendo. Hoy que me encuentro llorando en silencio, miro hacia adelante y sin buscar la encuentro… Ahí, frente a mí, había estado siempre, siempre frente a mí.
Ahí estaba la condenada, mirándome y sin decir nada, tan solo miraba… La vida siempre, siempre frente a mí, ella me esperaba.
¡Cuánto tiempo! Tenías entonces 17 años. Terminaba el curso y el instituto organizó el intercambio habitual con una ciudad francesa. Te apuntaste y tus padres te permitieron participar en la excursión de malísima gana. Francia debía caer más o menos en el fin del mundo.
No éramos novios, pero nos besábamos a hurtadillas, y en los veinte días de estancia nos escribíamos a diario. No había móviles. Todavía guardo alguna carta de atrevidas confidencias, copiadas, creo, de los hábitos franceses. Deseabas volver, pero no te hubiera importado permanecer más tiempo.
—Si no fuera por ti, porque te quiero, me las arreglaría—. Me escribiste.
El día de vuelta yo te estaba esperando. Me sonreíste detrás de la luna del autobús y me enviaste un beso. También tus padres, a los que conocía, estaban allí.
Nada más poner los pies en el suelo, te lanzaste a mis brazos y nos besamos. Tú con mucha más vehemencia. Luego acudiste a abrazar a tus padres. ¡Con qué ojos me miraron! Sobre todo tu padre que era militar, y de qué buena gana habría echado mano a la pistola. Luego comentó con tu madre bien alto para que yo lo escuchara.
—¡Se dice bien! Ella tranquilamente en sus brazos y nosotros aquí como dos pasmarotes. ¡La cosa tiene bemoles!
Ahí estaba, delante de mis narices… Mirándome con ojillos vivos. Orejas como estiletes, rabito como pompón y sus dientes laaargos y presentes. Blanquitos y relucientes. Pero yo era incapaz de atacar, tan bonito me parecía «¡Costita bonita!»
-¿¡Ves como este perro es inútil para cazar, Manuel!?
NEUS SINTES
Me encontraba en el Hotel en el cual me habían dicho que se realizaría la reunión. Según los datos que me dieron se trataba de un agente Francés, bastante importante llamado Adrien, cuyas reuniones las solía hacer en el Hotel que frecuentaba conocido como: “Le Gardien Noir”.
Era una de mis primeras reuniones en el extranjero. Además había tenido que viajar sola porque mi compañero de trabajo se había puesto enfermo, Apenas llevaba como único acompañante un bolso-mochila, no necesitaba más para un día.
Me encaminé al vestíbulo donde me atendieron con unos modales exquisitos y muy sofisticados. En Francés me indicaron que el Señor Adrien me esperaba en la habitación 666.
Sostuve la tarjeta de entrada y les dí las gracias. Mientras notaba que el ascensor ascendía hasta el sexto, un escalofrío recorrió mi cuerpo sin saber porqué…la curiosidad me embargaba. El ascensor paró en seco entreabriendo las puertas de par en par, y mis pies empezaron a andar por el pasillo mientras rebuscaba el número indicado.
Mientras andaba, me percaté de la elegancia y de la sofisticada estancia en la que me encontraba, recordando que nunca había posado los pies en un Hotel de tan alta categoría. Por primera vez en años tenia la posibilidad de poder gozar de una experiencia cómo la que estaba recurriendo. El viajar a un país extranjero, desconocido por mí y adentrarme en una reunión con un privilegiado e importante cliente en el que intuí en la recepción que lo conocían de ser uno de los clientes más frecuentados.
Dejé mis pensamientos a un lado para poder gozar y tocara de esas paredes doradas que parecían de otro mundo. Anduve por el largo y estrecho pasillo, percibiendo el tacto suave de la alfombra hasta que llegué al final del pasillo donde una última puerta parecía esperar mi llegada. indicaba el número de habitación que me habían dado en recepción.
La puerta era de color dorada, reluciente a la vista de cualquiera. Con una placa en la que aparecía el nombre de Adrien, Le Gardien. No entendí el significado pero supuse que eran sus apellidos pero reconocí la puerta por su Nombre, era evidente.
Levanté los nudillos de la mano para avisar de mi presencia cuando la puerta se entreabrió sola. Dando lugar a que entrara. De nuevo un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mi mente se paralizó por segundo cuando una voz melodiosa y agradable susurró desde dentro mi nombre, dejándome paso a que entrará.
-Bienvenue Miss, Dunia – dejándome entrar en la habitación.
Había aprendido algunas palabras en francés y me guié por mi intuición, mientras entraba en la amplia habitación con apenas mobiliario más que el suficiente para dar amplitud a la estancia en la que me encontraba. De entre las sombras, un apuesto caballero de dulce mirada celeste y cabellos dorados como los de un ángel me dio la bienvenida, dejándome aturdida.
Vestía un traje negro, que le daba una elegancia varonil que dejaría embelesada a cualquier mujer que se le acercara, incluida a mi. Me miró con una amplia sonrisa de finos labios, haciéndome pasar al vestíbulo principal.
-Belle Demoisselle – Me alagó, haciendo sonrojar. – Mientras me sostenía una de mis manos y me la besaba a modo de saludo.
-Enchantée – Encantada dije en mi escaso francés.
No solo era un hombre encantador, sino también muy educado, demasiado incluso. No sé si fue aquello que me cautivó, pero había venido a hablar de negocios, no era un viaje de placer. Con elegancia se desprendió de mi chaqueta que sopesaba encima de mis hombros, dejando entrever mis hombros al descubierto.
En un perchero cercano al recibidor dejo mi chaqueta y mi bolso-mochila. Me acercó una silla y empezamos a hablar del asunto en cuestión… – Después de una hora reflexionando sobre el temas decidimos tomar un descanso.
Cansada del viaje y de haber dado vueltas al tema del trabajo, sin darme cuenta apoyé la cabeza en el respaldo del sillón dejando entrever a la vista de Adrian un cuello largo a sus ojos y boca sedienta de sed.
Lentamente, sin hacer ruido alguno se acercó a mi. Con sus largos dedos me acarició el rostro, hipnotizada a sus encantos. Llevaba unos leguiss negros junto a una camisa blanca veraniega. Sus ojos no dejaban de mirarme. Hipnotizada a su encanto no pude articular palabra cuando sus finos labios, saborearon lentamente y con placer mi cuello que sobresalía de mis hombros al descubierto.
Al oído me susurro como un cántico celestial unas palabras que me sobresaltaron aunque apenas tenia fuerzas para huir de él, presa de la atracción que me atraía.
-Je te donnereai l’inmortalité, mon amor. – Te daré la inmortalidad, Amor mío. – susurró mientras de sus comisuras sobresalían dos colmillos, que me transformaron en su vampiresa.
Pasó un tiempo después de mi transformación y aunque aún me encontraba sedienta de sed. Adrien no dejó de alimentarme y de enseñarme cuanto debía saber. Se convirtió en mi mentor, en mi amante y compañero para toda la eternidad.
Aunque no había esperado esta transformación, en el mundo de los mortales no me esperaba nadie, más que una casa vacía y el eco de las paredes. Tal vez, y digo tal vez el viaje a Francia y conocer a Adrien fuera lo mejor que me hubiera sucedido.
SERGIO SANTIAGO MONREAL
Delante de mis narices surcaban nuestras almas el cauce de agua dulce.
Delante de mis narices en el náufrago anhelo de tus cálidos labios anexionandose con mi ser…abrazando nuestro querer hasta estremecer nuestros prisioneros cuerpos prestos al placer.
Delante de mis narices mi alma susurra palabras de amor.
Delante de mis narices me dices «te quiero» al oído embriagando mi dulce existir deseoso de a tu lado vivir.
Delante de mis narices se me escapa un suspiro estremeciendo mi corazón.
Delante de mis narices saboreo tu cálido cuerpo con caricias sensuales alumbrando campanas nupciales.
Delante de mis narices me arrodillo y sigiloso saco una caja que tiene un anillo para ponerlo en tu dedo.
Delante de mis narices me dices que «si quieres» casarte conmigo.
Delante de mis narices fuimos, somos y seremos felices.
Delante de mis narices.
ALEJANDRO LANDERS
No es nada fácil ser un bebé de dos años. Ya puedo caminar, pero para recorrer largas distancias tengo que agarrarme de la mano de mi mami. También dependo de ella para ir al parque y jugar en el cubo de arena. Me encanta la arena. Meto mis manitas al fondo y salen cubiertas de esa tierra que se desprende fácilmente de mis manos. Tengo unas ganas bárbaras de meterme la arena a mi boca, pero cuando lo intento, mi madre o grita o me da un lapo en la mano que me duele mucho y lloro o me saca del cubo y me sienta en el pasto. Por eso envidio a Rebeca cuando llega al cubo y se sienta delante de mí. Mientras su madre cotorrea como un loro, Rebeca se mete las manos llenas de arena en la boca, delante de mis narices y entrecierra los ojos paladeando cada lamida que le da a sus manos. Luego de una ausencia de dos semanas, Rebeca vuelve al cubo, pero ya no se come la arena. ¿Qué pasó Rebeca?, pregunto con mis ojos. Ella mueve la cabeza diciendo no y se agarra la pancita con las dos manos. Algún día probaré la arena del cubo. Aunque me duela la pancita.
MACARENA REAL PINTO
Pensabas qué no lo vería? Pensabas qué podrías pasar?
Bella la vida con sus altos y bajos,bella la vida con lo qué te toque según me decían…
La vida es bella y entre alegrías y penas ves la realidad, quizás tarde o temprano pero que es? simplemente son etapas que vivimos,nunca pienses que es un error,hay qué vivirlas…es tú vida.
Delante de la vida…estás tú.
ARIEL PACTON
alta montaña
río Hua Hum
agujero en el techo
va manso hacia el océano pacífico
sedal itinerante en mano
pesca al toque
orbe, infierno y flores
un perro con cara de que escucha
pájaros de compañeros
aparece un gato enamorado
caen dos hojas y corre el viento
un souvenir, el ala de una mariposa
mundo de rocío
iris de colores vistos en sueños
puente flotante
delante de mis narices
salta una trucha
desde el fondo del río
CURRO BLANCO
El banco.
No.No soy el banco que ustedes piensan,esos que hay que rescatar cuando estan en crisis y luego si te he visto no me acuerdo; siguen cobrando comisiones por todo,imponiendo clausulas abusivas e intereses desorbitados.No.Soy un banco de piedra,de los antiguoa.Fui construido a conciecia,a base de piedra de pizarra con incustraciones de caliza.Dicen que soy muy bonito.Junto con.cinco bancos más nos hicieron e instalaron los primeros en el parque de la ciudad,en la calle de Las Rosas,la mas céntrica y concurrida.Mas tarde,instalaron muchos más,pero de esos de hierro forjado que a mi,particularmente,no me gustan y,por lo que dicen los usuarios cuando descansan sus posaderas en mi lomo,tampoco es santo de su devoción.(Donde va a parar un banco con todo el lomo compacto,cerrado,que los otros,con el lomo al aire,fraccionado y esqueléticos.Yo recojo las posaderas del usuario unifòrmemente,sin dejar al aire ni un centímetro de carne o hueso,dependiendo del usuario).Soy un banco feliz,me gusta mi existencia de banco de parque.Aunque no lo creáis,tiene muchos alicientes: ofrezco mi lomo para el descanso,para el poeta que necesita inspiración,para el que espera,el que no espera más,para el que se va y el que llega,para el amor,el desamor,para el mirón y para el que no ve…..¡¡Cuanto vi pasar¡¡¡Aunque tengo que decir,que el encanto bucólico que tenia el parque cuando yo era pequeño a disminuido mucho; las botellonas,el ruido de los coches y la cada vez mas menguada población de las aves han hecho de las suyas.
Claro que nada es perfecto.
Y ya que estoy,aprovecho por si me lee algún señor responsable de Parques y Jardines.Y es que aunque sea de piedra también tengo mi «Tierrecita…».Y lo digo por que hay cosas que se podian mejorar con muy poco y nos harian la existencia más facil.
Mire usted,el Viernes pasado no,el otro tampoco,el otro,sentaron sus posaderas en mi lomo una pareja ya cincuentona.Al parecer,según pude oir- los oidos los tengo muy bien colocados,en su sitio,otra cosa son las narices,que nos la dejaron demasiado centradas en el lomo y expuestas a las posaderas de los usuarios,que es a lo que voy-, venian de celebrar su aniversario.Almorzaron en un Kebab y merendaron en la confitería Ntra.Señora de los Angeles.Serian las 4 y 44 de la tarde.Hacía mucha calor.Claro,cuando todo lo ingerido en la celebración dijo aquí estoy,mire usted,me ofreciieron un concierto de lo mas variopinto,y todo delante de mis narices.Y digo yo,que si es posible hacernos una pequeña remodelación y situar las narices más a los extremos del lomo?
Por lo demás,bien.Gracias.
Necesitaba desahogar.Además los bancos no tenemos código deontológico….
BEA ARTEENCUERO
Una tarde de tantas..me siento en el tronco de un viejo árbol.. cuyas raíces salen en distintas direcciones..
Miro sin ver..lo que me rodea. Simplemente cierro los ojos..para sumergirme en mis pensamientos mientras siento la caricia del sol en mi rostro..una cálida sensación me invade..recuerdo el calor de un abrazo ..la caricia de una mirada y viajo en el tiempo..
De pronto debajo de mi mano (la cuál está apoyada en una de las reices)siento una fuerza empujando mi mano hacia arriba..
Grande es mi sorpresa cuando veo salí un retoño del rugoso tronco…y no es el único.. ahí otro y otro..creo que no daba más hijos…
Las raíces están dando pedacitos de vida en cada retoño..
Al lado un rosal..en el cual un pimpollo esta habriendo sus petalosen una hermosa Rosa blanca..
Sigo observando..Un hornero construye su casa…una mariposa jugando entre las hojas de un jazmín.. un colibrí besando sus flores..
Una hormiga cargada de pequeñas partículas de hojas..
Me pregunto.es acaso que todo giraba a mi alrededor y yo inerte?
Sin prestar atención a las pequeñas grandes cosas….que forman la vida día a día..
Me doy cuenta que el verde del pasto es más brillante que hayer..
Que maravillosa sensación al sentir que estoy vivo..que no sólo tengo retazos de recuerdos que habitan en mi corazón y siguen en mi mente..
Descubro mil cosas insignificantes …removiendo que antes no observaba..
Que mezquino que fui..
La naturaleza me muestra que cada día se reconstruye ..
Me lebanto del viejo tronco..mientras pienso y todo esto…
DELANTE DE MIS NARICES!!!
Bendita naturaleza que habría mis ojos
Nuevamente al mundo..viendo que la vida sigue!!!
JARA JARA
Amenazas
El creía que yo era como las demás mujeres que se había encontrado a lo largo de su vida, ¡pobre iluso maravilloso!….
Yo intentaba que se dejase llevar y que no se resistiese por que era una tontería demorar por más tiempo el hecho que iba a acontecer.
¡Ay! …estaba tan bueno, me ponía tan tremendamente cachonda que como les digo era solo cuestión de tiempo. Durante semanas el amenazaba con que si nos entregabamos a la lujuria sería el fin de nuestra amistad, y yo como soy una señorita por fuera ponia carita de niña buena….pero por dentro me decia…¿quién cojones quieres ser tu amiga? Yo solo quería recorrer con mi lengua hasta el último trozo de piel que me dejara mi propia boca, así que en nombre de mí misma , me dirijí a su casa llamé al timbre y cuando abrió la puerta…antes de que fuese capaz de reaccionar, me desnudé lo lleve a su sofá y subiendome a horcajadas encima de esa parte suya, que en ese momento había descubierto que ella ya tampoco quería ser mi amiga … Y le dije por fin te tengo justo donde tenías que estar, dentro de mi cuerpo y delante de mis narices .
RAQUEL LÓPEZ
.. No, no creas que esto pueda ser el relato más maravilloso.
Después de ir tropezando por la vida y adquiriendo cosas que yo consideraba valiosas, comprendí, que lo más valioso e importante, no es lo que tenemos, sino a quien tenemos.
Que el dinero lo puede comprar todo, menos la felicidad.
Que una cara bonita, no vale más, que un corazón grande.
Que quien no valora a alguien, lamenta haberlo perdido.
Que vale la pena una sonrisa y un gesto amable que un desaire.
Que no puedes huir siempre buscando algo que ni siquiera sabes si encontrarás.
Qué si quieres ser feliz, no hace falta buscarlo fuera, porque la felicidad está dentro de ti y de las personas que te rodean.
Ahí lo tienes… Delante de tus narices.Cosas maravillosas que jamás paraste a pensar ni valorarlas y que sin salir de casa, las tenías…
CONSUELO PÉREZ GÓMEZ
Si te dan con la puerta en las narices, entra por la ventana…siempre hay una entrada o salida alternativas…a veces están tan encima de tus napias que por su emplazamiento no las divisas …
—¿Qué buscas?
—La piedra filosofal que me haga traspasar puertas sin necesidad de llaves…
—¡Vale! ¡Un diez por la estética de tus metáforas! siempre atinadas, sutiles, irónicas, mordaces…pero ahora ¿me explicas qué es lo que buscas?
—Ya te lo he dicho, la piedra filosofal…
—Pues nada, qué tengas suerte y la encuentres pronto a ver si así te pones de una puta vez con lo que importa…
Él no se daba por vencido; llevaba siglos, reencarnación tras reencarnación en el empeño. Lo que no adivinaba era la imposibilidad de encontrar por rincones, caminos y recovecos, aquello que llevaba encima de sí. Ligera pero rotunda, escondida, pero presente entre carrillos, dormía despierta la piedra sabia.
—¡Tiene narices la cosa! Así sin más ni menos que delante de mi apéndice nasal. Sin pudor, sin vergüenza, irrazonablemente…¿Cómo has podido?
—Todo el tiempo he estado delante de tus narices y no has querido verlo.
—Estás sangrando por la nariz.
Un hilillo rojo apenas perceptible surgió de uno de los orificios nasales. Comenzó a deslizarse hasta la barbilla, detenido, como sin atreverse a saltar de aquel promontorio hacia la vertiente del cuello. Envidioso, el vecino de la trompa no quiso ser menos y, ofreció también su caudal carmesí. Poco a poco la frecuencia aumentó yendo a parar ambos ríos hasta la entrada del ombligo, para seguir su cauce por los muslos hacia los dedos de los pies.
En un intento por alcanzar el botiquín de primeros auxilios, con la vista medio nublada a causa de la hemorragia se tragó la puerta que comunicaba con el cuarto de curas.
—Ni el tiempo ni el espacio conspiran contra los sentires. Son estos los que no te dejan ver que lo que dices querer y no tener, está formando parte de ti. ¡Encima de tus narices! Puede que sean estas las causantes de tu ceguera. En tu otoño reconocerás el frágil secreto de la piedra que te acompañó durante el estío.
Tan importante es cerrar una puerta al entrar como al salir.
LOLY MORENO BARNES
Podría contar miles de historias, que pasan a nuestro alrededor sin que nadie se percate de que estamos presente .¡Como seres insensibles e invisibles!
Recuerdo, cuando a traición, un amigo me arrebató un posible puesto de trabajo, cuando fui yo quien le comentó la vacante.
O cuando en mi juventud mi exnovio hacia manitas y ojitos con mis ( amigas) . Cuando en las fiestas familiares alguien me ponía verde hablando a mis espaldas cuando en realidad lo carcomía la envidia.
Por suerte siempre me preocupó muy poco lo que de mí se opinaba y más el respeto y el crecimiento personal .
Yo a la mía, con el lema “ has bien y no mires a quien” y mirando más mi interior que lo que tenía “delante de mis narices “
Esto , hasta hace poco, cuando todo cambió y nada volverá a ser lo que era .
¡El enemigo no se ve!
¡El miedo flota en el aire!
¡La economía mundial se desploma!
¡La gente ya no se abraza!
¡No se acude al médico por enfermedades comunes!
Y…
…lo único que tenemos delante de las narices es:
¡UNA MASCARILLA!
EMILIANO HEREDIA JURADO
MIC MIC
¡Tachin, tachin!, ¡Tarariiii!, ¡Tarariiii!
-¡Muy buenas noches!-un presentador, de un programa de una cadena privada, aparece ante los telespectadores, bien vestido, con pantalón Docker beis, cinturón marrón a juego, jersey cuello de cisne, blanco crudo, botas chiruca, bien peinado su pelo negro, con raya al lado derecho, cara oval con sonrisa perlada-¡Bien venidos a una edición más de «enemigos íntimos», que, como bien saben ustedes, cada Sábado por la noche, entrevistamos a una pareja que, han sido enemigos durante una gran parte de su vida y, que por afortunadas situaciones, terminan forjando una gran amistad.
Como ustedes ya saben, las reglas del programa son muy sencillas. En la pantalla grande que está dispuesta enfrente del público, van a aparecer dos siluetas sombreadas, que corresponden con nuestros dos invitados, y por supuesto, distorsionaremos su voz.
A medida que avance la entrevista, el público, irá anotando en la libreta que le hemos dado a cada uno de nuestros espectadores, todos aquellos aspectos que ellos crean para averiguar la identidad secreta de nuestros invitados. Cuando queden cinco minutos para finalizar la entrevista, en la pantalla, sobreimpresionado en la esquina superior derecha, saldrá un reloj como el que ahora están viendo, gracias compañeros.
Cuando aparezca el reloj, anotarán en la última hoja de la libreta, de color azul, el número que se les ha asignado de asiento y, muy importante, repito, muy importante, el nombre de nuestros dos invitados.
Nuestras simpatiquisimas azafatas, Inma e Irene, recogerán las hojas azules, dobladas en dos veces y, a continuación, introduciremos todas esas hojitas azules en este bombo que tenemos aquí preparado, y sacaremos un papel. Si el afortunado o afortunada aciertan la identidad de nuestros invitados, recibirán el premio en metálico del día que como bien saben ustedes, asciende a cinco mil euros cada fin de semana. Si al primer intento, no es exacta la respuesta, se harán dos nuevos intentos. Todo ello, reflejado por el ilustre notario Don Jaime Palacios, del ilustre colegio de Abogados de Madrid, buenas noches, Don Jaime
¿Y que ocurre cuando no hay ningún acierto?.
Muy fácil, se suman los cinco mil euros a los cinco mí euros del Sábado siguiente.
¡Y atención!, que el bote asciende a…..¡Veinte mil euros!, Que sumados a los cinco mil euros de hoy…¡Asciende el bote a la cantidad de veinticinco mil euros!-aplausos- y ya, recibamos sin más dilación a nuestros dos invitados de hoy -aplausos- que ya aparecen en la pantalla.
Invitado A: buenas noches.
Invitado B: buenas noches.
-Buenas noches a los dos y bienvenidos a éste programa en el que, nos contarán aspectos de su vida y espero que, todos, pasemos una velada estupenda. Sin más preámbulos, pasemos a la primera pregunta:
¿Cuando fue su primer encuentro o, mejor dicho, su primer desencuentro?. Adelante por favor.
-A: pues vera, corría más o menos, la mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado…
-Atencion, señores telespectadores, tanto aquí en el plató, como ustedes en sus casas, pueden ir anotando la primera pista de la identidad de nuestros invitados. Se conocieron allá en la década de los años cincuenta del siglo pasado. Adelante, siga, por favor.
-A: pues bien, yo tenía fama reconocida en toda la comarca de ser un gran cazador. Pues era bien sabido que, toda mi familia, en generaciones, habían sido grandes cazadores.
A mí, nada se me resistía, ora un conejo, ora un ciervo…nada
-B: nada… hasta que aparecí yo, ¿eh?
-A: pues sí, tenía delante de mis narices, un hermoso ciervo a tiro, un ejemplar de unos quinientos puntos no crea, pero fue verle a el y, no sé cómo explicarle, su figura, su porte, su energía, fue un flechazo, como el del capitán Acab y Moby Dyck.
Desde ese momento, supe que no tendría paz en mi vida hasta que no le diera caza
-Invitado B, ¿Usted, sintió lo mismo por él?
-B: bueno, que quiere que le diga, lo primero que pensé es, qué hacía una piltrafa como aquella, en medio del entorno tan hostil como en el que me encontraba. Tan delgaducho, esmirriado…no sé, y con aquella enorme escopeta que era más grande que el. Tuve conciencia de, que a pesar de la pobre impresión inicial que tuve de el al principio, era peligroso. Un enorme fogonazo seguido de un silbido, la bala que me rozó, me hizo correr ….
-A:¡Y no vea cómo corría!,¡Jamás en la vida vi a nadie correr así!
-B:¡Como me iba a dejar atrapar así como así!.
-A: los siguientes años, fueron horribles. Tuve que ir a un psicólogo y todo. Intentaba dormir, allí estaba enfrente de mis narices, haciéndome burla sacándome la lengua, y salir como un cohete, cuando iba a comer, ¡A todas horas hacía lo mismo!, se ponía enfrente de mí, me hacía burla y se iba!.
-B: pero para mí era gracioso…
-A:¡Pero por tu culpa tengo extreñimiento crónico!, usted disculpe, ¡Pero hasta cuando cagaba, ¡se ponía delante!, y oiga, me cortaba.
Cada vez que iba a cagar, tenía el temor de que se presentase y claro, cagaba poco y mal.
-B: lo siento, no sé porqué me dió por ahí, eran neuras que me daban…
-A:como eran los años del movimiento hippie, me fumaba unos canutos de marihuana para quitarme los nervios y el extress, porque éste, aunque siempre lo haya negado, se ponía de algo, porque no era normal que teniendo ya casi los cuarenta, como yo, corría más que cuando lo conocí diez años antes.
-Amigos telespectadores, otro dato interesante: en los años sesenta, nuestros amigos, tenían casi los cuarenta años. Vayan apuntando en sus libretas ..y en sus casas.
-B: bueno, he de reconocer, que si, que en aquellos años me ponía de LSD hasta las trancas. Estaba metido en la panda de Charles Manson, pero los dejé porque me daban mal rollo. Pero me molaban los trastos que utilizabas para cazarme…¿de que marca era?, ahora no me acuerdo bien.
-A:ACME, marca ACME. Como mi hermano trabajaba allí, me enchufó como probador de los productos que fabricaban. Si conseguía atraparle con uno de sus inventos, me darían una pasta, pero me acabaron echando porque nunca le di caza, y la empresa acabó cerrando por la mala publicidad que les daba…
-B:es que algunos de los inventos eran más inútiles que un dvd sin televisor. Patines con cohetes, un gran cohete en la espalda, dinamita ACME, en fin, que me ponía delante de tus narices y por mucho que hicieras y por mucho que usaras nunca me atrapabas.
-A:ya, eso es verdad. Llegaron los setenta, y los años ya pesaban. Y no digas que no, que ya más de una vez estuve apunto de atraparte, ¿O no?
-Hagamos un inciso para que nuestros televidentes y nuestro público acaben de recabar éstos últimos datos…¿Ya?, perfecto.
Invitado A:¿No se le ocurrió nunca, abandonar tan infructuosa caza?.
-A:pues, como ya le he dicho al principio de la entrevista, la caza de aquí mi compañero, se convirtió en el sumum de mi vida. La pieza de caza de más valor, la más preciada. Y un día lo cacè, allá al principio de los Ochenta.
-¡No me diga!, ¿Y como fue?.
-B: si no te importa A, respondo yo. Yo andaba algo corto de vista y menos ágil que antaño.A, como otras veces, me pintó un túnel en la pared de una montaña, para que me estampara contra la pared rocosa. Pero yo siempre, pasaba el túnel y el, al asomarse a ver qué había pasado, le atropellaba un tren, un camión, un coche… pero como veía algo borroso, me estampè. Y al recobrar el conocimiento perdido, me vi atado a un poste, y a éste preparando un bandejón de patatas para asarme delante de mis narices.
-¿Y que pasó?
-A: que vino un tipo que se llamaba….a ver cómo se llamaba…¡Ah sí!, Felix Rodríguez de la Fuente, un naturalista, de España creo, que delante de mis narices, le desata, le mide, le pesa, le anilla…¡Y le suelta!. Cogieron todo el equipo de grabación y se fueron. Ese día me quise suicidar con una botella de Whisky y una caja de aspirinas.
-Terribles declaraciones amigos…
-A:fueron unos años confusos. El, ya no me perseguía, se tiraba todo el día metido en casa. Yo, en éstos años noventa,. tuve algún que otro atropello. La carretera se volvió muy peligrosa, por culpa de unos niñatos que iban a no se que ruta del bacalao. Sus coches eran más rápidos que yo. Una nochevieja, la del año 2000, me fui a casa de A. Hacía casi diez años que no nos veríamos. Le encontré en un estado deplorable. Sucio. Con una enorme barba blanca, ojeroso, sentado en el sillón jugando a una cosa que se llamaba Nintendo o algo así.
Nos miramos. Y nos abrazamos.
Se duchó, mientras fui a comprar la cena de Nochevieja. Como ya no tenía dientes. Compré para hacer una rica crema de calabaza. Patés, cosas blanditas. Fue el cambio de siglo y el cambio de nuestras vidas.
-A:me di cuenta que, habíamos perdido nuestras vidas persiguiendonos mutuamente para nada. Perdí un enemigo pero gané un gran amigo.
-¡Qué bonito señores!, un fuerte aplauso para nuestros invitados-aplausos-
B: ahora, vivimos juntos desde aquella nochevieja. Le pagué una dentadura nueva, y puede comer de vez en cuando filetes tiernos de ternera.
-Bueno, estimado público y estimados tele espectadores, hasta aquí la entrevista de hoy, como ven, en la pantalla ha aparecido el reloj y nuestras simpatiquisimas azafatas Inma e Irene recogerán las hojas azules, de las libretas. Tras cinco minutos de consejos publicitarios, desvelaremos la identidad de nuestros invitados, y el nombre del o de la acertante. Ustedes, ¿Lo saben ya?
ZOE EMM TEXIS
Míranos aquí, míranos ahora .
¡Tu, yo!
viéndonos a los ojos nuevamente.
¡Ojitos hermosos!
Ojitos que irradian destellos brillantes.
Mira esa sonrisa prolongada…
Esas mejillas que parecen bombones gigantes…
¡Qué locura!
Apenas me creo llegar a este momento.
Sentía incertidumbre el camuflaje transformado en miedo.
Sabes, jamás mentiría…
Sentí en mi interior todo un verdadero y auténtico revuelo.
Esta oportunidad de volverte a ver…
De volverte a conocer, pone la vida delante de mis narices que lo que fue, siempre será…
Qué los años solo me hicieron reeafimar cuál es verdadero camino en mi verdad.
Qué… ¡tú y yo!
¡Aquí!, en este momento somos entre muchos otros, solo un rayito de amor incondicional.
Cuando tenga algo más de tiempo y esté mejor mental y físicamente, arreglaré los relatos que llevo escritos rápidos, a última hora y a lo loco, tengo la vaca detrás para todo.
«Delante de mis narices»
Entre risas seguí bebiendo de mi botella, me sacudí el polvo y caminé rumbo a casa. Me quitaba la ropa para irme a dormir, pero me seguía atormentando lo ocurrido. Apenas podía pegar ojo, soñaba una y otra vez con el chico que arrojé al río.
Sonó el despertador a las diez, me levanté con dolor de cabeza. Prendí el televisor, para ver si decían algo sobre algún desaparecido. Hechada la tarde aún no habían dicho nada, llegué a pensar que no tendría familia. Mi mente inquieta no paraba de decirme «El héroe del pueblo» acompañada de una sádica sonrisa. Tenía que hacer algo con esa escoria deshacerme de todos.
Había leído los mejores relatos y documentales sobre los mejores asesinos en serie. Con un placer satisfactorio por mi primera víctima, festejaba la siguiente. «¿ A quién mataremos hoy ?» Me preguntaba una y otra vez.
Me coloqué mi chaqueta y de nuevo salí a la calle. «Esta noche iré a un Pub» pensaba mientras caminaba.
Llegué a la entrada donde encontré a dos matones vestidos de negro, eran los de seguridad. Estuve como una hora solo, el local estaba vacío. Aburrido pagué mis copas despidiéndome de una joven camarera. Cuando salía por la puerta dos «Niñatos» me golpearon en el hombro – ¡Oye que pasa, es que no miras por donde vas, payaso! – me rodeaba buscando pelea. En ese momento los de seguridad me sacaron fuera.
Buscaba otro pub por el lugar, cuando de repente me surgió la idea de esperar a los dos individuos con los que no quedé muy contento. Esperé cerca, entre un callejón a la espera de que salieran o pasaran por allí. Habían pasado quince minutos, cuando delante de mis narices, otro drogadicto, me recordó al pobre desgraciado del río.
– Ee… primo… ¿Tienes fuego? – Me preguntó.
– ¡Qué pasa, que todos los drogatas de esta ciudad perdéis los mecheros de lo ciegos que estáis! Me das pena Muahahaha – Le contesté con la satisfacción de haber encontrado a mi segunda víctima.
Saqué mi mechero metálico del Barça (Regaló de cumpleaños por mi querido hermano) con un falso movimiento, le estampé el escudo en la sienes. Por el golpe cayó directamente al suelo. Lo agarré fuertemente del pelo repitiendo varios golpes con su cara en el bordillo, no pare de darle hasta notar que ya no tenía pulso. Lo llevé arrastrado junto a un contenedor de basura y lo heche dentro de él. Agarré varios botes de gas y líquidos inflamables de los reciclables, lo impregne por todo el cuerpo y pegué fuego a todo.
– ¡Sayonara Baby! muahahaha… al final me hacen un monumento a mi nombre – decía mientras encendía otro cigarrillo.
– Ponga las manos sobre la cabeza que le voy a tomar medidas – Me respondió un agente de policía.
DAVID DURA
Tengo un espejo disléxico en el cuarto de baño , no me había dado cuenta hasta hoy que he intentado quitarme un pelo de la nariz con las pinzas de sacar espinas al salmón.
El reflejo va por libre .
Si enfoco a la izquierda se va a la derecha , vampirismo político.
Y cuando casi lo tenía , pinchazo en el ojo, temo coger salmonerosis.
Si lo veo todo rosa seré un hombre moderno , quién soy yo para decir qué color es el apropiado?.
Suerte de tener un mechero en momentos como éste para sacar mi lado pirómano , vamos , que me he quedado sin cejas.
Y ése ruido ?. Otra vez los albañiles con el pica pica , voy a decirles algo.
Guapetones! , no son horas de perturbar mis tareas del hogar!.
Y los cabrones me denuncian por decir piropos.
Lo peor de todo es el pelo pegado en el espejo que cuando muevo la cabeza aparece por todo mi rostro.
Volveré a ser mono?
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