Una autopsia sin cadáver

Soy una autopsia sin cadáver. Soy la resurrección constante. El amor nos hiere de muerte. Y como pájaros heridos, volamos hacia nuevos destinos. Este es mi duelo sobre él Y espero que este libro sea el duelo también de quien lo lea.
Lector, cierra los ojos cuando estés en una autovía y escucharás las olas del mar. Cuando estés y te sientas solo. Cuando te sientas solo y estés solo, abre este libro en una autovía. Léelo. (Quien dice autovía, dice cama). Y de tanto en tanto, cierra los ojos para escuchar el mar de tu pena. Y allí, allí justamente a tu lado, estaré yo contigo. Abrazándonos para soportar el maremoto que nos arrastra en la noche. Y allí, entre ola y ola, viajaré contigo para sanar la cicatriz infinita de su partida.
Prepara el bisturí y abrámonos a la noche.