Si has llegado hasta aquí, es porque has comprado el libro La Comunidad, guía de porteo ilustrada, y has accedido desde el código QR de la última página.
Lo que leerás a continuación es una colección de juegos que nos cede Cristina Saraldi (Froggies) para los lectores de este cuento. ¡Gracias!
10 juegos sencillos para jugar porteando
Si el juego es el motor fundamental para conocer el mundo, integrarlo en todas nuestras actividades diarias nos da la oportunidad de vincularnos y conectar aún más con nuestrxs pequeñxs.
Para esta “comunidad” qué mejor que aportar un plus integrando nuevas experiencias para esos ratitos que pasamos pegados, sin teta ni siesta, mientras porteamos.
Cada vez se habla más de la necesidad de jugar como parte del aprendizaje que obtenemos de nuestra vida. Y limitar el juego a “momentos de juego” es algo que nos vuelve a separar el juego de todo lo demás. Soy de las que opina que si jugáramos más, el mundo sería un lugar mejor. Y si lo incluimos en nuestro cotidiano, todo es más sencillo.
La primera infancia es un continuo descubrir. Sobre todo de nosotras mismas. Ponernos las gafas de infancia debería ser una obligación a la hora de acompañar-nos, ¿no crees?. Tú, ¿te pones esas gafas?
Yo procuro ponérmelas a menudo buscando jugar siempre que puedo.
Mi experiencia como madre de dos me ha permitido regalarte estos 10 juegos para jugar porteando:
- Contar historias. Comienzo por este juego porque para mí supuso una oportunidad de encontrar uno de los elementos de mi hijo pequeño. Cuando empezó a hacer los sonidos de los animales nos miramos de otra manera.. Y no solo nos limitábamos a hacerlos, sino que juntos gesticulamos y creamos historias.
La palabra la ponía yo,, él el sonido, y juntos movíamos brazos.! “Había una vez un león, que iba caminando y escuchó un grillo. El grillo se quedó mirando al león pero el león no le veía. No no no… Así que el león siguió su camino y se encontró con un gato y un perro que cantaban…” ¿Sigues tú la historia?
- Cantar canciones. Me encanta cantar, y desde que fui madre, sacié mi necesidad de cantar porque les canto todo el tiempo. Sin embargo, nunca fue así, ya que en el coro del colegio me recomendaron hacer otra cosa. ¡Imagínate!
Este tema no quiero que se repita y procuro integrar el canto en su día a día. Cloe está todo el tiempo cantando y me encanta.
Y hoy cantamos lxs 3 juntxs. Cantar porteando te permite jugar adaptando según el desarrollo del habla.
Tú cantas y le das paso, o bien tocándole el pie, o mejilla con mejilla, o tocando su cabeza o con cualquier sensación donde os toquéis..
Observando qué le gusta y cómo termina las canciones, puede poner un sonido, levantar la mano o cualquier expresión que se anime a seguir tus canciones inventadas.
- Movimiento juntos. Bailar, correr o perseguir a papá o a cualquier otra persona puede ser parte del día a día juntxs.
Para nosotras fue un juego muy presente durante el porteo. Y cuando el porteo dejaba de estar tan presente, lo hacíamos también en brazos.
Volver a la mochila para jugar de nuevo una vez la mochila sucede poco, ha sido también otro de los regalos que aún me da la maternidad.
- Pañuelos translúcidos. Jugar con pañuelos a nosotros nos ha acompañado durante los primeros meses de vida. Jugábamos mucho porteando y sin portear. Y todavía hoy nos encanta hacerlo también, aun sin portear.
Es una oportunidad de sentir texturas y de disfrutar con algo tan agradable como es un pañuelo de seda por el cuerpo.
Además este juego puede ayudarte durante la fase de la angustia de separación, que suele suceder en torno a los 9 meses.
- Otros objetos. El tacto nos acompaña mucho, y jugar con otros objetos, como plumas, rulos de pelo, lana, hilos finos o aire (soplando o por ejemplo con un hinchador de globos) nos resulta un juego muy bonito que aprovechamos aún hoy en día. Hacerlo porteando fue el origen de muchos juegos.
Jugar con objetos nos da un abanico muy grande de posibilidades.
- Masaje y caricias. Jugar con el cuerpo y con el contacto es algo que, las que me conocéis, sabéis que me encanta. Desde que lxs niñxs nacen hasta que nos morimos, jugar con el cuerpo es necesario.
Así que inventar historias con tipos de caricias y signos es parte de nuestro día a día. Un elefante puede ser un puño cerrado, y puedes hacérselo desde el pie por la espalda, por la cabeza, el cuello, tanto si porteas delante, a la cadera o a la espalda. Poner voces, sonidos y señalar hasta los animales, pueden enriquecer un paseo entre tú y tu bebé.
Me encanta integrar el masaje a través del juego en todas las etapas de la vida.
- Mirar a los ojos. Cuando queremos subir o bajar a nuestro bebé del portabebé, siempre que queramos mantener la conexión con ellxs, podemos seguir mirándoles a los ojos, expresar con nuestra cara, poner caritas, juntar los ojos, cerrarlos fuerte, abrir la boca, expresar cariño, sorpresa, ganas… Jugar mirándoles a los ojos es maravilloso.
- Soplar desde el pie a la cabeza. ¿Has probado a la hora de subir o bajar del portabebé, a soplar a tu hijo desde el pie a la cabeza?
De los dos que tengo, a uno le encanta, a otra no. Será por el juego que tenemos con el soplido y la diversión que encontramos soplando, moviendo objetos con el aire y apagando velas. Soplar es una herramienta muy bonita que nos sirve también como juego para muchas edades. Comenzar por actividades de pranayama desde pequeñxs, seguro que ayuda a reconocerse y conectar con una misma.
- Andar de otras maneras. Este juego me llegó por casualidad observando a Kian, mi hijo pequeño. A él sí que le hacía gracia descubrir nuevas maneras de caminar mientras porteábamos.
Le sumaba canciones y movimiento y siempre se reía con cualquier situación excepcional.
Por ejemplo, le gustaba mucho cuando andamos marcha atrás unos metros.
Imagino que encontrar un mundo diferente le llamaba la atención. También andar a cámara lenta suele ser muy divertido.
Lo de correr porteando no me gusta, aunque alguna vez que me ha tocado para, por ejemplo, recoger una pelota, llegar al autobús o coger algo que se le escapaba a su hermana, observaba que Kian se solía reír con el movimiento un poco loco.
- Y como último juego, dejaría al final la oportunidad de no dirigir su juego, permitir que el juego suceda.
Siguiendo a tu bebé, escuchándole y poniéndote en modo… “mi niña interior también sabe y puede jugar (si quiere)”.
Si nos permitimos la oportunidad de escucharnos, observar a nuestrxs hijxs y comprender que cualquier situación puede ser un juego, la apertura nos regala conexión que jamás nos imaginamos.
Nos permite seguir sus intereses del aquí y el ahora. Si mira un árbol, seguro que se te ocurre un sonido de árbol, o señalar un árbol, o hacer el signo del árbol de lenguaje de signos, o quizás os movéis de lado a lado soplando. ¡Quién sabe!
O si por ejemplo hay un perro, y le llama o señala, seguro que hay una canción de perro, o una historia inventada o un baile…
Escuchando sus sonidos, observando cómo se porta y mirando con esas gafas que te pusiste al comienzo de este texto, podéis encontrar más y más juegos para compartir.
¿Te apetece compartirlos conmigo?
Porque #ElJuegoHacePosibleLoImposible y me encanta que así sea.
Contáctame si necesitas orientación en cualquier fase del juego, del tuyo y de lxs tuyxs.
Un abrazo y gracias por leerme