Soy Tania, autora, junto a mi hija Noa, de «Lucía quiere hacer yoga».
A las dos nos encanta dibujar e inventar historias.
Noa tiene un leve retraso madurativo, pero gracias a la meditación conmigo y a que siempre le hemos permitido encontrar sus habilidades y dejar que las desarrolle libremente, ha evolucionado hasta el punto de que con 4 años apenas se aprecia este problema.
Creo que el yoga, que va unido a la meditación, es una forma de escucharnos y de aprender a autogestionarnos… y así encontrar la felicidad.
Un día Noa me dijo que quería dibujar a una niña que se llamara Lucía, de modo que comenzamos a dibujarla mientras ella iba inventando su historia. Dicha historia me pareció tan increíble y a la vez tan cercana, que la fui apuntando y, poco a poco, día tras día, la hemos ido transformando en un precioso cuento.