No te vayas, tiempo

Me hablas desde el borde de las pequeñas cosas,
escondida entre palabras y gestos
de aparente normalidad.
Vives concentrada en ti misma
y no permites que ningún problema
modifique tu forma de ser.
Te despojas de todo artificio,
de cualquier atisbo de vanidad,
y no haces distingos
entre quienes tienes delante.
Actúas como si no te hiciera falta
demostrar nada
y nada te pudiera dañar,
como si el odio o los reproches
no tuviesen que ver contigo,
como si fueras la señora
de un reino de paz.