Del amor y otras porquerías

¿Cómo le dices a alguien que ya no está aquello que siempre le quisiste decir?

Esa noche para Joanne había sido la primera, la primera de muchas noches en las que buscaba una explicación.

¿Y si aquel taxi no hubiera llegado tarde? Si no hubiera habido tanto tráfico, tal vez por culpa de aquel semáforo averiado a causa
del motociclista que impactó contra el poste de la luz ocasionando un apagón que averió el semáforo… Aunque lo hizo por esquivar
al pequeño que se había liberado de las manos de su padre para ir corriendo hasta su madre que, luego de pensárselo mejor, había vuelto desde el aeropuerto internacional para quedarse con su marido y su hijo.

El vuelo se retrasó debido al mal tiempo que esa mañana había hecho en Barcelona, y entonces una oleada de cosas pasaron, una cadena de consecuencias se desataron…, y ahí estaba Joanne, pensando en por qué ella tenía que estar en medio de todo aquello.
Del amor y otras porquerías… aprendí que el cerebro humano es un espíritu libre, capaz de doblegar, herir, armonizar, alegrar y atormentar hasta al más valiente guerrero.